La turbina, sin aspas, genera energía de un singular cono, que se bambolea en el viento, emite notas altísimas que quiebran el cristal, según su desarrollador, David Yáñez de Vortex Bladeless.

El molino de seis metros de altura, hecho de fibra de vidrio y carbono, utiliza esos vórtices de viento para crear patrones de movimiento que pueden ser convertidos en electricidad.

Los imánes, en la base del aspa, con forma de cono, permiten que sus movimientos se ajusten a la velocidad del viento.

La compañía que la prepara, Vortex Bladeless, dice que su turbina tendrá un costo 40 por ciento menor que los molinos convencionales, de tres aspas, con una huella de carbono más pequeña, con más bajos costos de mantenimiento.

La turbina de Vortex puede probar ser un estímulo para la energía renovable, después de la crisis financiera que afectó duramente la industria española.