Ciencia y Tecnología

Especialistas: "Google nos está haciendo más inteligentes"

Especialistas: "Google nos está haciendo más inteligentes"

¿Duda de usted mismo o le resulta difícil recordar respuestas sencillas? DW le pregunta al neurocientífico y divulgador Dean Burnett si el culpable puede ser el gigante de internet, que cumple 20 años este martes.


Deutsche Welle: ¿Ha hecho Google con los años que seamos más tontos?

Dearn Burnett: No, no veo cómo podría haber pasado eso. El principal argumento que veo a favor de este punto de vista es que la gente solía recordar largos ensayos, poemas o piezas y recitarlas fácilmente, ya que esto es lo que se enseñaba en la escuela. Pero la capacidad de retener grandes bloques de texto no es un signo de inteligencia. Y no poder hacerlo no te hace más "tonto". La inteligencia tiene muchos factores culturales y genéticos y muchas veces se reduce a cómo usas la información, no cómo la recuerdas. Google nos proporciona más información que nunca, a la que accedemos constantemente, por lo que hay argumentos de que en realidad nos está haciendo más inteligentes, nos proporciona más información y hace que nuestros cerebros trabajen más para procesarla.

DW: ¿Cómo ha afectado Google a nuestra capacidad de atención?

Es difícil decir algo sobre este tema en términos concretos, ya que Google no ha existido suficiente tiempo como para que "evolucionemos" con una respuesta neurológica. Por eso nuestros sistemas de atención, neurofisiológicamente, son los mismos de siempre. Parece ser cierto, sin embargo, que mucha gente ya no se concentra durante períodos tan largos como antes. El cerebro humano generalmente prioriza la novedad sobre la familiaridad cuando se trata de estimulación y actividades placenteras. Y Google le permite acceder casi infinitamente a novedades con tocar un botón, por lo que la gente está mucho más tentada que nunca a buscar algo mejor que concentrarse en lo que tienen delante. Esto es aplicable a gran parte de Internet, como Facebook y Twitter, no solo a Google.

DW: ¿Cómo afronta el cerebro humano este torrente de información?

La mayoría de las personas realmente no aprecia lo buenos que son nuestros cerebros filtrando la información. Nuestros sentidos proporcionan más información al cerebro de lo que podríamos esperar procesar cada minuto, y el cerebro ha desarrollado muchos mecanismos para filtrar, priorizar y manejar todo esto. Lo mismo podría decirse de la información de Google, aunque es un poco diferente ya que es de naturaleza más abstracta y cognitiva. Lamentablemente, los métodos cerebrales para manejar el exceso de información no siempre son perfectos. Sesgo de confirmación, por ejemplo, con el proceso por el que priorizamos la información que respalda lo que ya pensamos o creemos e ignoramos el resto hasta cierto umbral. Este proceso es omnipresente y persistente y claramente sustenta gran parte de la dificultad y polarización que vemos en internet, particularmente en la esfera política.

DW: ¿Nos hemos vuelto demasiado dependientes de Google?

Esto podría ser un problema. Es posible que las personas recurran demasiado a Google en lugar de tratar de investigar por sí mismas. Obviamente esto cambia mucho de unas personas a otras. En cualquier caso, procesar información como esta es solo una pequeña parte de lo que hace nuestro cerebro, así que no veo cómo iba a poder a medio plazo Google  afectar a nuestros cerebros.

DW: ¿Cómo le ha cambiado a usted Google?

Google ha revolucionado mi vida de muchas maneras. Soy un escritor de Ciencia en medio de un cambio vertiginoso: la capacidad de verificar al instante qué estudio dijo qué o de ver si hay datos publicados para respaldar mis teorías es vital para mí y mi trabajo. También me ofrece la posibilidad de encontrar argumentos contrarios. Aunque soy consciente de que esto es algo relativamente inusual.DW

Autor: Ashutosh Pandey (LGC/DZC)