Riesgo de sismos en Uruguay "es bajo, pero no nulo"
Se terminó de instalar el primer sismógrafo en suelo uruguayo, ubicado en la estancia Lagunas del Catedral, en Aiguá, Maldonado. El mismo está conectado con la red de Brasil y coloca a la Facultad de Ciencias entre las principales universidades científicas de la región. Según declaró la directora del Instituto de Ciencias Geológicas, Leda Sánchez, este paso "nos permite avanzar en una necesidad que el país no tenía cubierta", porque "Uruguay tiene antecedentes de actividad sísmica".
En una segunda etapa, la Facultad de Ciencias aspira a poder adquirir en propiedad tres sismógrafos más, pero por ahora trabajará y hará la experiencia con éste, que fue donado por la Universidad de San Pablo.
Si bien la creencia es que en este país no hay riesgos de terremoto, a nivel académico preocupa el hecho de que Brasil tenga actividad sísmica, un país con el cual existe continuación geológica.
En ese sentido Sánchez expresó que Uruguay "ha tenido antecedentes de actividad sísmica de muy poca magnitud, pero los ha tenido. Al no ser de importante magnitud seguimos creyendo que no hay actividad, pero la hubo. Si se llega a repetir, por ejemplo, un evento como el de 1888, dado que hoy tenemos tres millones de habitantes, sería algo muy complicado para las personas, con construcciones que además no está hechas para soportar actividad de este tipo".
Interrogada sobre los motivos que llevaron a elegir a la zona de Aiguá, Maldonado, para instalarse, la profesional respondió:
"En 2010 estudiamos el terreno y nos instalamos ahí. Las ventajas del lugar en lo sismológico son que tiene rocas, buenos basamentos y en lo geomagnético se trata de una zona que no tiene perturbaciones".
Ahora "empezó la etapa de terminar de calibrar los equipos y obtener los primeros datos", comentó Sánchez al tiempo que agregó que un sismógrafo "ronda los 25 a 28 mil dólares y el magnetómetro se acerca a los 40 mil".
El sismógrafo "fue prestado" por la Universidad de San Pablo mientras que el magnetómetro "es nuestro", añadió. Este último "nos permite, entre otras cosas, medir la intensidad del campo magnético terrestre. Estamos hoy en día con actividad solar importante, las tormentas solares pueden alterar las tecnologías y por eso estudiamos todo esto".
"La idea es poder dar alertas al Sistema Nacional de Telecomunicaciones, con el cual tenemos un convenio, para darle los avisos pertinentes a Antel ante posibles perturbaciones en las líneas de celulares y trabajar con UTE por las corrientes inducidas", sentenció.