La huella fue descubierta al norte de Sucre, en el centro de Bolivia, y mide unos 1,2 metros de diámetro. La misma le pertenece a  un Terópodo Abelisaurio, es decir,  un dinosaurio bípedo y carnívoro que habitó en el hemisferio sur aproximadamente hace 80 millones de años.

Dicho dinosaurio podría haber medido unos 12 metros de alto y sería considerado el más grande de la época de jurásico. 

El paleontólogo Sabastián Apesteguía fue quien estuvo a cargo de la investigación, y comentó que es una de las huellas más grandes que se haya encontrado hasta la fecha en la zona, con respecto a este tipo de dinosaurio.