Juan Carlos Bolcich, explicó cómo será la experiencia en Koluel Kaike.

Un pueblo funcionará a partir del hidrógeno

No se terminan y no contaminan. Esas son las principales ventajas del viento y del agua, dos fuentes de energía que combinadas para producir hidrógeno serán responsables del funcionamiento de Koluel Kaike, una localidad de la Patagonia argentina. El director del proyecto, Juan Carlos Bolcich, explicó que será "una cadena energética" "sostenible, sustentable e inagotable", además de limpia.

(Emitido a las 9.10)

EMILIANO COTELO:
Vamos a salir de la coyuntura, del día a día, de las noticias de hoy, vamos a tratar de mirar al futuro, a tratar de buscar respuestas a preguntas que hoy son acuciantes, nos están complicando la existencia.

Vamos a hablar de algo que está muy cerca.

 "Como en una película de ciencia ficción, cinco poblaciones del mundo se convertirán en laboratorios gigantes en los que se reemplazará el uso de la energía eléctrica y de los combustibles tradicionales en la vida cotidiana por el uso de energías renovables. En América, la población elegida es Nuestra Señora del Koluel Kaike, una pequeña localidad del norte de la provincia de Santa Cruz".

Así presentaba el diario La Nación, de Buenos Aires, hace algunos días este inédito proyecto de investigación sobre energías alternativas. Un experimento que, en rigor, es mucho más que eso: es una verdadera experiencia de vida para una pequeña localidad de la Patagonia argentina.

Ya habíamos comentado este artículo hace unos días pero, como el de las energías renovables es un frente en el que en Uruguay seguimos con varias materias pendientes, nos pareció que valía la pena conocer un poco más sobre este proyecto.

Para ello estamos en diálogo con quien será su director, Juan Carlos Bolcich, doctor en física, ex presidente del Centro Atómico Bariloche, actual titular de la Asociación Argentina del Hidrógeno.

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Doctor Bolcich, ¿dónde lo hemos encontrado esta mañana?

JUAN CARLOS BOLCICH:
Yo vivo en Bariloche, ya estamos trabajando, estamos recibiendo las primeras nevadas y trabajando en esto del hidrógeno, en particular esta  instalación en Pico Truncado, que está pronto a finalizar su primera etapa y continuar con esto que es el pueblo, la villa de Nuestra Señora de los Dolores de Koluel Kaike, para que allí en un plazo de unos tres años todo funcione a partir del viento, electricidad agua y que ésta descompuesta en oxígeno e hidrógeno cuando no sopla viento pueda suministrar el servicio eléctrico, pero también todo otro tipo de servicio energético, por ejemplo reemplazando el gas natural para su empleo, su aplicación en cocinas, en alguna industria, en los vehículos. Eso es en líneas generales lo que estamos haciendo.

EC - Exacto. Y yo quería que nuestros oyentes se ubiquen, lo entiendan, porque estamos hablando de cosas nuevas, no demasiado difundidas, entonces difíciles de comprender. Usted hace muchos años que está dedicado al impulso del hidrógeno como energía alternativa.

JCB - Sí, las primeras investigaciones remontan casi 25 años atrás y ya dedicado a ver la integración del hidrógeno con las fuentes primarias de energía, particularmente las renovables, y también participando en una escala mundial desde unos 15 años.

EC - Primero quería consultarlo sobre las particularidades que tiene el hidrógeno como fuente de energía alternativa. ¿Qué ventajas presenta frente a los energéticos tradicionales, por ejemplo los derivados del petróleo?

JCB - Lo primero que hay que aclarar conceptualmente es que el hidrógeno no se encuentra libre en la naturaleza. En realidad lo que necesitamos es una fuente primaria de energía para obtener hidrógeno libre; éste se encuentra básicamente y en forma renovable en el agua y en la biomasa.

La biomasa es todo aquello que por el fenómeno maravilloso que nos da la vida, que es la fotosíntesis, se fija formando las plantas y todas las cadenas de vida, incluso humana y de todas las escalas biológicas. El agua es hidrógeno y oxígeno, la biomasa es básicamente hidrógeno, carbono y oxígeno, y esto está permanentemente ciclando pero conformando esas moléculas en forma –especialmente el agua– estable. Pero si uno tiene una fuente primaria como el viento, el sol, la energía hidráulica, y normalmente lo que hace es producir energía eléctrica, y hoy por hoy es un aporte importante, en algunos países como Brasil la energía eléctrica prácticamente el 90 por ciento proviene de energía hidráulica, en Argentina el 30 por ciento, un poco a partir del viento, pero esa energía eléctrica no es acumulable. Entonces por medio de dispositivos llamados electrolizadores, aplicando energía eléctrica y disponiendo de agua en esos equipos electrolizadores, por ejemplo es posible descomponer el agua en sus elementos fundamentales, oxígeno e hidrógeno.

A partir de ahí comienza la historia de decir: tengo un combustible nuevo, tengo un vector de energía que es el hidrógeno y básicamente lo puedo manejar como si fuera gas natural, pero con la enorme ventaja de que es inagotable porque estamos partiendo del viento y del agua.

EC - Usted manejó al pasar el concepto de energías no acumulables y se detuvo en el caso de la energía eólica concretamente, que ha empezado a avanzar en el mundo pero presenta esa dificultad. ¿Cómo que no es acumulable la energía eólica?

JCB - En realidad salvo la biomasa, todas las energías renovables, el sol por ejemplo sale de día, no lo tenemos de noche, el viento sopla en determinadas circunstancias, en la Patagonia con gran persistencia pero tampoco está presente absolutamente todos los días del año. Entonces hace falta un elemento intermedio entre esa fuente primaria, el viento o el sol, y poder acumular mediante hidrógeno, porque el hidrógeno es un gas, en condiciones ambientales se lo puede comprimir, se lo puede guardar en cilindros, hay otras formas alternativas de guardarlo, como por ejemplo licuándolo, y yo puedo tener una acumulación para un mes, para un año, etcétera, pero no sólo me permite asegurar el seguimiento y el cumplimiento de la satisfacción de la demanda eléctrica, sino que transformado en un combustible y almacenado me permite por ejemplo usarlo en vehículos de transporte de todo tipo, terrestres, en fin.

EC - Es interesante destacar que en esta experiencia de Pico Truncado lo que se hace es generar energía eólica cuando se la puede generar, cuando hay viento, aprovecharla inmediatamente en ese proceso de electrólisis para generar hidrógeno, que sí resulta acumulable.

JCB - Sí. Si me permite, la energía eólica está presente, el viento barre la superficie de la tierra con distinta intensidad y persistencia; asociada con ese movimiento de aire hay una energía –las energías siempre se transforman– que por medio de turbinas eólicas –mucha gente habla de molinos de viento, en realidad el término adecuado es conversores eólicos o turbinas eólicas– se transforma en electricidad. Y una fracción de ella se puede utilizar, de acuerdo a la demanda en la red eléctrica. Pero simultáneamente deben existir estos equipos de electrólisis, que es la experiencia en Pico Truncado y es lo que vamos a hacer el Koluel Kaike, que permitan descomponer agua –lógicamente hay que tener abastecimiento de agua, no es mucho lo que se consume, por cada metro cúbico normal de hidrógeno es aproximadamente un litro de agua– y una vez obtenido el hidrógeno es acumulable y luego se lo puede aplicar en cualquier tipo de requerimiento energético, ya sea para obtener calor en una cocina, en una caldera, en un proceso industrial, ya sea para volver a generar energía eléctrica con un grupo electrógeno pero usando hidrógeno, no gasoil o nafta, o para utilizar en un vehículo, en un camión, en un colectivo. Se va viendo la enorme importancia del hidrógeno porque fundamentalmente potencia el uso de las fuentes primarias de energía renovable, porque las fuentes primarias se pueden utilizar pero limitadamente porque no son acumulables y porque no hay una armonía perfecta en todo tiempo entre la oferta de la naturaleza y la demanda que se establece en una determinada red, ya sea eléctrica, de gas o de combustibles líquidos.

EC - Volviendo al hidrógeno, estamos hablando de un energético limpio, especialmente limpio, toda la tecnología que está de por medio para producirlo es una tecnología limpia. ¿Qué residuos deja el proceso de producción?

JCB - El residuo es volver al agua, cuando el hidrógeno se combustiona en una cocina, en el motor de un vehículo, el único residuo, lo único que sale por el caño de escape, si es un vehículo, es vapor de agua, y este vapor de agua pasa a integrar otra vez el inventario de humedad de la atmósfera y en algún lugar esa agua precipitará y se volverá a usar para descomponer y repetir así tantas veces como se quiera, si uno tiene la tecnología y los elementos. O sea es inagotable, no es contaminante, porque además en todo el proceso, en todas las etapas intermedias se trata de equipos que no están construidos con materiales contaminantes, todo es reciclable, y por otro lado tiene una cantidad de ventajas porque también se trata de sistemas energéticos modulares.

El concepto que se viene manejando, que se va a perfeccionar y llevar a la práctica por un lado es la necesidad de evitar la emisión de gases de efecto invernadero, que es lo que ocurre con los combustibles tradicionales derivados del petróleo. Incluso el gas natural emite un poco menos pero en definitiva emite gases de efecto invernadero. Además, ambos son agotables, el gas natural y los combustibles derivados del petróleo, nafta y gasoil, en cambio en la medida que desarrollemos y lo antes posible estas tecnologías de manejo del hidrógeno, llámese su producción y su almacenamiento, y por otro lado el capítulo de la distribución del hidrógeno y sus aplicaciones tanto en la industria, en la vivienda, en el comercio, en el transporte, vamos a estar manejando una cadena energética que realmente podemos decir que es sostenible, sustentable, o sea que es inagotable, que además es limpia, y otro ingrediente o característica muy trascendente es que en términos generales permite la gestión distribuida de energía.

EC - Este punto es muy interesante. ¿Puede explicarlo un poco mejor?

JCB - Lo de la gestión distribuida tiene que ver con que la naturaleza, Dios o como cada uno lo quiera pensar, ha hecho que el sol salga para todos, el viento en mayor o menor medida está presente sobre toda la faz de la tierra, la energía hidráulica menos pero también. En Argentina tenemos una extensísima Cordillera de los Andes donde especialmente en toda la zona sur, más de 2.000 kilómetros, hay recurso hidráulico que se puede acumular pero siempre limitadamente, en cambio vía hidrógeno se potencia el uso de todas esas fuentes primarias, como es el viento, como es el sol, y justamente este proyecto de Nuestra Señora de los Dolores de Koluel Kaike, en la provincia de Santa Cruz, en la Patagonia argentina, auspiciado y propuesto por las Naciones Unidas y por un centro que se creó hace exactamente un año, en 2004, el Centro Internacional para Tecnologías de la Energía del Hidrógeno, bajo el auspicio de Unido, de las Naciones Unidas, busca conformar en determinadas comunidades experiencias que permitan ver, mejorar, difundir e ir introduciéndonos en una cultura de este manejo distribuido de energía, o sea que cada comunidad puede ser y debiera ser –esto es una opinión personal– gestora de su propia energía. Esto interconectado en forma de microrredes con otras comunidades, y así a lo largo de algunas décadas el mundo va a estar en términos energéticos, debiera estar lo antes posible, integrado a través de microrredes.

Así podría haber comunidades que en determinados períodos del año la provisión de la naturaleza en cuanto a fuente primaria de energía no sea suficiente para atender toda la demanda, se puede complementar con energía proveniente de otra comunidad cercana o más lejana, vía la red eléctrica o con el manejo del hidrógeno por cañerías como si fuera el gas natural. Y viceversa. En el caso de la Patagonia tenemos más viento en la primavera, entonces se puede hacer una acumulación para el uso local, en los momentos que hay menos viento, o a través de esas microrredes integradas a nivel regional y nacional –y a lo largo del tiempo creemos que va a ser mundial- intercambiar flujos de energía, vía electricidad, vía hidrógeno. De este modo que aquello que le preocupa a alguna gente sobre qué pasaría si se agotara el petróleo... lo que debería pasar es que dediquemos todo el esfuerzo posible, mancomunadamente, los gobiernos, los investigadores, las empresas a desarrollar este manejo del hidrógeno para potenciar las fuentes primarias renovables y fundamentalmente a través de esta gestión distribuida de energía.

Más allá de los aspectos ecológicos, de los aspectos ambientales, que son de relevancia, creemos especialmente y mucho en nuestro continente, en América Latina, impulsar a la inclusión social y un desarrollo social porque en sí mismo este tipo de emprendimientos, de actividades, va a generar fuentes de trabajo. Y por otro lado, si se dispone de energía abundante y lo más barata posible –esto es totalmente posible en la medida que desarrollemos las tecnologías–, la energía es la palanca para cualquier industria, para cualquier actividad.

EC - Tenemos una cantidad de preguntas para formularle, varias de ellas provenientes de la audiencia. Para empezar: ¿cómo está el desarrollo tecnológico en esta materia en cuanto a costo/rendimiento de estos procesos de generación de energía?

JCB - El desarrollo tecnológico en cuanto a confiabilidad diríamos que es alto, ya hay tecnologías de manejo de hidrógeno porque se utiliza en la industria, no es esto una novedad total; no se utiliza en la parte de energía, que es lo que estamos iniciando. Diríamos que los costos en términos relativos, política fiscal de por medio que cada país tendrá que evaluar, en una producción de escala que pueda atender a algún centenar de vehículos sería similar a los costos de los combustibles líquidos, o sea nafta y gasoil. Esto es al menos en el lugar de producción y manejo del hidrógeno; si hay que transportarlo hay un incremento por ese transporte, pero esto refuerza el concepto de la generación distribuida.

EC - Otra pregunta viene a propósito de la materia prima que se necesita para producir el hidrógeno. Usted mencionaba el agua; ¿qué tipo de agua se puede utilizar? Porque también existe paralelamente todo un movimiento de defensa de los recursos acuíferos en la medida que en algunos lugares del mundo se trata de un recurso escaso.

JCB - Sí, lógicamente, el agua que tiene que llegar a las celdas del electrolizador es agua químicamente pura; si uno parte de un agua, por ejemplo tenemos en la Patagonia, especialmente en la zona cordillerana, del cielo, es un agua a la que no hay que hacerle tratamiento alguno; en otros lugares hay aguas salobres a las que hay que hacerles tratamientos que incrementan un poco el costo. Y llegado el caso se puede tomar agua de mar, por medio de procesos por ejemplo de ósmosis inversa, someterla a un tratamiento para tener agua químicamente pura antes de alimentar el electrolizador. Técnicamente todo esto es posible, simplemente que cuanto más pura es el agua menor va a ser el costo de ese hidrógeno.

Por otro lado, el drama que muchos lugares del planeta ya están sufriendo, justamente anoche leía un artículo, hay más de 1.000 millones de personas que carecen del servicio de agua potable en el planeta, pero el hidrógeno, como en parte de la descripción creo haberlo mencionado, cuando se lo combustiona, cuando se lo utiliza, vuelve a generar vapor de agua, y ese vapor de agua se puede condensar y sería una manera también complementaria, al menos para agua destinada a uso humano, para beber, podría ser un aporte importante en países donde cada litro de agua tiene un valor enorme. Se trata de un ciclo que no sólo nos puede brindar un uso energético de las fuentes primarias renovables, sino también que al transportar hidrógeno, cuando lo hago combustionar, la combustión se produce por una reacción con el oxígeno del aire que está presente en todas partes, esto está bien distribuido, acá no hay vueltas, acá no puede haber especulación, entonces H2+O, vuelve a dar agua, y esto lo condensamos y es una manera de tener algo de agua, que también tiene su importancia.

EC - También le preguntan si el hidrógeno, una vez generado y almacenado, en tubos por ejemplo, es un gas peligroso, si se corre el riesgo de explosiones.

JCB - No. El hidrógeno tiene una serie de particularidades respecto de los otros combustibles, como baja energía de ignición, alta velocidad de llama, cuando combustiona no da color, un amplio rango de inflamabilidad, de entre 4 y 75 por ciento en volumen, pero hay que utilizar una serie de normas y procedimientos que están en el mundo bien desarrollados. En Argentina a través del Instituto Oficial de Estandarización participamos desde el año 1997 por medio de un Comité del Hidrógeno, en todo el proceso de estandarización, y como objetivo principal tiene suministrar la mayor seguridad a través de criterios y normas que cada país tendrá que adoptar y establecer las autoridades más que de control de enseñanza de este tipo de manejo. Como decía antes, al hidrógeno se lo utiliza en la industria química, en varias industrias y empleando la tecnología adecuada no hay ningún tipo de riesgo.

EC - ¿Cómo va a funcionar ahora esta planta de producción de hidrógeno, a partir de energía eólica, en Pico Truncado? ¿Se trata de la primera experiencia en América Latina?

JCB - Sí. La planta de Pico Truncado tiene tres objetivos –Koluel Kaike es una etapa segunda–, uno de ellos es la formación de recursos humanos a nivel de técnicos y profesionales. Y en esto también quiero poner énfasis porque en esta forma de energía, que creemos que tiene que ser popular, tiene que difundirse, por un lado hacen falta expertos en la materia, ingenieros que se especialicen en este tipo de manejo de energía, para lo cual en Pico Truncado vamos a dictar cursos y lo queremos hacer con una visión latinoamericana, el primer curso va a ser a mediados de octubre, seguramente hay algún canal con gente de Uruguay para invitar a alguna gente que quisiera participar.

EC - Eso iba a preguntarle, si ha habido interés de las autoridades uruguayas en este proyecto.

JCB - En el mes de diciembre había estado con el ingeniero Bermúdez en Mendoza, donde hablamos del tema de energía y mostró mucho interés en esta posibilidad.

EC - Usted se refiere a quien ocupaba la Dirección Nacional de Energía.

JCB - Claro. Le termino de contar los objetivos. Por un lado los cursos, que no sólo van a ser teóricos sino también prácticos, y esto va a garantizar lo que usted me preguntaba anteriormente, la seguridad. Por otro lado queremos probar tecnologías, en lo posible desarrolladas localmente, queremos impulsar la industria argentina, la industria regional, en este caso de Uruguay y Argentina estamos íntimamente relacionados, si bien hablamos de la hermandad latinoamericana, la proximidad en la historia y una serie de vínculos...

Le cuento una pequeña anécdota, uno de los alumnos que tuve cuando hace 20 años desarrollamos un trabajo de investigación en el tema hidrógeno ahora es ingeniero desde hace muchos años, Carlos Vidal, que está en Francia, de origen uruguayo; también he tenido algunos de Paraguay y de otros países latinoamericanos.

Pero vuelvo al objetivo: impulsar una industria en toda esta cadena energética, desde máquinas eólicas, electrolizadores, compresores, sistemas de tubos y tanques especiales de almacenamiento, válvulas, motores, pilas de combustibles, etcétera. Esto es lo que realmente tiene que traer beneficio dando lugar a una gran oportunidad de tareas y probar esas tecnologías en condiciones de uso permanente que normalmente no lo hace una universidad, tampoco lo hace una empresa, porque tiene que tener una infraestructura grande para poder controlar una cantidad de cosas, y esto es lo que va a ofrecer también Pico Truncado.

El tercer objetivo es la difusión al público en general. La planta va a estar abierta, el público la va a poder visitar y allí interiorizarse de esto que estamos hablando, ver y palpar estas perspectivas del hidrógeno como vector de energía.

Koluel Kaike ya es un paso más adelante donde toda la comunidad, en ese programa de tres años, se pretende que utilice el hidrógeno como combustible y la electricidad en firme por medio del hidrógeno.

EC - Koluel Kaike está ubicada a 23 kilómetros de esta planta de generación de hidrógeno de Pico Truncado.

JCB - Sí, la elegimos por varias razones. Una que es un lugar de un recurso eólico excepcionalmente bueno, y otra que la proximidad nos va a facilitar la interacción, el seguimiento, la presencia permanente con personal que se va a ir conformando e incrementando, Dios mediante, desde Pico Truncado, y que esto también se irradie a otros lugares de la Patagonia, del país, y por lo menos en los aspectos de enseñanza a países latinoamericanos, particularmente Uruguay.

EC - ¿Cuánto se ha invertido hasta ahora en la planta de generación de hidrógeno?

JCB - El presupuesto inicial era de 500.000 dólares, hemos hecho algunas ampliaciones; el monto total en esta etapa en Pico Truncado va a estar en el orden del millón de dólares. No es una planta grande en tamaño, pero es una planta completa en cuanto a que es una cadena energética, desde el viento hasta el usuario final, ya sea el auto, la cocina, la vivienda, o una máquina en la industria, todos esos eslabones van a estar presentes en Pico Truncado, y particularmente los aspectos que hacen a la evaluación de seguridad, sistemas de detección, en fin... Va a haber también una biblioteca especializada en hidrógeno y manejo de información, hoy Internet facilita mucho, pero lo presencial también es necesario para manejar esta forma de tecnología.

El proyecto de Koluel Kaike, para que todo ese pueblo se maneje a partir del hidrógeno sustituyendo las energías convencionales, tiene un financiamiento aparte, es de Naciones Unidas. Sí, lo específico de hidrógeno va a ser aportado por Naciones Unidas a través de este Instituto Internacional para Tecnologías de la Energía del Hidrógeno, y también el compromiso es poder intercambiar experiencias; hay una planta hidráulica-hidrógeno que va a China, sol-hidrógeno en Libia, África, después en Oceanía –no conozco exactamente– una isla que funciona con una combinación de fuentes primarias renovables con hidrógeno, y un proyecto en Europa, más precisamente en Turquía, destinado al transporte público de pasajeros, a colectivos, que funcione con hidrógeno.

EC - Hay muchas preguntas, vamos a acercárselas por correo electrónico y si usted tiene la paciencia publicamos las contestaciones en nuestro sitio web. ¿Se anima?

JCB - Sí; le doy la página de la Asociación Argentina del Hidrógeno, www.aah2.com.ar; por ahí con las preguntas demoramos unos días, sinceramente son muchas las que estamos recibiendo a diario, las respondemos con mucho gusto, pero en todo caso les pido a algunos que tengan un poco de paciencia, porque ya en marcha Pico Truncado también va a disponer de una infraestructura de gente que va a atender este tipo de cosas. Yo personalmente lo hago con mucho gusto, pero se puede imaginar, el día nos resulta corto porque estamos teniendo mucha demanda de inquietudes, preguntas, proyectos.

EC - Una de esas inquietudes viene de Osvaldo, de Lagomar, que quiere saber si esto tiene que ver con las teorías de Jeremy Riffkin a propósito de la era del hidrógeno.

JCB - Jeremy Riffkin fue alguien que publicó en un momento muy oportuno, hace dos años y medio, un librito que habla de la economía del hidrógeno. Este concepto de microrredes había sido evaluado antes, yo he participado en muchas conferencias mundiales sobre el hidrógeno, que se hacen cada dos años, y soy miembro del directorio de la Asociación Internacional de Energía del Hidrógeno y participamos en los plenarios de las normas del hidrógeno, y de todo esto se venía hablando especialmente después de este hecho de las Torres Gemelas en Estados Unidos, donde en general la tendencia ha sido todo a lo muy concentrado, el mundo empezó a pensar, especialmente el mundo desarrollado, en términos de seguridad energética y el concepto que se maneja y que está bien expuesto en el libro de Riffkin es que potencialmente cada consumidor sea también un productor, al menos la gente que vive en lugares suburbanos o en el campo. Eso también da lugar a todo un fenómeno que creo personalmente que disponiendo de información y de energía este proceso de urbanización y concentración de gente -que empezó a ocurrir hace 300, 200 y pico de años atrás, que también tuvo un origen y un impulsor principal que fue el manejo de la energía, saliendo de la tracción a sangre y cuando Watt inventa la máquina de vapor, permitió utilizar la fuerza de un combustible, del carbón en aquel momento y vía vapor tener movimiento de máquinas, perfeccionar y concentrar capitales-, todos esos procesos han llegado a una cúspide hacia fin del milenio pasado. Es muy riesgoso porque más allá de alguna voluntad humana, la naturaleza por un lado nos está presentando por un lado indudablemente un agotamiento de los combustibles tradicionales como el petróleo, el mismo Estados Unidos tiene una discusión interna tremenda, que consume una cantidad de petróleo y la perspectiva es que esto empieza a declinar. En otras palabras, el incremento de la demanda va a superar a la oferta, estamos prácticamente en presencia de ese período, siempre se menciona China, India, sabemos que son países con gran cantidad de población y empezando a consumir cada vez más, o ya empezaron, lo que hace que tengamos que recurrir a otras fuentes. Pero al recurrir a otras fuentes hay una cantidad de impactos que no sólo se van a dar en términos energéticos sino que además el hombre va a disponer de elementos. En realidad dispuso de ellos siempre y si me permite menciono algo que un colega alemán dijo en una conferencia cuando iniciábamos este milenio, este siglo: "señores, entramos en la segunda civilización solar".

O sea no estamos descubriendo nada nuevo, el sol, el viento, la biomasa es la leña, la hidráulica, hay máquinas hidráulicas de madera de cientos de años, esto se vuelve a usar, pero con un elemento novedoso, que va a multiplicar las posibilidades de usos energéticos, además sin contaminar, como es por un lado la electricidad, que para mí fue el invento del milenio, y el hidrógeno en forma libre cuyo manejo va a permitir que en cada región, en cada comunidad potencialmente –lo menciona Riffkin y lo comparto plenamente– se haga una gestión distribuida de energía. Esto entre otras cosas trae sobre la mesa el concepto de clima energética, había una tendencia en el planeta a que las empresas de energía sean exclusivamente grandes empresas, acá se tiene que dar un fenómeno, como en su momento especialmente inicial se dio con la electricidad, las cooperativas eléctricas. Creo personalmente y creemos en nuestra Asociación Argentina del Hidrógeno que tenemos que hablar de cooperativas energéticas, y una cooperativa energética tiene que poder manejar electricidad e hidrógeno, y también con ello los sistemas más descentralizados, los sistemas distribuidos de energía.

Estas son perspectivas que dependiendo del lugar demorarán 50 años, 20 años, 10 años, pero creemos que inexorablemente por cuestiones ambientales, por cuestiones de agotabilidad de los recursos que hoy se usan, como son los derivados del petróleo, y especialmente por una cuestión social, se tiene que impulsar y esto tiene que debatirse, tomar conciencia especialmente funcionarios, gente de empresas, la gente de las universidades y el público en general.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe