La ciencia lo confirma: el olor a abuelo existe
Los participantes de un estudio del Monell Chemical Senses Center (Universidad de Pensilvania, EEUU), distinguieron la edad de las personas por el olor, y calificaron el de la gente mayor como neutral y menos desagradable que el de los jóvenes y de mediana edad.
"El olfato juega un papel clave en cómo eligen pareja muchas especies. En pruebas con ratones e insectos, se ha visto que la hembra prefiere la feromona de un macho mayor porque significa que ha sobrevivido y podría tener buenos genes que transmitir a sus hijos. Pero sabemos poco de lo que nos pasa a nosotros", admite José Ramón Alonso, director del Laboratorio de Plasticidad Neuronal y Neurorreparación del Instituto de Neurociencias de Castilla y León de España.
Según recoge de la investigación El País de Madrid, el olor va perdiendo intensidad, contra la creencia popular de que envejecer significa oler a rancio. "Los mayores pierden olfato y producción de olor corporal. Se ha visto que la piel huele con más intensidad en los hombres de mediana edad que en los muy jóvenes y muy mayores. Y cuando se pide a voluntarios que puntúen olores corporales, los mejores valorados son los más suaves, que corresponden a las personas mayores y mujeres", explica Alonso.
"Nuestros microbios dependen de factores como la genética, la salud, la dieta, el sexo, agentes ambientales y la edad, y se puede afirmar que cada persona tiene su propio perfil de bacterias, las cuales intervienen en la producción del olor. Y si evolucionan a lo largo de la vida, nuestro olor corporal también", explica Ignacio López-Goñi a El País de Madrid, catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra.
Las sustancias volátiles de la piel contienen mucha información del ser humano como el sexo, la edad, la fertilidad, la dieta, los problemas metabólicos y de algunas enfermedades.
Aquí el estudio.