Al coste de producción -unos 44 millones de dólares- hay que sumar el de promoción del filme y los gastos asociados a la actualización y cambios en su sistema informático, señalan analistas citados por The Hollywood Reporter.

Una cifra que aumentará con las demandas que ya han empezado a interponer extrabajadores de la compañía por la filtración de sus datos personales. 

Pero no se trata solo de un daño económico, ya que el valor de los estudios podría caer mucho más debido a la falta de confianza por la gestión que está realizando de la crisis, especialmente después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, criticara la cancelación del estreno navideño del filme.

Además, al cierre de la bolsa el pasado viernes, las acciones de Sony acumulaban una caída del 4,9% desde que se hizo público el ataque a su web, el 24 de noviembre.

Unos problemas que se unen a las dificultades empresariales que está atravesando la compañía desde hace meses debido a la presión del inversor Daniel Loeb, que quería hacerse con parte de los estudios.