Una nota de The Globe and Mail asegura que las aplicaciones del estilo WhatsApp dejarán sin trabajo a millones de personas en todo el mundo.

La mala noticia es para los empleados y las personas de clase trabajadora, ya que si WhatsApp puede dominar la mensajería mundial con apenas algunas docenas de personas, qué les esperará a aquellos que, en generaciones previas, podían contar con nuevos trabajos gracias a las nuevas innovaciones tecnológicas.

WhatsApp no es algo extraño. La aplicación Instagram, también adquirida por Facebook por mil millones de dólares, tiene solamente 13 empleados, y está desplazando a empresas como Kodak, que se declaró en quiebra a finales del 2010.

Facebook tiene una valoración de mercado de US$175 mil millones, y un grupo de trabajo de 6.300 personas. Esto es tres veces el valor de General Motors y solo el 3% de la plantilla de la compañía automotriz.

Otra de las preocupaciones pasa por la robótica. Los robots desplazarían a la clase obrera. Un ejemplo de esto son los pilotos militares aéreos. Los drones están reemplazando a los aviones pilotados.

Las empresas de extracción de minerales están desarrollando máquinas que podrán taladrar, moverse y transportar sin la necesidad de más de un obrero que maneje un joystick, como si fuera un juego.

Sin embargo, no todos los ámbitos que tienen que ver con lo digital están avanzando. Uno de ellos es la educación en línea. Su desarrollo es importante, pero los usuarios no logran adaptarse y siguen concurriendo a las aulas para tomar clases en vez de estar en su hogar.