Entrevistas

Entrenador Gadea: "Si no hacemos un golpe de timón" en materia deportiva, en cuatro años los resultados serán los mismos

Entrenador Gadea: "Si no hacemos un golpe de timón" en materia deportiva, en cuatro años los resultados serán los mismos

Terminados los Juegos Olímpicos, esta semana llegó el momento del balance. ¿A qué tiene que apostar Uruguay en materia deportiva? ¿Qué experiencias se pueden tomar de otros países? Para hablar de estos temas, En Perspectiva entrevistó al entrenador, docente y consultor Óscar Gadea, que hace 15 años diseñó, junto a otras personas, el proyecto "Uruguay Puede", destinado a la formación de atletas de alto nivel. Gadea destacó la necesidad de "optimizar" las "fortalezas" que tiene Uruguay – como sociedad, en lo institucional y en cuanto a características físicas de la población– para mejorar la formación deportiva. Aseguró que el aspecto económico es "determinante pero no excluyente" y que lo central es la planificación, pues los logros deportivos no se alcanzan "de un día para otro". Fue enfático en la necesidad de un "cambio conceptual muy grande y muy profundo" para obtener logros significativos en el deporte olímpico uruguayo. "El mundo del deporte es síntesis de un montón de cosas, si no hacemos un golpe de timón más o menos interesante, en cuatro años estaremos hablando igual", aseguró.


(emitido a las 8.45 Hs.)

EMILIANO COTELO:
¿A qué tiene que apostar Uruguay en materia deportiva? ¿Hay que aumentar la inversión y el apoyo de la sociedad a los deportistas de alto rendimiento? ¿Hay que volcarse al apoyo del deporte masivo con los más chicos en las escuelas y en las plazas de deportes? ¿Hay que definir en qué disciplinas tenemos potencial y concentrarnos solo en ellas con presupuesto público y apoyo técnico?

Estas preguntas han quedado planteadas en nuestro país después de los Juegos Olímpicos de Londres, donde el desempeño de los representantes uruguayos fue, en general, pobre.

Hoy les proponemos abordar este tema con un compatriota que es toda una autoridad en esta materia tanto acá como fuera de fronteras. Se trata de Óscar Gadea, el preparador físico del velerista Alejandro Foglia.

En 1987, Gadea logró el récord nacional como lanzador de bala. Y después ha seguido una carrera muy interesante como entrenador, docente y consultor. Por ejemplo, como asesor en metodología del entrenamiento y como entrenador de atletismo ha trabajado en países tan diversos como Inglaterra, Argentina, Sudáfrica, Senegal, Guinea Ecuatorial o Kenia. Ahora mismo, en Londres 2012 solo 10 expertos dieron conferencias, y uno de ellos fue el profesor Gadea.

Pero hay otra razón por la cual lo hemos invitado esta mañana: hace 15 años, Gadea diseñó, junto con un equipo, un proyecto que se denominó Uruguay Puede, destinado a la formación de un grupo de atletas de alto nivel y una escuela de iniciación atlética para trabajar de cara a los Juegos Olímpicos. Aquella experiencia se frustró, pero ¿puede retomarse hoy?

Tú te iniciaste como atleta y no te fue nada mal, porque desde 1987 quedó tu récord nacional en lanzamiento de bala.

ÓSCAR GADEA:
Sí, es cierto. Ese fue un objetivo personal, cuando entré por primera vez a la pista dije: "Quiero ser campeón olímpico", luego a la semana ya me di cuenta de que eso era imposible. Creo que es la regresión que hace todo el mundo, pero finalmente mi objetivo era ser récord de bala y en el año 87 lo logré, me llenó de alegría y satisfacción, pero ahora, a varias décadas, ya no me llena de alegría que ese récord siga estando. Lo ideal y lo lógico habría sido que ya hubiera sido superado, pero eso también muestra un poco el grado de estancamiento en el que estamos en el deporte.

EC - Hoy eres uno de los ocho entrenadores que preparan la metodología de trabajo de los demás entrenadores de atletismo en la Federación Internacional de Asociaciones Atléticas (IAAF). Además has dictado cursos para la IAAF en diversas partes del mundo, eres consultor en metodología de planificación de entrenamiento para distintos países. ¿En qué consiste esto último? ¿Qué es metodología de planificación de entrenamiento?

OG - Trabajo para la IAAF desde hace 20 años. En este momento es la única federación del mundo que tiene un sistema mundial de formación de entrenadores. Este grupo de ocho colegas, del que formo parte, revisa, actualiza y aumenta el currículum de cada nivel. Y más allá de lo formal nos dimos cuenta de que los distintos niveles se pueden aprobar, se puede seguir avanzando en esa formación, pero el entrenador de atletismo y de cualquier otro deporte tiene que resolver a diario un problema que es el plan de entrenamiento. Eso va más allá de un curso, se necesita una presencia permanente, en cierta forma un mentor, para trabajar en el plan de entrenamiento de un entrenador y de un atleta.

Yo comencé a hacer esta tarea hace unos cuatro años en distintos lugares, actualmente lo hago con la Confederación Argentina de Atletismo. Trabajo sobre el plan de entrenamiento de los distintos entrenadores argentinos, básicamente con el grupo de más alto nivel que tengan ellos, en este caso adultos, y juveniles. Consiste en eso, tengo que "atacar" el plan que ellos presentan para que ellos lo ajusten, lo defiendan y entre más de una cabeza ver qué se puede mejorar de ese plan. Es decir, no asegura que el atleta vaya a rendir más, pero sí asegura que el plan sea correcto. Estamos ganando bastante terreno.

EC - Como mencioné, has trabajado en países desarrollados, pero también en varios países de África, así que has tenido que adaptarte a realidades muy distintas. ¿Qué diferencias aparecen en esos países en cuanto a la cultura deportiva? ¿Cuánto incide la diferencia de recursos económicos de un país a otro, etcétera?

OG - La cultura deportiva es un elemento fundamental. Como anécdota: en Kingston, Jamaica, en la plaza que está alrededor del Estadio Nacional, hay una estatua casi de tamaño natural de Bob Marley y hay una estatua de Don Quarrie, un corredor de 200 metros que fue un fantástico atleta en la década del 70, y de un jugador de críquet. Es decir, culturalmente el atletismo en Jamaica tiene una altísima consideración.

EC - Es interesante ese dato, porque responde algunas de las preguntas que todos nos hemos hecho en estos días.

OG - Exacto: ¿por qué Jamaica? Volviendo a tu pregunta, el aspecto cultural es determinante. Hay países donde el atletismo u otros deportes tienen una altísima consideración, y eso respalda enormemente y motiva que mucha gente se quiera acercar. El tema económico es determinante pero no excluyente; a mayores estructuras, mayor respaldo económico. Hay que acrecentar y mejorar la estructura a diario, pero no es excluyente, hay países con poco recurso económico que siguen teniendo resultados sorprendentes.

Quiero citar un ejemplo de ahora, porque se considera a los países del Caribe como países donde "solamente" se producen velocistas. El chico que ganó el lanzamiento de jabalina es un juvenil de Trinidad y Tobago de 19 años. Una jabalina buena de ese nivel sale más o menos 500 dólares, y Trinidad y Tobago hasta el momento jamás había ganado una medalla olímpica en atletismo que no fuera con algún velocista. Y hoy es campeón olímpico de jabalina, una prueba altamente técnica, con predominio casi excluyente de los países de Europa.

EC - ¿Cómo se explica?

OG - Se explica por un proceso llevado adelante de manera correcta entre él y su entrenador y la federación que respaldó al entrenador. Y en este caso se explica por algo que me gustaría desarrollar, tal vez aquí o en otra charla o con otros actores del hecho deportivo, que es la generación de un subsistema. Es decir, Alejandro Foglia logró conjuntar el apoyo de su familia en primer lugar, su apoyo propio, el aporte del entrenador de agua, Diego Romero –un argentino con mucha experiencia a nivel olímpico–, de Mariana, que ha contribuido en aspectos de concentración y de relajación, etcétera. Y en este caso la preparación física, yo estoy con él desde hace 10 años. Es decir, se generó un subsistema alrededor de Alejandro Foglia, que tuvo este resultado. Entonces hay países de los que decís: ¿cómo se explica este resultado en un país que tiene una realidad caótica, a veces? Porque se generan esos subsistemas que permiten tener un alto resultado. Eso no quiere decir que todo nuestro deporte tenga ese nivel, no lo tiene, lamentablemente no lo tiene. Pero en Trinidad y Tobago en este caso se generó un subsistema alrededor del chico que tuvo este resultado.

EC - Otra pregunta a propósito de tu experiencia. Hablando ya de otro tipo de países, ¿qué importancia tienen las universidades que se dedican al atletismo o a la fisiología del ejercicio? Porque existen, quizás para muchos oyentes esto es una sorpresa o una novedad, pero existen. Es más, tú has sido invitado a dar conferencias, a dar cursos en algunas ellas, como la de Loughborough, en Inglaterra.

OG - La mayoría de los países que apuestan fuerte al deporte de resultado tienen un sustento científico muy alto. Algunos que no lo tienen van a esos países a nutrirse de esos conocimientos que no pueden tener en su lugar de origen. Entonces países como Inglaterra, Alemania, Rusia, Francia, Australia –Australia es un fenómeno para estudiar–, tienen universidades dedicadas exclusivamente al hecho deportivo, más allá de lo fisiológico o de lo biomecánico, también en cuanto a preparar al entrenador en capacidades de liderazgo, de comunicación, de planificación. La base científica es clave para pensar en un desarrollo a largo plazo, sustentable, que se mantenga en el tiempo, es decir, no tener un solo resultado hoy y que luego caiga o desaparezca. La fundamentación teórica es vital siempre que se tenga la habilidad de llevarla a la práctica inmediatamente.

EC - ¿Acá cómo estamos en esa materia?

OG - Acá estamos muy, muy en pañales. Creo que un tema elemental que tenemos que desarrollar también es la formación y la capacitación de los profesores de educación física y entrenadores, que para mí son absolutamente complementarios, no antagónicos.

EC - Una puntualización: existen formaciones de nivel terciario en esta materia en Uruguay. Tú mismo eres profesor de la cátedra de Entrenamiento en la Asociación Cristiana de Jóvenes, y existe el Instituto Superior de Educación Física. ¿Entonces?

OG - Ahí estamos formando docentes, profesores de educación física y entrenadores con la mejor intención y con el mejor programa posible, pero una cosa es formar y preparar gente para trabajar con niños, jóvenes e iniciarlos adecuadamente en la práctica de un deporte, y otra cosa es tener recursos humanos para llegar al alto rendimiento. El alto rendimiento no es una cosa de todos los días, no es un tema que aparezca por casualidad.

EC - Requiere, entre otras cosas, investigación. No es un tema solo de formar profesionales, es un tema de investigar.

OG - Por supuesto, hay que investigar permanentemente.

EC - Por eso hablamos en esos casos de otros países de universidades.

OG - Exacto, la investigación, como está en la esencia, es absolutamente dinámica, es permanente, y debe ser hecha con los mayores rigores científicos.

EC - ¿Desde acá no tenemos acceso a esas universidades? ¿Cuántos de nuestros profesionales llegan a salir y formarse afuera?

OG - Muchos profesionales lo han hecho, pero en general motu proprio, por su propia iniciativa, y creo que es un tema a desarrollar. El resultado de alto rendimiento o de alto nivel –dos conceptos que tendríamos que empezar a definir acá en el Uruguay– no ocurre solo por el atleta, pasa por el entrenador. El entrenador es el multiplicador, a partir de capacitar y mejorar la situación del entrenador podemos empezar a pensar en tener un nivel de resultados distinto.

***

EC - Vayamos ahora a lo que tú mismo acabas de vivir y conocer en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Dijimos que llevás 12 años trabajando como entrenador físico de Alejandro Foglia, uno de los entrenadores de Alejandro Foglia, porque con Foglia hay un equipo, tú te ocupas de lo físico. Supongo que estás tan conforme como él con los resultados que obtuvo: octavo en su categoría, segundo en la Medal Race.

OG - Sí, por suerte este es un trabajo de varios años, trabajo con él y con todo el grupo de la Federación Uruguaya de Yachting a Vela que navegan en las clases olímpicas. A partir de los juegos de Sídney, al regreso nos hicimos muy amigos con los que estuvieron ahí –Carlos Sáenz, quien fue en su momento presidente de la Federación, Fito Carrau, que fue el velerista que estuvo en Sídney–, y a partir de ahí estoy trabajando con un grupo fantástico de gente y de deportistas que además han tenido otros logros: medallas a nivel panamericano, sudamericano, etcétera.

Estoy muy contento en lo personal. Como entrenador es a lo que todo el mundo aspira, tener un finalista olímpico es algo muy grande, va más allá del momento, es algo como decir "logré esto como entrenador". Pero más que nada estoy muy, muy contento por Alejandro, por su esfuerzo permanente desde hace muchos años. Este es su tercer juego olímpico, y ha venido evolucionando: 34.º en Atenas, 17,º en Beijing, 8.º ahora. Es un progreso que ojalá todos los deportistas tuvieran en nuestro país, el de seguir avanzando más allá de esas etapas de la adolescencia, cuando todo el mundo mejora. Tú tenés un chico de 18, 19 años, y la naturaleza juega contigo: está creciendo, es más fuerte, más rápido, etcétera. Pero en el caso de Alejandro, se da su mejor resultado en una etapa de madurez deportiva y personal fantástica.

EC - El caso de Alejandro Foglia y el de Déborah Rodríguez fueron los dos que se rescatan de la performance de la delegación uruguaya en los Juegos Olímpicos, el resto tuvo un desempeño pobre. ¿Qué diferencias percibiste entre los deportistas uruguayos y los de otros países en cuanto a la preparación previa, en cuanto a los medios con los que contaban?

OG - Hablar de medios es un poco obvio en cuanto a que en los demás países hay una verdadera política y una verdadera apuesta al deporte de rendimiento. Y este es un tema también superimportante, me alegra que la ministra lo esté considerando, porque debe ser así. Es el momento, ya nos quedan menos de cuatro años para Río, y si no logramos un cambio conceptual muy grande y profundo, luego de Río volveremos a estar acá tomando un café y hablando en los mismos términos. El deporte no es de un día para otro, son procesos a largo plazo.

La primera gran diferencia es que vos notás que la mayoría de los deportistas de otros países, en cualquier deporte, logran su mejor rendimiento en las instancias más importantes: Juegos Olímpicos o campeonatos del mundo de su deporte. No importa que ganes o que seas trigésimo, vos lográs tu mejor resultado.

Primera pregunta: ¿el deportista uruguayo se entrena y se esfuerza para lograr la marca o clasificar para los juegos? ¿Es ese el objetivo? ¿O el objetivo es ir a hacer su mejor rendimiento en los juegos?

EC - Es una pregunta complicada.

OG - Eso es planificación.

EC - ¿Podemos explicarlo un poco mejor para que el oyente entienda el matiz?

OG - En los deportes de tiempo y marca –como se denomina al atletismo, la natación, el levantamiento de pesas y todos aquellos en los que te miden, donde tenés un resultado numérico– tenés que llegar a una marca mínima para acceder a los Juegos Olímpicos. En los deportes caso fútbol, básquetbol, vóleibol, vos tenés que clasificar en campeonatos, voy a un sudamericano y los tres primeros van a los Juegos Olímpicos, como ocurrió con el fútbol en la sub-23.

EC - Con superar a otros alcanza.

OG - Exacto. Entonces hay objetivos de resultado, numéricos o de clasificación. Básicamente en los deportes de resultado la gran pregunta es: ¿vos te esforzás y toda tu planificación va en hacer la marca y luego te desinflaste, porque el plan no te da? Vos hiciste la marca en junio de este año, bien, lograste ir a los Juegos, pero el plan, el tiempo que queda entre el momento en que hiciste la marca y los Juegos, ¿te permite hacer otra curva de entrenamiento como para andar en tu mejor nivel en los Juegos? Esa es la gran pregunta, es una de las preguntas.

EC - El implícito de tu análisis es que en la delegación uruguaya más bien primaba la obsesión por llegar a Londres, en todo caso.

OG - Creo que sí, un objetivo, que además es muy lógico y respetable, lo primero es ir. Pero como entramos tan justos en el ir o nos cuesta tanto la marca que ponemos todas las municiones en ese objetivo. Luego los entrenadores tienen que empezar a usar la artesanía para que el plan te permita llegar en buenas condiciones a la otra cita, que es la más importante. El otro aspecto, y unido a esto, es que en la mayoría de los países –yo trabajo actualmente en un par de ellos– existe lo que se llama un presupuesto de resultados.

EC – Es otra puntualización importante. ¿De qué se trata? Eso no es monopolio del deporte.

OG - Por supuesto que no, tenemos que incorporar conceptos de otras áreas de acción. El presupuesto de resultados es decir: Emiliano Cotelo clasificó en 200 metros llanos. ¿Cuál es su mejor marca? Tal. ¿Cuál es su objetivo para Londres? Mejorar dos décimas. Perfecto. Con dos décimas, ¿qué hacés?, ¿pasás la primera vuelta y avanzás a la segunda, o no? Porque hoy en el deporte está prácticamente todo muy claro, salvo que ocurra algún milagro, alguna cosa fortuita, vos sabés adónde podés llegar o no. Todos los países tienen un presupuesto de medallas o de récords nacionales o de clasificaciones. Es válido decir: Uruguay va a tener un finalista –como ocurrió con Jano (Alejandro Foglia)–, va a tener dos récords nacionales y va a poner cuatro atletas entre el 20º y el 30º en su deporte. Está perfecto, tenemos un objetivo.

EC - En esa hipótesis hubo una planificación, se trabajó para eso. Acá lo que termina ocurriendo es que los resultados se dan como se dan.

OG - Y además otra cosa: el entrenador de cada uno de los deportistas sin duda que tenía a priori su objetivo de resultado o de rendimiento, pero Uruguay país, las instituciones que dirigen el deporte, ¿lo tenían? Creo que no. El análisis debió haber sido a priori: Alejandro Foglia, objetivo la Medal Race; Déborah, hacer su récord nacional; y otros chicos entrar entre los 20 y los 30. Luego venimos y decimos: ¿se cumplió o no?, ¿se mejoró o no? Y a partir de ahí analizamos caso a caso. Los países tienen un presupuesto de resultados previo en su presupuesto. Gran Bretaña pensaba en alrededor de 20 medallas de oro y está con 26. El entorno, el público, lo que tú quieras, mejoraron su presupuesto de rendimiento.

EC - ¿Y el caso de Jamaica? ¿Cómo lo encuadramos en este análisis? Estamos hablando de un país pobre, chico y que sin embargo se descuelga con 12 medallas ahora en Londres: cuatro de oro, cuatro de plata, cuatro de bronce.

OG - Jamaica es ante todo un país fantástico, atípico, y además es cuna de fantásticos velocistas por genética, por las corrientes de esclavos que llegaron al Caribe. Eso no es un tema menor, muy fuertes, provenientes de lugares más cercanos a las Américas, corriente que también está en Trinidad Tobago, en República Dominicana, en Cuba. Esa misma corriente está en Colombia y Venezuela, el día que Colombia y Venezuela se organicen... Ya están, sobre todo Colombia, que logró medalla de plata en salto triple femenino, una prueba casi de dominio excluyente de los países del este de Europa. Jamaica, nueve millones de habitantes, un país pequeñito, con problemas de infraestructura de salud y de educación más o menos importantes, que tuvo su primera pista de sintético en el año 2000...

EC - Recién en el año 2000 tuvo una pista sintética...

OG - Sí, pero siempre había producido velocistas del más alto nivel. Y lo mismo que comentaba hoy cuando hablaba de Trinidad y Tobago y el chico de jabalina: Jamaica no solo tiene velocistas hoy, ha tenido medalla de plata en decatlón en hombres en los últimos dos mundiales. En decatlón, la prueba más completa y compleja del atletismo. Ha tenido medallistas en salto triple en mujeres, tiene ahora corredores de valla, un finalista en lanzamiento de bala en hombres. Ya no estamos hablando solo de correr. Es muy lógico: tengo gente veloz, por lo que en todos los eventos de fuerza explosiva tengo que tener un buen resultado. Culturalmente eso no era aceptado por la población de Jamaica hasta ahora, que se dieron cuenta de que si tenés un velocista con 10-20 en Jamaica no corre el relevo a nivel escolar. Entonces ponelo a hacer salto largo, es simple. Y ahí están.

EC - Hay que entender que Jamaica decidió especializarse.

OG - Sí.

EC - Jamaica no pretende tener medallas en fútbol, básquetbol, judo, levantamiento de pesas.

OG - En levantamiento de pesas podría tenerlas, pero en otras actividades definitivamente no. Y sí, Jamaica hace una apuesta muy fuerte a su fortaleza. La pregunta de otras áreas: ¿qué hago?, ¿mejoro mis fortalezas o ataco las debilidades? Esa es otra pregunta que tenemos que hacer. Y ahí vuelvo a Uruguay. En el atletismo uruguayo, que conozco un poco más, tenemos un análisis que hacer que es hasta social y demográfico: ¿dónde está la gente alta de Uruguay? En el litoral oeste: Colonia, Mercedes, Paysandú, Salto. Si yo le pregunto a una persona no muy metida en el deporte: ¿de dónde vienen los mejores jugadores de básquetbol de Uruguay? Vienen de ahí, porque del otro lado, en Entre Ríos, está la gente más alta de Argentina. ¿Y de dónde vienen los mejores lanzadores de Argentina? De Entre Ríos. Inmigrantes italianos, suizos, alemanes, gente grande, que trabaja en el campo, gente fuerte, hombres y mujeres acostumbrados a la vida activa físicamente.

¿De dónde vienen los mejores velocistas de Uruguay históricamente? Del norte: Artigas y Rivera. Clima cálido, mucha caña de azúcar. Si queremos un desarrollo tenemos que usar las fortalezas que tenemos. Tenemos que optimizar lo que tenemos.

EC - En términos simplificados: ¿dónde está Jamaica en nuestro país?

OG - Exacto, dónde está Jamaica o está Rusia en pesa o está Kenia en medio fondo y fondo. Eso no excluye a los demás, pero tenemos que poner el acento más marcado en esas situaciones. Reitero: Colonia, equipos de vóleibol de toda la vida, los remeros de Carmelo, de Mercedes, por el río ahí, pero además gente alta, gente fuerte. Deporte no olímpico: ¿dónde están los pelotaris? Uruguay en un momento tuvo buen éxito en frontón; en la colonia vasca, en Colonia, Mercedes, en San Javier, los inmigrantes rusos.

EC - Esa información –pocas veces me había puesto a pensarla yo– supongo que para ustedes es más o menos obvia. ¿No se utiliza en Uruguay, no se aprovecha esa georreferenciación del deporte?

OG - Se da por decantación, pero nadie le ha puesto el énfasis. Los mejores lanzadores vienen de Fray Bentos, Mercedes, el amigo Milton y otros. Tenemos que empezar a pensar en eso también, porque no tenemos tantas fortalezas, entonces las que tenemos, tenemos que optimizarlas.

***

EC - A partir de esta experiencia relativamente amarga de Uruguay en Londres 2012, la ministra de Turismo y Deporte, Liliam Kechichián, dijo que es el momento para evaluar la forma de trabajo que se ha seguido hasta ahora y discutir qué política deportiva se seguirá hacia el futuro. Una discusión que, dijo, muchas veces se tranca en este dilema:

(Audio Liliam Kechichián.)

"En la sociedad uruguaya hay todavía una línea fuerte de pensamiento que tiene que ver con que el Estado debe estar presente en el deporte comunitario, y no debe estar tan presente en los deportistas de elite o en los deportistas de la alta competencia. Yo no creo en ese pensamiento, creo que los deportistas de elite son de una enorme importancia, son una enorme referencia para todos los jóvenes".

(Fin audio.)

EC - ¿Qué respondes? ¿Hay una contradicción entre una cosa y la otra?

OG - No, la contradicción no es real, no son componentes excluyentes. Además el deporte de rendimiento es una de las síntesis más grandes que hay en la actualidad. El deporte de rendimiento sintetiza sistema educativo per se, el sistema de salud de un país también se ve reflejado en él. También implica la utilización y la aplicación de las ciencias, ciencias en general o ciencias aplicadas –hoy hay implementos deportivos fabricados con materiales que hace 20 años solo usaba la industria aeronáutica–, y la informática. Hoy varios entrenadores podemos tener un programa de análisis biomecánico, filmo al deportista haciendo el gesto deportivo e inmediatamente tengo un análisis biomecánico.

EC - Creo que es en Fox Sport que tiene unos micros en que analizan al milímetro el desempeño de un determinado deportista.

OG - Exacto. Entonces es un falso dilema, como dijo la ministra. El deportista de alto nivel juega un rol social fantástico, tenemos que potenciar eso con buenos modelos, tenemos que buscar el deportista que nuclee, que sea ejemplo, que sea un hombre o una mujer pensante, sensible, inmerso en su medio. Un deportista de alto nivel no es un extraterrestre, no es lo que vemos en otras sociedades. Estamos en Uruguay, optimicemos nuestras fortalezas.

Más allá de eso, ¿cómo llegamos al alto nivel o al alto rendimiento? Eso es otro tema, es un proceso a largo plazo. Uruguay hoy ya tiene jugado Río de Janeiro. ¿Cuántos deportistas pueden volver a estar en la mesa chica del alto rendimiento? Le llamo "mesa chica" a los ocho, diez mejores del mundo. Cualquier persona, simplemente por ver televisión, te puede nombrar cinco o seis de esa mesa chica en tenis, y se repiten siempre, sale uno, entra otro. En básquetbol lo mismo, en jockey femenino –ahora que por cercanía con Argentina vemos más ese deporte–, en atletismo, en vela es lo mismo. Tenemos que plantearnos: ¿cómo llegamos a la mesa chica del alto rendimiento mundial?, ¿cómo ponemos deportistas uruguayos ahí, de aquí a Río? No vamos a desatender a los que ya tenemos, pero pensemos más allá de Río.

Una pequeña anécdota: en Barcelona en el Mundial de Atletismo Juvenil estuve hablando con un amigo ruso jefe de entrenadores de salto de la Federación Rusa, grupo de pruebas que los rusos han dominado históricamente y con un nivel altísimo. Volviendo a lo demográfico y geográfico, este amigo me dice: "Vamos a tener problemas en los próximos cuatro a seis años porque los hombres y mujeres que ahora tienen que tener entre 22 y 26, 28 años son los que tenían que haber nacido cuando la caída de la Unión Soviética". ¿Qué pasó con la familia a partir de los años 90? Durante cuatro o seis años dijo: "La Unión Soviética desaparece, mi micromundo se desvanece, ¿qué hago? No tengo hijos o tengo menos". Los rusos ya saben que van a enfrentar de cuatro a seis años de mucho problema simplemente por la cantidad de gente que no nació a partir del 90. ¿Nosotros pensamos en eso? ¿Qué hacemos de acá a Río con los que ya tenemos, y qué hacemos de acá a 10, 12 años?

EC - La experiencia aquella, el intento de aquel proyecto Uruguay Puede, ¿cabe hoy de nuevo?

OG - Cabe, sí, cabe actualizado, agiornado, con mayores factores que contribuyan al rendimiento, a mejorar la cadena de valor hacia el alto rendimiento. Tenemos que incorporar nuevos protagonistas, nuevos actores, pero sí, la esencia del proyecto vale.

EC - Aquel proyecto Uruguay Puede no anduvo, pese a que tenía incluso una cantidad de empresas dispuestas a aportar, pese a que había un equipo técnico al frente. Vamos a recordar la base, o cómo se trasladaría aquella idea a hoy.

OG - Era una apuesta muy inclusiva a acercar e interactuar con los científicos, a acercar, interactuar y mejorar a los entrenadores y preparadores de educación física, a acercar al sponsor privado o público, porque no son excluyentes. Necesitamos dinero para un montón de cosas, pero necesitamos manejarlo bien, asegurar un número de competencias y de contactos con el exterior que además es específico de cada deporte. Hay deportistas que necesitan ocho o diez competencias internacionales y hay otros que con un par ya están. También necesitamos estadías de entrenamiento fuera. En estos 15 años el mundo ha cambiado enormemente, hoy hay recursos que antes no se usaban y que se deben incluir. Todo deportista debería tener una estadía de entrenamiento en altura. Eso no implica irnos al Mont Blanc en Francia, podemos ir a Salta en Argentina o a Cochabamba en Bolivia.

La esencia de ese proyecto era acercar el aporte de distintos factores, generar equipos de trabajo y hacerlo de una manera científica y controlable. En ese proyecto planteamos tener un finalista y tres semifinalistas en los Juegos que venían a los seis años, que eran los de Atenas. La base fue un momento histórico del atletismo uruguayo, la década del 90 fue el mejor momento del atletismo uruguayo, por primera vez en un sudamericano de mayores, Mar del Plata 97, tuvimos cinco medallas a nivel de adultos, hecho que no se repite luego. Es la década en que Ricardo Vera es finalista en los Juegos Olímpicos de Barcelona en atletismo, en 3.000 con obstáculos. ¡Un finalista olímpico en atletismo!

EC - ¿Cómo es la estructura que ustedes prevén para eso? Por ejemplo, ¿el centro de alto rendimiento del que habla la ministra Kechichián juega un papel importante en un esquema como este?

OG - Sí, juega un papel importante si definimos claramente qué es alto rendimiento. Porque una cosa es tener un deporte de equipo de alto rendimiento o un deportista individual de alto rendimiento, y otra cosa es tener un resultado de alto nivel. Para tener un deporte de alto rendimiento o un deportista de alto rendimiento necesitás resultados de alto nivel, pero no uno, necesitás varios. Federer hace seis años que es número uno o dos o tres y vuelve a ser uno. Él es un jugador de tenis de altísimo nivel de alto rendimiento. Otros de repente han llegado a ser uno y duran dos semanas o tres, luego bajan y están entre el 10 y el 20. Ese no es un jugador de tenis de alto nivel, tuvo una serie de resultados de alto nivel que lo pusieron como uno, pero luego desapareció. Esto lo he compartido con muchos amigos y colegas.

Uruguay en fútbol pasó 40 años, del 70 al 2010, para volver a ubicarse en las semifinales de un Mundial de Fútbol. Todo el mundo contento, yo también, ante todo la alegría de la gente, y el proceso del maestro Tabárez, a quien no conozco personalmente pero me parece responsable. Ahora bien, ¿Uruguay ya se instaló de nuevo en el alto nivel del fútbol mundial? No, tuvo un resultado muy alto. ¿Qué tendrá que pasar ahora? Tiene que volver a estar ahí, o sexto o segundo, si no, como en el ludo, vuelve al casillero inicial.

EC - Aquel proyecto preveía la creación de un grupo de atletas de alto nivel, pero también preveía la creación de una escuela de iniciación atlética. Por eso te preguntaba a propósito de la estructura.

OG - Apuntando a los dos aspectos, tenemos que respaldar a los que tenemos ahora en edades juveniles y adultas, con proyección hacia el alto nivel. Y cuidado, no hay solo alto nivel mundial, hay alto nivel panamericano, alto nivel sudamericano. Tenemos que tener toda la progresión.

También una escuela de iniciación atlética, porque ahí está la base de un grupo de deportistas distintos. Para mí el mayor cambio es cultural, tenemos un techo muy bajo, necesitamos ideas superadoras: no criticar lo hecho, sino mejorarlo. Esa escuela de iniciación atlética apuntaba al otro vector: tenemos que respaldar y optimizar lo que tenemos, pero si queremos un deporte de alto nivel realmente sostenible, que perdure en el tiempo y que permita ser revisado y actualizado tenemos que ir al desarrollo de los más jóvenes. Ese es el proceso a largo plazo del que hablaba. No son excluyentes, tenemos que atacar y atender los dos vectores, y ahí tenemos que integrar a todos los que puedan aportar algo.

EC - Y a los efectos de los atletas de alto rendimiento, ¿tenemos que elegir, tenemos que especializarnos?

OG - Sí, sin excluir a nadie, tenemos que ser realistas y decir: si el atacante de Rusia, el pegador principal –vi la final Rusia-Brasil en vóleibol masculino, un partido fantástico–, medía 2,13, y acá tenemos un hombre de 2,13, ¿dónde lo ponemos? En el básquetbol, al ladito del tablero, le damos la pelota, que se dé vuelta y la ponga, nada más. Queremos desarrollar el vóleibol, que recuerdo que cuando era muy chico el vóleibol uruguayo competía de igual a igual con Argentina. Ganábamos y perdíamos, y el vóleibol argentino en hombres está en la mesa chica. Si no tenemos gente alta tenemos que generar un sistema de juego diferente en básquetbol. No conozco mucho de básquetbol, pero tenemos que tener cuatro tipos, todo el partido de Uruguay se tiene que basar en el tiro de triples, porque no vamos a pensar en entrar abajo midiendo 1,80.

Más allá de eso, tenemos que especializarnos, tenemos que tener resultados en aquellas disciplinas que son más cercanas a nuestro tipo de gente. Jamaica por ahora no tiene gimnastas, África no tiene nadadores. No quiere decir que no naden, pero les va a llevar mucho tiempo lograr ese desarrollo. Nosotros también tenemos que especializarnos, sin excluir a nadie, mejorarnos todos y ver qué pasa con un plan que sea controlable. Nada puede funcionar si no tenemos indicadores: de acá a dos años insertarnos a nivel sudamericano de menores, de acá a cuatro años a niveles juveniles, de acá a ocho años a nivel de adultos. ¿Cuántas medallas tiene Uruguay a nivel panamericano? Porque si no competís a nivel panamericano primero...

EC - ¿Cómo se financia un proyecto de este tipo?

OG - Ahí está el tema.

EC - Porque la pregunta que viene a continuación es: ¿el Estado tiene que destinar dinero a este tipo de actividades?

OG - Creo que sí, porque al igual que la salud y la prevención, el deporte de alto nivel tiene una enorme importancia como imagen, como valores, como conductas saludables. El Estado también debe usar esos deportistas como promoción de salud, de valores, etcétera. Sí, el Estado tiene que aportar dinero para esto, pero no solo el Estado. Si hay otras prioridades sociales vamos a atenderlas, y también si encontramos sponsors, aportes, que muchas veces no son ni de dinero. Hay países que han organizado por ejemplo un sistema de salud para los grupos de deportistas elegidos, el deportista no paga su cuota en la mutualista, por ejemplo. ¿Es dinero para el hospital o para el sanatorio? Sí, pero es una forma de ayudar. Entonces creo que el Estado debe aportar, debe dedicarle recursos a esto, no quiero decir que sea excluyente, porque hay otras prioridades sociales, y también se debe buscar el aporte de empresas o financiamiento privado.

EC - El aporte privado es factible.

OG - Creo que sí, no conozco el medio, pero me parece que sí.

EC - ¿Cómo les fue a ustedes con el Uruguay Puede en su momento?

OG - Con el Uruguay Puede tuvimos una opinión muy favorable de todas las empresas que estaban relacionadas. Luego vino, como siempre, un pequeño problema de choque de intereses: quién manejaba esos fondos o quién controlaba o cómo se verificaba el aporte estatal, en este caso era la Comisión Nacional de Educación Física, el Comité Olímpico. Las empresas estaban contestes, les había encantado la idea, pero luego hubo un freno en cómo se manejaba eso y se fue diluyendo.

La cultura ha cambiado un poco también, y si no, hay que cambiarla, es el cambio más difícil que hay en cualquier sociedad, pero debemos darnos cuenta de que el mundo del deporte es síntesis de un montón de cosas, si no hacemos un golpe de timón más o menos interesante, en cuatro años estaremos hablando igual. Ahora empieza el fútbol en el Uruguay y este tema se diluye. Pero atacar todas las patas: formación de docentes, iniciación adecuada en cada deporte, presupuesto a resultados, integrar la ciencia, integrar el sponsor, integrar el periodismo. Si el periodismo informa mejor de lo que lo hace ahora otros jóvenes pueden decir: "Me gusta la gimnasia deportiva", "Me gusta el tenis de mesa". El periodismo también tiene mucho para aportar, no solo fútbol o un aporte muy superficial.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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Proyecto "Uruguay Puede"