Miguel Fraschini, presidente de la Asociación Uruguaya de Generadores Privados de Energía Eléctrica, informó que la semana pasada el ministro de Industria les comunicó que se establecerá "como

Privados: gobierno "empezó a definir" el mercado energético

Privados: gobierno "empezó a definir" el mercado energético

Miguel Fraschini, presidente de la Asociación Uruguaya de Generadores Privados de Energía Eléctrica, se mostró de acuerdo con los reclamos de los últimos días respecto a la necesidad de un impulso estatal a la generación de energía por privados y explicó que, hasta ahora, las trabas se encontraban en el Poder Ejecutivo, que no determinaba una cuota de participación para el sector en la matriz energética nacional. Sin embargo, dijo, "ahora lo empezó a definir" e informó que la semana pasada el ministro de Industria les comunicó que se establecerá "como meta para 2015 una potencia de 500 megavatios generados con energías alternativas", que provendrán de proyectos privados.

(Emitido a las 9.02)

EMILIANO COTELO:
La escasez de lluvias ha vuelto a poner a nuestro país en crisis energética. De Argentina y Brasil se puede importar poca electricidad, así que, aunque se aplican restricciones, UTE debe tener todas sus centrales térmicas encendidas, gastando cerca de 3 millones de dólares diarios.

En medio de este panorama, no solo los empresarios sino también algunos sindicatos reclaman que el gobierno acelere la apertura a la generación de electricidad por el sector privado.

Esta semana, por ejemplo, el dirigente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) Richard Read reclamó que se aproveche al máximo la ley de marco regulatorio que en 1997 desmonopolizó la generación de energía eléctrica.

(Audio Richard Read)

"Lo que digo es que las urgencias deberían llevar a que se tome como una política de Estado el incentivo y la motivación para que el privado ingrese al mercado de producción energético. Porque esta producción puede ser de una variedad enorme en este Uruguay, puede ir desde minirrepresas hasta lo que se le pase por la cabeza a la gente que sepa.

En vez de tener una dependencia del exterior en productos como el petróleo, de depender de la lluvia o de que salgan divisas para comprarles a Brasil o a Argentina, ese dinero tiene que quedar en el país. No es nada descabellado, planteamos un mayor énfasis, una mayor fuerza y que sea una política de Estado, en vez de esa tibieza y esa lentitud, para dar una posibilidad y un futuro mucho más seguro a la inversión y al empleo".

(Fin)

EC - Este planteo de la FOEB fue realizado ante el director de UTE Gerardo Rey, ex presidente del sindicato de la empresa eléctrica. Rey explicó la política que sigue el gobierno en esta materia.

(Audio Gerardo Rey)

"Antes de que nuestro gobierno llegara no existía ningún contrato con el sector privado, y ahora hay un decreto del Poder Ejecutivo –de la época del ministro Jorge Lepra– que planteó un primer paso tendiente a adquirir experiencia en fuentes renovables, que nos permitió celebrar algunos contratos. Esos contratos fueron adjudicados parcialmente, ahora estamos completando la otra etapa de la licitación".

(Fin)

EC - Y, a todo esto, ¿qué piensan los generadores privados de energía eléctrica? ¿Qué dificultades han tenido para poder vender electricidad a UTE? ¿Cuáles son los proyectos que están en carpeta para avanzar en la generación eléctrica desde fuera del Estado? Estamos con el ingeniero Miguel Fraschini, presidente de la Asociación Uruguaya de Generadores Privados de Energía Eléctrica (AUGPEE).

Usted además es director de Azucitrus y Azucarlito y gerente de Ontemar. ¿Por qué está vinculado con la generación de energía eléctrica?

***

MIGUEL FRASCHINI:
Mi familia tiene participación en Azucarlito desde su fundación. Es una fábrica de azúcar localizada en Paysandú, que se autoabastece de energía eléctrica desde sus orígenes; desde el año 50 la fábrica con sus calderas y sus turbogeneradores genera todo el vapor y toda la energía para los procesos.

Por eso, hace dos años, cuando empezaron a aparecer oportunidades para que el sector privado empezara a ayudar con soluciones al déficit y a la crisis que enfrentaba el país, vimos que ya teníamos una experticia en el tema, que teníamos una oportunidad a partir de la trayectoria de la empresa. Nos presentamos a la licitación de UTE del año 2006, en la que nuestra oferta fue rechazada, pero seguimos trabajando y hoy estamos avanzados en un proyecto para generar 5 megavatios para el mercado spot, y estaríamos entrando en régimen entre diciembre y enero próximos.

EC - Ubiquemos a la AUGPEE. ¿Cuándo y cómo nació?

MF - Nació hace aproximadamente dos años, cuando los proyectos candidatos a participar en la licitación de UTE o gente interesada en el negocio se empezó a agrupar en el marco de la Cámara de Industrias –somos un subgrupo de trabajo dentro de la Cámara de Industrias–. Tomamos la decisión de formar una asociación gremial y en setiembre de 2007 le dimos personería jurídica. Tenemos una agremiación con 22 asociados, que reúne a la mayoría de los emprendimientos en curso y a algunos que están en fase de proyecto todavía.

EC - ¿Cuál es el objetivo de la gremial?

MF - El principal objetivo es asegurarle un camino de crecimiento exitoso al sector, en un marco de reglas de juego claras. Aportar una solución al problema energético que enfrenta el país, con proyectos desparramados por todo el territorio nacional, y que se generen negocios rentables.

EC - El mercado de generación de energía eléctrica está abierto, en teoría, desde el año 1997, desde que se aprobó la ley de marco regulatorio.

MF - En teoría sí.

EC - ¿Qué modalidades de participación en el mercado eléctrico existen? ¿Qué es vender en el mercado spot?, ¿qué es vender a precios fijados en contrato con UTE?

MF - Conviene aclarar que el mercado eléctrico está formado por tres escalones, es como un edificio de tres pisos: en uno está la generación, en otro piso está la transmisión y en el tercer piso está la distribución. Lo que se está abriendo, lo que UTE estaría desmonopolizando y con lo cual se estaría generando un mercado, es el piso de la generación; no así en la transmisión ni la distribución, que siguen siendo monopolio de UTE. Es en el primer piso que empieza a haber una participación del sector privado.

EC - ¿De qué maneras puede darse?

MF - El marco regulatorio que generó esta ley, que está vigente desde 1997, establece que generadores privados se pueden enganchar en la red bajo diferentes modalidades. Una de ellas es entrar en un contrato firme con un suministro de determinada potencia, venderle directamente a UTE en el largo plazo y a precio fijo. La segunda modalidad es entrar en el mercado spot, es decir vender cuando el precio es bueno, cuando los costos dan, y cuando no dan, retirarse.

EC - ¿Cómo se evalúa si es un buen momento para vender y entrar al mercado?

MF - El mercado spot tiene lo que se llama el precio o costo marginal de la energía, que se determina por la unidad más cara que está en operación para el sistema. Las unidades se van despachando, se van poniendo en marcha proveyendo energía para el sistema por orden de precio, de menor a mayor: primero se toma energía de las represas hidroeléctricas, que son las más baratas, y cuando las represas no son suficientes se ponen en marcha usinas térmicas, por orden de eficiencia de costo. Entonces, cuando un privado ofrece energía, mitiga la necesidad de seguir enganchando usinas cada vez más caras. Por eso el precio que se le remunera es el costo de la unidad más cara que está operando.

EC - Es un precio variable, depende de cómo opere en ese momento el Despacho Nacional de Cargas.

MF - Es un precio determinado por la oferta y la demanda en el que juegan factores climáticos, de consumo, si los países vecinos tienen o no posibilidades de cubrir nuestro déficit, se mueve con varias variables.

EC - ¿Cuántas empresas le venden energía eléctrica al sistema, por una y otra forma, con contrato o en el mercado spot?

MF - Hoy hay solamente dos, Curtiembre Branáa con una potencia de unos 3 megavatios, y Botnia con un excedente de unos 30 megavatios que vuelca a la red.

EC - ¿Cómo observan el planteo que hizo esta semana la FOEB? Pese a que en su momento el movimiento sindical intentó derogar la ley de marco regulatorio del sistema eléctrico, ahora, al menos ese gremio, sostiene que hay que aprovechar al máximo sus disposiciones y en particular la desmonopolización de la generación de energía eléctrica.

MF - Nos sorprendió favorablemente. Hasta ahora, por un lado, los privados veíamos la enorme necesidad del país de una solución, pero por otro, están presentes determinados corporativismos, sobre todo dentro de la propia UTE, que voluntaria o involuntariamente ponen barreras para que el mercado no se desmonopolice.

EC - El dirigente Richard Read destacaba que la posibilidad de que los privados generen energía eléctrica existe desde 1997 y que sin embargo el Estado maneja esta situación con excesiva lentitud. Decía: "Yo digo que hay tibieza en los movimientos, o el aparato del Estado es muy burocrático y muy lento". Así se lamentaba, en un discurso que se parece bastante a las críticas que ustedes han formulado.

MF - Es coincidente con nuestra visión.

EC - ¿Cuáles son las principales trabas que tienen las empresas privadas para incorporarse al mercado de generación de energía eléctrica?

MF - Las trabas están en la voluntad del propio Poder Ejecutivo de determinar una cuota de participación del sector privado en la matriz energética nacional. Hasta ahora la única señal era una pequeña licitación de 60 megavatios como para probar, para hacer un aprendizaje. Pero hasta el momento el Estado –el Ministerio de Industria o la Dirección Nacional de Energía– no había definido hasta dónde quería llegar con la participación del sector privado. Ahora lo empezó a definir.

La semana pasada, en una entrevista que tuvimos con el ministro de Industria nos trasmitió la voluntad del gobierno de establecer como meta para 2015 una potencia de 500 megavatios generados con energías alternativas. Y las energías alternativas son proyectos privados, porque el propio Estado no se puede dedicar a explotarlas.

EC - Ayer cuando lo entrevistamos, el director de UTE que había participado en la reunión con el sindicato de la bebida, Gerardo Rey, explicaba que hasta el momento hay 36 megavatios adjudicados en las licitaciones para energías renovables: en Rivera y Tacuarembó dos proyectos de 10 megavatios cada uno, en Treinta y Tres otro proyecto de 10 megavatios y molinos de viento por 6 megavatios. Por otro lado, están los 30 megavatios promedio que suministra Botnia y vienen 24 más que están en licitación. Con ese paquete se llegaría a los 90 megavatios, algo que notoriamente es poco si se tiene en cuenta que el consumo de los últimos días estuvo en los 1.400 megavatios en las horas pico. Hasta ahora el plan incluye contratos ya adjudicados o por adjudicar por un total de 90 megavatios.

Después de esos números aparecieron estos que usted mencionaba que anunció el ministro de Industria.

MF - El ministro de Industria establece como política energética del país transitar hacia una diversificación, que dentro de la matriz haya 500 megavatios –que para 2015 estimo que van a ser entre un 15 y un 25% del total de la matriz energética– provenientes de fuentes renovables.

EC - ¿Ustedes lo ven viable?

MF - Es totalmente viable. Él manifestó que podía ser mitad y mitad entre biomasa y eólica, o 200 de biomasa y 300 de eólica. Son cifras perfectamente alcanzables en el escenario actual.

EC - El secretario ejecutivo de la Asociación de Grandes Consumidores de Energía Industrial, José Luis Pou, declaró que Uruguay "ni siquiera debería dar estímulos a emprendimientos de cogeneración de energía como dan otros países, sino que alcanzaría con el cumplimiento de la reglamentación vigente y con reglas de juego claras y estables, algo que hasta hoy no existe".

Ustedes que están del otro lado, que son generadores de energía en el sector privado, ¿comparten esa visión?

MF - Totalmente, porque el atractivo del negocio, lamentablemente, es producto de la falta de previsión del Estado. Tenemos que tomar en cuenta que las últimas inversiones en generación básica de energía en Uruguay se hicieron hace más de 30 años, que son las represas de Salto Grande y Palmar, y que desde entonces prácticamente hicimos la plancha como país en materia de inversiones, confiados en que el mercado no iba a crecer tanto, en que los países vecinos iban a tener excedente cuando nos faltara o en que iba a llover abundantemente y los ríos iban a estar llenos. Por eso es importante destacar que la situación actual no es responsabilidad de este gobierno, ni mucho menos; al contrario, este es el primero en tomar acciones en el tema, empezando con las primeras licitaciones para el sector privado.

Esta situación, que es producto de 20 o 30 años de imprevisión, hoy genera una gran oportunidad de negocios. La oportunidad de negocios está arriba de la mesa, por lo tanto, lo único que hace falta para atraer inversores nacionales y extranjeros es que haya reglas de juego claras.

EC - ¿Qué quiere decir "reglas de juego claras"? Este término aparece muchas veces en las demandas del sector empresarial, pero no siempre se aclara qué significa.

MF - Es tan claro como que se cumpla lo que dice la ley de marco regulatorio promulgada hace 11 años.

EC - ¿Qué es lo que dice y no se cumple?

MF - Que haya una entidad descentralizada de UTE, la Administradora del Mercado Eléctrico (ADME), que sea el ente regulador del mercado eléctrico. Que el Despacho Nacional de Cargas, que es la organización o centro de control que establece qué usina entra y qué usina sale del sistema, no esté dirigida por la propia UTE, porque, si no, la entidad que trasmite y vende la energía al consumidor sería la misma que determina quién entra y quién sale y cómo se remunera.

EC - Es un concepto que en otros países está establecido desde hace mucho tiempo, pero aquí todavía tenemos que asimilar que haya una dependencia que resuelva qué centrales de generación de energía eléctrica se encienden en cada momento del día o del año según la demanda.

MF - Y cómo se determina el precio.

EC - Hasta ahora todos identificábamos esa tarea con UTE, era UTE la que resolvía: La Tablada, Salto Grande, etcétera. Desde 1997, según la ley, tiene que ser un organismo aparte el que elija las centrales de generación pertenecientes a UTE o a privados.

MF - Exacto, que las despache por orden de precio, para darle al sistema la energía de la fuente más conveniente posible.

EC - ¿En qué situación está hoy el Despacho Nacional de Carga?

MF - El Despacho Nacional de Carga sigue operado por la propia UTE. Las autoridades competentes han anunciado que el pasaje a ADME es inminente, pero no se ha producido.

EC - Todavía no se ha concretado.

MF - No se ha concretado, se nos ha comunicado que en lugar de ser un despacho nuevo, bajo la órbita de ADME, se va a hacer un arrendamiento de servicios e infraestructura para que ADME opere el despacho actual.

EC - ¿Qué otras reglas de juego tienen que estar claras?

MF - Tienen que promulgarse decretos que establezcan los peajes para utilizar las líneas de UTE para transacciones entre privados o para negocios de exportación.

EC - ¿Qué son los "peajes"?

MF - La infraestructura de transmisión, que son las líneas de media y alta tensión, y son propiedad de UTE, de manera que si un privado le quiere vender a otro o quiere exportar, o si un gran consumidor quiere importar –también es posible-, necesitan utilizar la red de transmisión de UTE, por lo tanto le tienen que pagar por esa utilización. Hay que fijar un precio en función de la inversión, de la vida útil, de la capacidad de cada línea, para cada tensión tiene que haber un precio diferente de peaje. Esos peajes tienen que estar determinados en un horizonte de mediano plazo para tener cierta previsibilidad.

EC - Mencionó al pasar la posibilidad de que un generador privado le venda energía eléctrica a una empresa privada. Es buena esa puntualización, porque hasta ahora hablábamos de la posibilidad de que privados le vendieran energía eléctrica a UTE, pero la ley de marco regulatorio del 97 también prevé la posibilidad de que una planta privada le venda energía eléctrica a un gran consumidor privado. No a una familia.

MF - No, no puede hacer distribución minorista.

EC - Una familia no puede elegir a quién le compra la energía eléctrica, pero un gran consumidor sí. ¿Esa alternativa está vigente?, ¿se puede hacer en términos prácticos?

MF - En la práctica no se ha hecho ningún negocio entre privados.

EC - ¿Por qué?

MF - Entre otros motivos, porque UTE tiene que dar el consentimiento, tiene que establecer el peaje para el uso de la línea, y por ahora plantea que todos los privados que tengan excedente se lo vendan.

EC - ¿Hay demanda de empresas privadas de comprarle a otro privado y no necesariamente a UTE?

MF - Hay preocupación de los privados por las consecuencias en el suministro si esta situación se agrava. Hay empresas que ya miran la energía como un recurso estratégico que hay que asegurar, porque en el futuro no puede faltar. Hay ejemplos muy cercanos en Argentina de empresas que no pueden trabajar a plena capacidad porque no tienen energía. Entonces algunas empresas uruguayas ya quieren empezar a generar recaudos para que eso no suceda. Y un recaudo es asegurar un contrato con alguien que le suministre.

EC - Ustedes han reclamado que se establezca el precio en el mercado spot. ¿Cómo es esto?

MF - El mercado spot se determina por la unidad más cara que en determinado momento está generando, pero hoy se calcula solamente por los costos directos de esa generación. O sea, si está despachada la quinta unidad de Central Batlle y esa gasta 127 gramos de gasoil por kilovatio, se establece el costo directo del gasoil y ese es el precio. A medida que el combustible ha ido subiendo, ese costo marginal subió también, y a medida que hay que despachar unidades menos eficientes, el costo marginal siguió aumentando. Pero el Estado determinó un techo, hace cerca de un año, de 250 dólares por megavatio, para topear las posibilidades de los privados de acceder a precios que en determinado momento son llamativamente elevados, se quiso acotar las posibilidades. Se topeó en 250 dólares cuando el barril de petróleo estaba en el eje de los 60 y hoy el petróleo está en el doble, de manera que no corresponde que haya un precio marginal topeado, porque cuanto más atractivo sea el mercado spot más inversores van a venir a invertir y a vender energía y más rápidamente el país va a salir de la encrucijada en la que se metió.

EC - Y una última demanda es que la generación de energía eléctrica por el sector privado sea declarada de interés nacional. ¿Qué implicaría esto?

MF - Hoy un proyecto de generación de energía tiene que ir por la ley de promoción de inversiones a tramitar los beneficios establecidos –determinadas exoneraciones para importar los equipos, determinadas exoneraciones para trabajar–, pero si se quiere promover una rápida expansión del negocio de la generación se podría hacer una promoción explícita de exoneraciones fiscales y tributarias para el sector, como se hizo para la forestación en su momento. Si hay voluntad de todo el país de salir más rápidamente de este problema se podría promover explícitamente esa actividad.

***

EC - Es claro que para una empresa privada dedicada a la generación de energía eléctrica entrar al mercado y venderle a UTE es un negocio interesante. Pero desde el punto de vista país, ¿dónde están las ventajas?

MF - Las ventajas están en que hoy la cuenta petrolera, el volumen de combustible que importamos para generar energía eléctrica en las usinas térmicas, ha casi duplicado el total del consumo de combustible del país, y es un incremento de divisas que se van con ese petróleo, que son una sangría para la economía del país. Lo mismo cuando se compra energía a los países vecinos.

EC - ¿Ese gasto se ahorra si se compra energía a privados?

MF - Sí, queda en territorio nacional y redistribuido en las economías locales, porque más del 50% del costo de una planta de generación de biomasa es comprar residuos forestales que hoy no tienen valor –por ejemplo comprados a un aserradero–, y le da trabajo al camionero que lo acarrea, genera fuentes de trabajo en la propia fábrica, permite que proveedores nacionales de equipamiento, como las fábricas de calderas y las empresas que hacen instalaciones eléctricas, tengan más oportunidades de participar en obras. La inversión necesaria para generación varía de acuerdo a la modalidad, pero se sitúa entre 1,5 y 1,8 millones de dólares por cada megavatio de capacidad. Si hay que fomentar una potencia de 500 megavatios en siete u ocho años, va a haber que invertir entre 750 y 900 millones de dólares para hacer esa industria. Es una dinamización fuerte para la industria nacional y para las economías locales.

EC - Una pregunta de la audiencia: "¿Qué pasa si a un privado le sirve más venderle energía a otro país porque se la paga más, pero esa energía sería necesaria en Uruguay? ¿Qué dice la ley?, ¿el país tiene preferencia?".

MF - La ley establece que un privado puede venderle a la red pública o puede exportar, no hay limitantes en ese sentido. Lo lógico es que el costo marginal del país incluya también el costo de exportación, o sea que si están prendidas las usinas térmicas porque Argentina nos está comprando energía, que el costo marginal establecido para el territorio nacional incluya el negocio de exportación y cualquier privado pueda engancharse a la red y participar.
 
EC - Ayer el director de UTE Gerardo Rey adelantaba los criterios con los cuales se va a mover el gobierno de ahora en adelante, cuando se llame a licitación para contratos con empresas generadoras de energía eléctrica a partir de fuentes renovables. Esos contratos implican alguna cuota de subsidio, se asegura un precio por un lapso muy prolongado, de 20 años. "Está bien, eso es así, en buena parte del mundo se trabaja de esa manera, pero entonces habría que establecer algunas condiciones", decía Rey.

Y esas condiciones vendrían por el lado de generación de puestos de trabajo en Uruguay. En el caso de las usinas que funcionen a partir de biomasa, que las calderas sean de fabricación nacional, y en el caso de las granjas eólicas, que los molinos de viento sean producidos en el país.

¿Cómo ve esas condiciones?

MF - Tenemos una industria nacional de calderería con muy buena tradición, con buena calidad de suministro, y la mayoría de los proyectos que hoy estamos en fase de instalación hemos comprado calderas nacionales porque la relación calidad/precio es la más conveniente comparada con otros orígenes, con calderas brasileñas o argentinas. En materia de turbogeneradores es diferente, no hay tecnología nacional y Brasil es el origen más lógico. Y en materia de molinos todavía no hay una tecnología nacional.

Pero comparto con Rey que esta es una muy buena oportunidad para que la industria nacional se desarrolle y si la sociedad va a subsidiar determinadas energías, es bueno que pida eso a cambio, que se dé la posibilidad de desarrollar tecnología nacional, que participen más suministros nacionales.

***

EC - ¿Cómo ve el futuro del mercado eléctrico del país, el futuro de la matriz energética y el conjunto de las posibilidades de generación en un horizonte de mediano y largo plazo?

MF - Lo que podamos aportar los proyectos privados de biomasa y eólicos es un porcentaje relativamente chico del problema en su conjunto. El país debe resolver el problema de fondo, que es la generación básica, para dónde apunta. Las alternativas que hoy están planteadas son: generación térmica con carbón, que es todavía un combustible relativamente barato, generación con ciclo combinado aparte de gas –eso depende de la implementación del proyecto de regasificación–.

EC - No se puede seguir dependiendo del gas argentino, por ejemplo.

MF - Definitivamente no. Y el tercer proyecto, el que va a traer la solución de fondo del problema, es la energía nuclear.

EC - Habría que dar ese paso.

MF - Sin duda.