Investigación y desarrollo

La Tertulia Agropecuaria se trasladó hasta Colonia para celebrar los 100 años de La Estanzuela

Hace 100 años, el entonces presidente de la República José Batlle y Ordoñez creó La Estanzuela con el objetivo de de avanzar en el mejoramiento de cultivos y la producción de semillas básicas. Un siglo después la esencia del recinto sigue siendo la misma -más allá del aumento de sus tareas-: producir y difundir tecnología para distintos sistemas de producción con énfasis en los que abundan en la región del litoral del país. En una nueva edición de la Tertulia Agropecuaria, Emiliano Cotelo y Rosanna Dellazoppa se trasladaron hasta Colonia para formar una mesa integrada por Enrique Fernández (INIA), Francisco Arrosa (productor agricologanadero), André Mondón (productor lechero) y Rodolfo "Catalán" Irigoyen.

(emitido a las 8.39 hs.)

EMILIANO COTELO:
Hace 100 años el científico alemán Alberto Boerger asumió como el primer director de La Estanzuela, que entonces se llamaba Instituto Fitotécnico y Semillero Nacional. Los objetivos principales de aquella estación experimental eran mejorar algunos cultivos, como el trigo, y producir semillas básicas.

Este fin de semana hemos recorrido La Estanzuela con el equipo de En perspectiva. Y comprobamos que los rubros de investigación han aumentado, aunque, en esencia, el cometido sigue siendo el mismo de 1914: producir y difundir tecnología para distintos sistemas de producción con énfasis en los que abundan en la región del litoral del país.
 
¿De qué modo contribuye la investigación científica al desarrollo de Uruguay? ¿Cómo aprovechan esa investigación los productores del agro? ¿Y cómo está presente en los alimentos que consumimos día a día?

Ese es el tema que nos trajo hasta aquí, el que guió nuestra visita de sábado y domingo, y el que ahora vamos a debatir con nuestros invitados en la mesa y con el público que nos acompaña en el anfiteatro de La Estanzuela.

Rosanna, ¿presentamos a nuestros tertulianos?

ROSANNA DELLAZOPPA:
El dueño de casa, Enrique Fernández, que ya nos acompañó en otra oportunidad, director regional de INIA La Estanzuela desde hace muchos años.

EC - Por lo menos más de siete, porque hace siete años estuvimos acá con La Tertulia Agropecuaria.

ENRIQUE FERNÁNDEZ:
Correcto. Aprovecho para darle la bienvenida a todo el equipo de El Espectador y de la Tertulia, es un gusto tenerlos nuevamente aquí. Hace ocho años que soy director.

RD - Y yo aprovecho para agradecerle a todo tu equipo la forma en que nos atendieron y que nos hicieron pasar el fin de semana.

También integran la mesa dos productores agropecuarios. André Mondón, productor lechero en Tarariras, que dicen que es la capital lechera en el departamento de Colonia.

ANDRÉ MONDÓN:
Eso dicen, pero se disputa con alguna otra zona.

RD - Y Francisco Arrosa, productor agricologanadero en Young, Río Negro, a quien tengo el gusto de conocer en alguna reunión CREA y conocer su establecimiento, también representante de esta zona típica del litoral productivo.

Y por último el compañero de equipo Rodolfo "Catalán" Irigoyen. No precisa presentación.

EC - Empecemos conversando con Enrique, el director de la Estanzuela, que el sábado encabezó el equipo de técnicos que nos guió en la recorrida que hicimos para conocer algunas de las líneas de trabajo que se desarrollan aquí. Por ejemplo, el Laboratorio de Suelos, que llama la atención por todo el equipamiento y por el personal que lo maneja; equipamiento por un lado muy esperable (tubos de ensayo, etcétera), pero por otro lado quizás desconocido, computarizado, de última generación. ¿Qué se hace en el Laboratorio de Suelos?

EF - En la recorrida del sábado vimos algunas de las muchas cosas que se hacen en La Estanzuela. Y la visita cómo la organizamos con Rosanna no fue fortuita, tuvo algunos puntos que quisieron destacar algunas cuestiones que seguramente vamos a desarrollar.

El Laboratorio de Suelos es un claro ejemplo de las plataformas analíticas que se necesitan para el desarrollo de la investigación que hacemos aquí y de cómo van creciendo las necesidades. En aquel primer salón vimos desde mucho tubo de ensayo, mucha gente trabajando, hasta los últimos equipamientos, bastante más automatizados, con los que ganamos en precisión y en velocidad. Básicamente en el laboratorio se hace una serie de análisis muy amplia sobre características del potencial productivo de los suelos de Uruguay, sea en fertilidad, en cuanto a sus propiedades físicas o en cuanto a su capacidad de retener o de brindar algunos nutrientes para el crecimiento de los vegetales.

RD - En criollo quiere decir que el productor manda una muestra y en función del resultado toma luego decisiones.

EF - Exacto. El Laboratorio brinda soporte a los proyectos de investigación y a los productores. El productor puede mandar su muestra, que es recibida aquí, procesada, y solicitar diferentes tipos de análisis, por ejemplo de contenido de nitrógeno, contenido de fósforo, materia orgánica, pH, todos datos que sirven luego para manejar los cultivos o definir qué tipo de cultivo se va a desarrollar.

RD - Recuerdo eso de cuando me preguntaban cómo hacía para tener las plantas así en mi jardín. El concepto es que las plantas necesitan nutrientes.

EF - Tú, que dijiste que aprobaste Suelos con 12, te acordarás de que el suelo sirve no solo de soporte físico a las plantas, sino de fuente nutritiva.

EC - ¿Rosanna tiene el jardín que tiene porque manda la tierra de sus macetas acá a La Estanzuela para que se la analicen? ¿Ese es el secreto?

RD - ¡No, no! El único concepto es que las plantas necesitan alimento, sea agua, sean nutrientes en los fertilizantes.

EC - Después salimos al campo, salimos a recorrer las 1.200 y pico de hectáreas que tiene La Estanzuela. Son varias las unidades en las que se realizan trabajos vinculados con distintos sectores de la producción. Por ejemplo, la que llaman Unidad del Lago tiene algún lugar que es emblemático, es todo un orgullo de ustedes, que es este experimento de rotación de suelos, que es el más antiguo de la región y uno de los más antiguos del mundo. Tiene 50 años de información acumulada.

EF - Ese ensayo se instaló en 1963 con el objetivo básicamente en aquel momento de estudiar diferentes secuencias de cultivos para ver cómo las diferentes combinaciones de cultivos o pasturas afectaban en el largo plazo las propiedades físicas y la fertilidad del suelo. En aquel momento, Uruguay era un país netamente triguero, la zona triguera incluso estaba mucho más extendida que lo que hoy abarca la soja, y muchos suelos empezaron a mostrar grados avanzados de deterioro, especialmente en la zona de Canelones, lo que era la zona productora, que era alrededor de Montevideo. Y se empezó a cuestionar qué tecnología permitiría mejorar esos suelos o darles un horizonte de productividad más largo. Fue así que se instaló ese ensayo, en el que ha habido una secuencia de cultivo tras cultivo en estos 50 años, tratamientos testigo sin fertilizantes, algunos en los que se ha ido agregando fertilizante y combinaciones de esas rotaciones de cultivos con pasturas.

EC - "Rotación" quiere decir que después de haber plantado un determinado grano, por ejemplo, no se sigue a continuación con lo mismo, se pasa a otro cultivo. Y después en todo caso se vuelve al primero.

EF - La idea es establecer una secuencia –así se llama– de diferentes cultivos a lo largo de un período de tiempo, cinco o seis años, que cumple con determinadas condiciones: permite realizar algunas cuestiones de manejo sobre el suelo y sobre los cultivos que tienen que ver con la fertilización, con el combate de malezas. Esa combinación no es fortuita, tiene una razón de ser.

RD - Una razón técnica. Si unís eso con el Plan de Uso y Manejo de Suelos de hoy y las preocupaciones que se están viviendo a nivel nacional con el tema de pérdida por erosión, ¿cuál sería una herramienta de utilidad para la toma de decisiones?

EF - Ese ensayo en particular ha brindado un cúmulo de información importantísima, junto con las conocidas como "parcelas de escurrimiento", de las que también tenemos un ejemplo aquí en La Estanzuela. No las visitamos, pero básicamente muestran lo mismo en parcelas (pedazos pequeños de tierra) donde se controla el escurrimiento que produce la lluvia y la erosión sobre diferentes tipos de cobertura de suelo: suelo desnudo, suelo que tiene un campo natural o un tapiz natural, o una pastura o un cultivo instalado.

Ese ensayo de rotaciones, junto con el de parcelas de escurrimiento, ha permitido ajustar lo que hoy da base de la Ley de Uso y Manejo de Suelos. Es una ecuación desarrollada en otro país que se calibró para Uruguay que determina la cantidad de suelo que se pierde en determinadas condiciones de cultivo. La Ley de Uso y Manejo de Suelos apunta a que los productores logren una secuencia que alcance una erosión tolerable.

RD - Tú decías que este es el año cero, a partir de este año el dueño del campo va a estar obligado a tener un proyecto para que su suelo, su chacra cumpla con esos requisitos para cuidar el suelo.
    
EF - Este es el año en que se alcanza el 100% de los productores agrícolas que tienen más de 100 hectáreas.

EC - Toda la información que ustedes han ido acumulando en ese predio va a resultar muy útil para lo que se viene.

EF - Sin duda. Mucha de la información que surge de ese ensayo, junto con otra, ha permitido que Uruguay tenga una ley de cuidado ambiental basada en medidas objetivas, que es lo que todos tratamos de que ocurra, y no que sea el capricho de nadie.

RD - Lo que le da respaldo científico. En la Unidad del Lago también está la parte de riego.

EF - En la Unidad del Lago también estamos desarrollando, desde hace muchos años, el tema del riego. En los últimos años hemos tratado de darle un impulso importante, porque la vemos como una opción de producción a futuro más que interesante, una opción de intensificación. El eslogan de esta estación es la intensificación sustentable, eso es lo que tratamos de manejar.

EC - Producir más, pero cuidando el medio ambiente y en particular el recurso suelo.

EF - Exactamente. Dentro de esas opciones el riego aparece como una alternativa interesante no solo para el incremento de la producción, sino como un estabilizador de la productividad que se alcance y para el cuidado de los recursos.

EC - Trabajan en esas dos grandes líneas: riego para producir más y riego para sortear las irregularidades climáticas, la falta de lluvias y sobre todo el exceso de calor, que puede ser un problema.

EF - Claro. Una de las cosas que discutíamos el otro día era que el cambio climático en estos últimos años se ha evidenciado no tanto en los incrementos de temperatura o de precipitaciones, sino en la variabilidad que las temperaturas y las precipitaciones han mostrado. Para alguna producción que depende básicamente del clima, esa variabilidad se encuentra en los niveles productivos. En el caso de la lechería, que se basa mucho en el uso de reservas, la estabilización es más fácil, pero el riego siempre es una variable que contribuiría de una forma fundamental.

EC - La recorrida fue bastante más larga, pero elijo la Unidad de Ovinos. Llama la atención que La Estanzuela, ubicada en Colonia, trabaje en ovinos, producción que quizás para muchos se ubica más bien en otras zonas del territorio. Sin embargo en esta parte sur del país hay toda una franja de territorio que tiene características muy apropiadas para los ovinos.

RD - Con esa fanática de encargada que tenemos, imposible que no funcione el ovino.

EF - Sí, por suerte, Georgette Banchero, la encargada de la unidad, estuvo con nosotros y nos explicó muy bien. La Unidad de Ovinos en La Estanzuela tiene una larga tradición, comenzó como unidad productora de lana, acorde con lo que era hace muchos años la región. Hoy no es una zona de producción de lana, pero ha surgido una nueva oportunidad –y nos gusta mucho explotar las oportunidades– que quise traer a raíz de la reciente visita de nuestro presidente a Estados Unidos, en la que la carne ovina fue un tema importante.

La Unidad de Ovinos trabaja desde hace muchos años en dos líneas que tienen que ver con eso, que son la generación de razas prolíficas de manera de incrementar el número de corderos, la descendencia que se puede tener por unidad de superficie, y la producción de razas que permitan mejorar la calidad carnicera de lo que tradicionalmente se hacía en Uruguay.

EC - Las razas prolíficas son razas cuyas madres tienen tranquilamente mellizos, trillizos y hasta cuatrillizos.

EF - Correcto.

EC - De todos modos, ustedes no llegan a la posibilidad de los cuatrillizos, nos contaban que prefieren no llegar.

EF - Apuntamos a no trabajar esas razas que se traen del exterior en forma pura, sino a tratar de absorberlas por las razas que están adaptadas a las condiciones del país y que todos conocemos. Y no apuntar a demasiados corderos, porque la habilidad materna, la capacidad de las madres de dar leche a sus hijos, va a verse descendida y porque la alimentación no es de las mismas características de la del lugar de origen de esas razas. Preferimos manejar mellizos o trillizos, lo que incrementaría igual notoriamente la productividad de corderos del Uruguay, y a su vez incorporar razas que den propiedades de mayor crecimiento y obtener corderos pesados, como decimos en la jerga, más rápidamente y de características mejores.

RD - Hoy la producción de carne de cordero es uno de los rubros de mayor rentabilidad, ¿no?

EF - Está avizorado como un rubro que puede incorporarse, dado que requiere una invernada muy corta, que calza muy bien con los sistemas agrícolas. Se ata con esto de la Ley de Uso y Manejo de Suelos, ya que los espacios de cobertura o puentes verdes van a empezar a jugar un papel muy importante –ya lo vemos este año en la demanda de semilla–. El cordero aparece como una alternativa que no competiría con la agricultura en cuanto a espacio en la rotación, que permitiría manejar una secuencia agrícola razonable y que desde el punto de vista de los números se presenta como muy atractiva.

***
 
EC - ¿De qué manera contribuye la investigación científica al desarrollo de nuestro país? Eso es lo que estamos discutiendo esta mañana en La Tertulia Agropecuaria en INIA La Estanzuela, en el departamento de Colonia.

La mesa está integrada por el director regional de INIA La Estanzuela, ingeniero agrónomo Enrique Fernández, y también por productores.

Hemos revisado con Enrique a grandes rasgos qué es y qué hace INIA La Estanzuela. Ahora sería bueno averiguar ahora de qué manera se da el intercambio entre los investigadores y los productores. ¿Cómo es la interacción entre La Estanzuela y la producción?

FRANCISCO ARROSA:
Como productor, estoy vinculado con el INIA desde siempre. Para mí es un referente en cuanto a información y a datos e investigación. En los últimos 20 años han pasado muchísimas cosas en el rubro y el INIA siempre me dio un sustento de información y de la parte de evaluación de cultivares, etcétera. Uno puede ir a buscar información sin tener que andar investigando o probando en su casa, cosa que es muy complicada.

EC - ¿Qué es la "evaluación de cultivares"?

FA - El INIA tiene desde hace muchos años una evaluación de todos los cultivares, de cultivos de grano, cultivo forrajero. Esos ensayos permiten conocer época de siembra, tipo de fertilización, rendimientos en los años, todas las estadísticas, toda la información para tomar decisiones cuando se va a aplicar la tecnología.

RD - Diferentes materiales genéticos.

FA - Y hemos estado relacionados con el INIA por ensayos que hemos hecho en nuestra casa, como un ensayo de calidad de carne que hicimos en el año 2005. Allí medimos el área de ojo de bife, el crecimiento de las recrías en la invernada y ahora Georgette me pidió una mano para hacer un estudio de los corrales de engorde.

EC - ¿Qué es eso del "área de ojo de bife"? Ahí bajamos derecho al plato.

FA - Es la costilla con lomo, que se mide. Utilizando ultrasonido se mide el crecimiento de los animales para ver cómo van evolucionando según el tipo de alimentación. Se miden los centímetros cuadrados que tiene el lomo a determinada altura.

RODOLFO IRIGOYEN:
La superficie de corte transversal del lomo.

RD - Cuanto mayor es el número…

FA - … más carne, mejor.

EC - ¿Cuál es el trabajo en engorde a corral?

FA - Estamos empezando con Georgette, que me pidió y con mucho gusto le dije que sí, me encanta tratar de devolver un poco todo lo que me han dado.

EC - ¿En ese caso qué se investiga?

FA - Está organizándose, es un tema de acidosis, del efecto de comer mucho grano en los animales que se encierran en corral. Se estudian ciertos picos de pH en el rumen, es un tema bastante complejo.

EC - El engorde a corral ocurre cuando el ganado no se alimenta a campo natural, sino que en determinados momentos de su evolución se confina en un corral. Ahí la alimentación pasa a ser de otro tipo, básicamente con granos.

FA - Exactamente, es una alimentación basada en grano, un alimento muy concentrado, que trae distorsiones en el rumen, porque las vacas están hechas para comer pasto; hay mucho para investigar ahí.

En la Sociedad Rural de Río Negro –soy integrante de la directiva– hace muchos años que tenemos un convenio con el INIA desde el año 72, es de los primeros convenios que hizo el INIA con productores, por el cual evaluamos cultivares en nuestra zona. Soy productor CREA desde hace 10 años, y el INIA y Fucrea también tienen una vinculación bastante importante. En definitiva, el INIA siempre fue algo adonde ir a resolver las dudas, he participado en innumerables jornadas técnicas y ahora me parece interesante el tema de internet, van a empezar a trasmitir las jornadas para llegar más. A veces para nosotros es difícil venirnos hasta acá por las actividades, entonces es una nueva herramienta. Y uso la página del INIA continuamente para buscar información.

EC - Ese sería otro capítulo, las formas de comunicación, cómo se da el vínculo entre la investigación y el productor. Como tú decías, se da muchas veces de manera directa, tú venís acá, planteás inquietudes, pedís determinada investigación o determinado estudio, y otras veces ha pasado que La Estanzuela va a tu predio y te propone un proyecto. Además está el intercambio a distancia, el intercambio con la página web. Ahora están empezando a transmitir en video en vivo de varias actividades. Y están las jornadas… ¿qué son?

FA - Son jornadas técnicas de actualización o para ver investigaciones nuevas. Otra cosa importante es que uno está atormentado de información privada, de laboratorios, y yo veo al INIA como algo más neutral, que estudia todos los casos, como un testigo. Y siempre haciendo punta en la parte de investigación, de producción de carne, etcétera.

RD - Yo que te conozco sé que sos un gran emprendedor, pero ¿cómo ves a los productores en general? De repente te movés en un entorno básicamente de emprendedores, pero ¿ves una necesidad generalizada de la producción de estar cerca de un centro de información? ¿O son pocos los que detectan la importancia de estas cosas?

FA - En la zona donde nos manejamos nosotros el cambio ha sido muy grande, en los últimos 15 años cambiaron de manos casi todos los campos. El rubro principal hoy es la agricultura, y veo que esa gente está como más en su casita, los argentinos, las grandes empresas que plantan están más encerrados en su tecnología, traen tecnologías de otras partes. Pero a nivel grupo CREA y de productores históricos de acá, tratamos de acercarnos y estamos siempre vinculados al INIA y la investigación.
    
EC - Enseguida vamos a conocer la experiencia del otro productor que nos acompaña en esta mesa.

***

EC - Seguimos en INIA La Estanzuela, en el departamento de Colonia. Estamos explorando de qué manera la investigación que se desarrolla en esta estación experimental se vincula, impacta, incide en la producción.

Tenemos la experiencia de dos productores. Conversábamos con uno de ellos recién. Escuchemos a André Mondón, productor lechero en Tarariras.

RD - Para completar lo de Francisco, ¿podrías poner algún ejemplo de cómo viviste tú como empresario en la lechería el desarrollo de los últimos 10 años? Ejemplos concretos de adopción de tecnología, dado o tu acercamiento a la información y generación del conocimiento.

AM - Mi relación con INIA en lo personal y en lo profesional es muy estrecha, vivo muy cerca, hice mi tesis aquí, en la Unidad de Lechería, en los años 89-90. Viví el inicio del INIA, que ha sido una contribución muy importante para nosotros, porque ha marcado un camino o al menos ha trazado los grandes caminos de la lechería, y los productores hemos ido colaborando o siguiendo esos caminos. INIA fue de los tambos que primero tomaron medidas como pariciones estacionales, grandes producciones de forraje, calidad de leche. Ese tipo de cosas ha ido colaborando con la zona y con el país. Nosotros estamos muy cerca de aquí, es muy común venir, pasar frente al INIA y entrar a consultar.

EC - ¿Consultar qué, por ejemplo?

AM - Consultas nutricionales sobre el ganado.

EC - ¿Qué es una "consulta nutricional sobre el ganado"?

AM - Todo lo que es alimentación de ganado. Hay técnicos que han trabajado toda una vida en lo que se le da de comer al ganado, en cómo manejar eso como tiempos y calidades de comida. Es muy común pasar incluso con muestras de alimentos para que ellos las analicen. No solo hay un Laboratorio de Suelos, hay otros laboratorios acá.

RD - ¿Cómo ve alguien que está preparando su café con leche el efecto de tu consulta sobre la nutrición del ganado lechero?

AM - La investigación no solamente es importante, sino que es imprescindible frente a lo que se produce. No es fácil cuantificarlo, pero no existe producción sin investigación y sin una guía para los productores.

EF - La lechería tiene un margen sobre los costos bastante estrecho y apunta a niveles de productividad altos, y la nutrición sobre una base pastoril, como tiene el Uruguay, se juega en cada tipo de alimento y en cada contenido de ese alimento. A veces los productores nos traen muestras de alimento para que determinemos los contenidos de energía, de proteína, sus características, y a su vez consultan cómo complementar la base pastoril. No todos los alimentos juegan en todos los momentos del año de la misma forma.

EC - "Base pastoril" quiere decir la vaca comiendo pasto.

EF - Fundamentalmente pasto, que es el alimento barato.

EC - Pero están los complementos. Ahí es que hablamos de alimentación.

EF - Exacto. Y lo otro, la industria de por sí ya ha fijado algunos estándares en el pago que tiene que ver con el contenido de grasa y proteína de la leche que le permite derivar ciertos subproductos (manteca, caseína, etcétera). A partir de eso y de la alimentación vamos a ver qué características tiene la leche en cuanto a esas variables por las que el productor obtiene su precio. Ahí también tratamos de jugar un papel.

FA - En los sistemas ganaderos que estamos implementando ahora, por un tema de que estamos obligados a usar granos, la calidad de los alimentos y la parte nutricional pasó a ser algo muy importante, antes no teníamos conocimiento. Por ejemplo ahora la famosa cuota 481, que es una carne de calidad, tiene toda una reglamentación de los alimentos que uno le tiene que dar al ganado basada en los kilojules, etcétera. Eso nos ha obligado a parecernos más a un lechero que al ganadero tradicional al que estábamos acostumbramos.

EC - Cuando hicimos la recorrida el sábado estuvimos en la Unidad de Lechería, en particular en el tambo, y ahí vimos trabajos que se están desarrollando y que quizás no son para ahora sino para el futuro. Por ejemplo, una investigación a propósito del estrés térmico de las vacas en el momento previo al ordeñe. Ahí vimos un galpón donde las vacas antes de pasar a las ordeñadoras mecánicas tienen sombra, tienen ventilación de aire e incluso aspersores que las refrescan con agua. ¿Cómo es eso, Enrique?

EF - En los últimos años se ha verificado un importante impacto de las temperaturas altas en la producción de leche. Estas afectan el metabolismo de la vaca como el de cualquier ser humano, al que le pasaría lo mismo. En respuesta, se deriva energía hacia otros procesos, como el enfriamiento del animal, en lugar de destinarla a producción de leche. Ese efecto de la temperatura ha sido estudiado, ya se han implementado algunas medidas de manejo, por ejemplo tratar de que la vaca tenga más confort al momento del ordeñe y arribe a una temperatura menor en cuanto a su metabolismo.

EC - Un productor como André está atento a este tipo de posibilidad.

AM - Sí, ya es un tema para hoy, la vaca consume mucho pasto, pero mucho grano, genera mucho calor y tiene que liberarlo. La temperatura de confort de una vaca de alta producción son 5, 10 o 15 grados máximo, por encima de eso le cuesta liberar calor. Entonces es muy importante, cualquier medida que ayude a liberar ese calor la hace producir más. Por eso ya es un tema de hoy y un tema que se viene para todos los productores de una forma o de otra, hay que adaptarse.

EC - No hemos escuchado hasta ahora al Catalán. En la última parte de la Tertulia vamos a discutir a propósito de estas experiencias y el impacto que tienen en el desarrollo de nuestro país, en este caso en el sector agropecuario, pero más en general en la actividad económica del Uruguay.

***

EC - Seguimos en La Estanzuela con Enrique Fernández, director de la Estación Experimental, Francisco Arrosa, productor agricologanadero en Young, Río Negro, André Mondón, productor lechero en Tarariras, Colonia, y Rodolfo "Catalán" Irigoyen.

RI - Esta Tertulia va a ser quizás la menos confrontativa en que haya participado, porque obviamente todos estamos de acuerdo en la importancia de la investigación. Podremos discutir cosas de matices, si debe ser más básica, más orientada, si debe financiarla el Estado o debe ser exclusivamente privada o mixta, como es el caso de La Estanzuela, pero en lo básico vamos a coincidir.

Y el conjunto de nuestra sociedad puede tener la absoluta tranquilidad de que el retorno económico del esfuerzo que hace para financiar la investigación es ampliamente satisfactorio. Una evaluación hecha por una consultora privada hace dos o tres años dio que en los últimos 20 años, desde la creación del INIA hasta ese momento, el retorno fue de 16 a 1, cada dólar invertido retornó a la sociedad en forma de incremento de las distintas producciones 16 veces. Entonces podemos tener la más absoluta tranquilidad en ese sentido.

EC - ¿Ese estudio se refiere solo a la investigación realizada por INIA o a toda la investigación vinculada con el agro?

RI - No, fue una evaluación de los 20 años, se hizo en el 2011, y se hizo la investigación de los 20 años a partir del 89, de la creación del INIA, referida exclusivamente al INIA.

EF - Sí. Quizás confunda el hecho de que en una primera parte el estudio abarca todo el conocimiento generado y se dice que por cada 1% que se incrementa el stock de conocimiento generado por quien sea el producto bruto agropecuario se incrementa un 0,35%. Pero aparte, individualizando los aportes del INIA, la relación es esa, 16 a 1 específicamente.

EC - Yo hacía la pregunta porque no solo el INIA desarrolla investigación en agro.

RI - Por supuesto.

EC - Por ejemplo la Universidad de la República, la Facultad de Agronomía, la Facultad de Veterinaria trabajan en estas mismas áreas.

RI - Y muchos privados, cada vez más. Se midieron dos cosas, por un lado el impacto global de la investigación sobre el producto, y por otro la eficiencia del uso de los recursos por el INIA. Esos recursos provienen en partes iguales de la producción primaria, que aporta el 4% de todas las ventas finales, siendo las empresas comercializadoras los agentes de retención, pero se deduce automáticamente de cualquier venta que hace un productor, y del Estado que a posteriori aporta una cifra similar a lo que se haya recaudado por ese concepto. La Junta Directiva del INIA está integrada por dos miembros del Poder Ejecutivo y dos delegados de las gremiales de productores. Este modelo, que es bastante poco frecuente, es muy bien valorado por otros organismos de investigación de la región y de América, que quieren todos, ir a formatos parecidos desde el punto de vista institucional, porque tiene muchas ventajas.

Complementando lo que decía Enrique sobre los laboratorios, menciono que en los últimos años se ha desarrollado una mayor integración en las funciones de una serie de laboratorios entre lo público y lo privado. En otras épocas el Ministerio de Ganadería mantenía laboratorios financiados y gestionados públicamente para sus labores de control, inspección, etcétera, y también para darle servicios al productor. Por otro lado, los organismos de investigación obviamente necesitan laboratorios. En los últimos años se ha fortalecido la tendencia hacia una integración en la cual el INIA pone los locales, pone toda la gestión sobre la base de sus técnicos laboratoristas, y el Estado por lo general –hay distintas formas– adquiere los equipamientos. Luego el INIA da los servicios al Estado de inspección, de control, con lo cual el Estado se saca de encima todo el problema de gestionar sus laboratorios. Eso lo hace el INIA, que está mucho más especializado, mucho más capacitado para hacerlo mejor. Por otro lado, los productores tienen laboratorios plenamente confiables desde el punto de vista técnico y que además no tienen un objetivo de lucro, sí cobran una tarifa que es algo para cubrir los costos. En definitiva se abarata el precio porque no está el componente de ganancia, y por otra parte el productor puede tener confianza en que le van a dar la información más seria y objetiva.

Todas estas actividades son cosas que se han ido desarrollando en los últimos años, que hacen más fluida y más eficiente en conjunto la interacción público-privado, que está en la base institucional del INIA.

RD - De todas formas está bárbaro que haya competencia privada, ayuda a que todos mejoren.

EC - Vamos a redondear todas estas consideraciones.

RD - Hay un tema pendiente que hemos tratado varias veces en las tertulias, el tema de si el agro agrega valor o no. Como que al ciudadano si no ve la soja convertida en aceite le parece que acá no pasó nada y son puros granitos, por poner un ejemplo. Entonces vamos a repasar cómo la investigación y la tecnología aplicada están colaborando e incorporando valor en los procesos productivos, pero con ejemplos bien concretos del día a día: un plato de arroz, un churrasco.

RI - En general existe la creencia de que solo existe la tecnología de productos, que para agregar valor hay que ir hacia un producto más elaborado. Pero también está la tecnología de procesos, que es hacer en forma más eficiente el mismo proceso. Yo reiteradas veces en la Tertulia he destacado que el sector agropecuario por definición agrega valor en los procesos y no en los productos, porque cuando se cambia de producto en general se deja de imputar a valor primario, pasa a ser industrial o de servicios.

Un par de ejemplos. Pasar de producir 3.000, 4.000 kilos de arroz por hectárea, que es lo que producen muchos países, a 8.000, como produce Uruguay y es récord mundial, además con la mejor atención del ambiente mediante los sistemas rotación-pasturas desarrollados en gran medida por INIA, agrega mucho más valor que exportar una parte del arroz en forma de croquetas, por decir algo. Porque el sector agropecuario –esto lo sabíamos intuitivamente todos, pero últimamente lo midió la Facultad de Ciencias Sociales en un trabajo muy importante– es por lejos el sector de la economía que tiene más efecto multiplicador hacia atrás, a todos los servicios de preproducción, etcétera, a la investigación, por ejemplo, y también hacia delante, a las industrias y los servicios vinculados.

EC - ¿Otro ejemplo?

RI - En casi todos los sectores. Pasar de 1.500 litros de leche que se producían hace 15 o 20 años a los 4.000 litros por hectárea que se producen ahora genera mucho más valor para el conjunto de la sociedad que si exportamos un poco más. Además se distribuye muy bien, porque por el efecto multiplicador genera empleo en la industria y en los servicios de todo tipo; amplía el ingreso y lo distribuye mejor. Eso tiene mucha más importancia desde el punto de vista de las cuentas nacionales que si exportamos un poco más de yogur. No quiere decir que no haya que intentar hacer lo otro, simplemente hay que entender que no es esencial, que lo esencial es ser más eficientes. La tecnología de procesos es una apuesta a hacer mejor lo que ya sabemos hacer y no ponernos a hacer cosas que no sabemos.

EC - Manejaste dos ejemplos en los cuales lo que se produce debido a la mejora en los procesos es un aumento de la productividad. Pero también podríamos agregar otros en los que se produce un aumento de la calidad del producto. Recién hablábamos de la carne, de ir a determinado tipo de carne, que después permite acceder a mercados más exigentes y que pagan mejores precios.

RI - Por supuesto, en los dos ejemplos que puse, el arroz es mejor ahora que antes, la leche es mucho mejor ahora que antes, la carne también. No va en desmedro de la calidad, en absoluto.

¿Qué pasa con la soja? La industrialización factible de la soja tiene gigantescas escalas de producción, porque el agregado de valor es mínimo. Y lo único que se hace es apartar el aceite para un lado y las proteínas para raciones para otro. Si pasamos a exportar soja con ese procesamiento tendríamos una enorme fábrica, totalmente robotizada, que generaría muy pocos empleos y muchos problemas en la comercialización. Porque después tenemos que exportar todo lo que se produzca de esos dos productos, que prácticamente son productos primarios, no vamos a traer las vacas lecheras de la India o de China a Uruguay. Tenemos que exportar, y el nivel de agregado de valor industrial es mínimo y quizás sea una restricción fuerte para la expansión de la producción primaria.

EF - En el mismo sentido, yo decía que el eslogan de la estación era la intensificación sustentable, y la intensificación no solo implica incrementos de la producción, cada vez es más agregado de valor que incremento de la productividad. El agregado de valor hoy pasa por muchas cosas y es el nicho que vemos para el Uruguay del futuro o eso que nuestro ministro suele llamar el "Uruguay agrointeligente", agregado de valor por el lado del cuidado de los recursos naturales –porque los mercados lo están valorando–, de la calidad del producto, la calidad intrínseca, que es en cuanto a las propiedades del propio producto (calidad alimenticia, nutricional), o la calidad extrínseca, que tiene que ver con los procesos en los cuales ese producto se produce. Pero hay otra cantidad de cosas que se han ido agregando cada vez más.

Una variable que de hecho apuesto a que se vaya desarrollando y es el agregado de valor que hace el propio vehículo tecnológico de por sí. La semilla de soja de por sí tiene un valor muy alto en cualquier mercado, esa semilla hoy es un vehículo tecnológico para llegar a muchos productos, y junto con ella van el manejo del cultivo, la fertilización; esa semilla implicó mejoramiento genético, implicó una cantidad de cosas. Uruguay en un momento exportaba muchas vacunas, del mismo modo, hay una cantidad de productos tecnológicos de tecnologías duras que Uruguay podría hoy desarrollar a partir del conocimiento no solo del INIA sino del sistema de conocimiento y de generación de tecnología, que puede tener un futuro importante.

RD - Llegó un mensaje que dice: "Sembrar en investigación es cosechar en progreso". Y como lo que más me interesa, como siempre, es dedicarme al público urbano o al que no está en el tema, ¿esto es progreso para el país en su conjunto o queda limitado al sector productivo?

FA - En la ganadería uno parte de un rodeo y produce animales de cero. Uno vende un novillo gordo, con todos los productos que da, y es todo valor agregado, porque partimos de un rodeo de vacas, gestamos un animal que no existía. No sé si llamarle valor agregado a eso o cómo.

Otro detalle, aparte de tratar de mejorar la eficiencia de los procesos, todo atrás tiene una ecuación económica, y nosotros vivimos de eso, entonces la jugada es combinar las dos cosas, producir más y que nos vaya mejor. Porque cualquier intensificación significa más riesgo, más inversión y más trabajo también.

AM - Lo mismo sucede con la lechería, estamos transformando energía y nutrientes en pasto y el pasto en leche, que después puede ser transformada en yogur o en lo que sea. Hace 25 años acá se producían 3.000 litros por hectárea y hoy se producen 10.000 y de una leche de mucho mejor calidad. Esa leche vale por la cantidad que aumentó y por la calidad. Los mercados que tiene Uruguay hoy son mucho mejores que los que tenía hace 20 años y el retorno de esa leche para el país es de un valor incalculable.

EC - Y además de que se produce más y mejor leche, se la produce en condiciones más sustentables. Todo el impacto ambiental de un tambo, que por décadas fue algo ignorado, relegado, pero que existía y traía sus problemas, es una materia en la que se ha empezado a trabajar en los últimos años. Ahora allí también se invierte, también se investiga, y por lo tanto estamos en condiciones de seguir en esta y en otras actividades de producción con mayor tranquilidad que antes.

RD - La propia intensificación obliga a que todo el cuidado del ambiente sea una de las materias pendientes.

RI - Todas las exigencias que vienen del exterior apuntan en el sentido de agregar valor. Si tenés que tener en cuenta el bienestar animal, si tenés que trazar los productos para que se pueda reproducir toda su vida, todos esos son agregados de valor que no necesariamente implican un cambio del producto.

EF - En la medida en que uno intenta intensificar tiene que tener claro que va a presionar cada vez más el recurso. Y el recurso no solo vale por el agregado de valor, vale como recurso que tenemos que sostener en el tiempo para seguir produciendo. En esa medida tienen que ir necesariamente de la mano ambos componentes en esta ecuación.

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EC - De la audiencia además de comentarios llegan consultas. Por ejemplo consulta Ricardo: "Soy de Juan Lacaze, trabajo en una granja de inclusión. Me interesa obtener información a propósito de producción lechera. ¿Cómo puedo hacer?".

EF - En la página web seguramente va a encontrar información, y en último caso que se comunique con nosotros, que vamos a tratar de solucionar lo que podamos.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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Folleto y tríptico de la conmemoración de los 100 años de La Estancuela

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¿Qué es INIA-La Estanzuela? Conversación entre Emiliano Cotelo y Rosanna Dellazoppa antes de dar inicio a La Tertulia Agropecuaria.

 

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Auspiciaron esta Tertulia Agropecuaria: AGROENFOQUE - UPM - ERRO - BPS