Entrevistas

Bidegain: científicamente "es muy difícil estimar con los medios que hoy tenemos" la intensidad de vientos en temporales

Bidegain: científicamente "es muy difícil estimar con los medios que hoy tenemos" la intensidad de vientos en temporales

El ciclón extratropical que sacudió especialmente el sureste de Uruguay este miércoles volvió a poner en tela de juicio la capacidad de respuesta organizada de las autoridades ante fenómenos naturales de alto impacto. En entrevista con En Perspectiva, el doctor Mario Bidegain, director de la Escuela de Meteorología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República y director de Climatología y Documentación en la Dirección Nacional de Meteorología dijo que no sólo en Uruguay, sino en todo el mundo, no existen ni sistemas ni herramientas que "más de 24 horas antes puedan prever la velocidad del viento". Apuntó además que pese a las posibles carencias "hemos avanzado desde el punto de vista de los mecanismos de respuesta" respecto al temporal de agosto de 2005. Y advirtió que, si bien estadísticamente en invierno se concentran más eventos de este tipo, "pueden suceder en cualquier época del año".


(emitido el jueves 20.9.12, a las 7.35 hs)


EMILIANO COTELO:
Estamos en el día después de un temporal que cambió la vida de buena parte de los uruguayos y que nos dejó a todos con una cantidad de preguntas. Por eso nos interesa tratar de trasladar algunas de ellas.

El diálogo es con Mario Bidegain, director de la Escuela de Meteorología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República y director de Climatología y Documentación en la Dirección Nacional de Meteorología (DNM).

En primer lugar, ¿qué fue esto que tuvimos? ¿Cómo se lo describe desde el punto de vista científico?

MARIO BIDEGAIN:
Lo que tuvimos ayer comenzó a gestarse anteayer, el día martes, y fue el pasaje de una depresión o baja presión sobre el sur del país. Este tipo de estructura atmosférica, como lo dice la palabra, consiste en una situación de baja presión atmosférica -si uno la compara con el entorno- y está asociada a todo tipo de fenómenos meteorológicos, básicamente lluvias y, lo más importante, los vientos, que fue lo que más sufrimos ayer.

EC - ¿Cuál sería el término más apropiado?

MB - Los dos términos más apropiados serían baja presión, que sería lo más simple para caracterizarlo, o depresión, que es sinónimo de baja presión. Siempre cuando hablamos de depresión o baja presión es una depresión que llamamos extratropical, de latitudes medias. No hay que confundirla con una depresión tropical o ciclón tropical, que es otro tipo de fenómeno que se da en latitudes tropicales.

EC - Pero ¿corresponde decirle "ciclón" a lo que tuvimos en Uruguay?

MB - Sí, se puede también mencionar como ciclón, la palabra es correcta. Repito, la gente lo asocia inmediatamente con un ciclón tropical, y esto fue un ciclón extratropical o baja presión extratropical.

EC - ¿Cuán frecuentes son estos episodios en esta zona donde está implantado el territorio de la República Oriental del Uruguay? Se lo pregunto porque todo el tiempo estuvo presente la comparación con lo ocurrido el 23 de agosto del año 2005. ¿Qué otros antecedentes tenemos?

MB - No son hechos tan extraños, prácticamente siempre ocurren, cada año tenemos algún episodio de este tipo. Muchas veces el pasaje de este centro de bajas presiones no se da sobre el Río de la Plata y la costa sur del Uruguay, sino que este tránsito se da en otras latitudes, por ejemplo sobre el océano. Entonces no nos afecta directamente, no tenemos el mismo conocimiento de ese impacto. Pero cuando se da la característica, como ocurrió ayer, de que este centro de bajas presiones transita sobre el Río de la Plata y la costa sur del Uruguay es cuando tenemos los efectos más importantes. Otro aspecto a tener en consideración es la intensidad de la baja presión, el valor de presión en el centro de esa baja. Cuanto menor sea el valor de presión, más importantes son los efectos, por lo tanto los vientos que ocurren en la región.

EC - Le preguntaba con qué frecuencia ocurren este tipo de episodios, cuántos antecedentes hay, cada cuánto se dan, sobre todo pensando en la prevención. Porque da la impresión de que no hemos instalado en nuestro país una cultura que facilite a la ciudadanía la preparación para enfrentar este tipo de contingencias. ¿Usted está de acuerdo conmigo?

MB - Estoy de acuerdo en que de repente todavía no estamos preparados lo suficiente para enfrentar este tipo de fenómenos. Pero instalándome en agosto de 2005 creo que hemos avanzado desde el punto de vista de los mecanismos de respuesta que tiene el país. Hoy tenemos un Sistema Nacional de Emergencia (Sinae) mucho más conformado, activo y coordinado, cosa que en 2005 de repente todavía no teníamos. Todavía falta mucho por hacer, por ejemplo en aspectos de coordinación entre el gobierno nacional y los gobiernos departamentales, pero hemos avanzado.

EC - Se lo consultaba pensando concretamente en lo que fue ocurriendo a lo largo del día de ayer. En primer término, la advertencia meteorológica color rojo de la DNM recién se conoció a media mañana, sobre las 11 de la mañana, cuando ya hacía rato que habían caído árboles en Montevideo y que volaban chapas y que había riesgo en las calles. Entonces, en primer lugar eso, ¿por qué la advertencia roja llegó a esa hora? Cuando, por ejemplo, el día anterior, el meteorólogo Guillermo Ramis, en distintas intervenciones en medios de comunicación, había pronosticado para ayer vientos que podían llegar a los 180 kilómetros por hora

MB - De hecho desde el martes había una alerta emitida por la DNM de color naranja, que marcaba vientos de hasta 120 kilómetros por hora. Eso estaba vigente desde la mañana del día anterior, desde la mañana del martes. Y los vientos que se registraron de hecho, al menos en Montevideo, no superaron los 120 kilómetros: La ráfaga más importante fue a las 12.30, al mediodía, en Carrasco, de 120 kilómetros por hora. O sea que, si vamos a lo que sería el color de la advertencia, permanecimos prácticamente en el límite entre lo que sería la advertencia color naranja, que fue emitida el martes, y la advertencia color rojo, que es la que usted dice fue emitida a mitad de la mañana de ayer.

EC - Lo cierto es que el Sinae recién al mediodía formula la sugerencia de no salir a la calle, de salir solo si es realmente imprescindible. Y es después de eso que se habla de que oficinas públicas, por ejemplo, cierren sus puertas y liberen a su personal, y empiezan a tomarse medidas de ese tipo también en empresas privadas, en institutos de enseñanza, etcétera. Mi pregunta es: si la advertencia naranja ya implicaba suficiente riesgo, si en las primeras horas de la mañana habíamos tenido caídas de árboles y otro tipo de incidentes que dejaron lesionados incluso, ese tipo de medidas, ese tipo de sugerencias, de recomendaciones, ¿no debieron haberse realizado antes que el mediodía de ayer?

MB - Desde el punto de vista meteorológico, como le decía, ya había un seguimiento desde el martes y ya estaba emitida la alerta color naranja. Desde el punto de vista científico es muy difícil estimar, con los medios que hoy tenemos, la intensidad por ejemplo de los vientos máximos, a veces ni siquiera con 24 horas de anticipación. Hay limitantes desde el punto de vista científico-técnico, no es un tema antojadizo de que no se hace la advertencia por evitar pánico o algo así. El tema es que no tenemos, ni aquí en Uruguay ni en ninguna parte del mundo, un sistema que más de 24 horas antes pueda prever la velocidad del viento en las ráfagas, por ejemplo.

EC - ¿Usted dice que anteayer no podía preverse que ayer de mañana habría los vientos fuertes que hubo?

MB - El martes de mañana, con 24 horas de anticipación, no podían preverse las velocidades máximas de viento absoluto que podrían ocurrir en Montevideo. Esos pronósticos se dan con plazos de pocas horas. Pero esto no es solo en Uruguay, lo vemos en otras partes del mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, el pasaje de un tornado o la ocurrencia de un tornado propiamente dicho, son hechos que se pueden pronosticar con escasísimos minutos, estamos hablando de rangos de poquísimas horas.

EC - Pero ya se sabe que el tornado se está moviendo, que está avanzando en determinadas zonas del territorio.

MB - Sí, pero usted no sabe por dónde va a pasar. Incluso lo está visualizando con un radar, pero no conoce la trayectoria exactamente. Usted tiene un rango, un abanico de probabilidades.

EC - Pero dentro de ese abanico de probabilidades la población va tomando precauciones. Por ejemplo, todos hemos visto que se colocan protecciones en las ventanas, en las puertas, en fin. Acá en Montevideo se pudo haber hecho algo similar por ejemplo con los grandes vidrios de los ventanales de una casa o se pudieron haber tomado actitudes de precaución por el lado de salir o no salir, que salieran quienes realmente tenían necesidad de hacerlo. Sin embargo, todo eso recién comenzó a aconsejarse cuando ya el viento era un hecho e incluso había tenido consecuencias. Mi pregunta es esa, si no falta crear más cultura de prevención cuando se sabe que hay por ejemplo una alerta naranja, como la que había el día anterior.

MB - Estoy de acuerdo. Lo que observo –uno aprende lecciones de los hechos ocurridos– es que todavía está faltando coordinación entre gobierno nacional y gobiernos departamentales. Hubo algunas medidas contradictorias entre el nivel nacional y los gobiernos departamentales, en el tema de transporte por ejemplo.

EC - Se sugirió el cierre de las oficinas públicas y las empresas privadas, y al mismo tiempo la Intendencia les recomendó a las compañías de transporte que dejaran los ómnibus congelados en las terminales.

MB - Eso es totalmente contradictorio, desde mi punto de vista. Volviendo al tema del pronóstico, es muy difícil, a veces no es posible siquiera con 24 horas de anticipación tener una estimación cierta de las velocidades máximas de los vientos. Comparto que podría haber sido anticipado lo que sería la alerta roja, pero repito, la alerta roja lo único que hizo fue focalizar un poco más sobre el fenómeno, pero de hecho no entramos en el terreno de la alerta roja en cuanto a las velocidades máximas registradas de viento. Por suerte, en Montevideo no se superaron los 120 kilómetros por hora, velocidad que está en el límite entre la alerta color naranja y la alerta color rojo.

EC - Está bien; usted es meteorólogo, no se dedica a la gestión de la emergencia.

MB - No, pero tenemos un Sinae.

EC - Por eso, yo apuntaba a que a partir de las advertencias meteorológicas debieron haberse hecho recomendaciones antes, me da la impresión.

MB - Tal vez ya con la alerta color naranja podrían haberse tomado algunas otras acciones más preventivas, para luego ir evaluando la evolución de la situación. Repito, estamos en el límite de la técnica, es muy difícil estimar la velocidad de las ráfagas con 24 horas de anticipación. Es muy difícil aquí y en cualquier parte del mundo.

EC - ¿Este tipo de fenómenos se da en alguna época del año? ¿Cuándo puede llegar a ocurrir el próximo?

MB - Si me pregunta qué época del año es la preferida, cualquiera, al menos en Uruguay puede suceder en cualquier época del año, tanto en invierno como en verano, en primavera o en otoño. Tal vez si uno hiciera una estadística la época más común o en la que puede tener mayor frecuencia sea el invierno, pero de hecho no podemos descartar este tipo de fenómenos en ninguna estación del año.

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Transcripción: María Lila Ltaif


Foto: EFE