Según informa The Independent, Kelly trabajó en la Estación Espacial Internacional 340 días en los años 2015 y 2016 y, entre otros procesos, monitorearon los procesos internos de su organismo. Los resultados sorprendieron a los investigadores, dado que Scott tenía los telómeros (extremos de los cromosomas que participan en la reparación del ADN), más largos que los de su hermano gemelo Mark, que permaneció en la Tierra.

Sin embargo, después de que el astronauta regresara a la Tierra estos extremos de los cromosomas empezaron a disminuir de nuevo. 

Los científicos no están completamente seguros de que lo sucedido Scott esté relacionado con su viaje al espacio. El cambio, también se sugiere, "podría estar vinculado con el aumento del ejercicio y la reducción de la ingesta de calorías durante la misión", señala el estudio.