(emitido a las 10.11 hs.)

ROSARIO CASTELLANOS:
"Queremos que la cultura sea el camino para que Uruguay se transforme en el mejor lugar del mundo para vivir".

¿Quién dijo esto?

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RC - La frase la pronunció días atrás Gerardo Grieco al presentar la Tecnicatura en Gestión Cultural del Claeh (Centro Latinoamericano de Economía Humana), que comenzará en agosto próximo y estará bajo su dirección.

¿Cuánto incide esta profesión en el desarrollo cultural de una sociedad? ¿Cuál es la función del gestor cultural en el día a día? ¿Los uruguayos participan más en los espacios culturales a partir de esta mayor profesionalidad?

Estamos en comunicación con Gerardo Grieco, director general del Teatro Solís y quien dirigirá esta Tecnicatura en Gestión Cultural en la Facultad de la Cultura del Claeh.

Por supuesto que estamos mucho más acostumbrados que hace unos años a esto de pensar en gestores culturales, porque es relativamente reciente: una licenciatura desde el año pasado en el propio Claeh, los cursos anteriores que se brindaron en la Fundación Itaú, una iniciativa de Thomas Lowy hace algunos años. Pero como profesión hasta no hace mucho tiempo ni siquiera se sentía necesaria.

GERARDO GRIECO:
Es una profesión bastante reciente. Desde los años noventa esta profesión se ha ido desarrollando en algunas ciudades de referencia, como Barcelona, Berlín, Londres, Nueva York, Los Ángeles. Hoy es indispensable para el proyecto de país de Uruguay del siglo XXI mejorar el nivel de la gestión cultural.

RC - Para lograr eso hay que entender cuál es el rol que tienen estos gestores culturales hoy, la gente debe entender por qué no se puede improvisar más en materia de cultura.

GG - Hoy estos profesionales integran todos los equipos de las empresas culturales, de las editoriales, de los centros culturales, museos y teatros. Para mí –sin ofender a nadie–, hoy es inaceptable que un museo o un teatro, por ejemplo, tenga al frente a funcionarios administrativos que fueron trasladados por un motivo u otro y terminan ocupándose durante años de la gestión de esos centros culturales o de algunas empresas de generación de contenidos culturales que no tienen profesionales y técnicos en gestión cultural en sus equipos de conducción.

RC - ¿Qué es lo que agrega la profesionalidad a la gestión?

GG - Le agrega calidad a toda la gestión, responsabilidad a la generación de contenidos y calidad a los servicios y a las empresas culturales. Es notoria la diferencia entre un teatro gestionado por equipos de idóneos profesionales y técnicos en gestión cultural y un teatro que no lo tiene.

RC - Por ejemplo, ¿qué te aportó a ti para la gestión ya sea de la Sala Zitarrosa o del Teatro Solís el hecho de haber tenido formación en la materia?

GG - Sin temor a equivocarme, el éxito principal en ambos casos es que nos permitió generar equipos de idóneos y profesionales formados en la materia. Los resultados están a la vista.

RC - ¿Qué hacen estos equipos? En el manejo de salas, como es tu caso, ¿qué es lo que hace un equipo para que el Solís tenga hoy por hoy una programación determinada? ¿Cuánto hay de proyecto y no de improvisación en esto que ustedes están haciendo y cómo se va agarrando una cosa con otra?

GG - De eso se trata, de una gestión planificada y profesional que requiere de un grado de especialización enorme. Por ejemplo, un hospital que no tiene profesionales y médicos especializados en la gestión no funciona bien. Hago esta comparación para que la gente que nos está escuchando comprenda lo complejo de lo que estamos hablando, gestionar un centro cultural o gestionar una empresa cultural no es una materia sencilla, por eso este tipo de formaciones y capacitaciones hacen al mundo contemporáneo.

RC - El ejemplo me sirve: un excelente médico puede ser un mal administrador de un hospital, pero alguno puede pensar que la sola condición de ser alguien vinculado a la actividad que se desarrolla en un teatro o en cualquier rama de la cultura, un artista plástico, puede garantizar, por el solo hecho de serlo, una gestión al frente de un museo.

GG - Esta no es una profesión para artistas, es una profesión de gestión. Si bien hay estupendos artistas que después desarrollan esta profesión de gestión cultural o de administración de las artes, es una especialización en sí misma dedicada a gestores culturales, a veces a licenciados de otras ramas de comunicación y marketing que tienen vocación de trabajar en el sector y se profesionalizan. En el ejemplo del hospital, lo complejo de ese sistema necesita un estupendo cirujano para operar y un estupendo administrador para organizar. En un teatro o en la gestión de cultura o en la administración de las artes necesitás estupendos artistas, que afortunadamente tenemos muchos, y estupendos profesionales en la gestión para organizar el desarrollo de esos talentos y el desarrollo de contenidos, no solamente artistas. Este tipo de profesiones involucra también a editoriales, productoras, agencias de publicidad, medios de comunicación, ¿por qué no? En el mundo desarrollado los técnicos y licenciados en gestión cultural integran los equipos de este tipo de empresas.

RC - Parece mucho más fácil entender cómo se puede manejar una estructura más clásicamente considerada cultura, como un teatro o un museo, pero tú aplicas el concepto a cualquier empresa, en el manejo hasta de su propia imagen.

GG - Exactamente, hoy en día es una de las técnicas más desarrolladas en las ciudades de referencia.

RC - Poneme un ejemplo.

GG - Un medio de comunicación que genera contenidos culturales, que difunde valores, que genera líneas estéticas a veces necesita –y no se da cuenta– de este integrante en los equipos. Hoy todo funciona con equipos, los equipos interdisciplinarios necesitan cada día más acuciantemente profesionales de la gestión cultural. Tenemos la demostración en algunos ejemplos notables de desarrollo de algunas empresas culturales de internet o de audiovisuales o de cine o de contenidos para América Latina y el mundo que han desarrollado incluso videojuegos. En todo ese sector se están desarrollando estas profesiones como mercado de trabajo, la inserción laboral es inmediata en esos terrenos. Otro aspecto que también tiene que ver con estas formaciones es el emprendedurismo cultural, que es llevar adelante proyectos innovadores de contenidos diversos. El ejemplo de videojuegos que recién te daba es magnífico, son empresas culturales que desarrollan capacidades y mercados que inmediatamente impactan muchísimo en la región y están generando unas prácticas interesantísimas.

RC - Supongo que todo esto no es porque sí, que la gestión no es simplemente por la gestión en sí misma, sino que se procura que más gente se involucre en espacios culturales o en actividades culturales. ¿Qué tan exigente es el público uruguayo como para pensar que cada vez hay que darle mayor calidad en todos los aspectos?

GG - El público uruguayo y el mundial son cada día más exigentes, tenemos mayor facilidad de acceso a la información, y eso nos permite comparar inmediatamente. Esto nos hace hoy competir en el mundo, ya no es un problema en el barrio. Hoy el servicio cultural que uno ofrezca en el sector público o en el privado tiene una comparación inmediata con referentes mundiales, no ya con el vecino. Eso no es un fenómeno solamente uruguayo, es un fenómeno bastante global, lo que nos pone un listón de exigencia muy alto.

RC - En determinados ámbitos se pensaba que comercializar el arte estaba reñido con su propia esencia. ¿Se ha logrado vencer ese prejuicio en los artistas y convertirlos en verdaderas empresas gestoras de su propio producto cultural?

GG - Algunos sí. Hay algunos ejemplos formidables de eso y en general son los que han logrado integrar equipos más multidisciplinarios. Hoy el éxito es un problema, está muy sobrevalorado: el ponerle a la figura, al individuo, demasiado peso, cuando lo que importa más en el siglo XXI son los equipos, las instituciones y la inteligencia colectiva. Yo apostaría más para ese lado, si no, termina todo el peso en la figura de la estrella; este sistema de estrellas está muy bien para la venta comercial de algunas cosas, pero está muy mal para los resultados de contenidos, está un poquito sobrevalorada esa parte del éxito.

RC - Eso queda demostrado apenas uno lee el listado de los seminarios y laboratorios y las figuras que están previstas, que uno podría pensar en qué medida se han incorporado a este tipo de filosofía. Un Rubén Rada, un Jaime Roos, un Jorge Schellemberg o un Fernando Cabrera dejaron de lado un concepto que hoy por hoy es anticuado.

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RC - El Claeh ya tenía una licenciatura, y ahora la novedad es esta Tecnicatura en Gestión Cultural que comienza en el mes de agosto. ¿Con qué tipo de formación van a egresar estos técnicos en formación cultural?

GG - El Claeh es un equipo de gente formidable; me siento muy honrado de ser un docente más entre esta gente tan calificada. Ya es el segundo año que la Licenciatura en Gestión Cultural está en marcha, es una licenciatura, una carrera de grado, y lanzamos esta tecnicatura en agosto. Es una carrera corta, son dos años nada más de carrera, con unos 30 docentes, todos profesionales de altísima referencia, y el objetivo es formar técnicos en gestión cultural ya más hacia el campo.

RC - ¿Qué materias abarca la tecnicatura?

GG - Son cinco ejes de materias. La principal es Gestión Cultural, que va a recorrer todos los módulos de actividad en el campo de la gestión cultural contemporánea; va acompañada de una línea de Administración, manual del emprendedor, plan de negocios, gestión humana, impuestos y materias de todo lo que se tiene que saber para hacer un proyecto cultural en el terreno. Otra línea es Comunicación y Marketing Cultural, y otra línea es Cultura y Economía, dónde estás parado y lo que hay que saber de economía para actuar en el mundo.

RC - Y para poder vivir de ello. En este caso ustedes tienen un público al que van a tender preferentemente, están pensando en determinadas personas en particular. ¿Se exige algún tipo de preparación curricular previa, o simplemente alguna experiencia?

GG - Se pide el liceo terminado, nada más, pero en general la tecnicatura está orientada a gente o que ya trabaja o que tiene algún tipo de experiencia o que tiene ganas de dedicarse a este sector, de trabajar en este sector e involucrarse en esta rama de la actividad por vocación.

RC - ¿Quiénes pueden ser, por ejemplo?

GG - Entre los hasta ahora inscritos hay varios perfiles, hay algunos licenciados de otras ramas que quieren tomar esta tecnicatura como si fuera un posgrado; hay gente que ya está trabajando en el sector, en productoras, en museos, en centros culturales, que quiere validar sus conocimientos, capacitarse y mejorar su nivel de carrera y de desarrollo, y hay otros que son emprendedores, gente que tiene un proyecto, una idea, ganas de hacer un proyecto cultural y que en una carrera corta de estas, concentrada, consigue las herramientas para hacerlo.

RC - Por ejemplo, esta es una herramienta para alguien que pretende convertirse en productor de ofertas culturales, ya sea espectáculos, muestras o lo que sea, le puede servir para hacer un proyecto sustentable.

GG - Absolutamente, y garantizado.

RC - Dos años, seis semestres, ¿y con qué régimen horario?

GG - Clases de noche básicamente, de 19 a 23 horas, martes y miércoles.

RC - Dos veces por semana en horario nocturno.

GG - En horario nocturno, para que todo el mundo que trabaja o estudia también pueda hacerlo. Más algunas horas de laboratorio y algunas exploraciones, más las prácticas y algunos seminarios en agendas opcionales.

RC - ¿Cómo se culmina?

GG - Se culmina con un proyecto de práctica terminado como para la vida real.

RC - Y aplicable a una realidad concreta aquí en Uruguay, por ejemplo a partir de una determinada pasantía o asociándose a un proyecto ya existente.

GG - Exactamente, o a una idea nueva que quedará a nivel de puesta en marcha.

RC - ¿Todavía hay tiempo para inscribirse?

GG - Sí, esto comienza el 16 de agosto, están abiertas las inscripciones en el mismo Claeh, de 14 a 19 horas todos los días. Allí se agendan entrevistas y se atienden consultas.

RC - ¿Dónde?

GG - En Zelmar Michelini y Canelones, en el Claeh, en los teléfonos o en la web, www.cultura.claeh.edu.uy.

RC - Supongo que hay cupos limitados.

GG - Sí, eso también es importante, un buen ambiente de aprendizaje requiere de grupos pequeños. El Claeh es un instituto universitario bien lindo, yo a veces digo que casi es un relato de Uruguay: pequeña escala y alta calidad, ese es el lema.

RC - O del Uruguay posible, deseable.

GG - Es una oportunidad de Uruguay, estas ciudades de escala humana, de pequeña escala, que no somos unos mercados gigantes vamos a tener en este siglo una oportunidad increíble de ser el mejor lugar del mundo para vivir.

RC - Vas a terminar con la frase con la cual yo comencé. Me gustaría que profundizaras en esa idea: en qué medida la cultura puede transformarnos en el mejor lugar del mundo para vivir.

GG - Suena como un eslogan, pero sinceramente no creemos que sea un eslogan.

RC - Yo lo suscribo.

GG - El tema es que con esta pequeña escala, tan abarcable, tan humana, ciudades como las nuestras, países como el nuestro si nos desarrollamos y mejoramos mucho el nivel de gestión cultural tenemos la oportunidad de ser de verdad de los mejores lugares del mundo para vivir, para vivir una vida plena de ser humano.

RC - De satisfacción, a partir del enriquecimiento cultural.

GG - Esa vida plena solamente se puede dar en lugares como el nuestro, tenemos una oportunidad magnífica. Y a su vez creemos sinceramente que es una condición indispensable, por supuesto que no suficiente, pero indispensable, que el nivel de la gestión cultural, las políticas culturales, la actividad y la generación de contenidos culturales mejore sosteniblemente. No es pensable que el turismo se siga desarrollando, que el Uruguay se siga desarrollando si no mejoramos muchísimo el nivel de la gestión cultural.

RC - Para incidir directamente en la calidad de vida de la gente.

GG - Absolutamente.

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Transcripción: María Lila Ltaif
Foto: elpersiretratos.blogspot.com