Crónica

"La Tabaré 30 años", a través del ojo de un fan

En esta crónica los invito a revivir el espectáculo del pasado miércoles 22 de abril desde la óptica de un fan. Un fan que, además, cumplió el sueño de tocar la guitarra en La Tabaré, en una época muy fermental y furiosa de la carrera de la banda.

Por Gabriel Brikman.

La vez pasada me lo perdí. El mismo día que KISS se presentaba en Uruguay, también tocaba La Tabaré. Y… era complicado en un aspecto para mí, y a la vez, sencillo por otro lado.

KISS me acompañó toda mi vida en calidad de fan, pero La Tabaré fue la primera gran banda en la que toqué (1992-1993).

Rivero tuvo la deferencia de invitarme a subir al escenario, como forma de alargar esos puentes que a veces, por exceso de pasión y ego, los músicos tendemos a dinamitar. El mismo Tabaré me comentó: "sé que toca KISS y no vas a poder ir". La tenía clara. Si el universo me hubiese dado el don de la ubicuidad, como al Conde de Saint Germain, ese sábado 18 de octubre hubiese estado presente viendo a KISS en el Parque Central, a La Tabaré en Bluzz Live, y a Trotsky Vengarán en Montevideo Music Box.

Pasado ese fin de semana, veo que la banda repetirá el mismo espectáculo. Esta vez, me pongo en contacto con Tabaré Rivero y le aviso que asistiré al show.

La previa

La expectativa era bastante menor a la del sábado 18 de abril. Repetir un show un día de semana no es para todo el mundo, y menos siendo un miércoles. Carlos Correa, uno de los responsables de Bluzz Live, me comentaba que, dado el éxito del sábado, ellos apostaban conjuntamente con el artista a que hubiera un correcto marco de público.

Llegadas las 22 horas, en la esquina de Daniel Muñoz y Defensa (donde hace muchos años era "La Barraca"), la gente empezó a aparecer, lentamente, bien a lo uruguayo... "sobre el pucho". La banda lo sabía... por lo que se le dio el "changüí" a los rezagados.

Asi que a las 22:30, con un muy buen marco de público y sin banda soporte, la Tabaré subió al escenario. Y comenzó mi segundo viaje en el tiempo.

El show

Les confieso que tenía un poco de incertidumbre, y hasta miedo. No me fui bien de la banda. Volverlos a ver, luego de toda su camaleónica carrera que llegó a renegar del rock, era para mi un desafío muy fuerte. ¿Cómo sonarán esas canciones? ¿Le dará la nafta a esta Tabaré para ponerse el traje de "Rocanrol del arrabal"? ¿Explotarán con los riffs de "Placeres del Sadomusiquismo"?

Y le dio. Fue un fue una "Patada en el bajo beat" (canción del Sigue Siendo Rocanrol / Orfeo 1987). Me ganaron esa pulseada.

El arranque fue demoledor. Comenzar con "Desde el chiquero" (Placeres del Sadomusiquismo / 1992) no es un comienzo cualquiera. Es "plantar bandera" sónica e ideológica. Una reivindicación de esos años que por suerte está intacta.

Con el partido iniciado, ganando 1 a 0, siguieron por la misma línea con otro hit de su tercer álbum: "Las raíces desteñidas" (Placeres del Sadomusiquismo / 1992). Otro golazo. El show ya se hizo con esa sensación del público de que "va a ser tremendo". Y así fue.

Sucesivamente fueron pasando hits y hits interpretados de forma muy justa y certera por una banda que tiene una particularidad: guitarrista y baterista son hermanos. En la música uruguaya ya conocemos casos como los Ibarburu o los hermanos Lacava. Es un sello que aporta solidez y precisión.

El detalle que no se puede omitir es que, de un tiempo a esta parte, La Tabaré toca con un instrumento de viento de los "poco comunes". Enzo Spadoni es el trombonista, que puede ser considerado como un sexto integrante y que logró arreglar el timbre de su instrumento a la dinámica de la banda. ¿Rock con trombón? Sí. Y suena absolutamente ajustado.

Las voces

Enteras. Lucía Ferreira, la partner de Rivero en la banda, cumple su rol con un gran calor y una gran interpretación, más teniendo en cuenta que debía vestirse de "de Davidovics" (por Andrea Davidovics, primera vocalista) y sobre todo de "Blatt y Wollf" (Raquel Blatt y Alejandra Wolff). Rivero, por su parte, tiene mucho resto para seguir cantando rock... ¡Que no lo olvide!

La presencia como invitada de Alejandra Wolff en varias canciones fue soberbia. Impecable, visual e interpretativamente. Gran regalo para los fans de época.

El setlist

Quirúrgico. Totalmente ajustado. Tuvo dos perlas de lo nuevo: "Folletines" y "Dame dinamita", ambos de último trabajo de al banda. (2014 / Que Revienten los Artistas).

¿Qué tema faltó? En una carrera de 30 años para un show de casi dos horas, creo que faltaron cosas... pero es lo mismo que me pasó con KISS. Es totalmente personal. Pero me hubiese gustado escuchar "La Mugre de tus Orejas".

El sonido

Limpio, claro, potente. El "Dipa" (Ricardo Dipaolo) sabe hacer sonar la banda. La conoce mejor que nadie y sabe moverse en aguas tan eclécticas como el rock, el tango o la música de "vodevil". Recuerden que la Tabaré maneja muchísimas dinámicas, que te llevan desde lo más eléctrico a una voz femenina casi orgásmica. Todo sonó muy bien.

Los uruguayos somos muy crudos con lo nuestro y en gala de ser "críticos de arte" se "nos va la moto". Nos convertimos en carniceros culturales y en depredadores de nuestra propia historia. El miércoles 22 de abril vi a una banda con 30 años de carrera en el rock uruguayo. ¿Cuantas bandas pueden ostentar esto? No lo sé. Y quizás alguno se tome el trabajo de investigarlo. Pero no es relevante para mí en este momento.

Cuando te vas de un show con una sonrisa, habiendo hecho pogo, molestado al de adelante que estaba mirando el show a través de un celular, cantaste las canciones y te quedas para saludar al artista al final... te das cuenta que pasaste muy bien. Y eso es lo relevante. Lo que me llevo para siempre.

¡Vayan a ver a la banda a su próximo show el siguiente 8 de mayo! ¡Es una dosis de vida, y de actitud!

Gracias Rivero... ¡Sigue y seguirá siendo rocanrol!

¡Salud!

Nota del autor:

Tengo un pasado... una historia con La Tabaré. Mi pasaje por el grupo fue muy breve. Pero fue tan intenso, que puedo decir que fueron años, si lo comparo con mi pasaje por otras bandas. Fue en el '92. Con 22 canciones para aprender y solamente una semana de ensayo.

Debuté en un Teatro de Verano con entrada libre ante 5.000 personas en un show organizado por la Coordinadora de Estudiantes. Un bautismo de pólvora para mi, el cual me marcó a fuego. ç

Grabé en estudio, rodamos un videohome (Sabotaje, VHS editado en 1994), tocamos en cuantos lugares pudimos. Hicimos rock con performance ("De Subcultura y otros rocanroles" / Teatro Circular 1992), tocamos covers de Mateo, de Días de Blues, hasta de Guerrilla Urbana (banda de punk de fines de los 80, que se hizo popular por el tema "Razzia"). Y entre todo eso, hasta conocí a la mujer que es la mamá de mis hijos.

Nueve meses después salía de la banda en una cesárea que, por suerte, pudo cicatrizar. Vaya si tengo una historia con la Tabaré, ¿no?