Entrevistas

LATU e INIA buscan fortalecer "polo industrial" de Río Negro

LATU e INIA buscan fortalecer "polo industrial" de Río Negro

En setiembre comenzará a hacerse realidad el polo tecnológico del ex Frigorífico Anglo, en Fray Bentos. El LATU y el INIA comenzarán a construir allí tres laboratorios. El presidente del LATU, Miguel Brechner, explicó que la idea es acercar "el apoyo tecnológico". "Si Uruguay quiere ser un país productivo debe tener mejor tecnología para generar más valor agregado", afirmó.

(Emitido a las 9.10)

EMILIANO COTELO:
"Las plantas de celulosa de Fray Bentos generarán inversiones y proyectos de todo tipo en la región". Venimos escuchando esta frase desde que comenzó a hablarse del aterrizaje de Ence y Botnia en Uruguay. Pero... ¿se ha podido avanzar algo en este sentido? La respuesta: parece que sí.

En el predio del ex frigorífico Anglo, el próximo 1 de setiembre empezará a construirse un polo tecnológico regional, algo impensable hasta ahora para el departamento de Río Negro, según ha comentado el propio intendente Omar Lafluf.

¿Qué será este polo tecnológico regional, que se pone en marcha con un laboratorio que montarán en conjunto el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA)? ¿Qué papel jugará en el monitoreo ambiental de la zona? ¿Qué servicios de investigación se desarrollarán allí para la cadena vinculada con el complejo industrial forestal? ¿Qué apoyo brindarán estos laboratorios a las PYMES del litoral?

Para responder a estas preguntas vamos a conversar con el presidente del LATU, ingeniero Miguel Brechner.

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Ingeniero Brechner, ¿cuál es el origen de esta iniciativa? ¿Por qué el LATU y el INIA instalan conjuntamente un laboratorio en Fray Bentos?

MIGUEL BRECHNER:
Esto empezó el año pasado cuando el cambio de gobierno. Desde el punto de vista institucional hemos decidido tratar de actuar lo más coordinadamente posible, entonces tenemos un compromiso los institutos tecnológicos y los institutos de investigación, los que estamos haciendo cosas parecidas o complementarias, de tratar de empujar en conjunto la mayor cantidad de ideas. Este caso en el que el INIA y el LATU vamos a tener un rol importante en Fray Bentos es uno de los tantos que están naciendo, hay otros similares que tienen que ver con investigadores, con proyectos sobre temas puntuales en los que están el INIA, el LATU, el Pasteur. Lo primero que queremos destacar es que tenemos que coordinar, somos un país con bajos recursos y es mejor coordinar y transversalizar la mayoría de los problemas. Ese es el origen de hacerlo INIA-LATU.

EC - ¿Cuánto tiene que ver, como disparador de este proyecto, la instalación de las plantas de celulosa?

MB - Esto es un tema general que tiene que ver con las cosas que se están haciendo en el país. El tema de las plantas de celulosa obviamente pasa a ser un polo de movimiento industrial no sólo en la cadena de las plantas sino en toda una cantidad de empresas alrededor de Fray Bentos. Por otra parte el LATU tiene un historial de más de veinte años de trabajo en el tema de la madera, tiene plantas piloto dentro de su edificio, en este momento está terminando un detallado análisis de todos los tipos de madera, un catalogado de toda la madera uruguaya.

El LATU hace una cantidad de cosas que tienen que ver con el detalle de la madera, las propiedades físicas de distintos tipos de árboles, hay todo un trabajo de investigación, hay mucha gente involucrada en el trabajo con la madera. Cuando vimos que iba a surgir un polo industrial nuevo nos pareció importante que el LATU tuviera presencia en el interior del país, donde hay muchísimos emprendimientos que requieren el apoyo en transferencia tecnológica, de servicios, de técnicos especializados del LATU, tiene poco sentido venir siempre a Montevideo para todo.

Entonces tomamos la decisión de abrir un laboratorio de servicios del LATU y un instituto de investigación con el INIA. Empezamos a trabajar sobre ello, llevó varios meses de trabajo, hemos recibido el apoyo total de la Intendencia de Río Negro, del intendente Lafluf, y tenemos un proyecto súper interesante, vamos a construir más de 600 metros cuadrados de laboratorio.

EC - ¿Por qué se ha elegido el ex Frigorífico Anglo para instalar este laboratorio?

MB - Teníamos la oferta del ex Banco de Crédito como lugar, que era muy chico, teníamos la oferta de un cine en el centro de la ciudad, que era muy complicado, y surgió que si bien hay que hacerle reformas al edificio, que es bellísimo pero está en condiciones difíciles, nos pareció importante partir de un lugar grande. Necesitamos espacio, los laboratorios necesitan espacio, necesitan un centro de formación de gente, un centro donde la gente pueda trabajar y estudiar, y era muy difícil lograrlo en la ciudad. El intendente tenía una serie de planes para el complejo del Anglo y nos pareció maravilloso ir allí.

EC - Antes de ver qué se va a hacer allí, ya que hemos hablado de la magnitud del laboratorio... ¿cuántos metros cuadrados va a tener?

MB - 600 metros cuadrados.

EC - Vayamos al dato de la inversión, ¿qué monto de inversión está previsto?

MB - Está prevista una inversión de alrededor de entre 1.500.000 y 1.800.000 dólares.

EC - ¿Es una inversión exclusivamente del LATU y el INIA, o también participan empresas privadas? ¿Qué tipo de intervención tienen Botnia y Ence en este proyecto?

MB - Ninguna. El LATU es un laboratorio acreditado internacionalmente, la parte de laboratorio es una inversión totalmente del LATU, que es la mayoría, y de fondos de cooperación internacional europeos y americanos. Desde el punto de vista económico es un emprendimiento solamente del LATU, los clientes o potenciales clientes –llámense empresas constructoras, empresas de transporte o empresas de celulosa– van a ser, ojalá, usuarios del apoyo tecnológico, pero esto no tiene nada que ver con la construcción del edificio.

EC - Vayamos a lo que se hará en estos laboratorios. ¿Qué hará el LATU, qué hará el INIA?

MB - Hemos definido tres laboratorios, uno ambiental, otro forestal y otro de biotecnología y áreas conexas. En lo que tiene que ver con investigación los principales temas que se están estudiando hoy tienen que ver con biodiversidad, toxicología, plantas –la parte de la tierra, no las plantas de celulosa–, varios de los proyectos ya se están intercambiando entre técnicos del LATU y del INIA como posibles puntos de investigación. Obviamente la intención es que además participe gente de la Universidad de la República, tener un centro con el mejor nivel posible.

EC - ¿Qué importancia tiene que se investigue en esas áreas que mencionó en titulares?

MB - Es importante que el tema ambiental se investigue in situ en cada uno de los lugares donde hay actividad industrial, ya que sabemos que la mayoría de las actividades industriales tiene efectos sobre la tierra, sobre las plantas, sobre los peces, en definitiva sobre la vida. El INIA tiene centros de investigación distribuidos en todo el país, este va a ser un centro más en la zona, lo importante es que pueda venir gente de otras zonas a trabajar allí. Hay temas que son candentes hoy en la discusión política, pero la investigación en los cuestiones ambientales, forestales, etcétera, se hace hoy y se va a seguir haciendo, y ojalá se haga mucha más.

EC - Cuando usted habla de investigación ambiental, ¿está hablando de los controles que va a haber que hacer de la actividad de las plantas de celulosa y su impacto?

MB - No. Investigación quiere decir ver cuál es el efecto de la cáscara de arroz en la tierra, cuál es el efecto de quemar aserrín en la atmósfera, cuál es el efecto de los fertilizantes. Es investigación que se hace en todo el mundo. Básicamente el país tiene que estar investigando en todas las cosas que tienen que ver con su producción agroindustrial. En biotecnología y otra serie de áreas es ver qué efecto tienen esas cosas en el ambiente, sobre los propios productos, sobre las maderas, sobre las tierras; hay muchas áreas de investigación en este momento. No sólo se hace investigación en la Universidad, se hace también en el LATU, en el INIA, en el Clemente Estable, sobre distintos temas.

EC - Entonces el de la investigación es un plano. ¿Cuál es el otro?

MB - El de los servicios. El LATU provee una serie de servicios analíticos a las empresas exportadoras o de la zona. Un ejemplo típico podría ser el problema que hubo con una grúa en Fray Bentos.

EC - El problema con la grúa en la construcción de la planta de Botnia, que dio lugar a accidentes.

MB - Uno de los roles del LATU es la normalización, inspección y metrología de ciertas herramientas de trabajo, perfectamente podría tener un convenio para la inspección de grúas, para dar un ejemplo de la variedad de servicios que puede dar a las empresas. Las empresas chicas tienen que estar dentro de la cadena de producción para poder proveer a las cuatro o cinco empresas grandes de la zona, y en muchos casos requieren soporte de gestión, soporte de calidad, soporte de conocimiento y de capacitación.

EC - ¿Algún ejemplo concreto en el plano de las pequeñas o micro empresas?

MB - Los talleres que están haciendo reparaciones, reparaciones de maquinarias, que hacen parte de lo que las empresas constructoras usan en general son talleres de una, dos o tres personas que han hecho su empresita y trabajan, pero en el proceso de largo plazo nuestra intención es que puedan mejorar su capacidad para poder vender más en la zona. Fray Bentos, Paysandú, Young son todos polos industriales fuertes relacionados con la madera, hay mucha cosa que tiene que ver con la industria de la madera y con la industria en general, en lo que el LATU tiene fortaleza, tiene gente formada y trabajando desde hace muchos años en conexión. Procesos industriales, procesos técnicos, hay mucha capacidad que hay transferirles a las pequeñas empresas que están surgiendo. Es mucho mejor una empresa que entiende los conceptos de calidad y gestión, y es posible formarla en esas áreas. En todo este proceso hemos encontrado que hay una necesidad de las empresas de recibir tecnología pero el país todavía no pudo procesar cómo recibirla.

EC - ¿Cómo es esto?

MB - El año pasado hicimos un llamado, el LATU proveía a las empresas del área tecnológica que tenían necesidad pasantes tecnológicos –un pasante tecnológico es una persona un año paga por el LATU para mejorar los procesos tecnológicos–, porque el desarrollo tecnológico de un país es generar valor agregado, mejorar procesos, mejorar calidad. El pequeño industrial uruguayo está tan complicado con su pequeño dolor de cabeza diario que no está pensando en eso, es un rol del LATU proveerle servicios y mejorarle la calidad en los procesos tecnológicos. El año pasado lo hicimos, ya tenemos casi 50 pasantes en distintas ramas de la industria. Ese proyecto también era para el interior, pero ahora estamos recorriendo el interior y viendo qué necesidades tienen las empresas para mejorar su capacidad de gestión y tecnológica o no tecnológica.

Estamos frente a un proyecto como el de Fray Bentos, que tiene la ventaja de empezar a nacer ahora, hay mucha gente que se arrima a hacer cosas, es un esfuerzo y queremos que perdure. Toda la industria relacionada con la madera en el país va a tener que tener una descentralización muy grande. Por ejemplo, ¿va a haber fábricas de muebles cerca de la zona? Hay que estar antes para poder discutir con empresarios qué ventajas tiene, qué desventajas, qué dificultades. El laboratorio es para apoyo tecnológico, en ese sentido es que yo decía los tipos de servicios que podemos dar. Ni que hablar que vamos a dar servicios analíticos, de análisis que tengan que ver con los productos que se fabrican, con la resistencia de los productos, aun con temas ambientales, por ejemplo para un cliente que necesita ver la influencia, el impacto, la calidad de un producto. Para eso está el laboratorio.

EC - En particular la certificación de calidad para exportaciones, que es el rubro tradicional del LATU.

MB - Es el rol por definición legal. Pero hay que buscar llevar el apoyo tecnológico hacia dentro del país, hacia toda la industria, si Uruguay quiere ser un país productivo tiene que tener mejor tecnología para generar más valor agregado. Para eso necesita instituciones de apoyo y el LATU es una de las que hay hoy en Uruguay.

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EC - Estos laboratorios que van a construir en forma conjunta el LATU y el INIA en Fray Bentos en el predio del ex Frigorífico Anglo empiezan sus obras en setiembre; ¿cuándo estarán prontos?

MB - Esperamos que en marzo.

EC - ¿Cuánta gente va a trabajar en ellos?

MB - Ya estamos haciendo la selección de personal. En la parte técnica vamos a tener entre siete y diez personas, profesionales universitarios que estamos intentando que sean de la región, y obviamente va a gerenciar el laboratorio alguien del LATU de Montevideo. En la parte de investigación todavía no empezamos a incorporar gente. En la otra sí porque necesitamos que la gente que vaya a trabajar a partir de marzo allí trabaje antes en el laboratorio en Montevideo para aprender una cantidad de cosas que tienen que ver con procedimientos LATU.

EC - ¿Ya están bien comunicados con las empresas, con el personal, con los distintos agentes vinculados con estos sectores de la zona de Fray Bentos y aledaños?

MB - Sí, estamos vinculados con muchas de ellas, hemos discutido una cantidad de temas con muchas de ellas. En este momento además estamos haciendo un relevamiento de lo que necesitan las empresas que están ahí para poder enfocar dentro de las posibilidades. Tenemos claras algunas prioridades de trabajo pero hay otras que vamos a tener que establecer después de hacer un relevamiento detallado. En esa etapa estamos ahora, estamos haciendo un relevamiento de todas las empresas de la zona para priorizar necesidades y enfocar parte de nuestro trabajo.

EC - ¿Qué relación tiene esta actividad que inician ahora en Fray Bentos el LATU y el INIA con los proyectos de clusters que se están armando, que en Río Negro son dos, uno vinculado con el sector forestal y otro con empresas del turismo?

MB - A eso me refería cuando hablaba de coordinación. Particularmente en el sector forestal somos de los que empujan el cluster. Estos cinco o siete clusters que se están organizando a través de Packpymes y otros proyectos son fundamentales para la visión de la que yo hablaba antes, estamos muy coordinados con el proyecto Packpymes, en el área de la industria mucho más que en la del turismo porque son roles distintos. Tenemos que dar un gran apoyo en el área industrial, estamos muy vinculados con otros proyectos de clusters, por ejemplos en el área de la vid y en otras áreas en cuyos clusters también vamos a ser activos partícipes.

EC - Desde la Intendencia de Río Negro se habla de un polo tecnológico regional en Fray Bentos con estos laboratorios del LATU y el INIA. ¿Cómo ve ese término y cómo ve lo que puede venir además de los laboratorios?

MB - Soy muy optimista en cuanto a que a empresas tecnológicas les sirva instalarse en el Anglo para desarrollar sus actividades. Creo mucho en los polos tecnológicos, por suerte en Uruguay comienzan a crearse, hay uno en Pando, va a haber uno en Río Negro, hay un polo industrial en el Cerro que tiene empresas de tecnología. La asociación de empresas en un predio que les facilite una cantidad de servicios es algo bueno, el intendente va a tener todo nuestro apoyo en lo que podamos hacer. Es un predio muy bueno, si la infraestructura está, porque para llevarlo a los niveles de un polo tecnológico va a tener que tener infraestructura interna, eléctrica y un montón de cosas que están en proceso de construcción. Pero no me cabe la menor duda de que puede ser importante para el desarrollo de la zona. Cuando uno piensa en un polo de la madera en Uruguay, ¿dónde lo instalaría? O en un polo de biotecnología. No necesariamente tiene que ser en Montevideo, en algunos casos puede ser Fray Bentos, en otros puede ser Tacuarembó, particularmente para la fabricación de ciertas cosas. Es muy importante que la Intendencia haya hecho este esfuerzo.

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Edición: Mauricio Erramuspe
Foto: Ingenio