Minería II. Metales raros

Un trombonista de cara al "rocanrol": entrevista con Enzo Spadoni

"¿Un trombonista en la banda? Hmmm... yo que se. El rock desde mi esquema es guitarra, bajo y batería... puede haber un teclado... pero trombón? te parece?"

Por Gabriel Brikman


Pre ... juicios

"¿Un trombonista en la banda? Hmmm... yo que se. El rock desde mi esquema es guitarra, bajo y batería... puede haber un teclado... pero trombón? te parece?"

Palabras más palabra menos, eso lo debo haber dicho en alguna oportunidad, refiriéndome  "al tipo que toca el trombón en La Tabaré". Y no puedo dejar de escapar a la imagen de Cacho de la Cruz tocando en la tele. Como verán , esta columna arranca con viento en contra, más diría yo, con un ejército de prejuicios que, cuales guerreros de terracota de un imperio de intolerancia, cuidan "la ortodoxia conceptual del rock".

Sin embargo, el haber compartido escenario con Enzo Spadoni me reveló algo. El rango tímbrico de la 7a cuerda de mi guitarra es muy similar al trombón. Y el ejército de terracota empezó a rendirse y a desmoronarse. Estaba viviendo mi "The Wall" en tiempo real. Sonaba, ¡y sonaba bien! Y estaba genial tocar con un trombón a la par, y encima el tipo muy muy macanudo. Entonces, entre los escombros de mis prejuicios y de la porquería que tienen ciertas ortodoxias, te invito a que descubras a Enzo Spadoni, un trombonista que hace rock o "rocanrol", y que puede ayudarnos a vencer a esos ejércitos que viven en las sombras de la apreciación del arte.

¿Se dice trombonista? ¿Es correcto referirse así?
Sí,  es correcto.

¿De dónde viene el gusto por el trombón? ¿Cómo fue y es tu formación?
Mi encuentro con el trombón fue muy loco. Hace  siete años me encontraba a punto de terminar la Licenciatura en Sociología, pero a medida que pasaba el tiempo sentía que laburar en eso no iba a ser lo mío, tenía claro que me faltaba algo, algo que me completara.

Esa situación me tenía bastante contrariado. Un día salgo con amigos a un toque de la Abuela Coca, y viendo la sección de vientos sentí que lo que yo quería para mi vida era ser músico, y mientras veía a Martín Morón me enamoré de la magia del trombón. Esa mezcla de movimiento, rigidez, sonido y color. Y bueno, mi formación al principio se hizo cuesta arriba. Decidí abandonar la carrera que estaba a punto de terminar para dedicarme a estudiar trombón. Al mes siguiente estaba audicionando para entrar a la Escuela Municipal de Música y a la Escuela Universitaria (sin antes haber tenido un trombón en mano). Fue tanta la convicción que logré entrar a prueba por tres meses en ambas escuelas.

Actualmente me encuentro cursando el último año de los ocho de la carrera de Intérprete de
Trombón en la Escuela Municipal de Música y paralelamente tomando clases en Argentina con Carlos Ovejero (Solista de la Sinfónica Nacional Argentina), continuando un proceso que se inició gracias al apoyo de FONAM, habiendo ganado en dos oportunidades la beca que este fondo otorga.

Dentro de la sección de metales, ¿cómo identificarías al trombón, si tuvieses que contarle a alguien que no conoce de instrumentos de viento?
El elemento principal que diferencia al trombón en una sección de vientos es la vara.

Visualmente uno puede reconocerlo con facilidad  por el movimiento de la vara, característica exclusiva de este instrumento.

Si bien utiliza una boquilla similar a la de trompeta corno o tuba como productora de sonido, para lograr la ejecución de las notas debe moverse la vara a lo largo de su extensión.

¿Existen estilos para tocar el trombón? ¿Hay una línea más jazz o una línea más "convencional"?  Ilustranos un poco al respecto.
Existen dos grandes corrientes del estudio del trombón: una clásica y otra popular. La formación clásica es aquella que uno adquiere en un conservatorio para posteriormente desempeñarse como intérprete en una orquesta, donde al músico se le exige un tipo de sonido y una forma de expresión determinada y exclusiva de la disciplina.

En cambio, la formación popular involucra el estudio de prácticamente el resto de las disciplinas no clásicas, es allí donde entra el jazz pero también otros estilos musicales como el tango, la salsa, el rock, el funk, el reggae, el candombe etc.

¿Cómo percibe el público un instrumento "poco usual" para una banda de rock?
Es difícil resumir la opinión del público desde mi óptica, pero creo que paulatinamente mi trabajo dentro de la banda fue haciéndose su lugar y obteniendo el reconocimiento del público a lo largo de estos años. Y eso también tiene mucho que ver con el lugar que mis propios compañeros me han otorgado, y a la propuesta siempre renovadora e innovadora de La Tabaré.

¿Cómo es el trabajo arreglístico del trombón en La Tabaré?
En relación a los temas del último disco "Que revienten los artistas" (el primer disco de estudio de la banda en el que participó) el trabajo de arreglos fue una conjunción entre mis propuestas y las del colectivo. En los temas de los otros discos la mayor parte del trabajo fue heredado de formaciones anteriores de la banda, donde el trombón participa más como un apoyo rítmico o reforzando líneas melódicas de otros instrumentos y no tanto como solista.

Y el rango del trombón, ¿con qué instrumentos "se empareja" a nivel de registro? (por más información de rango de instrumento musical, clickea aquí)
El rango del trombón es similar al de la voz masculina (Tenor). Se empareja  además con  
instrumentos como el fagot, el violonchelo, el contrabajo, la tuba, parte de la trompeta y el corno y los saxos alto, tenor y barítono.

Si quisiéramos entender el trombón como instrumento, ¿qué música nos recomendas escuchar y a que intérpretes?
El trombón destaca mucho en la música clásica, en el jazz, funk, reggae, música tropical, ya que tiene una gran proyección sonora y un sonido envolvente que "empasta" con cualquier formación de vientos. En cada uno de estos estilos encontramos intérpretes que se destacan  por su creatividad y expresividad, algunos de ellos son Joe Alessi, Branimir Slokar, Enrique Crespo, Ian bousfield, Carlos Ovejero, Marshall Gillkes, Jimmy Bosh, Jaimie Williams, Conrad Herwig, Rico Rodriguez, Fred Wesley, Robin Eubanks, entre otros.

¿Has probado experimentar con efectos de sonido?
Sí, pocas veces, pero las suficientes para crear una curiosidad y estudio sobre el tema, más allá que siempre que se toca en vivo y amplificado el sonidista tiene la posibilidad de aplicar efectos sobre el sonido que se emite. Estoy interesado en programar manualmente mis propios efectos, casualmente acabo de adquirir una pedalera que me permite modificar de múltiples maneras mi sonido, algo no tan común en instrumentos como este y en estas latitudes.

Vamos llegando a tu incursión en el rock. ¿Cómo se produce tu acercamiento a La Tabaré?
A través de un mensaje de texto que decía "¿Querés tocar en la Tabaré?" (se ríe). Obviamente que no eran algo al azar, esa fue la invitación que me hizo Martín García, bajista de la banda, que en esos años ambos asistíamos a la escuela municipal de música. La propuesta inicial era para un espectáculo llamado "Varieté" en el Teatro Victoria, donde pasada la medianoche arrancaba una locura increíble de actores, títeres, proyecciones y la banda tocando, imagínate, ese fue mi acercamiento como músico.

¿En qué momento de La Tabaré llegas a la banda?
Creo que fue en un momento de muchos cambios, a nivel de la música, de los músicos, de los managers, una verdadera revolución interna, creo que sin este contexto hubiera sido imposible mi entrada a la banda. Pero más allá de todo, fue un momento de pura diversión, de todos, creo que ya habían cambiado algunos paradigmas de la banda y se empezaba otra etapa, un revés más de creatividad y empuje que es lo que hoy se puede ver en el grupo.

¿Y llegas como instrumentista convocado o como fan de la banda?
Creo que llegó como ambas, como un instrumentista convocado pero también como un tipo que había escuchado y vibrado toda la vida con esos temas, algo increíble, una especie de sueño del pibe.

¿Qué quiere decir tocar en la banda en la de la cual sos fan?
Te lo puedo decir con cosas que pasaron en mi vida antes de pertenecer: uno de los primeros toques en vivo que vi fue de la Tabaré, en la plaza 1ª de Mayo, quizás no sea exactamente el primero, pero sí recuerdo que fue el primero que hice pogo y tuve esa sensación increíble en el cuerpo y en la mente; también mi primer CD, "Rocanrol del Arrabal" me partió la cabeza, un regalo de un amigo en el 98’ para mi cumpleaños.

Es eso, estar en un lugar soñado, y que además siempre formó parte de mi vida, solo que ahora es otra la interacción, y las emociones van siempre al límite, cada toque lo vivo desde un lugar mágico, y me provoca emociones muy fuertes.

¿El rock puede ser una plataforma cultural para poder comprender el arte? ¿Qué rol juega en eso La Tabaré?
Creo que el rock es un arte, una de las formas del arte, como expresión musical, pero a la vez en su estructura como movimiento involucra más aspectos que trascienden lo cultural. Yo creo que el rock es diferente a otros estilos porque genera mucha identificación, pasa de ser exclusivamente una forma musical a una apropiación de masas y a la vez un generador de identidad e identidades. Por supuesto que puede ser una plataforma para comprender el arte, creo que este sistema que vivimos siempre supo desde su creación que el rock era una plataforma de cambios culturales, de paradigmas, de contracultura, entonces es por eso que hoy encontramos expresiones que no son auténticas, producto del mercado, que dicta lo que se debe escuchar, porque importa más que venda a que transmita un mensaje o genere un impulso.

Y el rol de la Tabaré siempre ha sido de resistencia, de rebeldía, de ir en contra de lo que dicte la moda o el estilo, aunque le genere un perjuicio, de transmitir un mensaje y ser consecuente con él, además de ser una banda que permanentemente incluye e involucra expresiones artísticas muy variadas independientemente de lo musical.

¿Podemos pensar en estilos musicales lejanos desde la óptica de un trombonista? ¿Te ves tocando por ejemplo electrónica o metal?
Creo que el trombón es un instrumento muy versátil, y desde mi óptica no le encuentro limitaciones más que las que pueda generar la interpretación, o sea, no podes comparar la expresividad que puede tener un guitarrista en pasajes musicales rápidos, a la que puede tener un trombonista, ya que físicamente hay grandes distancias a la hora de ejecutar. Pero personalmente sí, me veo tocando cualquier estilo.

Si tuvieses una instancia de promocionar tu instrumento frente a niños, ¿cómo lo presentarías, y cómo te imaginas cautivarlos para que sean futuros trombonistas?
Lo presentaría como un instrumento de la familia de los metales, hermano de la tuba y la trompeta, y primo del corno, con un lugar intermedio en esa familia en lo que a timbre se refiere, destacando su principal atributo que es el movimiento de la vara. Justamente hace unos días tuve la oportunidad de tocar en una escuela y lo que más sorprende es ese movimiento y el consecuente efecto sonoro que genera tocar una nota y "dejarla caer" a lo largo de la vara. El trombón en mi caso es un vehículo, una forma de expresar mi ser musical, entonces creo que primero los cautivaría para que se enamoraran de la música, y que después elijan su vehículo propio.

"Pre...juicios" y "Per...juicios"
Haber participado del show de la Tabaré fue una instancia regenerativa para mi. Los reencuentros, luego de los exilios provocados por egos son dignificantes. Pero, ¿saben algo? No sólo quedó en eso. Para mi fue removedor musicalmente y culturalmente. El (género) metal, que es mi barrio artístico, por llamarlo de alguna forma, tiene particularidades de ghetto, sentimientos propios de una dinámica de aislamiento, por momentos muy justificada y por momentos muy enfermante. No tenemos "las avenidas" o los "mejores negocios", no. Para nosotros, desde el barrio, llegar al "centro cultural" es "un viaje", casi una conquista.

Sin embargo, me gusta mi barrio. Me gusta lo que viví, lo que aprendí y cómo desde este lugar aprendo a ver el mundo.

Soy musicalmente cosmopolita. Algo que la música nos da es la posibilidad de tener amigos en otros barrios, con los que podés compartir, jugar, tocar y, a su vez que te ayuden a derribar esos prejuicios, que conducen a una xenofobia artística.

Celebro la caída de mis muros. Celebro que la lucha por la libertad en mi conciencia vaya ganando posiciones al imperio del dogma.

Sin quererlo, Enzo logró mostrarme que los "pre...juicios" resultan ser "per...juicios".

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