Funsa vuelve al camino
Secretario general del sindicato de trabajadores, Enrique Romero: En setiembre próximo podrían estar en producción los neumáticos, y antes otros productos, si prospera el acuerdo con un grupo de empresarios uruguayos dispuestos a rematar la planta industrial. La cooperativa de ex trabajadores participará de la capitalización con el crédito por las 85.000 horas que hicieron posible mantener la planta en funcionamiento.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 24.03.04, 08.53.
EMILIANO COTELO:
Funsa vuelve al camino. Parece un slogan publicitario, pero en realidad es una síntesis del momento actual de esta empresa, todo un símbolo de la industria nacional, fundada en 1930, que llegó a ocupar a 3.000 empleados y que permanece cerrada desde hace dos años, desde marzo de 2002, cuando naufragó la última etapa de la trayectoria, encabezada por Titan, de Estados Unidos.
Ahora, tras varios meses de diagnósticos, estudios de mercado, negociaciones, varias idas y venidas, la operación rescate encabezada por el sindicato de trabajadores parece estar llegando a buen puerto. La aparición de inversores nacionales dispuestos a hacerse cargo del emprendimiento y el acuerdo alcanzado con el principal acreedor de la firma, el Banco República (Brou), hicieron el resto.
Vamos a conocer detalles de esta experiencia y conocer las perspectivas, cuándo va a reabrir Funsa, en diálogo con el secretario general del sindicato de trabajadores de Funsa, Enrique Romero. ¿Podemos ubicar a los oyentes, en primer lugar a propósito de por qué cerró Funsa la última vez?
ENRIQUE ROMERO:
Hay varios aspectos por los cuales Funsa cerró sus puertas, entre ellos una pésima administración y también factores externos, como la devaluación en Brasil, que llevaron, entre otros, a este cierre no deseado por nosotros, obviamente.
EC - Cierre que ocurrió en marzo de 2002.
ER - En realidad en diciembre del año 2002 definitivamente; en marzo cerró la línea de neumáticos, y lo último que quedaba funcionando era el sector de guantes, que cerró el 5 de diciembre del año 2002.
EC - En realidad esa etapa que culminaba en ese momento había sido, a su vez, un intento por reflotar a Funsa, porque ya venía de crisis en crisis, ¿no?
ER - Sí, venía en caída. Nosotros en todo momento intentamos, con propuestas y con trabajos hechos por el sindicato y sus asesores, evitar esa caída definitiva de Funsa, cosa que no logramos; pero inmediatamente después del cierre nos pusimos a trabajar para este reflotamiento de la empresa que estamos a punto de lograr.
EC - ¿Cuántas personas trabajaban en Funsa cuando cerró las puertas, hace dos años?
ER - Había 480 trabajadores en su plantilla, pero no todos estaban ocupados porque parte de ellos estaba en el Seguro de Desempleo.
EC - Ya era Funsa mucho más pequeña que la empresa "gloriosa", de esplendor que llegó a ser en algún momento de su trayectoria.
ER - Sí, que en algún momento llegó a ocupar a 3.000 trabajadores; pero progresivamente, por distintos motivos, por distintos factores, se fue achicando la plantilla por cierre de algunos sectores y modernizaciones en la línea de producción, lo que llevó a la pérdida de puestos de trabajo.
EC - Claro, habría que recordar que buena parte de ese auge de Funsa se debió a otra época del país, a una época proteccionista que de alguna manera terminó constituyendo en Funsa una especie de monopolio en varios de los rubros en los cuales producía.
ER - Sí, en realidad era totalmente monopólica en varios sectores de producción; progresivamente fue perdiendo esos beneficios de monopolio, a su tiempo intentó rehacerse, reconvertirse, pero no lo logró totalmente, salvo en algunos aspectos.
EC - Vayamos a lo que ahora ha ocurrido desde que naufragó la etapa última, la de Titan, esta multinacional con origen en Estados Unidos. El sindicato de Funsa, como decíamos, tuvo mucho que ver con el proceso que se inició entonces, asumió un papel protagónico. Ustedes estaban convencidos de que se trataba de una empresa viable.
ER - Totalmente convencidos. Por ese motivo desde un principio, desde el mismo 5 de diciembre del año 2002, nos pusimos a trabajar en la reapertura de Funsa. En primera instancia instalando un campamento frente a la planta para preservar su integridad...
EC - ¿Estaba en riesgo la integridad de la planta?
ER - Sin duda. Era una planta abandonada; fue abandonada totalmente y no quedó nadie a cargo, entonces corría el riesgo de ser vandalizada. Nosotros previnimos eso, evitamos que ocurriera, para tener una planta industrial en la cual reflotar a la empresa.
A partir de ahí armamos un equipo para elaborar un proyecto de viabilidad encabezado por el economista Juan Manuel Rodríguez y con varios técnicos y profesionales asesorándonos, lo que dio su resultado unos meses después, arrojando una posible rentabilidad muy atractiva para inversores. Eso fue lo que a su vez permitió la llegada de estos inversores, de los que fueron algunos grupos nacionales y otros extranjeros, de los cuales elegimos la propuesta que a nuestro juicio era más atractiva, más seria y más responsable.
EC - Vamos a hablar de ese proyecto, de dónde están las fortalezas de Funsa hoy por hoy, de cuáles podrían ser sus mercados. Antes un par de precisiones más: ¿qué ocurrió con el equipamiento de la fábrica? Ustedes decían: "Lo primero que nos preocupó fue evitar que fuera saqueada", pero supongo que también debe haber sido necesario llevar adelante mantenimiento.
ER - En segunda instancia, después de haber elaborado el proyecto y de evitar el vandalismo en la fábrica, conseguimos autorización judicial para ingresar a la planta industrial a hacer mantenimiento, cosa que logramos en agosto del año pasado. Desde ese momento hasta el día de hoy llevamos más de 85.000 horas de trabajo totalmente voluntario, totalmente honorario, que permitió en primer instancia evitar el progresivo deterioro de la maquinaria y luego ponerla a punto para producir, cosa que estamos haciendo en estos momentos.
EC - 85.000 horas de trabajo voluntario llevadas adelante, ¿por cuántas personas?
ER - Somos entre 120 y 140 que diariamente estamos aquí en la planta industrial de Funsa.
EC - ¿En qué situación se encuentran? Porque ustedes fueron despedidos, pasaron por Seguro de Desempleo; ¿cuál es la situación exacta de vinculación con la empresa?
ER - Pasamos en primera instancia al Seguro de Desempleo, donde logramos cobrar hasta 21 meses, y luego quedamos totalmente desamparados por la seguridad social, dado que se vencieron los plazos que nos habían dado. En estos momentos estamos totalmente desocupados. En su momento fueron reconocidos nuestros créditos laborales por parte de la empresa Funsa, pero estamos totalmente desocupados.
EC - O sea que estos 120-140 que han estado llevando adelante el mantenimiento son personas que no consiguieron un trabajo alternativo todavía.
ER - No, salvo alguna changa; trabajo formal ninguno. Estamos apostando todo a esta reapertura de Funsa.
EC - ¿Cuál es la situación legal de la empresa?
ER - Estuvo en concordato hasta hace poco tiempo y en estos momentos se encuentra en liquidación judicial.
***
EC - Hablábamos de la viabilidad económica del proyecto para reflotar a Funsa. Quiero preguntarle precisamente sobre este punto; usted mencionaba que contaron con el asesoramiento técnico del economista Juan Manuel Rodríguez, cuyo trabajo de alguna manera sustentó, avaló esa impresión que ustedes tenían. ¿Por dónde pasan las fortalezas de Funsa, por dónde pasan esas fortalezas que garantizan la viabilidad pese a que la operativa estuvo cortada durante dos años?
ER - Hay varias fortalezas, entre ellas la propia marca Funsa, que es un aval importante de calidad, de tradición en el mercado.
Además los estudios técnicos realizados por Juan Manuel Rodríguez y su equipo arrojaron resultados interesantes en cuanto a costos. Podemos trabajar haciendo una reestructura de la empresa con costos muy pero muy competitivos y con la calidad de siempre de Funsa, del producto Funsa, que es reconocida no sólo en el mercado nacional sino también en el regional e incluso en el europeo, ya que tiene certificaciones que le permiten ingresar al mismo.
Por esos lados están nuestras mayores fortalezas, además de un convencimiento pleno de la totalidad de los trabajadores de que ésta es una oportunidad única que tenemos de recuperar una fuente de trabajo importantísima para todos, no sólo para quienes trabajamos aquí sino para el país entero.
EC - Yo le preguntaba sobre todo porque usted sabe que ha habido otros intentos, parecidos a este que ustedes llevan adelante en el caso de Funsa, que no terminaron consolidándose. Por ejemplo, en materia de competitividad, ¿cómo se encuentra Funsa para el mercado local y para los mercados internacionales?
ER - Justamente, creemos, y además hemos comprobado mediante los trabajos de estudio de mercado y otros realizados por el equipo de Juan Manuel Rodríguez, que en cuanto a competitividad estamos muy bien posicionados en el mercado nacional y en el regional.
A diferencia de otros proyectos, este tiene una dimensión mucho mayor en cuanto a la posibilidad de ingreso a los mercados en los que tradicionalmente trabajaba Funsa y otros que se nos han abierto en los últimos tiempos, sobre todo en Brasil, de dimensiones que dada la coyuntura actual del mercado de neumáticos, nos permiten arrancar con una gran potencialidad.
EC - ¿Estamos hablando únicamente de fabricación de neumáticos?
ER - No, no. Neumáticos es la línea principal de producción, pero además contamos con una línea de guantes que ya se encuentra en condiciones de trabajar porque ya se encuentra prácticamente terminado su mantenimiento y a la brevedad pensamos ponerla en funcionamiento; el producto guante cuenta con un mercado muy importante a nivel nacional.
También hemos recuperado otra línea de producción que Funsa tenía discontinuada desde hacía mucho tiempo, que es el regenerado, la recuperación de neumáticos en desuso; parte de esa materia prima se recupera y se vuelve a reutilizar en otros productos. Eso también está en condiciones de comenzar rápidamente, una vez solucionados algunos temas jurídicos pendientes estaremos en condiciones de recomenzar la producción.
EC - Usted mencionaba que se mantienen vigentes los mercados a los cuales Funsa exportaba y que han surgido nuevas posibilidades. Recordemos a qué países exportaba Funsa.
ER - Básicamente a la región, sobre todo a Brasil y Argentina. En los últimos tiempos hemos recibido visitas de potenciales clientes que están muy interesados en nuestros productos y a quienes después de haber visto el proyecto y los precios de costo en los que podemos andar les ha interesado mucho continuar la relación que mantenían anteriormente con la empresa Funsa. Y, dada la escasez de neumáticos que hay sobre todo en Brasil, han venido otros nuevos, lo cual permite avizorar posibilidades muy grandes de trabajo. Creemos que podemos trabajar a pleno la planta de neumáticos desde el momento de su reapertura.
EC - ¿Y otros países?
ER - También hay intentos desde Estados Unidos, mercado que ya conocemos, y de México y parte de Europa. En Europa tenemos certificaciones de los institutos de calidad para el Mercado Común Europeo que nos permiten el ingreso.
***
EC - Vamos a dar entrada a Rosario Castellanos, que está ¿en qué parte de la planta?
ROSARIO CASTELLANOS:
En este preciso momento estoy instalada, sentada en la portería, porque no saben lo que ha sido la caminata, además a buen ritmo, que he tenido que hacer para completar, al menos en parte, la recorrida de esto que es un monstruo que mete miedo apenas uno llega. Estamos hablando de una instalación industrial que ocupa un predio de 9 hectáreas y tiene 85.000 metros cuadrados edificados distribuidos en galpones, algunos de los cuales ya no están ni estuvieron antes en funcionamiento en la medida que algunos productos se discontinuaron.
Así que tuve que elegir dos de ellos, fundamentalmente porque sobre ellos es que se está haciendo el trabajo de mantenimiento. Apenas uno ingresa a este lugar, ya desde el estado en que se encuentran las arcas que rodean el perímetro del predio, la forma en que están repintados a nuevo todos los buenos edificios, el propio mural que hace poco se instaló en la fachada, todo aquí le indica que la fábrica está a punto. Es difícil pensar que hace más de un año que no está funcionando.
Eso se confirma apenas uno ingresa en ese gigante que es el galpón de prácticamente dos manzanas de extensión donde está la parte de los neumáticos, de armado, preparado y vulcanizado de los neumáticos. Las máquinas están en silencio, pero no por eso se ha dejado de trabajar en ellas, haciendo desde el barrido del piso del propio galpón hasta la pintura en amarillos, naranjas, grises oscuros, y realizando todo tipo de reparaciones. En algunos casos ha sido necesario ir hasta el propio corazón de hierro de la pieza, y no estamos hablando de tuercas y tornillos, sino de pronto de enormes, gigantescos rodillos de hierro que el óxido había picado y ha obligado a un trabajo de llegar más allá, repararlos a nuevo y luego cubrirlos con una especie de forro en nylon de vivos colores.
Otro tanto sucede en el galpón donde hasta último momento se estuvieron realizando los guantes; en ese sentido es bastante original ver las puertas abiertas de las estufas de los hornos donde una serie de manitos en vertical están esperando recibir el látex para completar su fabricación.
El taller mecánico está funcionando a pleno, pero también es interesantísimo visitar el galpón de repuestos donde todo inventariado, desde las piezas más chicas hasta las más grandes, en varios estantes, ha permitido el mantenimiento de todo ese material, ha permitido hacer estos trabajos que se están realizando no a partir de compras nuevas, que no son posibles, sino utilizando todo lo que se había previsto.
Han entrado 120 funcionarios, en los cuales están representados todos los estamentos de la fábrica, porque allí codo con codo están trabajando los que fueron jefes, los técnicos, los obreros y estudiantes de la Facultad de Ingeniería que se suman en estas jornadas solidarias de mantenimiento de la planta. Realmente luce muy bien y uno piensa que en cualquier momento debiera comenzar a oírse el ruido de esta fábrica funcionando.
EC - Romero, a partir de lo que estaba relatando Rosario, de la descripción que hacía, una de las preguntas que me quedan es: ustedes han trabajado, como señalaba, voluntariamente, han aportado 85.000 horas de trabajo, pero también deben haber tenido gastos para llevar adelante el mantenimiento. ¿De dónde salió el dinero para eso?
ER - De varias fuentes, entre ellas la solidaridad internacional, a la que apelamos en un primer momento, y después...
EC - ¿Solidaridad internacional quiere decir, concretamente...?
ER - De otros gremios de trabajadores del exterior que nos han aportado una mano solidaria. También hemos logrado financiarnos con la venta de algunos artículos de desecho que había que para nosotros no tenían ninguna utilidad, los sacamos y reinvertimos ese dinero en el mantenimiento de la planta industrial.
EC - ¿Tienen alguna estimación de cuánto dinero se ha puesto?
ER - Todavía no hemos hecho esa estimación, pero es una cantidad importante de dinero la que se ha volcado a este mantenimiento.
EC - ¿Rosario?
RC - Quería contarles que entre las cosas que están funcionando está el comedor de los funcionarios; las mujeres están encargadas de preparar los alimentos porque allí todo está dispuesto para que quienes vienen a trabajar puedan recibir su almuerzo.
***
EC - El viernes pasado recibieron una noticia muy importante, una noticia que se había venido postergando: el Brou aceptó la oferta económica de los inversores que estaban interesados en retomar la actividad de la planta, en base a una fórmula que se presentó con la participación del ministro de Industrias, el sindicato y los propios empresarios. Antes que nada, ¿quiénes son esos inversores?
ER - Son un grupo de inversores nacionales de conocida trayectoria, son además industriales, con los cuales tenemos un compromiso de confidencialidad y esperamos que ellos mismos se den a conocer.
EC - ¿No hay manera de avanzar un poco más a propósito de las características de esa gente?
ER - Son ampliamente conocidos, tienen varios negocios en los cuales son muy exitosos y están sólidamente respaldados económicamente, lo cual nos inspira mucha confianza.
EC - ¿Cómo llegaron; los fueron a buscar ustedes o aparecieron por iniciativa propia?
ER - Por iniciativa propia. Se enteraron de este movimiento que estábamos haciendo en cuanto a la reactivación de la empresa, les interesó saber de qué se trataba, y cuando conocieron el proyecto desde un primer momento estuvieron convencidos de que era viable y nos acompañaron.
EC - ¿Cuáles son las bases de la fórmula que aceptó el viernes el Directorio del Brou?
ER - Es el pago de una deuda que existía de la antigua Funsa con el banco, por la cual tenían garantías de prendas e hipotecas sobre maquinarias y edificios. El banco aceptó esta, que era la cuarta propuesta que le hacíamos, y consiste en un pago en parte ahora al contado y el resto financiado en el plazo de un año.
EC - ¿De qué monto de dinero estamos hablando?
ER - El monto es aproximadamente 1,5 millón de dólares.
EC - ¿Qué significado práctico tiene este acuerdo?
ER - Si bien esto va a remate, sabemos que podemos defender el crédito que tenía el Brou hasta el monto en que tasó estos bienes; ahora estamos trabajando en la parte jurídica, en la parte legal.
EC - Si entiendo bien, esa fórmula que se acordó el viernes pasado es a los efectos del remate...
ER - Sí, es una fórmula que compra el crédito, pero de todos modos tiene que ir a remate. En estos momentos estamos trabajando con nuestros asesores legales para estar cubiertos de cualquier eventualidad en ese remate.
EC - ¿Qué quiere decir eso de "estar cubiertos de cualquier eventualidad"?
ER - Nos interesa el proyecto que tenemos con estos inversores, porque sabemos que es con intenciones de producir y reactivar industrialmente a esta empresa. Estamos codo con codo con ellos para defender este proyecto, que es el mismo que el nuestro: la reactivación de la industria.
EC - Pero teóricamente al remate pueden presentarse otros interesados.
ER - Es público. Lo que pasa es que vamos a hacer todo lo posible para cubrir todas las eventualidades que pudieran surgir.
EC - ¿Qué significa eso? ¿Cómo se puede lograr que ustedes se las ingenien para que sea ese grupo de inversores el que termine ganando el remate? No entiendo.
ER - Eso es tarea de los abogados que están trabajando en elaborar estrategias para estar cubiertos en la mayor medida posible.
EC - Se lo pregunto porque tengo entendido que hoy a las dos de la tarde, justamente, concurre a la planta de Funsa una delegación de Pirelli.
ER - Exacto.
EC - ¿A qué efectos va?
ER - Esa es la pregunta que tenemos para hacerles a ellos; ellos están interesados en recorrer la planta industrial, en conocerla, si bien ya una avanzada de una delegación de Pirelli la estuvo visitando, hoy vienen a recorrerla las máximas autoridades a nivel latinoamericano. Conoceremos las intenciones cuando lleguen, a las dos de la tarde.
EC - ¿Podrían terminar siendo también interesados en el remate?
ER - Quizás sí, quizás puedan estar interesados; hasta que no llegue la delegación no lo sabremos.
EC - Por supuesto, ustedes los van a recibir, no solamente van a abrirles las puertas, van a dialogar con ellos.
ER - Sí, sin duda.
EC - Más allá de que han avanzado con ese otro grupo de inversores del que hablábamos antes.
ER - Sí, sin duda. Aquí se ha recibido no sólo a ese grupo sino a otros que intentaron invertir, a los cuales también se les mostró la planta industrial. Pirelli va a recibir el mismo tratamiento que todos los que han intentado invertir aquí; con la diferencia de que nosotros ya hemos elegido a uno, con ése estamos totalmente compenetrados y creemos que es la mejor propuesta que hemos recibido hasta este momento.
EC - Déjeme hacerle una pregunta antipática: usted decía: "Nosotros hemos elegido a uno". Y eso ¿qué peso tiene; cuánto determina el sindicato de Funsa en este proceso?
ER - Determina porque quien venga a invertir aquí va a tener que contar con nuestro aval porque tenemos gran parte de la maquinaria embargada, debido a nuestros créditos laborales, y además tenemos estas 85.000 horas de trabajo puestas en el mantenimiento que vamos a hacer valer mediante un recurso de amparo ante la Justicia para poder hacerlas pesar en el momento de asociarse el inversor con nosotros, incluso por encima de los créditos laborales.
EC - ¿Cuándo es el remate?
ER - El remate en primera instancia está fijado para el 7 de mayo, por el momento es esa la fecha. Y en cuanto a los pasos a seguir, continuaremos el mantenimiento de la planta industrial como hasta ahora. Teniendo la casi certeza de la compra de la cartera, estamos trabajando con otras expectativas; incluso con la ayuda económica del inversor vamos a hacer el mantenimiento más pesado que hasta ahora no habíamos podido hacer por razones económicas. También vamos a seguir trabajando en el sentido de esa cobertura legal que le mencionaba hace instantes, en la cual está trabajando un grupo importante de abogados.
EC - Para concretar la reapertura se va a crear una sociedad anónima, ¿verdad?
ER - Exacto.
EC - ¿Qué participación tendrán en ella los trabajadores de Funsa?
ER - Esa negociación se está llevando a cabo paralelamente a todo lo otro que veníamos conversando. Nosotros estamos organizados en cooperativa, y esa cooperativa en su conjunto va a ser cuotapartista de la sociedad anónima. Esa es la negociación que estamos llevando a cabo hoy con los inversores, evaluando el valor total de la empresa y el capital que nosotros tenemos para hacer valer en ella. De ahí saldrá el porcentaje de acciones de cada uno.
EC - Dice un oyente que se comunica por teléfono: "Después de haber trabajado con un equipo técnico durante todos estos meses, el sindicato ¿tiene una nueva visión sobre la gestión de una empresa?".
ER Sí; totalmente nueva. Totalmente opuesta a la que llevó al cierre de la empresa Funsa, mucho más moderna, y pensamos que va a ser mucho más eficiente.
EC - Pero la pregunta apuntaba a saber si ustedes tienen una visión de la gestión de una empresa distinta de la que tuvieron en el pasado.
ER - Sí, sin duda, porque hemos trabajado sobre aciertos y errores del pasado para tratar de evitar lo que nos llevó al cierre, que no fue responsabilidad de los trabajadores. Si bien todos tenemos nuestra cuota de responsabilidad, en un 90 por ciento la responsabilidad fue de quienes dirigían la empresa, y no sólo de Titan, sino de los directores nacionales que la representaban. Sin duda que la visión es diferente.
Además tenemos claro que es la única posibilidad que tenemos, no va a haber dos posibilidades de reapertura de Funsa, entonces estamos tratando de no dejar nada suelto y de tener todo muy bien estudiado, muy bien analizado para no cometer ninguna clase de error o minimizar las posibilidades de error.
EC - ¿También han aprendido sobre el funcionamiento de la empresa, sobre el funcionamiento de una empresa? ¿Tienen hoy un conocimiento diferente, elementos con los que no contaban antes para diagnosticar cómo en este caso Funsa se lleva adelante, cuáles son sus características, sus claves?
ER - Además de contar con un equipo de asesores muy capacitados contamos con la totalidad de la plantilla, desde la administración hasta todos los sectores de planta, y además nos estamos capacitando permanentemente; en este momento estamos haciendo un trabajo de capacitación en gestión empresarial con la Junta Nacional de Empleo. Desde el año pasado, prácticamente desde el cierre de la empresa, hemos estado capacitándonos para esta instancia que se nos viene.
EC - Más preguntas de los oyentes: si tienen algún acuerdo de paz sindical con los inversores que van a sacar la empresa adelante.
ER - No hemos entrado en esos aspectos porque en principio estamos abocados a la reapertura de la empresa. Después habrá que hablar sobre convenios laborales y veremos qué arroja ese trabajo.
EC - ¿No estuvo en las conversaciones con los empresarios?
ER - No, si bien sobrevoló el ambiente no se entró a fondo en el tema; sí le hemos garantizado una total compenetración con la causa de Funsa.
EC - Un oyente dice que está esperando para cambiar sus neumáticos a que Funsa saque el modelo Siglo XXI que, dice, es muy bueno; pregunta concretamente si lo van a sacar.
ER - Sí, sin duda, en breve, en cuanto la planta comience a funcionar va a ser uno de los modelos que estarán en la calle.
EC - ¿Así que le decimos a ese oyente que siga esperando?
ER - Que espere unos meses más.
EC - ¿Hasta cuándo? Esa podría ser la pregunta final: ¿cuándo calculan que Funsa vuelve a la actividad?
ER - Es cuestión de meses; ahora tenemos en vista ese remate, hacia el cual estamos trabajando, y una vez estén solucionados esos aspectos legales, en tres meses se pone en funcionamiento la línea de neumáticos, lo cual no impide que antes el sector guantes comience su actividad.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón