Mediante la utilización de una impresora 3D, los médicos consiguieron reconstruir la costilla y el esternón e implantarla exitosamente en el cuerpo del paciente. El cirujano torácico del Hospital de Salamanca, José Luis Aranda, explicó a la Cadena Ser que al quitar el tumor de esa zona "Se crea un hueco que necesita una protección y un soporte".

La prótesis fue diseñada y personalizada por los especialistas del centro de Salamanca y fabricada por una empresa de Australia. A partir del escáner del paciente, la impresora 3D esculpió los huesos de titanio, con la resistencia y elasticidad suficiente para facilitar la respiración del trasplantado.