Alimentos

La Tertulia Agropecuaria: La Chocleada, una iniciativa para cosechar maíz y fomentar la solidaridad

Una experiencia poco conocida en el agro uruguayo tiene como cometido fomentar la solidaridad en la comunidad. Se trata de La Chocleada, una actividad que consiste en convocar a voluntarios a cosechar maíz para luego repartirlo en organizaciones benéficas. En una nueva edición de La Tertulia Agropecuaria, Emiliano Cotelo y Rosanna Dellazoppa conversaron con Guillermo "Billy" Battro. Este empresario argentino radicado en Uruguay trajo esta idea de su país de origen y la está aplicando con varias ONG y centros CAIF. Según Battro esta iniciativa "consiste en cosechar a mano maíz e involucrar a distintos sectores de la sociedad" pero que "no se comercializan, se dan como platos de comida". Al respecto reflexionó que hay que "abrir las puertas e involucrar a la gente", "a la gente le gusta colaborar, le gusta ser solidaria, hay que darle el espacio y quizás coordinar los trabajos" agregó.

(emitido a las 8.50 hs.)

EMILIANO COTELO:
En las afueras de Montevideo, cerca del aeropuerto de Carrasco, hay una hectárea y media de campo en la que se cultiva maíz y, al mismo tiempo, solidaridad.

Este es el tercer año en que se realiza allí La Chocleada, una idea que surgió en Argentina que consiste en una jornada de cosecha colectiva entre distintos actores sociales de la zona cuyos frutos –o mejor dicho, cuyos "granos"– son distribuidos a organizaciones benéficas del lugar.

Se recolectaron un montón de choclos, que se destinaron a las actividades que llevan adelante la Asociación de Madres de la Cruz (de la Cruz de Carrasco), el grupo de padres Los Nicolitos, de Colonia Nicolich, y el centro CAIF Creando Lazos.

Rosanna Dellazoppa participó en la jornada en representación de La Tertulia Agropecuaria y quedó tan entusiasmada que nos propuso que hoy dedicáramos este espacio a conocer la historia y los resultados de este tipo de campaña.

Junto con Rosanna se encuentra nuestro invitado, Billy Battro, quien ya estuvo con nosotros en otra mesa.

ROSANNA DELLAZOPPA:
Billy Battro es argentino, uruguayo por adopción, hace 20 años que vino al Uruguay con el tema del fútbol 5, y es de las personas que me han contagiado por su emprendedurismo y por el entusiasmo en hacer de las cosas que hace, pasión por la naturaleza, y ahora me sorprendió con esto. Yo ya conocía el tema de La Chocleada de Soriano, y en realidad no fui como representante de Tertulia Agropecuaria, fui como Rosanna, y es imposible llegar a ese lugar y no involucrarse por el entusiasmo que se derrama.

EC - Billy, ¿cómo apareció la idea de armar La Chocleada en Uruguay? ¿Cómo se había ido instalando en Argentina?

BILLY BATTRO:
Se instaló en Argentina en época de gran crisis, allá por el 2002, cuando un productor agropecuario, Sebastián Dim, decidió donar una hectárea de maíz que tenía plantada en su campo para dar un plato de comida al pueblo donde vivía. Eso fue hace un montón de años, la idea fue creciendo, armaron una ONG que se llama Movilizarse y este año van a realizar 50 chocleadas solo en Argentina.

En Uruguay desde hacía unos cuantos años se venía haciendo una chocleada en Soriano, en Mercedes, después se había hecho una en Young hace unos ocho años, allí se hizo un solo año, y ahí me contacté, por medio del grupo CREA al que pertenezco, La Cuchilla, nos propusieron hacer una chocleada, agarré el mando y realicé la primera en el 2011 en Young.

EC - Hay varias experiencias de chocleadas, según nos contaban los oyentes. Tú citabas el caso de Mercedes, la capital de Soriano. Allí el Colegio San Miguel está muy involucrado, según nos contaba Isabel (oyente). Pero también hay ejemplos en Trinidad, la capital del departamento de Flores.

RD - No conocía el Colegio San José, no sabía que lo estaban haciendo.

BB - El año pasado se hizo una chocleada en Trinidad.

EC - ¿Cómo se concreta? ¿Qué ocurre el día de La Chocleada?

BB - Básicamente La Chocleada consiste en cosechar a mano una hectárea, una hectárea y media, dos hectáreas de maíz e involucrando a distintos sectores de la sociedad. En Montevideo son niños de la Cruz de camino Carrasco, niños de colegios privados de Carrasco, directores de empresa que colaboran y apoyan este proyecto, funcionarios de empresas y vecinos y amigos de la zona, que también se arriman, como se arrimó Rosanna, a dar una mano en La Chocleada.

RD - Y padres de esos niños.

BB - Y padres de esos niños. Este año también participó la gente del grupo Los Nicolitos, que son gente con capacidades diferentes, que también vinieron a dar una mano y a cosechar.

Se cosechan a mano dos hectáreas de maíz, se embolsan y esos maíces se reparten en comedores, centros CAIF, escuelas, en este caso Colonia Berro, en un montón de lugares donde necesitan comida. Son un montón de platos de comida que ese mismo día, así como se cosechan y se embolsan, se reparten en todos esos lugares.

RD - Para ayudar a dimensionar, capaz que está bueno que expliques cuánto es una hectárea, qué implica una hectárea de maíz. Porque a mí cuando llegué –más allá de que tengo una idea de superficie– me impresionó la cantidad que había por delante. Entonces, ¿a qué te enfrentás cuando llegás a una hectárea de maíz?

BB - Podés tener 50.000, 60.000, 70.000 plantas de maíz en una hectárea. En estos tres años que hemos hecho La Chocleada en Canelones hicimos 1,8, casi dos hectáreas. Cuando uno ve la cantidad de área que tiene que cosechar a mano se asusta, y la experiencia que tengo ya de cuatro chocleadas como coordinador es que a eso de las 12 y media, una del mediodía, cuando ya llevan trabajando cuatro horas, todo el mundo se empieza a poner nervioso, se te arriman y te dicen: "¡No llegamos, no llegamos, ¿qué hacemos?!".

RD - ¿A qué hora terminamos?

BB - El final final fue a las cuatro de la tarde.

RD - Yo me fui al mediodía, arrancaron a las nueve puntual.

EC - Tú decís que en una hectárea hay unas 60.000, 70.000 plantas. ¿Cuántos choclos implica eso?

BB - Depende del año, de lo que haya llovido cómo está ese maíz, pero una planta puede tener uno o dos choclos.

RD - Podés cosechar entre 70.000 y 100.000 choclos.

BB - Sí, la cuenta que hacemos, sobre la base de las bolsas repartidas, en las que entran unos 60 choclos por bolsa, es que repartimos en el eje de 80.000, 90.000 choclos el miércoles pasado.

EC - Esos choclos van directo al consumo, son para utilizarse en comidas de las instituciones que mencionabas. ¿O hay otra parte de los choclos que se comercializan?

BB - No, no, los choclos no se comercializan, se dan como platos de comida. Hay toda una logística previa muy fuerte, que es ponernos en contacto con todos los comedores, escuelas, centros CAIF y preguntarles qué cantidad de niños tienen y cuántos choclos precisan. Ahí hay dos tipos de situaciones, una, la de los CAIF que te dicen "tengo tantos chicos, mandame tantos choclos", y eso equivale a tantas bolsas, y otra, los que dicen "nosotros tenemos frízer, mandame más, los desgranamos y los guardamos en bolsitas para ir dándolos como comida durante el año".

EC - Además de los voluntarios que asisten a la jornada de cosecha, participan empresas. Por ese lado se reciben donaciones.

BB - Claro, se cobra simbólicamente un costo de cosecha, entonces las empresas que se involucran aparte hacen un aporte económico. Con ese aporte económico llevamos adelante otros proyectos, por ejemplo un proyecto de deportes que hacemos con Madres de la Cruz, que ya hace cuatro años que está en funcionamiento, en el que niños de la Cruz de camino Carrasco vienen todas las semanas al Fútbol 5 Estrellas, donde cada grupo trabaja dos horas en la parte deportiva, además del efecto de sacarlos del lugar donde viven, tomar aire y cambiar un poquito.

EC - Billy Battro tiene los dos sombreros puestos en estas actividades: por un lado el sombrero de productor, en La Chocleada en sí misma, y el sombrero del empresario de fútbol 5 organizando estas otras actividades, que son gratuitas, para los chicos de esas instituciones.

BB - Claro, yo tengo otra actividad, que es Fútbol 5 Estrellas, y buscando cómo ocuparlo en horarios en los cuales normalmente no hay actividad, la mañana y hasta las dos o tres de la tarde, surgió hace unos cuantos años, movidos por la familia y amigos, que esto y les propusimos a Madres de la Cruz traer a los chicos. El primer año festejamos una vez al mes el cumpleaños de todos esos chicos. El fútbol 5 se caracteriza por el festejo de cumpleaños, entonces hacíamos un cumpleaños como festejan los chicos de la zona, pero en este caso con chicos de la Cruz de camino Carrasco.

RD - Las empresas también aportan en especies, según lo que observé. Porque fui como observadora y terminé trabajando con ellos, pero nunca chequeé nada ni con Billy ni con el dueño del campo. Vi que algunas empresas llevaban galletitas para la merienda cuando llegan los chiquilines, había Colet, estaban las bolsas para embolsar los choclos, vi una cantidad de otras cosas que facilitan la tarea.

BB - Claro, hay por un lado aportes económicos y por otro lado aportes en especies. Por ejemplo, Gentos nos da las bolsas y las máquinas y la gente para coserlas; la empresa Mondelez apoya muy fuertemente este proyecto desde años, no solo vienen personal y los directores de la empresa a colaborar, participar e involucrarse cosechando ese día, sino que también nos da productos para hacer una merienda todos juntos. Son ambientes lindísimos, se junta el director de una empresa con chicos de la Cruz de camino Carrasco, con chicos de un liceo privado de Carrasco para compartir esa merienda, para compartir esos choclos que cuando se terminan de cosechar compartimos todos.

EC - Maite (oyente) habla de algo de eso: "Participé junto con nueve voluntarios de mi empresa. Me encantó que en los grupos de cosecha estábamos todos los mezclados, empresas, estudiantes, beneficiarios, etcétera. Eso resulta enriquecedor y emociona mucho. Todos somos iguales en La Chocleada".

A partir de este mensaje y de lo que recién decía Billy, Rosanna, ¿qué es o qué deja La Chocleada?

RD - A mí me pasó lo que te digo: salí de casa, dije "vuelvo dentro de un rato, voy a mirar un poquito lo que es La Chocleada", y te emociona, como dice Maite –compartí un ratito con ella–. Primero quedé dura mirando la cantidad de gurises que había, después la organización brutal, porque Billy contó la logística posterior y la poscosecha, pero también está la que hay durante todo el evento, desde que llegás, yo llegué junto con los ómnibus de los que bajaban los chiquilines y, hay toda una organización por detrás que te deja impresionada.

Después la mezcla, la división en grupos, a mí nadie me dijo nada pero tuve que elegir un subgrupo para meterme y elegí meterme con Los Nicolitos, que son los chicos con alguna discapacidad. El entusiasmo brutal de todos los que trabajaban. No tenías ni idea, yo iba cosechando y preguntaba: "¿Vos de dónde sos?", "Yo soy madre del colegio tal", "¿Y vos de dónde sos?", "Yo soy de Los Nicolitos", y seguíamos todos en el camino, con el mismo rumbo, con el mismo entusiasmo, hacíamos hasta competencias: "Miren que tenemos esta parcela y miren que los de al lado van rápido", todo el mundo se ayudaba.

Dentro de eso, de no conocerte, de no saber quién sos, hay una mezcolanza social que iguala a todos por los aspectos de solidaridad o del objetivo común. A los chicos con discapacidad lo que los divertía era un día diferente, porque después de que sacás el choclo tenés que pisar la planta y algunos se caían porque la planta estaba dura, estaba más seca. Parte de divertimento, parte de desear llegar al final para comerte el choclo cuando estuviera pronto, otros pensando que vas a hacer feliz a un chico que no comió.

Es una experiencia superlinda, yo la había propuesto porque sé que en muchos lados se conoce pero en la ciudad creo que no. Y al mismo tiempo, como es el caso de Billy como coordinador, hay una cantidad de otras empresas que hacen este tipo de actividades. Por ejemplo, Magdalena Ibáñez, de UPM, hace tiempo que me dice la cantidad de cosas que hacen en el Uruguay profundo, que no se conocen, y que se mezcla, cuando la empresa lo hace "es para quedar bien". Hay que ser bueno, no hay que contarlo, dijo uno. Pero a veces discrepo, me encanta contar cuando encuentro gente que hace cosas buenas y sobre todo cuando lo vivís y emociona mucho.

EC - Supongo que además de todo lo que deja La Chocleada hay otra más, la del urbano que de golpe termina participando en una actividad del agro. Estoy seguro de que muchos de los que fueron el otro día a La Chocleada no tienen nada que ver con este sector.

BB - No, muchísimos no tienen nada que ver. Recuerdo que cuando hice la primera Chocleada en Young, vino Sebastián Dim, que fue quien la creó en Argentina, nos acompañó y le dije: "Esto es espectacular –porque había sido muy muy buena–, el año que viene la hago en Montevideo", y me dice: "Olvidate, en una ciudad grande es imposible. Yo ya he tratado en Argentina y es imposible". Y al año siguiente no estábamos en Montevideo, pero estábamos en Canelones, ahí cerquita, y se pudo hacer. Lo lindo es eso, que la gente se involucra un poco con el campo, con lo que es un cultivo, con lo que es un maíz. Incluso en el liceo Stella Maris trabajan un poquito también en esa parte de lo que es un maíz, cuándo se planta, cómo se hace para cuidarlo, para fertilizarlo.

EC - Los estudiantes que participan tienen algunas clases preparatorias en sus instituciones educativas.

BB - Exactamente. Incluso nosotros hacemos una previa, lo que decía Rosanna es muy cierto, hay mucho trabajo previo en toda la organización, de juntarnos con los niños, darles una charla, comentarles los valores de la solidaridad. Todo ese trabajo previo va creando una actitud frente a ese momento, que termina explotando ese día y todo el mundo está recontracontento de compartir esa experiencia con esa mezcolanza de gente de distintos estratos sociales, de distintos trabajos.

RD - Es como dice el cartel que está allí, "sembrando valores". Cuando les mostré las fotos que traté de sacar de la secuencia a mi hija, que tiene 13, y algunas amigas, me decían: "¿Por qué no lo llevás para el Seminario?". Son 2.000 alumnos… Pero un colegio más chico, como el Santa Rita, por ejemplo, que ya ha tenido incursión en el agro a través de algunas charlas… Acá es bastante más chico que Argentina, es viable.

BB - Este año incluimos también a los chicos del Jesús María. Había venido la representante de pastoral del colegio, y fue tal el shock que llamó por teléfono y terminaron viniendo todos los directivos a ver en qué consistía, y miles de agradecimientos. Lo lindo es que en la actividad hay miles de voluntarios, porque están no solo los voluntarios que cosechan, sino los voluntarios que ponen su camioneta para llevar las bolsas de maíz a los CAIF, eran 40 y pico camionetas, cada una con un destino. Después nos tocó el camioncito, también voluntario. Son todos voluntarios, todo el mundo dice: "Yo voy a dedicar unas horas, un día, a esta acción social". Quien llevó los choclos a la Colonia Berro me llamó como a las nueve de la noche, estaba volviendo de ahí emocionado por lo que había sido la experiencia de llegar con los maíces allí y cómo lo habían recibido, cómo habían descargado y lo agradecidos que estaban.

EC - La Chocleada tiene todavía otras facetas. Porque estamos hablando de lo que ocurrió la semana pasada en la jornada, pero ¿cómo empieza esto? ¿Quién hace el trabajo de siembra? ¿Quién prepara el campo? ¿Cómo es eso?

BB - Cuando de porfiado dije "lo voy a hacer en Montevideo", el primer año fue durísimo y complicadísimo, estábamos a 20 de enero y todavía no teníamos el área que al final nos cedió el Parque de las Ciencias, pero con cartas y cosas para conseguirla. El segundo año lo pudimos hacer en camino de Los Horneros gracias a un productor horticultor de la zona, a quien le caí un día, le conté lo que quería hacer, creyó en el proyecto y dijo: "Te voy a ceder esta parte de acá –donde hace tomates o lechuga–, te voy a ceder estas dos hectáreas para que puedas hacer eso". Hace tres años que lo estamos haciendo en ese lugar.

EC - ¿Y quién pone el trabajo?

BB - Después tuvimos que conseguir a alguien que trajera la sembradora, las bolsas de maíz eran de mi empresa agropecuaria, habían quedado unas bolsas abiertas, decidimos aprovecharlas y sembramos ese maíz. Después tenés el vecino que tiene un tractorcito con una chirquera y nos da una mano para acomodar el predio, otro trae una disquerita y lo mueve…

RD - ¡Y después tenés a Antonio!, el veterano que estaba con el tractor y la zorra.

BB - ¡Es un montón de gente que se involucra, muchísimos! Se crea ese ambiente que hace que después te cruzás en la calle, andás en el barrio y sabés que hemos colaborado en esto y hay una onda distinta, un feeling distinto con esa gente. Es lo lindo que tiene eso, todos los que participaros, ya sean chicos que después te los encontrás, o empresarios o funcionarios, se movilizan a través de una cosa distinta.

RD - A mí me sorprendió Antonio, el tractorista, típico trabajador rural –al menos por su fenotipo, su estilo y lo que conversamos, porque di una vuelta entera con él para ver el trabajo–. El entusiasmo y la alegría que tenía ese hombre de ver todo el movimiento y ser un integrante más, y al final cuando lo presentaron dijeron: "Gracias a él se sembró, gracias a él se curó ese maíz, gracias a él…". Increíble.

***

EC - Seguimos conociendo la experiencia de La Chocleada. Con Rosanna Dellazoppa estamos conversando con Guillermo "Billy" Battro, un argentino que se instaló en Uruguay hace 20 años, por un lado dedicado al rubro fútbol 5, pero después y sobre todo concentrado en la agricultura.

***

EC - Hay una cantidad de mensajes de los oyentes. Por ejemplo este de María que habla de la experiencia en el departamento de Flores:

"En el Aeroclub de Flores se planta alrededor de las pistas. Se planta soja, sorgo, etcétera, la semilla la donan unos, la empresa de aerofumigación que trabaja desde el Aeroclub hace las aplicaciones necesarias, otros productores cosechan. Todo en forma gratuita. El producido se dona a distintas instituciones, por ejemplo Asociación de Padres con Hijos Discapacitados, se compró un minibús a los dializados, se donó dinero para el tomógrafo del hospital, etcétera".

¿Conocías este caso?

BB - Sí, sí, lo conocía. Yo planto también en Flores, estaba con muchas ganas de hacer La Chocleada en Flores, y después apareció esta gente que se ocupó.

EC - Aquí ya no se habla de choclo, de maíz, se habla de otros granos, soja, sorgo. Son posibilidades que existen para desarrollar el mismo tipo de movimiento.

BB - Sí, en Argentina están haciendo Las Naranjadas, cosechan naranjas.

RD - Hay infinidad de temas.

EC - Dice Nelson de Punta Carretas: "Quiero estar en la próxima Chocleada".

RD - ¡Vamo arriba!

BB - La idea de difundir esto es eso -sería lindísimo que dentro de unos años tengamos 30, 40 chocleadas en el Uruguay y que todo lo producido, no solo los platos de comida, sino aparte los aportes de las empresas involucradas en cada uno de los pueblos, de las ciudades, colabore con este tipo de cosas- que se hagan cosas para beneficio de los lugares. Cuando lo hice en Young nos juntamos con los chicos de los liceos y estuvimos estudiando unas semanas las necesidades del lugar. Ahí surgió el Centro Esperanza, un centro de discapacitados donde estaban muy apretados en un lugar trabajando, entonces decidimos con todos los chicos del liceo que ese año se iba a colaborar con el centro. Y se juntó un montón de dinero gracias al cual se está terminando de construir una sede propia para trabajar.

EC - Y a ustedes les interesa de manera especial que el ejemplo cunda.

BB - ¡Claro, totalmente!

EC - Ustedes quieren que los "copien", mejor dicho, que se inspiren en ese tipo de mecanismo para armarlo con las variantes que correspondan en distintos lugares del país.

BB - Dedicándoles un ratito nomás por semana, este tipo de acciones son fáciles de llevar adelante. Lo que hay que hacer es abrir las puertas e involucrar a la gente. A la gente le gusta colaborar, le gusta ser solidaria, hay que darle el espacio y quizás coordinar los trabajos.

EC - ¿Tú estás dispuesto, ustedes están dispuestos a asesorar, a trasladar know how? Porque supongo que habrá quienes quieren largarse a la aventura pero dicen: "No sé cómo, me cuesta, no tengo los antecedentes, no tengo el manual".

BB - Hay un protocolo hecho en Argentina, que fue el que me pasaron el primer año y me basé mucho en eso. Y obvio que estamos para dar una mano en todo lo que se pueda. Justamente, el director de la Colonia Berro me llamó para agradecer y me decía: "¡Cómo nos encantaría el año que viene poder hacer La Chocleada dentro de la colonia misma, que tiene un montón de predio!".

EC - Sería fantástico.

BB - Es fantástico. "Pero no sé cómo empezar", me decía. Le digo: "Juntémonos y veamos".

EC - Ese es el tipo de actividades que habría que implementar sin duda en la Colonia Berro.

RD - Se puede ser seguir respetando lo que está cerca de La Tahona, que ya tiene su funcionamiento, y arrancar uno nuevo.

BB - Sí. Este año lo quise hacer en Fray Bentos, por ejemplo, la idea era hacerlo por el Rincón de las Gallinas, de hecho dejamos el maíz sin cosechar para poder hacer La Chocleada. En ese caso íbamos a hacerlo involucrando a todas las escuelas rurales de la zona y ya había un entusiasmo muy grande de las directoras de las escuelas rurales. La idea era que esas escuelas nos dijeran cuáles eran sus necesidades para poder acomodarlas con los aportes.

EC - ¿Y qué pasó?

BB - Nos agarró una seca muy muy grande en diciembre, primeros días de enero, ya habíamos apartado el maíz y estaba muy feo, los maíces fueron muy chiquitos…

RD - Fue un año especialmente jorobado para eso.

BB - Entonces me pareció que hacer una chocleada con esa calidad de maíces iba a ser mal visto, la gente iba a pensar "nos dejó la peor parte del maíz para cosecharla a mano". Con mucha tristeza decidimos no hacerla y pasarla para el año que viene. Esperemos que el año que viene se pueda hacer.

EC - Supongo que también se aprendió de esa experiencia frustrada, porque así es el agro, ¿no?

BB - ¡Sí, sí, sí! (Se ríe.)

RD - "Así es el agro" no. Y podría ser un ejemplo para tener un plan B. Lo que pasa es que ahí entrás en época de siembra, cuál es el cultivo… Pero tener, si no es choclo, podría ser, como decían, soja o sorgo. El tema del choclo y sacar el choclo para los niños y para los gurises es más palpable que decir "cosecho soja, después la vendo y con eso va…". Recibir algo en especies, no solo como alimento, sino poder sacarlo tiene toda esa parte además de divertido, de entusiasmo, que me parece que engancha mucho más a la gente joven.

***

EC - Siguen llegando mensajes de oyentes encantados con la idea. Algunos porque la conocen y otros porque la están descubriendo y quieren sumarse.

Felicitaciones, Billy, felicitaciones a todos los que en distintos lugares del país están trabajando en iniciativas de este tipo. Y suerte desde ya. Si desde la radio podemos contribuir a que surjan otras, a que se coordinen, a que esto crezca, estamos a las órdenes.

RD - (A Billy Battro.) Te mandan un mensaje de Fucrea felicitando y ofreciendo el apoyo institucional si creen que puede servir de algo.

BB - ¡Con todo gusto! Todo el apoyo que podamos tener y todas las empresas y gente que se pueda involucrar, bienvenidos sean. Ojalá se puedan hacer en el país muchísimas de estas chocleadas para de esa forma ayudar a muchísimas instituciones, organizaciones y dar platos de comida como es el choclo.

EC - Rosario Castellanos dice que es una experta en cosechar choclos, así que para la próxima cuenten con ella.

BB - La vamos a traer y vamos a estar eh vivo y en directo con ella cosechando maíces.

***

Transcripción: María Lila Ltaif