Entrevistas

El Parque Científico-Tecnológico de Pando apuesta al desarrollo y la innovación "vinculando la academia con la empresa"

El Parque Científico-Tecnológico de Pando apuesta al desarrollo y la innovación "vinculando la academia con la empresa"

En octubre del año pasado se inauguró el edificio central del Parque Científico-Tecnológico de Pando y a principios de este mes esa institución anunció la firma de un acuerdo de cooperación científico-técnica con Biogénesis Bagó, una empresa líder en salud animal y el primer exportador de productos veterinarios de Argentina. En diálogo con En Perspectiva, el presidente del Parque Científico-Tecnológico de Pando, Fernando Amestoy, aseguró que "la generación de valor y de empleo de calidad es el fin último" que persigue esta institución, que se dedica a "dinamizar plataformas tecnológicas", ofreciendo servicios a empresas líderes en investigación y desarrollo de distintos rubros para que estas puedan "radicarse en un entorno de innovación". "Para lograr desarrollo económico y social hay que apostar a la ciencia, la tecnología y la innovación", dijo. Para lograrlo, el Parque cuenta con "una cantidad de facilidades" que permiten articular lo científico con lo empresarial.


(emitido a las 9.00 Hs.)

ROMINA ANDRIOLI:
En los últimos años, a medida que el país ha ido creciendo y desarrollándose también ha ido generando nuevos espacios para la investigación en ciencia y tecnología, más recursos se han ido invirtiendo en esta materia, nuevos científicos se han ido formando y nuevas oportunidades han ido apareciendo.

En este sentido, el año pasado se inauguró el edificio central del Parque Científico-Tecnológico de Pando con la intención de ser la plataforma a través de la cual empresas privadas también puedan desarrollar distintas líneas de investigación en áreas tan diversas como ambiente, farmacéutica o nanotecnología. Recientemente ese objetivo empezó a cumplirse, el 8 de febrero el Parque Científico-Tecnológico de Pando firmó un convenio de cooperación científico-técnica con la empresa Biogénesis Bagó, que se instalará en ese lugar.

Para conocer los detalles de ese acuerdo, pero además para saber qué es este parque tecnológico y qué proyectos tiene en carpeta, estamos con su presidente, el doctor Fernando Amestoy, que además es director del Polo Tecnológico de Pando.

Amestoy es doctor y máster en Ciencias Biológicas por la Universidad de la República (Udelar) y licenciado en Oceanografía Biológica también por la Udelar. Por otra parte, entre 2008 y 2012 fue secretario ejecutivo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII).

Yo decía recién que usted es por un lado presidente del Parque Científico-Tecnológico de Pando y por otro, director del Polo Tecnológico de Pando. ¿Podemos explicar cuál es la diferencia entre las dos instituciones?

FERNANDO AMESTOY:
Claro, me parece importante la diferencia. El Polo Tecnológico de Pando es un instituto de la Facultad de Química que es parte del parque, es una institución que está radicada en el parque. El polo realiza investigación y desarrollo en áreas de biotecnología, nanotecnología, química fina, sector farmacéutico, ambiente y tiene un área analítica. La facultad aporta plataformas científico-tecnológicas que tienen equipamiento que ha sido adquirido a lo largo de varios programas –entre los cuales hay un par de programas importantes con la Comisión Europea– y recursos humanos de alto nivel que han sido formados en todos estos años.

Esas plataformas están al servicio de las empresas. El polo se fundó hace 10 años con una iniciativa de la Facultad de Química, que realizó varias reformas, por ejemplo incluyó algunas materias de emprendedurismo en sus currículos, y evolucionó estableciendo vínculos con las empresas. Se hace investigación aplicada, investigación para solucionar problemas de las empresas. Eso fue avanzando, llegamos a la necesidad de tener una estructura más profesional de relacionamiento con las empresas y se crea el Parque Científico-Tecnológico de Pando.

RA - ¿Cómo podemos describir el Parque Científico-Tecnológico?

FA - El parque funciona en derecho privado, es una institución que agrupa en su gobernanza a su directorio, que está conformado por un director en representación de la Intendencia de Canelones –porque tiene un componente importante de desarrollo local–, un representante del Ministerio de Industria, Energía y Minería, un representante de la Cámara de Industrias del Uruguay –las empresas representadas en su gobernanza– y un representante de la Facultad de Química de la Udelar que por ley es el director del Polo Tecnológico de Pando. Eso hace que tengamos esa constitución particular por la cual nos vinculamos con el territorio y con las políticas productivas establecidas por el Gabinete Productivo, los consejos sectoriales (biotecnología, farma, industria de alimentos) están alineados con lo que hacemos y con las empresas.

RA - ¿Cómo interactúa todo ese conjunto de actores? ¿Podemos ver un ejemplo práctico de cómo se trabaja allí, un caso concreto?

FA - Tenemos varios. El parque ofrece servicios a las empresas para radicarse en un entorno de innovación como es el parque. El parque tiene una estructura de gestión profesional que ofrece servicios comunes a las empresas y además las asesora en varios temas, en particular en acceso a capital para financiamiento o apalancamiento de inversión en investigación y desarrollo, acompañamiento en las gestiones por Ley de Inversiones, en exoneraciones de impuestos, las ventajas que tienen las empresas para invertir y radicarse en el país para hacer I+D, el nuevo decreto que promueve el desarrollo de la biotecnología dándoles a las empresas biotecnológicas facilidades importantes para generar sus actividades. El parque también ofrece servicios para radicar empresas en las cinco hectáreas que lo conforman, en dos modalidades: radicar empresas dentro del edificio Ceibo que inauguramos, donde hay lugar para unas 15 empresas con superficies que se arriendan y son estructurales –según las necesidades de cada una de las empresas–, y radicar empresas en predios del parque.

RA - ¿Qué tipo de empresas pueden instalarse y trabajar allí?

FA - Nuestro objetivo con este modelo, este entorno de innovación, es que el 80% de las empresas que buscamos sean empresas dinámicas, que tengan un perfil que demande los servicios de plataformas científico-tecnológicas que están instaladas en el polo. Por eso somos un parque científico-tecnológico, somos el único parque en Uruguay con estas características, vinculando la academia con la empresa.

RA - Rosario, tú estuviste en el lugar en octubre del año pasado cuando se inauguró el edificio Ceibo, que es la sede principal del Parque Científico-Tecnológico de Pando. ¿Cómo es el lugar?, ¿cómo lo viste?

ROSARIO CASTELLANOS:
Sobre la avenida Aparicio Saravia entonces –ahora es el by-pass que se creó para evitar ingresar a Pando cuando se viene por la ruta 101–, encontré un lugar que había pertenecido a la Ancap, que tenía un gran edificio, y luego un gran parque, un gran predio alrededor –yo creía que eran siete hectáreas, el doctor Amestoy acaba de hablar de cinco–. En el edificio, readecuado a lo que necesitaba la Facultad de Química, ya estaba funcionando el polo, y lo que aparecía como nuevo en el centro de la composición era este edificio Ceibo, un edificio totalmente nuevo, de de dos niveles, con un espacio central pensado para hacer una especie de auditorio, donde se podía dictar una clase, una conferencia, una charla, y luego, en los otros dos niveles con vista al parque, estaban los lugares para ubicar las oficinas o los laboratorios para que las empresas que quisieran instalarse en esas condiciones pudieran hacerlo. Y finalmente una especie de fraccionamiento en parcelas de distintas dimensiones previstas para empresas que quisieran colocar allí toda su capacidad, todas sus instalaciones. Eso fue lo que vi entonces, nuevito, las oficinas todavía estaban vacías, con olor a nuevo. Supongo que hoy ya la cosa habrá cambiado en esa materia.

RA - Amestoy, ¿cómo es hoy el panorama?

FA - Tal cual la descripción de la inauguración. La inauguración del edificio fue en el último trimestre del año pasado, todavía estamos en esa etapa fundacional. Lo que ha cambiado en el panorama es que algunas de las empresas con las que estuvimos trabajando el año pasado han tomado definiciones para apostar a este entorno de innovación y están radicándose.

El ejemplo importante para nosotros es el convenio que firmamos con Biogénesis Bagó. Biogénesis Bagó es una empresa que tiene alcance regional y una trayectoria de más de 70 años, con reconocimientos científicos y comerciales importantes en el ámbito de salud y productividad animal. Es un líder regional en salud animal, sobre todo en exportación de productos veterinarios, lo hace desde Argentina y desde 1991. Para nosotros que una empresa de estas características esté apostando a estar en el entorno del Parque Científico-Tecnológico es un tema importante. Atrás hay una inversión, unos proyectos de inversión interesantes para el país, y cumple la función con la que fue creado el parque, que es dinamizar plataformas tecnológicas, generar empleo de calidad, generar valor. Tenemos identificados algunos puntos con científicos y técnicos uruguayos y argentinos para hacer algunas actividades en conjunto, formación de recursos humanos. Una empresa de estas características genera derrames importantes en el Sistema de [Investigación e] Innovación. Además se están haciendo acuerdos con el Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (Cudim) para investigación en temas de cáncer. Se genera una dinámica con varias instituciones que trabajan en el Sistema de Investigación e Innovación y en forma complementaria, sumando, generando sinergias.

RC - En aquel momento usted me explicaba que el Polo Tecnológico seguía siendo el sustento académico de todo este emprendimiento. Lo que entonces le faltaba era el nexo con las empresas, es decir, había todo un tema de gestión de la empresa que se acercaba al polo y el académico que tenía que responder a la expectativa de necesidades. En definitiva el Parque Tecnológico vino a cubrir esa necesidad. ¿Es así?

FA - Es así. Normalmente la Udelar ha tenido algunas dificultades de articulación con el sector empresarial, en general va por la constitución que tiene, porque los investigadores son muy buenos haciendo investigación, tenemos un excelente nivel de investigadores, solucionan problemas de la industria, pero tradicionalmente el investigador no tiene por qué ser bueno para hacer negocios, algunos sí lo son, pero su formación no es en eso.

RC - Entonces el parque, con los técnicos que incorpora, le agrega este elemento, ahora tenemos separado el negocio, el contacto directo con la empresa y luego la tarea de investigación.

FA - Totalmente, el polo se especializa en investigación y desarrollo, y en el parque hay economistas, contadores, abogados que trabajan y asesoran en propiedad intelectual, en cómo se comercializan intangibles. Hay una cantidad de facilidades para articular con la empresa que manejan los mismos códigos que los empresarios, los mismos tiempos, los mismos estándares y niveles de calidad. Por ejemplo, si una empresa demanda una certificación ISO 17000 para que un producto o un servicio que está dando accedan a un mercado, hay todo un acompañamiento de esta estructura, que articula a su vez con el polo, para cumplir con esos requerimientos. Por eso estas apuestas de empresas que trabajan con estándares altos para nosotros son un factor dinamizante importante. Además otro de los socios que tenemos es una incubadora de empresas que también nació hace muchos años en la Facultad de Química y se está refundando totalmente.

RA - ¿Cómo eso de la incubadora?

FA - Es una incubadora de base tecnológica, para generar líneas de negocios que se pueden identificar en el sector de investigación, por ejemplo con un estudiante o un investigador recién formado que tenga una buena idea y quiera transitar el camino, transformarse en un emprendedor. La incubadora acompaña a esta persona en desarrollar sus modelos de negocios, su plan de marketing, a formarla como emprendedora. Es un proceso de incubación que lleva unos dos años o un poco más; después la empresa egresa de la incubadora y tiene la opción de radicarse en el parque. La incubadora es un edificio que tiene unos 500 metros cuadrados en cuatro pisos, pegado al edificio del polo. Ahí se les ofrece a las empresas nuevas laboratorios, facilidades para desarrollar sus productos o servicios.

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RA - La investigación en ciencia y tecnología en Uruguay sigue generando buenas noticias.

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RA - El año pasado se inauguró el edificio central del Parque Científico-Tecnológico de Pando, que a comienzos de este mes anunció la concreción de un importante acuerdo de cooperación científico-técnica con Biogénesis Bagó, una empresa líder en salud animal y el primer exportador de productos veterinarios de Argentina.

Por eso estamos hablando esta mañana con el doctor Fernando Amestoy, presidente del Parque Científico-Tecnológico de Pando y director del Polo Tecnológico de Pando.

Rosario, tenías alguna pregunta más para conocer mejor cómo funciona.

RC - Cuando uno habla de un parque científico-tecnológico parecería que ciencia y tecnología hoy se aplican prácticamente a todo tipo de industria. Pero sé que esto es más bien específico para determinados rubros, entonces me gustaría que nos contara a qué sector empresarial exactamente están dirigidas estas plataformas tecnológicas. Porque con Biogénesis Bagó tenemos un ejemplo, pero no es el único rubro al cual está destinado el parque o que ustedes están esperando.

FA - El parque, además de atender este sector, que sería el sector veterinario, un laboratorio veterinario importante para la estructura productiva, trabaja en áreas de tecnología de alimentos, química, en estos momentos estamos trabajando sobre unos 16 proyectos con distintos grados de avance con empresas, con algunas ya tenemos contrato de radicación, con otras estamos en etapas avanzadas.

RC - Más allá de los nombres, ¿qué tipo de rubros están mostrando interés en el parque? Yo veo, por ejemplo, que biofarmacia también está, tecnología farmacéutica. ¿Se va a trabajar en lo que tiene que ver con productos farmacéuticos? ¿También está previsto eso, que algún laboratorio pueda interesarse en farmacia humana?

FA - Totalmente, hay empresas farmacéuticas, las plataformas de farma tienen una oferta tecnológica interesante para realizar actividades en conjunto con empresas. Tenemos también tecnología de alimentos, le puedo dar algunos ejemplos de empresas con las que ya estamos trabajando. Hemos cerrado un acuerdo con una empresa que trabaja en equipos para la industria química farmacéutica, que se dedica a fabricar maquinaria para producción y control de industrias químicas. Otra empresa que trabaja en la producción de extractos vegetales, plantas medicinales y aplicaciones, desarrollo de producción. También estamos trabajando con un grupo que se dedica a fabricación, importación y distribución de productos químicos, y sobre todo en la fabricación están con algunos proyectos en carpeta que apuntarían a la sustitución de importaciones. Estamos avanzando en algunos temas que tienen que ver con biocombustibles, con Ancap estamos conversando para hacer un par de proyectos concretos, uno que tiene que ver con microdestilación y otro con un fotobiorreactor basado en algas. En el área ambiental estamos trabajando en un proyecto que tiene que ver con una tecnología de recuperación de mercurio que seguramente dará lugar a un emprendimiento, porque junto con el tema de eficiencia energética y la incorporación de lámparas fluorescentes viene cómo se procesa después el deshacerse de esas lámparas y la recuperación de mercurio para no provocar daños ambientales.

RA - ¿Qué es lo que haría concretamente esa empresa?

FA - La apertura de oferta que tiene esta estructura de polo-parque implica en este caso concreto empezar a trabajar en la parte de investigación y desarrollo. En este caso el proyecto se ha gestionado con el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, tiene un financiamiento del Fondo Global de Medio Ambiente y la primera etapa tiene que ver con investigación y desarrollo de estructuras de recuperación de mercurio. Se está pensando que se va a necesitar una empresa que se dedique a esa actividad, que puede ser una empresa público-privada. Esto ofrece intervenciones en los distintos niveles de esa cadena de generación de valor, en este caso va a ser valor ambiental y valor económico, porque la idea es que esto se recupere con una ganancia.

RC - ¿Qué es la nanotecnología?

FA - La nanotecnología trabaja con micropartículas, por ejemplo en el microencapsulado de productos. Un caso puede ser encapsular algunas sustancias en partículas muy pequeñas para sacarles sabor.

RC - Se me ocurre que es una práctica para la farmacéutica.

FA - Tiene aplicación en ese sector, tiene aplicaciones en materiales. Un caso son recubrimientos con nanopartículas que hacen que un material repela el agua, hay varios ejemplos de eso, hay incluso celulares recubiertos con esos materiales que si caen al agua la repelen. También en la industria textil, hay textiles recubiertos con esas micropartículas que les dan niveles de impermeabilización. En algunos alimentos que tienen valor nutritivo o medicamentos que tienen valor terapéutico pero requieren llegar a determinados lugares del cuerpo con determinado nivel de liberación lenta, el estar encapsulados en micropartículas permite que se vayan liberando en el medio gradualmente. Hay muchas aplicaciones.

Ese ejemplo que mencionó son tecnologías de punta que en el mundo están en un estado de desarrollo. Hay varias opciones cuando se desarrolla una tecnología: estar en la cresta de la ola arrancando, apostando a generar valor en el estado del conocimiento; adoptar esas tecnologías, o esperar que se desarrollen para después incorporarlas.

RC - Uruguay ha apostado a estar en la cresta de la ola, a adelantarse.

FA - La Facultad de Química tiene un grupo fuerte en el área que ha tenido reconocimiento internacional y ha generado patentes en el área de nanotecnología, está haciendo una apuesta a una tecnología emergente y promisoria en el sentido de que hay muchísimas patentes por generar, hay mucho conocimiento y está en un estado inicial, es una tecnología que promete mucho; además, a diferencia de otras, estas son tecnologías más maduras. La ventaja que tiene una tecnología más madura es que el costo es menor.

RC - ¿Qué grado de proyección internacional pueden tener este conocimiento generado y esta forma de aplicación a la industria que están apareciendo en el parque y en el polo?

FA - La idea es tener impacto en los distintos niveles. Las tecnologías de punta tienen potencial de generar impactos mayores, porque el conocimiento original permite patentar y generar valor en el sentido de que si surge una patente sobre una invención novedosa, interesante, una tecnología emergente, tiene un valor muy alto. Hay muy pocas investigaciones en el país orientadas en ese sentido. La dificultad que tenemos ahí es la falta de cultura de cómo se negocian las invenciones, porque una cosa es inventar o generar resultados interesantes de investigación y otra es tener la habilidad y los vínculos para que esa patente que se genere llegue al mercado y genere dinero. Son dos cosas distintas que no son menores. Nuestro sistema está trabajando en el desarrollo de capacidades para comercializar intangibles como estos temas de patentes.

RA - Hemos conversado mucho de la investigación, pero no dijimos nada sobre quienes están investigando allí concretamente. ¿Cuál es el perfil?

FA - El polo es un instituto de la Facultad de Química, tenemos unas 40 personas que están investigando en Pando. Si hay un problema de una empresa que no puede ser atendido por los investigadores que están radicados en Pando, tenemos el vínculo con la Facultad de Química, la puesta a disposición de todas las capacidades de investigación de la facultad.

RC - ¿Puede haber además otro tipo de investigadores realizando investigaciones paralelas dentro del parque?

FA - Totalmente, el polo es un socio más del parque. Las empresas que se están instalando, por ejemplo Biogénesis Bagó, van a tener su propio laboratorio.

RC - Lo que hay es una conexión, una participación de las dos instituciones.

FA - Tenemos la opción y vamos a promover los vínculos entre los laboratorios que se radiquen aquí y nuestros laboratorios, los laboratorios del polo. No es una condición excluyente, es un escenario deseable. Tampoco el Parque Científico-Tecnológico trabaja exclusivamente con el Polo Tecnológico de Pando.

RC - Tiene independencia.

FA - Totalmente, el parque puede trabajar con la Fundación Ricaldoni de la Facultad de Ingeniería, con la Facultad de Ciencias o con otras unidades de articulación complementaria de investigación y desarrollo.

RA - ¿También a nivel internacional, con asociaciones a nivel internacional?

FA - También, el parque puede generar negocios y vínculos con otros organismos internacionales. Es una de sus funciones, por eso es un entorno de innovación y por eso se diferencia de la Facultad de Química. El parque es una figura de derecho privado, como el LATU o la ANII, lo que permite tener agilidad en sus procesos y bastante independencia, depende de su directorio la definición de una estrategia de vínculo con el sector empresarial y con el sector de producción de conocimiento.

RC - Si tuviera que resumir en una frase cuál es la importancia de que el país tenga un parque científico y tecnológico –ahí en Pando o en cualquier lado, porque para Pando sabemos lo que significa–, ¿qué aportó esta novedad?

FA - Esto es una apuesta a la generación de valor, para lograr desarrollo económico y social hay que apostar a la ciencia, la tecnología y la innovación. El mundo desarrollado recorrió esos caminos, y cuando uno se fija en el índice de competitividad, uno de los pilares de la competitividad es el desarrollo de los sistemas de innovación. Para ser más competitivos llega un momento en que uno no se puede diferenciar con mano de obra barata, hay que sofisticar lo que se ofrece en la economía, y la innovación es uno de los caminos más importantes para esto.

Estos entornos promueven la generación de valor, y en los parques científico-tecnológicos ese valor se descentraliza, es en el territorio, por eso es importante la parte de desarrollo local, porque cada zona del país tiene especificidades productivas diferentes. Estamos trabajando en la microrregión 6, en Canelones, donde estamos radicados, en el eje desde ruta 101, ruta 8, que va entre el aeropuerto y Pando, que es donde estamos nosotros, unos 20, 30 kilómetros. Ahí hay tres parques industriales, está el Parque de las Ciencias, está Megafarma; hay tres parques industriales promovidos por la Intendencia de Canelones, está el Parque Científico-Tecnológico nuestro, hay una cantidad de emprendimientos de desarrollo logístico y varias industrias. La zona de la microrregión 6 tiene una vocación de desarrollo industrial muy fuerte y políticas departamentales que alientan eso. Se busca generar sinergias. La generación de valor y de empleo de calidad es el fin último de esto, y el objetivo final es mejorar la calidad de vida de la región y, replicando este tipo de estructuras, del país en general.

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Transcripción: María Lila Ltaif
 
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Fotos: Presidencia y sitio oficial del Parque Científico-Tecnológico de Pando