Romeo y Julieta. María Noel Riccetto y Gustavo Carvalho en Oír con los ojos.
El Ballet Nacional del Sodre presenta su producción de Romeo y Julieta de Prokofiev y Oír con los ojos lo aprovecha para volver a Shakespeare y a las más grande de las historias de amor de la literatura.
"Shakespeare es, por encima de todos los escritores -al menos de los modernos-, el poeta de la naturaleza, aquel que ofrece a sus lectores un espejo fiel de las costumbres y de la vida. Sus personajes no están moldeados según los usos de lugares concretos sin vigencia en el resto del mundo, ni por las peculiaridades del oficio o del estudio que sólo se manifiestan en unos pocos, ni por las contingencias de modas pasajeras y opiniones circunstanciales: son hijos legítimos de una humanidad común, tal como el mundo siempre nos los proporcionará y en la forma en que nuestros ojos siempre podrán encontrarlos. Sus personajes hablan y actúan movidos por esas pasiones y principios universales que inquietan a todos los espíritus y que mantienen en movimiento el sistema de la vida. Con demasiada frecuencia en las obras de otros poetas, un personaje es sólo un individuo; por lo general, en las de Shakespeare, es una especie";.
Estas palabras fueron escritas en 1765 por el crítico inglés Samuel Johnson, en el Prefacio a su edición de la Obra Completa de William Shakespeare. Ese Prefacio indicó un camino que llegaría hasta nuestro tiempo; por primera vez la literatura lo señalaba a Shakespeare como el más perfecto retratista de las pasiones humanas; el tópico enciclopédico, tan reconocible, de Shakespeare como el más grande autor de la literatura universal se lee y se repite y se renueva hace por lo menos dos siglos y medio.
Romeo y Julieta son acaso una de las pruebas más persuasivas de esa superioridad. La historia original no es de Shakespeare (casi ninguna de cuantas llevó al teatro lo era). Sí lo es el modo al mismo tiempo delicado y arrollador en que la dramatizó y la presentó a su público. Es la historia de amor perfecta: fugaz, todo ápice, juventud, pasión, fidelidad, y acaba con la muerte, con la entrega total de los amantes.
La primera parte del programa estuvo dedicada a Shakespeare y a su comedia-tragedia de 1595, Romeo & Juliet. La segunda parte, a dialogar con quienes son de algún modo Julieta y su Romeo por estos días en el Auditorio Nacional del Sodre: los primeros bailarines María Noel Riccetto y Gustavo Carvalho, protagonistas de la producción del BNS para el ballet de Sergei Prokofiev, con la coreografía clásica, de 1965, de Kenneth MacMillan y con dirección musical de Martín García.
¿Cómo es un Shakespeare sin palabras, un Shakespeare todo hecho de música y de danza? Para ellos, que declaran valerse muchísimo de su respeto y complicidad como compañeros para lograr transmitir, bailando y actuando, a través de la elocuencia del movimiento y de la emoción, toda la autenticidad del amor y de la muerte de los personajes, "los pasos los ayudan a contar la historia";. De Romeo y Julieta, de la música de Prokofiev, de la coreografía de MacMillan y muy en particular del final creado por Shakespeare para esta tragedia que les toca contar a través del ballet, conversó Fernando Medina con María Noel Riccetto y Gustavo Carvalho para Oír con los ojos.
Romeo y Julieta de Prokofiev: ¿final clásico o final feliz? en Suena Tremendo
Romeo y Julieta y la música: Aquí.