Avance tecnológico

El primer paralítico en mover sus dedos con su mente

La historia del primer paralítico en mover sus dedos con su mente.
La historia del primer paralítico en mover sus dedos con su mente

Ian Burkhart apenas había terminado su primer año en la universidad cuando se rompió su cuello. Cuatro años después, gracias a "Neurobridge", pudo mover su mano. Conocé la historia de un avance científico sin precedentes.

Sucedió en Outer Banks, Carolina del Norte. Ian estaba en un acantilado, se sumergió y en un movimiento excesivo impactó con un banco de arena. "Todo sucedió muy rápido", recoge Mashable.

Se rompió las vértebras y alcanzó el nivel C5: su cuerpo quedó paralizado desde los codos hasta los pies. En ese momento, los médicos que lo asistieron le comunicaron un panorama oscuro: Ian no podría usar sus brazos otra vez

Pasó los siguientes cuatro meses en recuperación. Ya pasaron cuatro años del accidente.

El pasado 23 de junio, para sorpresa de todos, Ian pudo apretar sus dedos, formar el puño gracias a sus ondas cerebrales; es decir, movió su mano con sólo pensar en ello.

¿Cómo sucedió? Gracias a "Neurobridge", un microchip desarrollado por investigadores del grupo médico Battelle.

Las ondas cerebrales fueron transferidas mediante un chip implantado en su cabeza, en la parte posterior de su cráneo.

"Neurobridge", un dispositivo del tamaño de una lente de contacto, interpreta las señales del cerebro en clave de by-pass las funciones de la médula espinal.

Según comentó Chad Bouton a Mashable, director del proyecto, es una iniciativa "que se remonta a 10 años". Para ese entonces, "estábamos originalmente aprendiendo a decodificar las señales del cerebro en las personas que estaban paralizadas", señaló.

De todos modos, "Neurobridge" se encuentra bajo un período de prueba en la Universidad de Ohio, test que comenzó hace dos años.

Ian fue el primer paciente en ofrecerse en calidad de voluntario. El primer éxito registrado es el movimiento de su puño; las expectativas, ahora, se extienden a personas con parálisis de todo el mundo.

La cirugía fue todo un éxito: si bien percibió dolores de cabeza, Ian se recuperó rápidamente. En el momento de la prueba, reconoció que "no era la misma sensación a través de mi brazo que yo esperaba. Era como si alguien estuviera moviendo mis dedos y yo mirara desde lejos".

Por su parte, Ali Rezai, cirujano jefe del proyecto, describió ese día como muy gratificante. "Este es sólo el primer paso (…) nos gustaría ver a Ian, y otros como él, ser capaces de hacer incluso más sofisticados movimientos con las manos", manifestó.