Una isla de unos 214 metros de longitud, 90 de ancho y 16 de altura emergió a unos 200 metros de la costa del extremo sudoeste de Pakistán tras el terremoto del 24 de setiembre, que provocó la muerte de al menos 350 personas y dejó a más de 100.000 sin hogar.

El surgimiento de la isla, conformada por una mezcla de barro, arena fina y roca sólida, sorprendió a los científicos. Pocos días después, el satélite Earth Observing-1 capturaba desde el espacio la imagen de la nueva formación.

Por su parte, el Instituto Nacional de Oceanografía de Pakistán divulgó otra fotografía aérea que muestra el detalle de la forma del terreno.

"La isla es en realidad una gran pila de barro del fondo marino que fue empujada hacia arriba", explicó Bill Barnhart, un geólogo del Servicio Geológico de Estados Unidos que estudia los terremotos en Pakistán e Irán, en declaraciones que recoge el diario español ABC.

"Es normal en esta zona del mundo, ya que la geología es la correcta para su formación. Hace falta una capa de gas enterrada bajo presión –metano, dióxido de carbono– y fluidos. Cuando esa capa se altera por las ondas sísmicas (como un terremoto), los gases y fluidos se precipitan a la superficie, llevándose la roca y el barro con ellos".

Los especialistas creen probable que la vida de esta isla sea corta.  La bolsa subterránea de gas se enfriará o escapará con el tiempo, haciendo que la corteza se colapse y baje de nuevo.

Tufail Baloch, el vicedirector administrativo de Gwadar –la ciudad más cercana a esta isla–, explicó a la agencia Efe que los lugareños dicen que una isla semejante emergió tras un terremoto registrado en la región en 1935. "Aquella isla desapareció diez años después de repente y de manera misteriosa, por lo que ahora puede pasar igual", apuntó.