Uno podrá designar a un familiar o amigo de confianza para darle la posibilidad de manejar su cuenta en dicha red social en caso de defunción. El elegido podrá publicar información en nombre del fallecido, responder a nuevas solicitudes de amistad, y actualizar las fotos. También tendra la posibilidad de descargar una copia de todo lo que ese usuario compartió en Facebook a lo largo de su vida. Pero hay cosas que no podrá hacer, como por ejemplo, tener acceso a sus mensajes privados.

Para entregar la potestad de gestionar la cuenta de un difunto, Facebook exige que el elegido como "contacto de legado" compruebe que el dueño del perfil ha muerto. Este contacto, que podrá acceder a nuestra información y modificar nuestro perfil cuando hayamos muerto, se podrá elegir en el menú de configuraciones de seguridad de la red. Facebook también ofrecerá la posibilidad de no designar ningún contacto de legado y que el perfil sea eliminado.

A medida que la tecnología se asienta más en la cotideaneidad de las personas, los responsables de estos servicios deben tomar medidas como estas para acoplarse a las circunstancias humanas.