Entrevistas

"Uruguay puede jugar un papel bien expresivo" en la producción de etanol

El experto Carlos Vaz Rossell dijo que "Uruguay tendría condiciones para absorber la tecnología del bioetanol y utilizarla". El científico participa de los estudios para elevar la producción de Brasil de 17.000 millones a 200.000 millones de litros anuales. Uruguay debería encontrar un cultivo eficiente "que le permita producir, sin competir con tierras de alimentos", sugirió.

(Emitido a las 9.09)

EMILIANO COTELO:
La fiebre del etanol recorre el mundo. Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, recorre nuestra región con un proyecto sobre etanol debajo del brazo.

Hay quienes ya hablan de una especie de "OPEP del etanol". Otros dicen que no es posible llegar tan lejos.

Lo concreto es que Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de combustibles, y Brasil, el mayor productor de etanol del mundo, pretenden avanzar en una alianza estratégica en esta materia. De eso van a conversar esta mañana Bush y Lula.

¿Qué impacto puede tener esta iniciativa? ¿Será el espaldarazo que precisaba esta energía alternativa? ¿En qué medida Uruguay tiene un papel para jugar en todo esto?

Sobre estos temas, y sobre los cuestionamientos de distinto tipo que han ido surgiendo en torno a este biocombustible, vamos a conversar esta mañana con el ingeniero químico uruguayo Carlos Vaz Rossell.

***

Ingeniero Vaz Rossell, usted vive en Brasil desde el año 1973 y es experto en producción de etanol.

CARLOS VAZ ROSSELL:
Sí, hace 25, 27 años que trabajo en esa parte.

EC - Trabajó en particular en el Centro de Tecnología Copersucar.

CVR - Sí, trabajé allí durante 25 años.

EC - ¿Qué es Copersucar?

CVR - Es un conglomerado de destilerías y usinas de azúcar muy grande que formó ese centro para estar al día con los nuevos avances tecnológicos y desarrollar una tecnología propia.

EC - Actualmente se desempeña como investigador asociado del Núcleo Interdisciplinario de Planeamiento Estratégico de la Universidad de Campinas, y además trabaja para un proyecto del gobierno de Brasil que estudia los medios para sustituir el 10% del consumo de naftas en el mundo por etanol.

CVR - Es verdad, estoy trabajando en esa parte, es un grupo grande de investigadores de todas las áreas, no únicamente del área técnica, y es un emprendimiento de gran proyección al futuro en la ampliación del etanol.

EC - En primer lugar una pregunta bien elemental: ¿qué es el etanol?

CVR - El etanol es un alcohol, es el alcohol común que usamos en perfumería y en la parte de hospitales. Desde los comienzos de los motores a combustión se mostró como un combustible tan bueno como la nafta, inicialmente muchos automóviles fueron proyectados para funcionar con etanol.

EC - ¿En qué porcentaje se lo utiliza hoy en Brasil?

CVR - Brasil atiende totalmente sus necesidades, y lo utiliza en dos formas. Una forma es mezclado con la nafta, más o menos 23%-25%, para mejorar las emisiones, sustituyendo lo que hacía antes el tetraetil de plomo pero en una forma ecológica, o sea, hacer la nafta limpia. Y la otra forma es directamente. Hoy los nuevos automóviles son de un sistema multipropósito, flex, pueden trabajar tanto con nafta pura, como con etanol puro, como con cualquier mezcla que el consumidor desee, eso le da una flexibilidad al consumidor que es única de Brasil.

EC - Brasil es pionero en esta tecnología a nivel mundial y hoy es el segundo productor.

CVR - Momentáneamente es el segundo productor.

EC - Estados Unidos produce 20.000 millones de litros anuales de etanol a base de maíz y Brasil 17.000 millones a partir de caña de azúcar.

CVR - Exactamente.

EC - Entre los dos suman el 70% del etanol que se produce en el mundo.

CVR - Sí.

EC - ¿Qué otros datos podemos dar a propósito de las exportaciones brasileñas de etanol?

CVR - Hay una relación en etanol. Cuando Brasil inició el programa era un programa interno; hoy pasaron unos 30 años desde entonces y la imagen del etanol en el mundo cambió mucho, al principio se lo veía con reservas y hoy nadie duda de los beneficios de su uso para el ambiente.

En el caso de Brasil, donde el etanol se produce a partir de la caña, que es una planta muy eficiente en la captación de la energía solar, la energía obtenida es comparativamente mayor, mucho mayor que la del maíz. Si se compara con la energía de combustible fósil, o sea el petróleo, para mover el cultivo, los tractores, el transporte, la nueva visión es que como Brasil tiene una posibilidad de expansión enorme el gobierno ya se está organizando para, una vez atendido el mercado interno, pasar a ser un fuerte exportador, un fuerte participante en el mercado mundial de etanol, para abastecer de etanol al mundo.

EC - Estados Unidos ha dicho que quiere sustituir el 20% de sus fuentes de combustible de origen petroquímico por energías renovables, entre ellas el etanol.

CVR - Es cierto, pero hay una pequeña diferencia en las formas. Estados Unidos va a crecer pero va a tener que hacer un esfuerzo muy grande porque su fuente es el maíz, que es un cultivo muy explotado en ese país. La disponibilidad de áreas para su cultivo es relativa.

En Brasil la situación es completamente diferente, el cultivo de caña está localizado en una región específica y es muy productivo, pero Brasil tiene potencial para extender ese programa, el avance sería sobre tierras no bien aprovechadas, tierras de ganadería extensiva. Hoy el área plantada contando azúcar y alcoholes se aproxima a los 3,5 millones de hectáreas, y se pretende pasar a unos 37 millones de hectáreas, lo que representaría la producción de 200.000 millones de litros. Los estudios que hacemos en ese plano muestran resultados positivos, se podría hacer en una forma ordenada, bien organizada y sin agredir al ambiente.

EC - En cuanto a los encuentros de hoy entre Lula y Bush, yo hablaba en la introducción de la posibilidad de que se esté gestando una especie de OPEP del etanol. ¿Cómo calificaría usted lo que pueden acordar los dos presidentes hoy en San Pablo?

CVR - Creo que van a llegar a un punto muy positivo. Brasil estuvo solo durante muchos años en la parte de etanol, fue el único país que se dedicó a ese combustible, después entró Estados Unidos. Pero la actuación de ambos es prácticamente local, ahora se busca extender eso a todo el mundo. El etanol sale de fuentes agrícolas, entonces eso tiene que estar organizado, debe haber stocks, debe haber garantías para el consumidor, debe haber precios justos para todos, para los que producen la materia prima como para los que producen combustible, tiene que haber toda una red de distribución de eso, una red de exportación, hay que llevar eso, por ejemplo, de Brasil a Japón, o a Estados Unidos. Se precisa organizar. Una organización sólo puede salir de los dos mayores participantes.

EC - El diario brasileño Folha do São Paulo lo presentó como "un mercado hemisférico que garantice el suministro estable de biocombustibles, con producción diversificada por toda la región". Parece algo más que la OPEP, que es simplemente un cártel de exportadores; acá se habla de un acuerdo estratégico para la producción y el suministro.

CVR - Yo no vi hoy el Folha do São Paulo.

EC - La nota no es de hoy.

CVR - En una palabra eso resume todo, es una cuestión más de desarrollo social y económico. Entrando a producir un cultivo industrial de ese tipo, todos los países, los de América Central, Colombia, Brasil, algunos países subtropicales de África, la India, todos ganarían porque sería un cultivo industrial organizado.

EC - ¿Qué papel podría jugar Uruguay en ese contexto?

CVR - Uruguay puede jugar un papel bien expresivo porque la tecnología para producir etanol no es compleja, se va complejizando ante la necesidad de atender una serie de nuevos requisitos pero inicialmente no fue compleja. Uruguay tendría condiciones para absorber esa tecnología y utilizarla. La base de la tecnología es un cultivo agrícola eficiente, entonces lo primero que precisa Uruguay es buscar su cultivo agrícola eficiente que le permita producir etanol de una forma económica, sin competir con tierras de alimentos y en una escala admisible para la producción de un combustible, que no es pequeña.

EC - ¿Alude al debate que existe en Uruguay a propósito de si es viable una producción eficiente de caña de azúcar?

CVR - La producción de caña de azúcar en Uruguay tiene una pequeña región (nuestro estudio tiene una parte que llega hasta la región cerca de Uruguay) que es eficiente y que bien desarrollada puede tener una buena participación y utilizar eso como mezcla en la nafta. Pero de la forma que Estados Unidos procuró su cultivo preferencial, Uruguay debería buscar su cultivo preferencial.

EC - Del mismo modo que Estados Unidos recurrió al maíz para producir etanol. ¿Cuál debería buscar Uruguay?

CVR - Los agrónomos de Uruguay que están más relacionados con esa parte deberían opinar. Tengo algunas vinculaciones con Mendoza y ellos están emprendiendo cultivos para atender una parte; me refiero a la Universidad de Cuyo, de Mendoza, que trabaja con nosotros. Ellos escogieron el topinambur, que es una planta originaria de esa región, pero que también fue cultivada aquí; vale la pena estudiar el potencial de ese cultivo. Otro cultivo es el sorgo dulce, otro es la remolacha, en Francia es altamente productiva, uno de los cultivos más productivos del mundo está en Chile, es más productivo que el de Francia. Lo que dificultó eso en Uruguay 30 años atrás fue que había un problema de entrada del monopolio de la destilación, hoy ese monopolio ya cayó. Eso facilita la entrada del sector privado en la producción de combustible con base en el etanol.

***

EC - Está claro que en esta estrategia de Estados Unidos uno de los países golpeados es Venezuela, por eso no es raro que el presidente Hugo Chávez haya opinado públicamente sobre esta iniciativa. En su programa "Aló Presidente" Chávez apeló a un argumento que suele ser utilizado por organizaciones ambientalistas y que tiene una base ética. Dijo: "Para producir un millón de barriles de etanol habría que sembrar 20 millones de hectáreas de maíz. ¿Es justo hacerlo si hay 800 millones de hambrientos en el planeta? ¿Cuántas personas comerían con esa producción?". ¿Qué responden ustedes a un planteo como este?

CVR - Esa parte de no emplear áreas preferenciales para alimentos es válida. Tanto es válida que en el caso de Brasil, en el estudio de ampliación que estamos haciendo para el gobierno, uno de los puntos claros que nos marcó el gobierno fue "no debemos avanzar en áreas preferenciales para cultivos de alimentos". En el caso de Brasil por la gran disponibilidad de tierras eso no sucede, buscamos áreas utilizadas por la ganadería extensiva, poco productivas.

En el caso particular de Uruguay, Uruguay siempre tuvo un balance positivo de alimentos, la producción de alimentos en Uruguay es mucho mayor que la que la población necesita. En ese contexto, la producción de biocombustibles, sea etanol o biodiesel, no afectaría los precios ni la disponibilidad de alimentos. Pero lo que se dice es válido en función de otros países, por ejemplo los países africanos, o la India.

EC - Hay más argumentos en esta línea de crítica.

CVR - Uno de los argumentos seguramente es el referente al residuo, otro es el que se refiere a las quemas.

EC - Y hay más. Chávez mismo invocó informes según los cuales "la agricultura ya compromete 70% del agua dulce del mundo, y la expansión de los cultivos para producir agrocombustibles comprometerá más ese recurso necesario para la gente, sin hablar del impacto sobre el suelo del mayor uso de agroquímicos y la tendencia al monocultivo". ¿Qué dice usted?

CVR - Me voy a referir específicamente al caso de la caña de azúcar. La caña de azúcar en particular sólo crece en regiones de alto índice pluviométrico, en Brasil no es irrigada. En cuanto a la cantidad de agua usada en el área industrial, hace 25 años se utilizaban cinco metros cúbicos por tonelada, hoy se usa alrededor de 1,5 metro cúbico. Nuestras expectativas son estar para 2015 en un metro cúbico y que en 2025 sólo en la parte industrial usemos menos de medio metro cúbico por tonelada. Hay una preocupación por eso pero también hay una respuesta.

EC - Sigo enumerando argumentos. Mirando específicamente a Brasil y el impacto social de un mayor desarrollo del etanol, hay quienes han planteado sus dudas respecto de la conveniencia de este acuerdo Bush-Lula. Los sectores que planearon la marcha en Brasil en contra de la presencia de Bush y sus planes denunciaron que un pacto para el etanol podría esclavizar a los brasileños más pobres y enriquecer a inversores extranjeros. En tanto, Greenpeace dijo que una mayor producción brasileña de etanol podría provocar un descontento social porque la mayoría de las operaciones de caña de azúcar destinadas al combustible es manejada por familias ricas o corporaciones que reciben la mayoría de los beneficios. Los pobres, en cambio, "deben cortar las cañas con machetes", expresó.

CVR - Sobre eso la realidad que se ve de aquí en adelante es la siguiente. Primero, las expectativas son que ese aumento de producción de etanol que Brasil va a realizar se va a hacer en nuevas regiones pobremente desarrolladas, o sea con índices de ingreso relativamente bajos, bajo desarrollo, bajo uso de la energía eléctrica, bajo desarrollo social. La propia implantación de una nueva área de cultivo en esa región va a crear todo un impacto multiplicador que va a provocar desarrollo. Eso es una realidad, en el estudio que hemos hecho participan economistas y sociólogos de renombre que han hecho un modelo y han conseguido demostrar que los empleos directos que se van a crear van a tener un efecto multiplicador con una cantidad muy grande de empleos indirectos, o sea el desarrollo de una nueva región.

En cuanto a esa parte de dependencia económica de Estados Unidos, no veo por qué. La producción de etanol de Brasil en principio va a ser exportada a través de la Petrobrás, que es una empresa mundialmente conocida y fortísima. La exportación a Japón, que es uno de los destinos previstos, va a ser completamente independiente de las compañías. Brasil va a tener control sobre la exportación a través de la Petrobrás.

En cuanto a la entrada de nuevos capitales extranjeros, es bueno explicar que el cultivo de caña es realizado por empresas brasileñas, muchas destilerías se están ampliando para producir bioelectricidad, algunas son adquiridas, hay grandes inversiones de capital extranjero en nuevas destilerías pero ese capital está vinculado con el proceso industrial de producción de la caña en alcohol y después con la comercialización. Es necesario separar, no es un negocio tan grande. De cualquier forma, quien tiene que organizar y fiscalizar esa actividad es el gobierno de Brasil.

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Edición: Mauricio Erramuspe