Según estudios

¿Qué pasa si un astronauta se quita el casco en el espacio?

¿Qué pasa si un astronauta se quita el casco en el espacio?
EFE

Muchas películas han recreado el escenario de lo que pasaría si un astronauta se quitara el casco en el espacio. Sin embargo, muy pocas se han acercado a lo que ocurre realmente.

Según informa Discovery News, si un astronauta se quita el casco en el vacío, pasaría por un calvario que se puede resumir en ocho puntos.

1) Todo el aire que la persona tiene en sus pulmones saldrá disparado y le causará mucho dolor porque se rasgarán sus alveolos pulmonares.

2) Luego comenzará a experimentar los efectos de la falta de óxigeno en las células (anoxia). Además, defecará, según pudo comprobar la NASA cuando envió perros al espacio.

3) El astronauta sentirá que tiene los orificios nasales muy secos y su saliva "hirviendo", aunque no esté caliente. Según explica la ley de Boyle, cuando la presión disminuye, aumenta el volumen.

4) También la piel se le pondrá muy tensa y sentirá dolor. El cuerpo comenzará a hincharse, pero no explotará (como sucede a veces en las películas).

5) Asimismo, por la ley de Boyle, la sangre de las venas entrará en ebullición, y esto ocurrirá también con los ojos, pero no se saldrán de sus órbitas. Las burbujas de gas en las arterias podrán provocarle un bloqueo en la circulación de la sangre.

6) Si el astronauta puede observar el sol se quemará debido a los rayos que impactarán contra su piel, ya que no cuenta con la protección necesaria. Si el astronauta está en la sombra probablemente se encuentre a cientos de grados bajo cero, pero no se congelará.

7) Además, el astronauta se quedará inconsciente en 15 segundos, según se ha podido comprobar con estudios realizados con monos. Unos 15 segundos es lo que tarda la sangre sin oxígeno en llegar al cerebro y dejarlo inconciente.

8) Por último, el astronauta se quedará flotando en el espacio, hinchado y con la sangre en ebullición, pero con el corazón latiendo.

Si se quiere rescatar a la persona con vida el tiempo máximo que se requiere para salvarlo, sin secuelas, son tres minutos y medio, según pudo comprobar la NASA en un estudio realizado con chimpancés.

Con información de Elcomercio.pe, Gizmodo.es y Discovery News