Entrevistas

García: no está previsto tomar ninguna medida sobre el sistema financiero

García: no está previsto tomar ninguna medida sobre el sistema financiero

El ministro de Economía y Finanzas, Álvaro García, afirmó a En Perspectiva, en contacto desde Washington, que "se viene monitoreando" la situación de crisis internacional, pero por el momento no está previsto tomar ninguna medida con respecto al sistema financiero, el cual, señaló, "goza de una solidez importante". De todas maneras, afirmó que "si se confirma un escenario de retracción del crédito a nivel mundial, puede haber un movimiento que afecte la actividad" y se deberá buscar medidas que se adapten a la nueva situación. Con respecto a la devaluación de la moneda, el jerarca dijo que "no hay que apresurarse", ni "sacar conclusiones rápidas".

(Emitido a las 8.41 horas)


EMILIANO COTELO:
¿Cómo observa la crisis financiera internacional el equipo económico uruguayo? ¿Qué espera en cuanto al impacto de esa crisis en nuestro país? ¿Qué medidas se tiene pensado adoptar para enfrentar esta coyuntura?

Son preguntas que desde hace días sobrevuelan en el debate nacional, y que hoy vamos a plantearle al ministro Álvaro García en un momento muy propicio.  García está terminando su estadía en Washington, adonde viajó para asistir a la Asamblea de Gobernadores y Presidentes de Bancos Centrales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). Esta asamblea coincidió con los momentos más candentes de la crisis y por eso sirvió para una serie de encuentros, tanto formales como informales, donde los últimos acontecimientos estuvieron en la agenda tanto de los ministros como de los presidentes de bancos centrales, los funcionarios y asesores de organismos internacionales.

En particular, este fin de semana hubo espacio para una reunión que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, mantuvo con un grupo de ministros de la región, entre ellos Álvaro García.

Con todos esos antecedentes e incorporando también algunos debates que se han generado dentro del país, por ejemplo las propuestas del líder de Vamos Uruguay, Pedro Bordaberry, sobre lo que tendría que hacer el Poder Ejecutivo, vamos a entrevistar al ministro de Economía antes de que regrese a Uruguay .

***

EC - El sábado el secretario del Tesoro, Henry Paulson, recibió en audiencia especial a los ministros de Economía de Argentina, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay, más el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno. ¿Qué les trasmitió Paulson en esa reunión?

ÁLVARO GARCÍA:
Usted lo resumía bastante bien, pero yo le agregaría el dinamismo de los acontecimientos. Fue un fin de semana intenso. La reacción positiva que tuvieron los mercados de acciones ayer también está pautada por el hecho de que se hayan encontrado aquí los agentes económicos de, prácticamente, todo el mundo. El dinamismo de la situación implica que la reunión con el secretario Paulson el sábado tuvo un determinado funcionamiento, pero tuvimos otras reuniones posteriores, entre ellas una reunión informal ayer con Brian O’Neill, representante del Tesoro estadounidense para el Hemisferio Occidental. En ese encuentro recibimos la información de que hoy va a haber nuevos anuncios del secretario del Tesoro, Paulson.

EC - Estados Unidos va a inyectar hoy una suma importante de recursos en un plan para sanear a nueve instituciones bancarias. La decisión viene después de las medidas que ayer se pusieron en marcha en Europa, que provocaron una primera jornada de euforia.

Según los adelantos que publicó The New York Times, el Tesoro estadounidense plantea invertir 250.000 millones de dólares en el capital de varias instituciones, entre ellas Citigroup, Morgan Chase, Bank of America, Wells Fargo, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Bank of New York Mellon y State Street, aunque se aclaró que la lista será confirmada cuando se conozcan hoy todos los detalles del plan. Esta medida se completará con otras, como la extensión de las garantías públicas provistas por la Corporación Financiera Internacional (CFI) al 100% del dinero depositado en cuenta corriente. Usted se refiere a estos anuncios que se aguardan para hoy.

AG - Sí, evidentemente hubo una filtración, porque la información oficial estaba prevista para dentro de un par de horas...

EC - ...Usted decía "viene todo muy dinámico"; ¿por qué insiste en eso?

AG - Porque incluso lo que usted agregó, la reacción de los bancos centrales europeos ayer, y esta reacción del Tesoro estadounidense hoy, eran medidas esperadas porque desde de la aprobación del paquete de 700.000 millones de dólares el viernes anterior, el mercado todavía no había leído cómo se iban a implementar esas ayudas. Algunas preguntas de los ministros en la reunión con Henry Paulson se refirieron a eso; se advertía sobre el hecho de que no había quedado claro cómo ese dinero iba a llegar a las instituciones.

En un primer momento se había planteado que podía ser a través de la compra de activos, pero eso generaba una dificultad para saber por qué valor se iban a comprar los activos, si era por el valor nominal, lo que implicaría una pérdida grande del Estado, o por el valor de mercado, lo que ayudaría a inyectar liquidez pero no a mejorar la solvencia de las instituciones involucradas. Finalmente, en el fin de semana empezó a tomar cuerpo la idea de que era mejor utilizar buena parte del dinero para capitalizar a través de compra de acciones preferidas de las instituciones financieras en dificultades...

EC - ...Se trata de una medida heterodoxa, sobre todo viniendo de la administración republicana que encabeza el presidente George Bush.

AG - Absolutamente. Eso ya estaba asumido desde el primer momento, en el primer discurso del presidente Bush la semana anterior. Él manifestó algo así como "mi corazón liberal me dice que no debo hacerlo, pero la emergencia de la situación lo amerita". Se percibió este fin de semana de primera mano la preocupación importante de todos los actores, incluso en la propia reunión con Paulson. La preocupación era que quedara en lo declarativo, porque ya el sábado en la reunión de gobernadores del BID todos los discursos señalaban que había que tomar acciones coordinadas y urgentes. Europa tomó la posta el domingo a la noche y eso ayudó a revertir el humor de los mercados, por eso se dio la reversión de ayer. Estas medidas que ahora anuncia Estados Unidos van en la misma línea y son tranquilizadoras.

EC - ¿Qué sensación hay por estas horas en Washington entre sus colegas y entre los expertos con los que usted ha estado dialogando? ¿Ahora sí se ve una luz al final del túnel?

AG - Cuando se baja la pelota al piso y se dice que "el dinero se va a utilizar de tal o cual manera", ayuda. Con la instrumentación de estas medidas se ha cortado el efecto dominó tan perverso que se generó durante algún tiempo. Esto no quiere decir que volvamos al estado de cosas anterior, de eso también hay certeza aquí; el propio consejero Brian O’Neill ayer nos lo planteaba, Estados Unidos va a quedar con un sistema financiero absolutamente diferente del que tenía hasta el momento. Habrá que ver cuáles son los efectos de esta situación.

EC - Más allá de que va a cambiar la calidad, el tipo de sistema financiero en Estados Unidos y también en Europa y en otros países, ¿qué va a pasar con los efectos en la economía real?, es decir, ¿qué heridas en la economía real deja todo esto que acaba de ocurrir y que todavía está ocurriendo?

AG - Primero, es complicado en medio de la tormenta, o saliendo de la tormenta –hay que ser muy cautos en todo esto– sacar conclusiones definitivas. Es muy probable que haya una retracción del crédito en el mundo, cuando suceden estas cosas todo el mundo trata de refugiarse en la liquidez, por lo tanto las transacciones o los préstamos se comienzan a restringir, se mira la cosa de otra manera. Cuando la prioridad pasa a ser la liquidez, se comienza a restringir. También puede ocurrir que desde el resto del mundo las casas matrices de los bancos soliciten mejorar la liquidez a sus filiales. Eso puede ser una conclusión importante, que está vinculada con el desarrollo del sector real, con el dinamismo del sector real.

EC - La restricción del crédito afecta al comercio, por ejemplo.

AG - Absolutamente. Como es muy dinámica la situación, hay que ir viendo minuto a minuto, hora a hora qué sucede, pero podemos extraer esas conclusiones: va a ser un mundo diferente. Incluso en algunas de las reuniones se dijo que esto va a implicar una regulación nueva, nuevas reglas de juego, y esos procesos llevan su tiempo. No lo digo yo, lo dice gente aquí en Estados Unidos, que el planteamiento de nuevas regulaciones y el pasaje por el Congreso lleva años. No quiere decir que vaya a suceder, pero esto ha sido un sacudón muy grande y probablemente se vaya en ese sentido.

De hecho, ya la propia salida de esta crisis implica que la banca de inversión como la conocimos en los últimos años no va a existir de la misma manera; prácticamente no han quedado bancos de inversión y los que han quedado con el mismo nombre han pasado a ser bancos comerciales.

***

EC - Este fin de semana el Partido Comunista del Uruguay (PCU) tomó la iniciativa dentro del Frente Amplio (FA); fue el primero que, a partir de las resoluciones de su congreso, emitió un comunicado que dice:

"Dada la crisis económica en los principales países capitalistas, con su epicentro en los Estados Unidos y repercusión a escala planetaria, prevista en los sucesivos análisis del Partido Comunista, reafirmamos la necesidad de avanzar en la concreción del programa del Frente Amplio en lo que resta del período de gobierno, en especial hacia la construcción del país productivo con justicia social y profundización democrática, impulsando desde nuestro gobierno la adopción de un paquete de medidas de emergencia para que el peso de la crisis económica no recaiga en el pueblo trabajador, como acostumbraban a hacer los gobiernos neoliberales".

Este es uno de los enfoques que se discuten. ¿Qué dice usted?, ¿qué está previsto?

AG - Le trasmito la visión que tenemos en el ministerio sobre el posicionamiento de Uruguay ante toda esta situación. La primera preocupación es desde el punto de vista financiero, ante una retracción de la liquidez. Primer punto: Uruguay ha hecho las cosas de tal manera que se encuentra prefinanciado en sus cuentas públicas hasta el año 2010; eso de por sí ya implica una tranquilidad muy grande...

EC - ...No hay que salir a los mercados a emitir deuda, dice usted.

AG - No habría necesidad de salir a los mercados a emitir deuda. Una de las acciones concretas –y acá reafirmo la profesionalidad del trabajo de la Unidad de Deuda y de la Agencia Financiera que tenemos en Washington– ha sido el repaso pormenorizado del flujo de fondos de Uruguay. La segunda acción ha sido intentar cerrar algunas líneas de crédito que puedan resultar muy importantes, básicamente con organismos multilaterales, por ejemplo de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y del BM...

EC - ...¿También del BID?

AG - También; ayer tuvimos una reunión en la sede del organismo con su presidente, Luis Alberto Moreno, que va a visitar Montevideo el viernes. El BID lanzó este fin de semana una nueva línea de liquidez para sus miembros, de hasta 6.000 millones de dólares, y estuvimos viendo los detalles. Estas líneas son para curarse en salud, es muy importante contar con diferentes alternativas. Como el trabajo es profesional, se evalúan plazos, monedas y costos con respecto a las alternativas.

Además, el equipo de la Unidad de Deuda y la Agencia Financiera uruguaya aquí tuvieron infinidad de reuniones con instituciones financieras de todo el mundo, para evaluar, para estar en contacto, para tener a mano todas las alternativas para mejorar los perfiles, que es el trabajo que se ha venido realizando durante todo este tiempo. Desde el punto de vista financiero, Uruguay está con tranquilidad; lamentablemente las realidades de otros países no son así, pero es la particularidad del nuestro. Ese es el primer punto.

El segundo punto es que el propio sistema financiero uruguayo goza de una solidez importante. Comparado con otras situaciones históricas, por lejos la situación es muy buena, y en términos absolutos, mirando indicadores de liquidez y de solvencia del propio sistema, la situación es por demás de solidez.

EC - ¿Con respecto al sistema financiero no está previsto tomar ninguna medida?

AG - Por el momento, no.

EC - Se lo pregunto porque por estas horas el líder de Vamos Uruguay, Pedro Bordaberry, ha salido a sugerir una serie de decisiones, entre las cuales –según planteaba ayer en el diario El Observador– estaba:

"Hoy más de las dos terceras partes de los depósitos en los bancos son a la vista, y todos sabemos que una cosa son los depósitos y otra es lo que se presta. ¿Qué debería hacer el Banco Central para anticiparse a una posible crisis? Debería habilitar una línea de crédito a los bancos, en dólares, ya mismo, como está haciendo la FED (Reserva Federal) en Estados Unidos. Acá, mientras tanto, decimos ‘no hay crisis, no hay crisis’ y no tomamos medidas".

¿Qué responde usted?

AG - No decimos que no hay crisis, nunca lo dijimos. Una de las líneas que habíamos decidido era no polemizar. El gobierno ha demostrado que cuando hay que recurrir a una herramienta, se recurre. Con respecto a la liquidez de los bancos, si se toman en cuenta los depósitos a 30 días, la liquidez está arriba del 60% de esos depósitos. Cuando yo le planteaba los indicadores anteriores de liquidez, de solvencia, me refería a eso. Obviamente hay que analizar todas las situaciones, no rehuimos a analizar ninguna de las herramientas, pero por el momento se viene monitoreando la cosa y no ha habido necesidad de tomar ninguna medida. Lo que no quiere decir que no haya que hacer alguna corrección; a la vuelta lo estaremos analizando.

EC - Bordaberry también decía que "hay que suspender la ampliación del gasto previsto en la Rendición de Cuentas" y que "conviene devaluar la moneda a la par de Argentina y Brasil, para no perder competitividad en la región".

¿Qué dice a propósito de este tipo de medidas?

AG - La conducta fiscal de este gobierno ha sido de absoluta responsabilidad. El crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) va a orillar, al final de estos cinco años, el 41, 42%, y el gasto ha tenido un aumento por lo menos 10 u 11 puntos menores que eso. De ninguna manera ha habido una conducta irresponsable.

Segundo, la Rendición de Cuentas ha sido aprobada y hay un nivel de gasto comprometido. Tercero, si se confirma un escenario de contracción del crédito en el mundo y eso implica retracción del comercio y de la actividad en el campo real, puede haber algún movimiento, principalmente por sector, que pueda afectar la actividad. Estoy hablando de esto porque desde el punto de vista fiscal el gasto es un nivel que está acotado y cerrado...

EC - ...¿No hay riesgo de que ese gasto tenga problemas en su financiamiento? En función de la crisis, ¿no puede ocurrir que el comportamiento de la recaudación no sea el esperado, no sea el calculado, y por lo tanto un aumento del gasto de 300 millones de dólares se convierta en un problema?

AG - Usted respondió lo que yo iba a decir. El nivel de resultado fiscal de un país tiene dos componentes: el componente de recaudación y el componente de gasto. El componente de gasto está acotado y cerrado en la Rendición de Cuentas votada y el compromiso existente. Lo que yo le decía iba en el sentido de lo que usted plantea. Lo que sí, y aquí abro la posibilidad de análisis, porque hemos demostrado que existe flexibilidad en este sentido, vamos a hacer un seguimiento, vamos a ver si hay alguna retracción en el crecimiento que impacte en la recaudación. Lo habíamos dicho con anterioridad, y lo repetimos y reafirmamos ahora, por eso iba el razonamiento de cómo tenemos previsto el comportamiento del crecimiento en Uruguay. Uruguay tuvo, en el primer semestre, un crecimiento de 13,1%, absolutamente extraordinario. Eso llevó a que revisáramos las metas para fin de año de crecimiento del PBI a un 9,5%. Esa meta no será revisada, el tercer trimestre está cerrado, y fue cerrado antes de toda esta situación, y creemos que ese va a ser el crecimiento de Uruguay en el año 2008.

Para el año 2009 ya existía una previsión de desaceleración de ese crecimiento extraordinario hacia niveles más normales, o más deseables, de un 4,5%. Tenemos la flexibilidad de actuación suficiente, observamos la situación internacional; si cambian las condiciones generales, buscaremos las medidas para adaptarnos, pero no vemos una caída de la actividad. Vamos a monitorear la situación. Si visualizáramos en algún momento una desaceleración de la actividad que pudiera impactar en la recaudación, tomaremos las medidas que tengamos que tomar.

EC - Eventualmente podría llegar a topearse la ejecución del gasto, como está permitido de acuerdo con el presupuesto.

AG - Sí, habría que ver en la práctica qué cosas. No me quiero anticipar.

EC - Pero no se va a tomar una medida ahora. Bordaberry proponía suspender la ejecución del gasto previsto en la Rendición de Cuentas; "sería un mensaje que llevaría tranquilidad a la economía", decía.

AG - El mensaje que lleva tranquilidad a la economía es que el financiamiento existe, que se trabaja de manera muy profesional sobre los flujos de fondos del país. Y en ese sentido hay que tener absoluta tranquilidad. El otro punto de vista es que más que el gasto, la inversión que se está realizando ha tenido un crecimiento importante tanto desde el punto de vista de la educación como de la salud. No hay que olvidar que nuestra concepción responde a acumular para la estabilidad del país; en este caso, la estabilidad social, que es absolutamente crucial.

Le cuento anecdóticamente que en la reunión que tuvimos con Henry Paulson él hizo mención al estado de ánimo de los estadounidenses, e hizo específica mención a la importancia de la estabilidad social tanto como a la estabilidad económica. Me llamó la atención esa afirmación y me congratuló, porque ese ha sido uno de los pilares en los cuales se ha basado la política económica y social de este gobierno.

***

EC - De los puntos que ponía sobre la mesa Pedro Bordaberry ayer, nos faltó conocer su reacción ante la idea de que la moneda uruguaya se vaya devaluando a la par que las de Argentina y Brasil, para no perder competitividad en la región. En los últimos días ha generado inquietud en varios sectores, entre ellos el turismo, lo que ha estado pasando con el real. ¿Qué dice usted sobre este punto?

AG - Primero, la competitividad que debemos ver, dada la canasta comercial de exportaciones de Uruguay hoy, no es exclusivamente la regional, si bien es absolutamente importante. Debemos seguir la competitividad con el conjunto de países con los cuales Uruguay comercia.

Segundo, históricamente Uruguay, con problemas de inflación importantes en las décadas anteriores, utilizó el tipo de cambio como ancla para detenerla. Desde el año 2003 Uruguay ha cambiado su política, comenzó en el período anterior y se ha mantenido en éste una política basada en el establecimiento de metas de inflación. Eso implicó que el tipo de cambio quedara liberado a flotar en el mercado. Eso implica a resguardar o disminuir una vulnerabilidad grande que el país ha tenido históricamente. Todos conocemos, no preciso nombrarlos, los fuertes shocks que habido por el atraso en el valor de la moneda y los problemas económicos, e incluso familiares y sociales, que generaron esas devaluaciones bruscas.

En un clima de estabilidad, de buscar la estabilidad, de reglas de juego claras, es absolutamente fundamental que el valor de la moneda acompañe los movimientos que se producen internacionalmente. Y eso es lo que está sucediendo. El Banco Central del Uruguay (BCU) está siguiendo una política de evitar volatilidades bruscas...

EC - ...El BCU está interviniendo en el mercado de cambios. ¿Cuál es el criterio? ¿Solamente ése, evitar volatilidad brusca?

AG - Sí, como establecimos cuando yo estuve por ahí conversando con usted. No es evitar ninguna tendencia, al contrario, es evitar volatilidades y a veces algún tipo de juego especulativo que se pueda dar en algún momento en el mercado uruguayo. Esa es la política y se va a mantener.

EC - ¿Y qué se va a hacer frente a lo que está ocurriendo, que el real se devalúa más que el peso uruguayo?

AG - No hay que apresurarse. Como decía hoy, estamos en el ojo de la tormenta –ojalá saliendo del ojo de la tormenta–, pero no se pueden sacar conclusiones rápidas. Si tomamos como referencia lo que pasó la semana pasada, vamos a sacar una conclusión; si tomamos lo que pase esta semana, quizá lleguemos a una distinta. El real se apreció un poco con respecto al dólar ayer. Fue uno de los cálculos que yo realicé, porque hay que estar arriba del tema. Y si miramos, no hay tanta diferencia entre la devaluación del real y lo que se ha devaluado el peso uruguayo en estos días. Vamos a ver cómo se acomodan las cosas antes de tomar decisiones, antes de apelar a soluciones que ya quedó demostrado que no hacen bien en el mediano y el largo plazo. El mercado quiere reglas claras, los agentes quieren reglas claras, y en los momentos de turbulencia hay que mantener la calma y esperar que pase la tormenta.

EC - Hablando de la región, para enfrentar la crisis de confianza que está golpeando al sistema financiero en distintos lugares del mundo, una de las claves ha sido la coordinación de políticas. Acá, en el Mercosur, ¿qué tipo de iniciativas hay en esa dirección?

AG - Hemos tenido alguna conversación, no con el ministro de Economía argentino, pero sí con alguno de sus asesores, y están previstos los mecanismos formales. No hay ninguna iniciativa tomada particularmente por este tema...

EC - ...¿No debería haber?

AG - No la descarto. Veremos cómo se ve afectada la región. Es una iniciativa interesante.

EC - En el diario Clarín de Buenos Aires trascendió ayer que la presidenta Cristina Fernández ordenó una forma de coordinación con los socios del Mercosur. Según la versión de Clarín, las medidas apuntarían a frenar el ingreso al mercado integrado "de todos aquellos excedentes que los países más afectados por la crisis mundial no logren venderles a sus habituales clientes y quieran ahora rematarlos en el Mercosur. Una de las principales acciones sería el aumento del arancel externo común para los productos de países asiáticos, especialmente de China y principalmente del sector textil".

¿Qué dice sobre una posibilidad como ésta?

AG - Uruguay participa en todas las instancias del Mercosur. Me parece correctísimo el hecho de tomar acciones coordinadas en los ámbitos que corresponden.

EC - Pero hasta ahora usted no conoce de nada concreto que se esté barajando en esta materia.

AG - Hay múltiples instancias, estos últimos días estuvimos con la cabeza metida aquí, en los contactos que hemos tenido con colegas argentinos y brasileños no se tocó el tema, pero Uruguay va a acompañar en las instancias formales que tiene el Mercosur.

EC - Usted ha insistido en que el país está mejor preparado que en el pasado para hacer frente a una crisis como esta, ha hablado de cómo el Estado uruguayo tiene resueltos sus problemas de financiamiento a partir del manejo que se ha hecho de los plazos y las formas de la deuda pública; pero tenemos ya algunos impactos en la economía real: varios frigoríficos han mandado empleados al seguro de paro y otro tanto ocurre en el sector curtiembre, por citar solo dos ejemplos de impactos concretos.

¿Qué lectura hace de estas situaciones? ¿Es posible tomar algún tipo de medidas para respaldar a esos sectores?

AG - Cuando se da ese tipo de situaciones tan movilizantes a escala mundial, muchas empresas –no me refiero a las empresas exportadoras uruguayas, sino a los clientes, las empresas que compran en el resto del mundo– realizan sus acciones, previendo dificultades o esperando que suceda alguna situación. Por ejemplo, como el precio de los commodities está en baja, o ha venido con esa tendencia –no se puede hablar de nada definitivo en estos días–, quizá demoren un poco las compras, a efectos de comprar más adelante si no necesitan inmediatamente, o si prevén algún problema de financiamiento en un contexto que puede ser de retracción del crédito.

Es una reacción lógica que haya un cierto parate en algunos sectores. Hay que ver cómo evoluciona esto, porque lo que está detrás de toda la cadena es la demanda de los consumidores, que es una variable que no varía –valga la redundancia– en poco tiempo. Es de esperar que de restablecerse los canales de crédito, los negocios sigan existiendo y se restablezcan los flujos normales de comercio. Por lo tanto, también en ese sentido, cautela.

Sé que ha habido varias solicitudes de entrevistas para conversar estos temas. Cuando llegue, con muchísimo gusto vamos a conversar para ver qué mecanismos pueden existir para en el caso de que se dé alguna situación más permanente se pueda trabajar conjuntamente.

EC - Hablando de entrevistas, ¿qué tipo de diálogo tiene previsto mantener con la oposición a propósito de la crisis y cómo se la enfrenta desde el gobierno? Yo citaba recién los planteos de Vamos Uruguay, pero también en el Parlamento el contador Iván Posada, del Partido Independiente, está promoviendo una comparecencia suya en comisión.

AG - Con muchísimo gusto, es una tranquilidad para nosotros concurrir. Estaba previsto, habíamos conversado esa posibilidad con la diputada Charlone antes del viaje, la semana anterior, y probablemente vayamos el día 22 para conversar de todo esto con los legisladores.

EC - Recién el 22, porque el planteo de Iván Posada apuntaba a que usted viniera al Parlamento el miércoles, mañana mismo.

AG - Yo llego mañana después del mediodía, hay dificultades prácticas.

EC - ¿El ámbito sería el Parlamento o se crearía algún otro tipo de grupo de trabajo con la oposición para intercambiar en torno de esta situación?

AG - Yo soy una persona de diálogo; podemos comenzar por ahí y después seguir conversando. El principal objetivo es Uruguay y el mejor desarrollo de las cosas. En ese sentido, quizá sea un buen comienzo la visita al Parlamento, el diálogo; las puertas están abiertas para escuchar sugerencias y conversar sobre estos temas.


***

Transcripción: María Lila Ltaif