Para muchos, el hecho de que los tatuajes sean para toda la vida es un obstáculo determinante a la hora de usar su piel como un lienzo. Por más seguro que se esté, este factor siempre genera dudas, pero este dilema podría llegar a su fin.

Gracias al estudiante canadiense Alec Falkenham, dibujarse la piel podría dejar de ser un hecho tan trascendental en la vida de una persona. Los nombres de exparejas, dibujos que no quedaron tan bien como se esperaba, o caprichos de la juventud ya no tendrán que ser un estigma.

Hasta el momento el único método existente para remover tatuajes es el rayo láser, pero esta técnica no solo es muy costosa y dolorosa, sino que no garantiza resultados perfectos.

La crema creada por Falkenham no tiene ninguno de estos inconvenientes. Funciona creando nuevas células que se "consumen"; a las que saturadas de tinta conforman el tatuaje. Debido a esto, el tatuaje iría desapareciendo con las aplicaciones hasta que todas las viejas células desaparezcan eliminando el tatuaje por completo y sin secuelas.

El joven explicó: "En comparación con el tradicional método de remoción por láser, el cual deja quemaduras, cicatrices o ámpulas, en este caso diseñamos una medicina que prácticamente no deja rastro. [...] No estamos apuntando a las células ordinarias de la piel, así que no deja inflamación";.

Si bien el producto sigue en fase de prueba y por lo tanto aún no está en el mercado, se estima que para borrar un tatuaje de diez centímetros cuadrados se gastarán menos de cinco dólares.