La joven de 13 años, se despertó cuando sintió olor a quemado. De inmediato, se fijó debajo de su almohada y el aparato estaba totalmente derretido.

Aunque resultó ilesa, se llevó un gran susto.

"Todo el teléfono se derritió. El plástico, el vidrio... ni siquiera parece que fuera un teléfono", explicó el padre de la niña, Thomas Tolfree, mientras le mostraba a los periodistas del canal local.

El aparato no tenia la batería original de Samsung, la marca del celular. Según el sitio The Daily Dot, esa parte del equipo fue la que se sobrecalentó, se hinchó y se prendió fuego.