Histórico recital de los Stones

¡Por fin en Uruguay!

Más de 50 años tuvieron que pasar para que la banda más grande que ha dado el rock 'n' roll hiciera el show más impactante que se ha visto en Uruguay. Para los Rolling Stones la edad es solo una anécdota, por eso la particular voz de Mick Jagger y sus inimitables movimientos de cadera, los riff de Ron Wood y, sobre todo, Keith Richards y el ritmo del baterista Charlie Watts, lograron cautivar a los más de 55 mil espectadores que llenaron el Centenario desde el primer minuto.

Por José Frugoni, Guillermo Bueno (producción) y Manuel Jarovisky (fotos)

Nadie toca como ellos, ni baila... ni genera lo mismo. Son los Rolling Stones, la formación más longeva de la historia del rock.

Ninguna banda que visite Uruguay va a desencadenar lo que produjeron ellos. El país prácticamente se paralizó. Quizás Paul McCartney originó algo similar en cuanto a expectativa, sobre todo en su primera visita (la pelea Beatles vs. Stones será eterna).

La incombustible banda británica hizo historia en el templo del fútbol mundial. El show comenzó apenas pasada las nueve de la noche con "Star me up", seguida de "It’s only rock 'n' roll".

"¡Por fin en Uruguay!" fueron las primeras palabras de Mick Jagger. "Es muy bueno estar en este histórico estadio Centenario. ¿Han ganado algún partido aquí?", bromeó, ante la ovación de todos.

Luego, un estupendo encadenamiento de "Tumbling dice", "Out of control" y "She’s so cold", la canción más votada por el público uruguayo, momento en que Jagger aprovechó para hacer otra broma, esta vez con Carlos Gardel, "¿Nació en Uruguay?", preguntó.

A esa altura del show quedó claro porqué los Rolling Stones revolucionaron el negocio a la hora de realizar recitales multitudinarios: todo perfectamente sincronizado, sin tiempos muertos, ni contratiempos.

"Wild horses" y luego "Paint it black", cambios de guitarra de Richards y Wood y a seguir rodando. Lejos quedan aquellos tiempos en que la banda británica debía detener los shows cada vez que se desafinaba una viola. Eso sucedió hasta principios de los ’70, cuando a un asistente se le ocurrió preparar varias guitarras afinadas para cada canción. El resto es historia…

Las alusiones al fútbol continuaron cuando Jagger mostró la camiseta de la selección uruguaya de fútbol firmada por 'El Pistolero'. "Luis Suárez me mando su camiseta, la celeste. ¡Gracias Luis, todavía sufro goles!", quizás en referencia a los dos marcados por el delantero del Barcelona a Inglaterra en el Mundial de Brasil. Inmediatamente sonó "Honky tonk woman".

"La estamos pasando bien. Charlie fue al bar y tomó dos etiquetas negras, escuchamos candombe y Ronnie comió chivito. Después caminamos a la midnight rambla", exclamó Jagger en un forzado español como queriendo decir todo lo que había aprendido de Uruguay. Luego, la presentación de toda la banda y el momento de 'Keef'.

El reconocimiento de la gente no se hizo esperar "¡Oléee Oléeee Oléeee Oléeee Richards Richards!" retumbó en todo el Centenario. "Slipping away" y "Can’t be seen" fueron las dos canciones interpretadas por el guitarrista.

El retorno de Jagger al escenario vino acompañado de "Midnight rambler", el clásico de 1969 que hoy suena casi tan crudo y electrizante como hace casi 50 años.

"Miss you" llegó con el agradecimiento del cantante: "¡Que público fantástico!". Que espectáculo fantástico. Perfectamente armado para el disfrute y para que la pasión de la banda siga pasando de generación en generación. Las fotos en el especial de Espectador.com son un claro ejemplo.

"Gimme shelter", esa canción de protesta que no pierden vigencia, estuvo secundada por la potente y sensual voz de Sasha Allen (que remplaza a Lisa Fischer, de gira por EEUU).

¿Cómo mantiene Jagger su vitalidad a los 72 años? El cantante de los Rolling Stones no paró de moverse durante casi las dos horas y media del concierto. Y eso que la parte final del recital fue movida.

Tras "Brown sugar" llegó el momento de convocar a Satán con "Symphaty for the devil". La fiesta iba llegando a su final.

Luego de despedirse por primera vez con "Jumping Jack Flash" y un "chau Montevideo", llegaron los acordes de "You can’t always get what you want" con las angelicales voces del coro uruguayo Rapsodia.

"Satisfaction" cerró el histórico viaje al pasado. Ya lo dijo Bob Dylan, que de esto sabe bastante: "Los Stones son realmente la banda de rock and roll más grande, siempre lo serán. Fueron los primeros y los últimos, y nadie ha hecho nada mejor". Ni lo hará, por lo menos en Uruguay. Hasta siempre, Stones…

 
Con los servicios de AdhocFotos y EFE.