Ciencia y Tecnología

Revelan que la contaminación disminuye tamaño del pene

Revelan que la contaminación disminuye tamaño del pene

El tamaño del pene está a la baja, y seguirá disminuyendo en las próximas generaciones. Según un estudio científico divulgado en los últimos días, esto se da a causa es la contaminación y las ondas magnéticas. A esta conclusión llegaron investigadores británicos que auguran un futuro de miembros masculinos de menor escala "independientemente del perfil sociodemográfico".

Theyfit, una empresa británica de preservativos, encargó un estudio acerca de la relación entre el uso de pesticidas y la presencia de ondas magnéticas de telecomunicaciones y el tamaño del pene. El informe concluye que estos elementos estarían causando un empequeñecimiento intergeneracional del miembro. En 10 años la media británica habría pasado de 15,24 centímetros a los 12,95, una reducción del 15%.

Con este estudio los pesticidas utilizados en las grandes plantaciones de la industria alimenticia y la invasión de las telecomunicaciones pasan no solo a ser acusadas de fomentar la aparición del cáncer y expandir la infertilidad, ahora también se las declara culpables de acortar penes presentes y futuros.

Con el estudio, donde participaron más de 20.000 hombres, los investigadores concluyen que la disminución de los penes del mundo se trata de una tendencia que heredarán las próximas generaciones, independientemente del perfil sociodemográfico de cada cual.

La comunidad científica está a la espera de otros estudios que puedan contrastar las conclusiones del informe encargado por una de las mayores firmas de preservativos del mundo. No obstante ya existían investigaciones precias que alertaban de esta tendencia, uno de ellos fue el publicado por un grupo de médicos del Hospital Universitario de Padua (Italia). En sus conclusiones se asegura que el tamaño medio del pene disminuyó un 10% durante el último medio siglo.

Concretamente la pérdida de tamaño del pene se debería a las alteraciones en el sistema endocrino provocados por los pesticidas y fertilizantes que entran en contacto con el agua y los alimentos que comemos.