En Belgrado

Festival para demostrar que científicos no son gente rara

Festival para demostrar que científicos no son gente rara
EFE/Archivo

Ni los científicos son gente rara ni la ciencia es un misterio reservado sólo para los iniciados. Ese el mensaje que lanza el Festival de Ciencia de Belgrado, que clausura hoy su décima edición acercando el conocimiento a todos.

La misión del Festival es encender la chispa de la curiosidad, ante todo entre los jóvenes, para que investiguen el maravilloso mundo que nos rodea, desarrollen una opinión crítica y vean que la ciencia no es algo aburrido, sino fuente de juego y diversión.

El objetivo es "propagar la conciencia sobre la importancia de la ciencia", como explica a Efe la doctora Aleksandra Patenkovic, coordinadora del programa del festival.

Unos 650 comunicadores de 62 instituciones educativas serbias y seis extranjeras, en su mayoría jóvenes, son los encargados de abrir esa puerta a la ciencia con un programa que tira de diversión, espectáculos de luz y música animada para atraer a los científicos del futuro.

Si la misión es despertar el interés y la imaginación de los visitantes, el medio es presentar experimentos atractivos que muestran que la ciencia está por todas partes.

"Lo importante es simplificar el tema de forma suficiente para que sea comprensible pero sin perder la relevancia y precisión científica", explica a Efe el biólogo Sinisa Stankovic.

Aunque muchos crean que la ciencia es algo difícil, Stankovic considera que "la mayoría de la gente que se dedica a algo que le gusta no tiene la sensación de hacer algo espectacularmente difícil", indistintamente de cuál sea su actividad.

"El mundo de la ciencia requiere perseverancia y no da premios rápidos y fáciles, pero lo mismo se puede decir del deporte o de la cultura", compara.

En el festival, por ejemplo, se puede ver que no es magia, sino ciencia, que tus manos no se quemen aunque ardan en llamas, si antes las has mojado en alcohol mezclado con agua. Los gases del alcohol arden pero la piel queda protegida por la gran resistencia termal del agua.

Los visitantes también han visto cómo una llama que gira en torno a su eje se eleva en forma de serpiente y han aprendido que el color que emiten los gases al arder son sus "huellas dactilares".

También se ha podido "entrar" en el mundo de los microorganismos, "visitar" Marte, conocer cómo funciona el organismo humano y ver cómo la nicotina contamina los pulmones.

El visitante ha podido "navegar por el ecosistema de aguas dulces, ser un percusionista que usa naranjas o manzanas como instrumentos o aprender cómo los pequeños y fascinantes tardígrados, un ser único en el reino animal, sobreviven en el vacío del espacio.

Bajo la influencia del Festival, en Serbia han surgido en la última década más de 20 foros de ciencia locales o escolares. EFE