La luna jorobada adorna una noche de lluvia de meteoros
Este jueves tenemos una noche de "luna gibada creciente", explicó a Espectador.com el docente de Astronomía e investigador Carlos Brunetto. El astro aparece como si tuviese "una joroba" difundiendo "la luz solar reflejada en la superficie selenita". Se trata de un momento de especial brillo, algo lindo de observar pero que dificulta la percepción de los últimos días de la lluvia de liriadas que se produce cada abril.
La especial belleza de la luna en la noche de este jueves sobre la Rambla de Montevideo no ha pasado desapercibida. Muchos lo comentaban en Twitter: @AForli decía "si pueden, acérquense a la Rambla a ver la luna llena como se refleja en el mar, un sueño mágico", mientras que @NataliaSastreUY se la dedicaba al cantante Alejandro Sanz: "@AlejandroSanz este atardecer en la rambla Montevideana es para ti. La #LUNA y yo te esperamos nuevamente".
También hizo mención el senador Gustavo Penadés que recomendó "a los que puedan, dejen lo que están haciendo y salgan a ver la salida de la luna, un espectáculo! De esas pequeñas cosas está llena la vida" lo que mereció respuestas del tipo "Gustavo, ¿eras, o te me estás poniendo bucólico?".
Pese a lo lindo del efecto creado por este fenómeno que se produce dos semanas después de la Luna Nueva -en el que podemos ver con tanta claridad a la Luna gibada creciente dado que esta se encuentra alejada del Sol en la bóveda celeste, por lo que el resplandor del Sol no bloquea su brillo-, para Brunetto esto es un "problema" que dificulta la observación de la lluvia de meteoros que viene ocurriendo en estas fechas de abril.
Se trata de una lluvia de meteoros "no lluvia de estrellas que es un término equívoco que deriva de épocas antiguas"- que pertenecen al grupo de las liriadas. Nombre que reciben por encontrarse cerca de la estrella Alpha (la más brillante) de la constelación Lira, la estrella Vega.
Las liriadas arrancaron el día 16 de abril y alcanzaron su punto máximo el 22, aunque el fenómeno se extiende hasta fines de esta semana. Se trata de una lluvia de entre 10 y 20 meteoros por hora que son observables a altas horas de la noche, "antes del crepúsculo matutino", indica Brunetto, si miramos "cerca del horizonte" en dirección norte-noreste.
Esta lluvia se ha observado desde hace 2600 años, siempre en la misma fecha todos los años. Su origen es el cometa Thatcher, el cual se viene descomponiendo según se conoce desde que fuera localizado en el siglo XIX. Un cometa primero se desintegra en trozos y finalmente "se parte como le paso al cometa Viela, que dio lugar a otra lluvia, las viélides", cuenta el astrónomo.
Como parte del fenómeno a veces se producen estallidos en los que pueden verse hasta 100 meteoros por hora, algo que ha sucedido en otras ocasiones, cuando se produce una fragmentación mayor.
La noche "se hizo día" en el norte de Argentina
Otro fenómeno particular se dio en el norte de Argentina el pasado domingo cuando un meteoro de tono verdoso con una pequeña cola provocó que por un lapso de cinco segundos "la noche se hizo día", relata Brunetto. Se trató de un "bólido" de 20 centímetros, una "esfera luminosa que puede ser de varios colores según la composición mineralógica, en este caso fue verde".
Un bólido es una masa mineral inflamada incandescente procedente de "los espacios interplanetarios" no interestelares, viene del sistema solar-, el cual es "atraído por la fuerza gravitatoria de nuestro mundo, atraviesa la atmósfera y el rozamiento con las moléculas del aire es tan intenso que va dejando esa chisporroteante cola".
Según Brunetto, aunque hubo quienes trataron de relacionar el fenómeno con la ufología o con teorías conspiratorias relacionadas con armamento estadounidense, o basura espacial, esto es un suceso "absolutamente explicable que obedece a leyes naturales". "Lo que pasa es que la mayor parte caen sobre los mares y océanos, y otros sobre desiertos o estepas poco pobladas. Por eso llamó muchísimo la atención", cerró el astrónomo.
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Foto: Twitter @patriwolf