Nintendo renueva su consola hogareña con el GamePad, un accesorio que incorpora una pantalla sensible al tacto. A su vez, ofrece una salida de video en alta definición, una característica que había estado ausente en su antecesor respecto a la competencia.

Equipada con una unidad óptica, la Nintendo Wii U dispone de dos versiones, una básica con la consola, 8 GB de almacenamiento y un GamePad, con un precio de 299 dólares en Estados Unidos. Un segundo modelo, que dispone de 32 GB junto a una copia del juego Nintendo Land, costará 349 dólares en ese país. Posee una serie de puertos USB y HDMI junto a un lector de tarjetas SD.

Con este nuevo modelo, la compañía japonesa busca renovar su oferta en el segmento de las consolas hogareñas, en donde dispositivos móviles como las tabletas y smartphones han ganado terreno de la mano de juegos gratuitos o con un costo de 99 centavos de dólar. Para ello, las principales compañías buscan revalidar su posición de la mano de plataformas on line que ofrecen a sus usuarios acceder a partidas con otros jugadores, descargar juegos o ver adelantos de películas.

El GamePad pesa medio kilo, pero es cómodo para usar con ambas manos, y muy útil para los juegos que aprovechan esa pantalla extra para desplegar más información, o como control remoto. La batería dura para algo más de tres horas de juego y la pantalla táctil (resistiva) no es tan sensible como un smartphone o tableta actuales.

A la vez, el uso del GamePad como consola portátil (conectado a la base vía Wi-Fi) funciona muy bien, y permitiendo continuar un juego allí mientras se libera el televisor para otros usos. Los gráficos han mejorado, aunque -por ahora al menos- no están a la altura de la PS3 o la Xbox 360, aunque eso nunca fue el fuerte de la Wii.