A propósito de la energía nuclear
¿Políticas de energía?
El Uruguay no necesita de políticas de generación de energía, sino de desregulación en este sentido para permitir a los privados la generación y venta de energía de acuerdo a las necesidades de los consumidores.
No puede ser que se diga que podría construirse una central nuclear para el año 2017 o más, cuando, en caso de ser rentable, un inversor extranjero podría construir una planta en menos de 5 años. Seguramente lo del 2017 proviene de la idea de que la planta sea construida por UTE con préstamos internacionales cuyos costos los va a pagar toda la sociedad.
Pero si confiamos en que las cosas las debe hacer exclusivamente el Estado estamos condenados al atraso económico que caracteriza al uruguay desde la época de Batlle y Ordóñez.
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Chernobyl no fue el último
Accidentes Post-Chernobyl
1989. Se produce un accidente en un reactor de tipo grafito-gas en la central nuclear de Vandellós en la provincia de Tarragona, 1993, Rusia: una explosión en la planta de reprocesamiento Thomsk-7 libera considerables cantidades de plutonio y de otros isótopos radiactivos al medio ambiente.
1995, Japón: se produce una fuga de sodio y un incendio posterior en el reactor reproductor rápido Monju, alimentado por plutonio, que ha permanecido cerrado desde entonces.
1998, Francia: una gran fuga de 30 m3 por hora en el circuito de refrigeración primario del novísimo reactor francés de Civaux no puede ser controlado hasta diez horas después.
1999, Japón: mueren dos trabajadores y cientos de personas quedan expuestas a las radiaciones tras un accidente en una planta de fabricación de combustible en Tokai,
Japón.
2002, EE.UU.: se descubre un orificio de 130-200 cm2 en la central de Davis Besse que atraviesa directamente los 17 cm de espesor de la vasija de presión del reactor hasta un revestimiento interno de acero inoxidable que no está diseñado para soportar la presión normal de funcionamiento.
2003, Hungría: la mayoría de las 30 unidades de combustible usado están rotas en un tanque de limpieza, dejando 3,6 toneladas de bolitas de uranio en la base del contenedor; la situación está todavía sin resolver.
2005, Reino Unido: ocho meses después de su comienzo, se descubre una fuga de más de 80 m3 de ácido nítrico que contiene unas 22 t de uranio y 200 kg de plutonio, en la instalación de disolución de la planta de reprocesamiento de THORP, que lleva cerrada desde entonces.