Ciencia y Tecnología

Parker Solar Probe: un viaje a la corona solar

Parker Solar Probe: un viaje a la corona solar

La sonda Parker Solar Probe va tras un gran misterio del sol. Para ello debe acercarse tanto a nuestra estrella como ninguna nave espacial lo ha hecho antes. Tendrá que recopilar datos en un ambiente infernal.

¿Por qué la atmósfera del sol es hasta quinientas veces más caliente que su superficie? En la atmósfera solar, la corona, reinan temperaturas de varios millones de grados Celsius. Mientras que la superficie subyacente y visible, de la cual la corona absorbe su calor, es relativamente fría: 5.800 grados de temperatura.

El calentamiento de la corona es un tema central de la física solar, porque su mecanismo está probablemente involucrado en la formación del llamado viento solar. Nuestro sol es una gran bola de gas candente de la cual escapa materia constantemente hacia el espacio, el llamado viento solar. Un viento que emana de la corona caliente y consiste principalmente de hidrógeno ionizado, electrones y protones.

Esta corriente de partículas cargadas eléctricamente también sopla hacia la Tierra, donde impacta con el campo magnético terrestre, que actúa como un escudo y mantiene la lluvia de partículas, en su mayor parte, fuera de la atmósfera. Las explosiones solares con eyecciones de masa coronaria y las ráfagas repentinas de irradiación, las llamadas "flares", pueden causar turbulencias y convertir el viento solar en una tormenta.

Sin barreras, la radiación solar liberada llega a la Tierra en solo ocho minutos. Las corrientes de partículas empero, se demoran entre 10 y 30 minutos. Estas nubes de gas cargadas eléctricamente pueden tener una masa de decenas de miles de millones de toneladas y viajar a una velocidad de más de 2000 kilómetros por segundo.

Las explosiones generan ondas de choque dentro del viento solar comparable al estallido sónico de un avión.

La tierra también se ve afectada

Si estas ondas golpean la Tierra, las partículas solares pueden penetrar el campo magnético y causar grandes daños, como afectar la propagación de ondas electromagnéticas, interrumpir la telefonía móvil y la navegación por satélite. Así ocurrió el 13 de marzo en Quebec, Canadá.

Pero para poder predecir las tormentas solares hay que entender cómo se forman. La sonda Parker Solar Probe debe proporcionar los datos faltantes sobre el proceso de calentamiento de la atmósfera solar y sobre cómo se aceleran las partículas del viento. 

Aún no ha podido ser establecido ni el lugar ni el mecanismo del calentamiento. Con Parker Solar Probe se espera resolver el misterio. Por primera vez, se podrán recopilar datos en la región donde se genera el viento solar. Para esto, el satélite debe acercarse a nuestra estrella central tanto como ninguna otra sonda antes. Debe sumergirse en la corona del sol y acercarse a seis millones de kilómetros hasta la ardiente bola de gas.DW