Cifras del MGAP

El Censo Agropecuario permite conocer más y mejor las dinámicas del campo uruguayo

El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) publicó el censo agropecuario realizado en 2011. Estos datos permiten conocer más a fondo el mapa del agro uruguayo. En una nueva edición de la Tertulia Agropecuaria, Emiliano Cotelo y Rosanna Dellazoppa analizaron junto al economista Mario Mondelli, director de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) del MGAP, estos nuevos datos que permiten tomar decisiones y tener un panorama más completo del país productivo.

(emitido a las 8.47 hs.)

EMILIANO COTELO:
¿Cuánto ha cambiado la dinámica productiva del agro uruguayo en una década? ¿Cómo se ha transformado el uso del suelo? ¿Qué variaciones hubo en la cantidad de gente que se dedica a estas tareas?

A fines de julio, el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP) publicó los datos del Censo Agropecuario 2011, una fotografía que no se tomaba desde el año 2000 y que permite tener una imagen mucho más nítida del campo uruguayo y de su evolución reciente.

Para conocer las principales novedades, recibimos al economista Mario Mondelli, director de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) del MGAP.
    
Empecemos por una pregunta básica: ¿por qué es importante un censo agropecuario y qué tipo de información permite conocer?

MARIO MONDELLI:
El censo lo hacemos cada 10 años y es clave por distintos motivos. Uno, nos permite ir a la población, a todos los productores, y constatar una cantidad de hipótesis o análisis que venimos haciendo a través de encuestas o distintos análisis sectoriales. Y nos da una comparación muy robusta entre 10 años de dos fotos completas, una radiografía total del país, de lo que está pasando a nivel de producción. Es muy importante también para después actualizar los marcos muestrales y las encuestas que se van a hacer a lo largo del tiempo. Y sobre todo para, a partir de esa foto que tenemos ahora de 2011, actualizar la forma en que abordamos y analizamos el sector agropecuario.

EC - ¿Qué implica el censo? ¿Se va establecimiento por establecimiento?

MM - Área rural por área rural, constatando si hay explotaciones agropecuarias. Explotaciones definidas como un predio, un productor con más de una hectárea y que tiene actividad productiva. Pasa en muchos casos que hay un predio de más de una hectárea que no tiene actividad productiva. En este censo se constata que hay un número muy importante de explotaciones que tienen actividades recreativas, chacras donde la gente vive o va los fines de semana, pero que no tienen actividad productiva. Luego también se indaga si tiene actividad comercial, ahí empieza la distinción entre explotaciones de autoconsumo, que son muy pocas, y explotaciones comerciales. No es predio por predio, se recorre todo el territorio constatando en cada área si hay actividad productiva y por lo tanto si hay una explotación agropecuaria censable.

EC - ¿Por qué recién ahora, en 2014, estamos conociendo los datos del Censo 2011?

MM - Hay distintas explicaciones. Primero, complicaciones importantes a nivel de campo, en este proceso de ir predio por predio, en la coordinación con el Ejército. Porque este año, a diferencia de lo que se hizo en el 2000, se llegó a los productores a través de los militares, coordinados o supervisados por personal contratado por DIEA (Dirección de Estadísticas Agropecuarias). Hubo complicaciones de campo, se extendió la parte de mapeo de las explotaciones y entrevista a los productores.

ROSANNA DELLAZOPPA:
¿Fue un cambio positivo eso? Porque a mí me tocó trabajar en el censo anterior.

MM - Quizás yo no sea el más indicado para evaluar, porque no estuve en esa parte, no tengo todos los elementos para hacer la comparación. El personal de DIEA sin duda es más idóneo.

Pero lo otro que explica que los resultados estén en el 2014 –y como funcionario del ministerio agradezco la pregunta– es que hubo todo un proceso después de chequeo de información que llevó mucho más tiempo de lo esperado, en parte por complicaciones de campo. Sin duda no son excusas y cuanto antes tuviéramos el censo, antes llegábamos a esto que decíamos de para qué queremos un censo. Pero lo tenemos hoy y estamos tratando de aprovecharlo lo más posible.

EC - Por otro lado, en teoría debió haberse hecho en el 2010, porque la pauta es un censo cada 10 años.

MM - Correcto, el anterior había sido en el 2000 y el anterior en 1990.

RD - Como director de Opypa, me imagino que el censo como foto de datos servirá para tomar decisiones, me imagino que al que más le sirve es al ministerio, al tener la foto del país productivo enfrente.

MM - No solo, también a los analistas. Hoy estamos trabajando de forma quizás mucho más articulada entre las oficinas asesoras, Opypa en el diseño de políticas y análisis económicos de los rubros, DIEA más especializada en la parte de reglamento e información, estamos trabajando mucho más articuladamente para aprovechar esa información. Y hay una apuesta a disponibilizar los microdatos para analistas que no necesariamente están dentro del ministerio, dentro de la órbita pública.

RD - Los productores no quieren mucho a los analistas en general, dicen que no están con los pies en la tierra. ¿A un productor para qué le serviría el censo?

MM - No a un productor, pero a los analistas que brindan servicios a los productores, que pueden afinar sus análisis de qué es lo que pasó en una región, qué actividades han cobrado importancia, cuáles son las escalas medias. Distintos aspectos que hacen al entorno competitivo de ese productor, sin duda le servirían.

EC - Vamos a los números. La superficie de suelo destinada a la explotación agropecuaria se redujo, pero parecería que poco, alrededor de 60.000 hectáreas en un total de 16.400.000, un 0,4%. No es una caída relevante, ¿no? ¿Ahí no hay nada que valga la pena comentar?

MM - Quizás cabe comentar que han aparecido muchas actividades que entran en el rubro explotaciones no censadas, predios, superficies que no tienen actividad productiva. Eso ha aumentado en los últimos 10 años, sobre todo en las zonas periurbanas.

EC - ¿De qué se trata?

MM - De actividades recreativas, chacras, actividades económicas en muchos casos, pero que no tienen vínculo con la producción agropecuaria. Pero están en una zona rural, predios que de repente antes eran usados para producción frutícola y hoy son lugares de descanso.

EC - En cuanto a los rubros de producción, ¿cómo varió el uso del suelo en ese período de 11 años?

MM - El censo nos permite constatar una serie de cambios que los analistas veníamos siguiendo, pero de una forma mucho más robusta. Primero constata una dinámica heterogénea. Este agro de cambios, dinámico, pujante, vinculado a cadenas agroexportadoras que han tenido una revolución, un cambio estructural en los últimos 10 años, no es la película de todos los rubros. Entonces lo primero que nos da es el cambio de uso del suelo, a qué destinamos la superficie y para qué. Da aumento de los cultivos agrícolas, claramente de los cultivos de secano; la superficie destinada a cultivo de arroz ha sido más o menos constante en los últimos 10 años, pero la superficie de los cultivos ha aumentado un 10% anual sostenidamente.

EC - Impactante: 10% anual.

MM - Equivale, después de 10 años, a un Soriano más. Volvemos a los niveles de agricultura de los 50, o sea que no es nuevo para el país, pero es un cambio radical.

EC - Lo mismo se da en la forestación.

MM - En la forestación, 400.000 hectáreas, también con un crecimiento sostenido del 10% anual en esos 10 años. Esto equivale a un Canelones forestado, pero claramente distribuido y sobre todo en departamentos que tienen suelos de menor aptitud agrícola.

La otra cara de la película, qué actividades cedieron área para la agricultura y la forestación: la ganadería, la principal actividad agropecuaria, se redujo en 1.300.000 hectáreas. La tasa es mucho menor, de 0,8% anual, porque la ganadería es mucho mayor. Eso equivale a un Paysandú que dejó de destinarse a la producción de ganado y pasó a destinarse a la producción de granos y forestal.

El otro rubro que cedió área fueron las actividades más intensivas, horticultura, fruticultura, que en estos 10 años se redujeron en 20.000 hectáreas. Esas 20.000 hectáreas en la comparación con los grandes rubros no parece algo muy importante, pero para esos rubros intensivos, con uso intensivo de mano de obra en áreas muy chicas, es una tasa de reducción de 2% anual sostenido. Es como la mitad de Montevideo que hoy no se destina más a la producción de horticultura y fruticultura.

RD - Detrás de eso hay gente, hay trabajo, hay trabajadores. ¿Por qué el punto fuerte está ahí en los de escala pequeña? ¿Son aspectos de competitividad?

MM - Cuando se va a la dinámica agropecuaria, agroindustrial de pujante desarrollo competitivo en los últimos años, como decía, es muy heterogéneo, los rubros más orientados al mercado interno han tenido un dinamismo muchísimo menor. Y no solo dinamismo productivo, la Encuesta de Innovación de ANII también constata que son rubros con menos innovación, con menos mejoras de productividad. Probablemente porque son rubros más vinculados al mercado interno, con menos oportunidades comerciales, menores márgenes y por lo tanto menor dinamismo. Cuando miramos ese dinamismo del agro tenemos que entender que hay películas un poco distintas.

RD - Cuando estuvo Zulma Gabard acá con el tema de la granja, yo le decía que la granja, estos rubros de escala más chica, son como la cenicienta del agro. Parecería que si el rubro no está dedicado al mercado externo, acá está condenado.

MM - No tiene por qué ser así. Depende un poco de la demanda de nosotros los uruguayos. Uruguay hoy está en un momento de bajo consumo de frutas y hortalizas, bajo comparado con los estándares internacionales y con las recomendaciones internacionales. Si los uruguayos pasamos a demandar y querer consumir más frutas y hortalizas, sin dudas esos rubros pueden dinamizarse, porque los ingresos de los uruguayos han mejorado mucho.

RD - Pero igual somos poquitos.

MM - Igual somos poquitos.

RD - Volviendo al punto del crecimiento de la agricultura y la forestación, esos crecimientos impactantes, ¿en el caso de la agricultura van específicamente de la mano de la soja? ¿Da para asustarse con eso o da para alegrarse? Porque un crecimiento de 10% anual consecutivamente es algo que abruma. Si lo miramos en árboles que son gigantescos, uno va por la ruta 5 y parece que en poco tiempo se te viene todo arriba.

EC - Sí, 10% anual creció la superficie dedicada a agricultura y 10% anual creció también la superficie de cada forestación.

MM - Yo me cuido de adjetivar si es bueno o malo. Creo que todo dinamismo es bienvenido en el sentido de que Uruguay tiene ventajas comparativas y en los últimos 10 años ha avanzado mucho. Si transformamos nuestras exportaciones en calorías, pasamos de alimentar en 2005 a 9 millones de personas a alimentar a 27 millones en 2013. Es un cambio muy llamativo a nivel internacional. Entonces es un dinamismo que es bienvenido porque atrás hay inversión e innovación y una cantidad de cambios.

Y también es contornable. La intensificación sin duda trae un montón de problemas asociados, y ha habido respuestas de política pública, la política de conservación de suelos, tratar de aprovechar las oportunidades sin hipotecar el futuro, por lo tanto garantizar que no hay erosión estructural y procesos irreversibles. Entonces, bienvenido, pero también es contornable, tampoco podemos decir que el mercado marca eso, por lo tanto seguimos en esa línea y aplaudimos el dinamismo.

EC - Pero si miramos ese crecimiento de la agricultura en suelo y lo desagregamos por cultivos, la soja tiene una presencia muy impactante, ¡creció 42% anual la superficie dedicada a la soja!

MM - La tasa de crecimiento es un poco engañosa porque había muy poca soja en el año 2000, entonces cualquier cosa comparada con el año 2000 en soja es un crecimiento en porcentaje muy elevado.

EC - El trigo creció 8% anual, el maíz 5% anual, el sorgo 11% anual y el arroz casi se queda, 0,3% de crecimiento anual. ¿Qué consideraciones te merecen esos números?

MM - Primero, no es solo soja, ha habido un aumento de trigo, de maíz, de sorgo. Eso es 2011, hoy 2014 o 2015, los incentivos y la política de conservación de suelos, que pone algunas restricciones o empuja hacia alternativas forrajeras u otros cultivos en la rotación agrícola, hacen que tengamos una agricultura más diversificada y no solo soja. Pero sin duda la soja ha sido el motor del cambio, por los precios, por los márgenes. Y asociado a eso la valorización de la tierra y por lo tanto todo el proceso que se dio, que hoy si sacás soja de la ecuación se complica económicamente.

RD - Es como con UPM y sin UPM.

MM - Exactamente. Pero no ha sido solo soja, los números lo indican. Y asociado a ello también hay una sinergia agricultura-ganadería, porque todo eso, maíz, sorgo, que ha aumentado sostenidamente, es más alimento para el ganado, es más intensificación en la ganadería. El rubro en que tenemos más para crecer, en que no tenemos techo, y tenemos una demanda internacional por proteína animal con precios sostenidos a lo largo del tiempo, entonces sin duda uno de los rubros en los que la suerte depende de nosotros.

RD - De la cadena, diría yo.

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RD - Mario comentaba que había habido una pequeña reducción del área de ganadería, pero que se compensó con aumentos de productividad. Quiero remarcar el concepto ese, que si hay un rubro en que tenemos un techo ilimitado es el de producción de carne, y también está aumentando el tema de la comida. Pero sabemos que está este problemita que hemos tratado varias veces de la confianza interna en la cadena. A ver si podemos seguir insistiendo con ese mensaje, que los uruguayos entiendan que la ecuación ganar-ganar en eso es fundamental.

EC - Veíamos que la superficie total dedicada a la actividad agropecuaria prácticamente no tuvo variación en estos 11 años que considera el censo. En cambio, sí hay una reducción sensible en la cantidad de explotaciones, en el año 2000 teníamos 57.131 y en 2011 fueron censadas 44.781. Hubo una caída de 22% en la cantidad de explotaciones. ¿Qué se puede decir de esa variante?

MM - La comparación entre los dos censos nos da una reducción del número de explotaciones. Era algo esperable, podemos discutir la magnitud. En esas 12.350 explotaciones menos hay dos situaciones muy distintas. Unas son las explotaciones comerciales y otras son las explotaciones de autoconsumo, hay que separarlas porque los factores que afectan a unas y otras en la reducción cambian completamente. Las comerciales se reducen 21%, son 10.800 menos, y las de autoconsumo se reducen en mayor intensidad, 32%, pasan de 5.000 a 3.400.

Pero lo que no aparece en ninguno de los dos casos es algo que se constató en este censo por primera vez, que son las explotaciones no censadas, porque no entran en la definición. Vemos un predio que tiene una casa, entramos a ver si tenemos que entrevistar y no tiene actividad productiva o tiene menos de una hectárea, pero sobre todo no tiene actividad productiva. Esas son 9.087. Tenemos dos fotos, no sabemos si de esas 57.000 algunas pasaron a esas 9.000. De nuevo, lo que pasó, sobre todo en las zonas cercanas a Montevideo, cercanas a las ciudades, es que ha habido una presión muy fuerte por los espacios recreativos, por las chacras de fines de semana. En el censo anterior figuraban como actividad productiva y hoy aparecen como una explotación no censada.

EC - Da para todo un análisis aparte.

RD - Además es una tendencia en el interior también ir a vivir en la zona periurbana.

EC - El mensaje es que por lo menos se achica la distancia entre el campo y la ciudad, hay más gente urbana que ve con gusto la posibilidad de pasar sus ratos libres en el campo. No produce, pero por lo menos sorteó la barrera.

RD - Capaz que se tienta después, una quintita.

MM - Ese es un mensaje. El otro es que la comparación del número de explotaciones es vidrioso, no podemos rápidamente llegar a conclusiones, nos da algunos indicios pero tenemos que ensuciarnos un poco las manos y entrar a analizar. No digo que no haya que hacerla, pero esas 12.300 explotaciones menos no nos dicen demasiado.

Aprovecho para hacer una comparación internacional, porque esto es un proceso de consolidación natural que ha tenido Uruguay en los censos anteriores y que se da a nivel internacional. La escala se va consolidando, el número de explotaciones se va reduciendo. Si miramos las dos puntas, 1990 y 2011, Uruguay ha tenido una reducción sostenida de 1% anual, unas 500 explotaciones se reducen de forma sostenida. (Pongo 1990 y 2011 porque son más comparables en términos de cómo se llegó al productor, en el 90 con la policía, en 2011 con los militares, entonces no tenemos un ruido metodológico, de cómo se llegó a los productores, de cómo se hizo el censo, que podría haber afectado el número de explotaciones que aparecen después registradas.) En la comparación internacional, Chile en los últimos 10 años tuvo una reducción de 1,5%, Argentina un poco más arriba del 3%. Estamos alineados, quizás con una tasa un poquito por debajo. Y sin duda la presión de las zonas urbanas o periurbanas explica gran parte de la reducción, sobre todo en las explotaciones de tamaño muy chico.

EC - Se va a establecimientos más grandes, esa es una tendencia.

MM - Yo diría que hay dos películas completamente distintas en esto de explicar la reducción de explotaciones. Hay una película que tiene que ver con explotaciones muy chiquitas, de 1 a 4 y de 5 a 9 hectáreas, de esa reducción de explotaciones 49% tiene menos de 10 hectáreas y 68% tiene menos de 20 hectáreas. Ahí tenemos gran parte del fenómeno. Luego tenemos procesos de consolidación de escala de 50 a 100 hectáreas en rubros más vinculados a las cadenas agroexportadoras, que es otra película totalmente distinta, con procesos y dinámicas distintos.

La reducción en los rubros intensivos está muy concentrada en Canelones, el 24% de las explotaciones que se reducen en número están en Canelones. Esa reducción está asociada a los rubros más intensivos. Sobre todo a la horticultura, que se reduce en área de forma sostenida y explica gran parte del fenómeno. Sobre todo explotaciones de 1 a 4 hectáreas, que en el censo de 2000 aparecieron como que producían algo, pero hoy el costo oportunidad de producir ese algo es mucho mayor, porque la tierra vale más, hay alguien que puede sacarle mayor usufructo, y se obtiene mayor bienestar viviendo ahí simplemente, no produciendo nada. O trabajando afuera, que de alguna forma mejora la ecuación y el productor gana más que produciendo en 2 hectáreas.

Además son rubros muy intensivos en mano de obra, por lo tanto dependen mucho de la mano de obra. En la película de Uruguay 2005 hacia acá, de mayor bienestar, mayor empleo, aumento de los salarios muy importante, a estos rubros les cuesta mucho competir, porque necesitás mano de obra zafral, que tiene que estar cuando la vas a buscar, y cuando hay bajo desempleo es escasa.

Por esos factores sobre todo productores de explotaciones muy chiquitas, muy desalineadas de la escala más o menos adecuada para armar una actividad, que tenían alguna actividad de fin de semana, quizás optaron por convertirse a otra actividad o trabajar fuera del predio. Esa es una parte de la película muy distinta, con factores distintos. La presión cerca de Montevideo y de Canelones les juega en contra, porque hay mayor demanda de esas tierras para recreación, y además hay mayor demanda de mano de obra en otras actividades.

En el censo no podemos comparar "esta explotación estaba en el 2000 y en el 2011 no está";, no podemos hacer ese seguimiento como si fuese un panel en el que vemos qué pasó con cada individuo. Pero el otro rubro en que se reduce la actividad es la ganadería. Hay una pregunta en el censo que es "¿Cuál es el rubro principal?";. Ahí ganadería, después de horticultura y fruticultura, es el rubro que aparece con una mayor reducción, de explotaciones que dicen "ganadería es mi rubro principal";. ¿Esto quiere decir que salieron de la actividad agropecuaria? No necesariamente. Hay competencia entre rubros, antes había un productor ganadero-agrícola cuyo rubro principal era la ganadería, hoy es más agrícolo-ganadero y su rubro principal es la agricultura.

RD - Cuando hablás de rubro principal, ¿lo medís en función de ingresos?

MM - De dónde vienen sus ingresos. Sobre todo en departamentos más ganaderos, como Artigas, Cerro Largo, Treinta y Tres, Rocha, aparece una tasa de reducción de las escalas de 50, 100, 150 hectáreas del 8-10% entre los dos censos. Uno diría que ahí hay otro factor; la competencia entre rubros sin duda es uno, los procesos de consolidación de escala…

EC - Sí, por ejemplo los pulls de siembra, que en buena medida se producen adquiriendo tierras. Otra variante es arrendar, pero una es agregar tierra. Y en la forestación es lo mismo, empresas que tienen grandes extensiones han ido acumulando establecimientos.

MM - Exacto.

EC - Otro aspecto que también se refleja en el censo es el incremento de la especialización productiva, con el aumento a su vez de la contratación de servicios especializados (siembra, cosecha). ¿Qué fue lo que encontraron sobre este punto concretamente?

MM - Ese es uno de los aspectos más relevantes que constata el censo, porque en este nuevo agro, más dinámico, sin duda hay cambios organizacionales que a veces son muy difíciles de relevar. Y en esta comparación tenemos algunos indicadores robustos que nos dicen que algo cambió mucho. La especialización productiva medida como el porcentaje de explotaciones que contratan servicios. Ya no es aquel productor que era dueño de la tierra, dueño de la maquinaria y hacía toda la actividad productiva él mismo, sino que ahora probablemente arrienda más –esto tiene algún modelo de arrendamiento o de medianería– y contrata muchos de los servicios.

Eso aumentó mucho, la proporción de explotaciones que contratan servicios fitosanitarios se multiplicó por tres, cosecha aumentó 60%, reservas forrajeras 74%, laboreo y siembra 5%. Noten que no es solo agricultura, reservas forrajeras está más asociado a ganadería. Hubo un dinamismo organizacional, las explotaciones son más especializadas, eso tensiona mucho la visión de medir la dinámica del agro a través del número de explotaciones. Antes uno podía ver que había una explotación comandando todos los recursos, hoy capaz que tenemos tres o cuatro.

RD - Es como una red.

MM - Es como una red. A los analistas los tensiona completamente: ¿cómo medimos?, ¿aumentó o bajó el número de empresas vinculadas al agro? Es un cambio bienvenido, y es un desafío muy grande analizarlo, porque es más especializado. ¿Quién es el productor? ¿Es el que contrata y es el nodo de esa red? Probablemente, pero de repente no es dueño de muchos de los factores de producción, no es dueño de la maquinaria.

RD - La figura del contratista, como se dice ahora, ¿es una figura nueva de estos últimos 10 años o es una figura que adquiere otra relevancia en la revolución de estos 10 años?

MM - Creo que ha adquirido otra relevancia. No olvidemos el cambio de ganadería hacia agricultura como rubro principal. Entonces cambia completamente esa especialización de contratista, de intermediario. Lo otro que cambia y queda constatado en el censo es el número de explotaciones que declaran servicios agropecuarios como la principal fuente de ingreso. Eso aumenta de forma muy importante. De pronto una explotación que tenía problemas de escala pero tenía ventajas, habilidades comparativas en brindar servicios, hoy no tiene sus ingresos principales por el lado de la producción de granos o la producción de lo que hacía, sino por el lado de brindar servicios a otros productores. Eso habla de la especialización productiva.

RD - Incluso se han dado casos de dueños de establecimientos que han ayudado a los que tienen el know-how de siembra, de aplicación, etcétera, a adquirir maquinaria para que formen su propia empresita y den servicios. Ha habido modalidades de asociación bien interesantes.

MM - Es aprovechar las ventajas de la especialización, que están sumamente documentadas en economía. Y el agro –está documentado en muchos artículos– como el último bastión de las empresas familiares. Todos los sectores han ido migrando hacia modelos más empresariales, más especializados, y en el agro en los últimos 10 años hay mucho de eso.

RD - Afloró.

MM - Muy heterogéneo, no en todos los sectores.

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EC - Esos cambios que el censo ha encontrado y que ya más o menos conocíamos –el incremento de la especialización productiva, las formas de organización en el agro uruguayo– tienen su correlato en lo que podemos analizar por el lado de la mano de obra, el conjunto de personas que se dedican a la actividad agropecuaria. ¿Qué dicen los números?

MM - Esta es una pregunta muy importante, primero por la importancia del agro en el sentido del empleo, y sobre todo por cómo abordamos el empleo del agro. Tenemos una visión tradicional de trabajadores permanentes y trabajadores zafrales, que convertimos para poder compararlos. La comparación 2000-2011 da que ha habido una reducción de 27% de empleados permanentes vinculados a una explotación agropecuaria. Y un aumento de 15% de zafrales equivalentes (transformamos 250 jornales en empleo permanente). Ahí tenemos un proceso distinto, hay mayor contratación zafral en este período y se reducen los permanentes.

EC - ¿Qué se considera trabajador permanente? El que se desempeña de manera permanente en una estancia. ¿Y también el que trabaja en una empresa que vende servicios, por ejemplo servicios de cosecha, servicios de siembra? ¿Cómo es eso?

MM - A eso iba, y eso es justamente el talón de Aquiles de este análisis del empleo del agro. Lo que cambió la dinámica es la especialización. Entonces el número de empresas vinculadas a la producción agropecuaria aumentó, hay empresas que se especializan en vender servicios. Eso no aparece documentado en esta comparación, sería una tercería categoría. Tenemos los permanentes, el productor contrata un empleado permanentemente, está en caja y trabaja todo el año. Después tenemos los zafrales, en muchas actividades tienen que contratar zafrales por sus propias actividades. Y tendríamos que sumar los empleados vinculados a empresas de servicios en la producción agropecuaria, servicios de siembra, de aplicaciones, de cosecha.

EC - ¿Estos últimos no están registrados?

MM - Estos últimos no están registrados, porque al productor se le pregunta sobre lo que él puede controlar: yo controlo mis empleados permanentes, controlo los zafrales y luego contrato empresas que vienen y hacen el servicio. Parte de la especialización productiva nos tensiona la forma de medir la evolución del empleo.

RD - ¿Habría que censarlos a esos?

MM - Podríamos censarlos, pero no sabemos si el productor es el más idóneo para responder esas preguntas; probablemente tengamos que ir a las empresas de servicios. Insisto, para mí eso es la caja negra hoy del dinamismo del agro, todas las empresas de servicios vinculadas al sector agropecuario que se han dinamizado fuertemente que con este abordaje más de censo de producción, censo de industrias, no lo estamos viendo.

RD - No estamos siendo justos entonces con los resultados positivos de la revolución.

MM - No lo estamos pudiendo cuantificar en la medida y analizar en el grado que necesitaríamos. Pero para la Encuesta Continua de Hogares –y acá los analistas empezamos a triangular la información– no importa si sos productor, va y encuesta a personas, dónde trabajan, entonces ahí podemos saber cuántos trabajan en empresas que venden servicios a la actividad de producción.

En Opypa hemos computado esa información y eran 7.500 personas en el 2011. Es un equivalente a la mano de obra zafral que aparece en el censo, que sin duda ha aumentado. Podemos coincidir en que la cuenta neta de cuánto es el empleo del agro ha disminuido, pero no en la medida en que podemos concluir si solamente consideramos los permanentes y los zafrales.

Otras estimaciones dicen que el agro emplea 9% de la población económicamente activa y la agroindustria 8%. Si sumamos esos dos, son 17%. Sin duda dos actividades muy importantes. Y estamos subestimando algunos otros servicios que no son los tradicionales, los que brindan empresas más especializadas en tecnología, software, información, que también están vinculadas al agro pero están clasificadas en otras ramas de la economía.

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RD - Para ustedes que están por dentro no solo de los números, los análisis, sino también recorriendo el país, todo este movimiento de los últimos 10 años, con aumentos y descensos, como resumen final, ¿sigue siendo un saldo positivo para el país?

MM - Yo diría que extremadamente positivo. Lo que pasó en el agro en los últimos 10 años es algo que muchos de los que estamos en el área no nos animábamos a imaginar, a soñar en el 2000, en el 95. Para el país es muy importante, hoy tenemos un agro dinámico, que aumentó muchísimo su productividad, sus innovaciones, sus inversiones. Es un sector que a la luz de los indicadores de innovación queda muy bien comparado con otros sectores que visualizamos como mucho más innovadores, el agro ha mostrado en los últimos 10 años una capacidad de innovación y de inversión muy importante

Todas las actividades agropecuarias y agroindustriales están hoy insertas en un segmento internacional de comercio muy dinámico, en el que aumentan los precios, las perspectivas son de mejora. Eso para el Uruguay es muy importante. Nunca estuvimos insertos con nuestra matriz de exportaciones en un segmento tan dinámico y con tan buenas perspectivas hacia delante. Uruguay además es un país chico con enormes oportunidades de pasar a cosas como agregado de valor, nichos, etcétera. La plataforma sobre la cual hemos avanzado sirve para mucho más. En ese sentido los cambios son bienvenidos.

Sin duda es heterogéneo y hay que reconocer las heterogeneidades. Los rubros más orientados al mercado interno tienen una dinámica distinta, tienen problemas específicos, por lo tanto demandan políticas activas, que hoy no hablamos de ello pero son un capítulo muy importante en cómo contornamos lo que no es tan positivo en esta dinámica de los últimos 10 años.

EC - Mario introdujo un término que yo no había escuchado nunca: contornar. ¿Qué es ese verbo, de dónde lo sacaron?

MM - La verdad es que no tengo una respuesta clara.

EC - ¿Cómo lo traducimos?

MM - Yo a lo largo de mi formación pasé por Brasil, por Estados Unidos, y he adoptado algunos términos que a veces no sé de qué lengua vienen. Tiene que ver con dar respuesta a los factores que son relevantes y acuciantes.

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Transcripción: María Lila Ltaif