El nuevo túnel, denominado San Gotardo, mide unos 57 kilómetros de largo, traspasa el macizo de los Alpes Suizos en tan solo 20 minutos, y a través de él podrán circular 65 trenes de pasajeros y 260 de mercancías. Su construcción duró unos 17 años con un costo de 11.000 millones de euros para el gobierno suizo y se la considrea como la "obra del siglo".

Para su creación han trabajado un total de 2.400 obreros, quienes fueron repartidos en tres turnos durante las 24 horas del día los siete días de la semana, teniendo que estar bajo temperaturas de hasta 50 grados centígrados debajo de la tierra.

La inauguración fue realizada en dos ceremonias simultáneas, una en cada extremo del túnel. Participaron unos 1.100 invitados oficiales, entre los que se hicieron presentes  la canciller alemana Angela Merkel, el primer ministro italiano Matteo Renzi y el presidente de Francia François Hollande, quienes realizaron un viaje en primera clase por el túnel junto con el presidente suizo Johann Schneider-Ammann.

Las autoridades expresaron algunas palabras durante dicha inaguración, por un lado Schneider-Ammann afirmó que "Con este túnel unimos los pueblos y las economías" europeas, y por su parte Hollande expresó que el túnel "reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero, redirigirá el tráfico de carretera al ferrocarril, y desplazará pasajeros y mercancías con más velocidad".