Nuevo mercado uruguayo
de telefonía celular es firme
Mario Bergara (Ursec): Analizamos esta situación desde hace tres años y estamos convencidos de que todo el proceso se cumplió dentro del marco legal vigente. La Mesa Política del FA no se pronunció sobre esta subasta en particular, sino en general sobre los pronunciamientos populares. Las empresas no dudan de la firmeza de la operación: no invertirían U$S 100 millones en un año.
(Emitido a las 09.06)
EMILIANO COTELO:
El nuevo mercado uruguayo de telefonía celular, que dentro de pocos meses tendrá tres protagonistas, uno ya conocido y líder, Ancel, otro ya conocido a medias porque se trata de Movicom, que cambiará su denominación a Telefónica en la medida que Telefónica de España ha adquirido el porcentaje de acciones de Movicom que correspondía a BellSouth, estrategia que ha seguido en distintos países de nuestro continente, y el tercero un actor absolutamente nuevo para Uruguay, América Móvil, la corporación de origen mexicano con la cual recién teníamos un contacto telefónico.
¿Qué se vislumbra que puede ocurrir?
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Vamos a dialogar con el economista Mario Bergara, integrante del Directorio de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (Ursec). ¿Cómo imagina usted, qué estudios han hecho a propósito de la competencia que se dará cuando se agregue este nuevo actor a otros dos protagonistas que ya tienen del orden de 10 años operando?
MARIO BERGARA:
Usted hacía un buen pantallazo de cuál va a ser la nueva fisonomía del mercado de telefonía móvil en Uruguay. Eso implica, si uno lo compara con lo que ha sido la situación hasta hace un tiempo, en la que Antel y Movicom tenían un grado de competencia relativa, derivada de la forma contractual que habilitó la operativa de ambas empresas en Uruguay, un panorama radicalmente distinto en el sentido de que ahora apuntamos a tener tres operadores en un mercado relativamente chico pero que todos coinciden en que soporta perfectamente esos tres operadores, pero en condiciones de ser absolutamente independientes entre sí.
EC - Sí, de alguna manera Movicom estuvo durante mucho tiempo subordinado a Antel.
MB - En cuanto a la relación contractual entre Antel y Movicom, efectivamente había un contrato de arrendamiento del servicio móvil terrestre entre Antel y Movicom que hacía que la competencia entre ambos se diera sólo en algunas dimensiones más vinculadas al posicionamiento de la marca, sobre algunos planes, pero que también dificultaba una plena competencia, sobre todo en materia de precios.
EC - Ahora, con esta subasta de ayer, Movicom, que ahora pasará a llamarse Telefónica, se independiza por completo de Ancel.
MB - Efectivamente, es un proceso que se inicia, en el cual vamos a tener tres operadores independientes entre sí y por lo tanto van a poder posicionarse de manera competitiva de acuerdo a sus propias estrategias. Por lo tanto desde un panorama de dos empresas que tenían algún tipo de vínculo contractual y por lo tanto un grado de competencia relativo, pasamos a un nuevo panorama con tres empresas independientes que van a desplegar de manera independiente y autónoma sus estrategias en el sentido del despliegue del servicio y en el sentido comercial.
EC - En materia de precios en particular, ¿qué es lo que ustedes aguardan que ocurran? En la Ursec, según un estudio que ustedes mismos divulgaron, se entiende que los precios en Uruguay en telefonía móvil son altos.
MB - Efectivamente, es algo en que todos podemos coincidir, al punto tal de que mucha gente cada vez que llama a un celular lo primero que pregunta es si lo puede ubicar en algún teléfono fijo. Es decir que hay una noción bastante generalizada de que el servicio de telefonía móvil en Uruguay tiene un margen importante para reducir sus precios y el nuevo panorama competitivo habilita obviamente a que opere esa rebaja de tarifas, de precios de servicio. Tenga en cuenta que esto tiene una historia y un presente que hace que Ancel, que es el líder del mercado, se haya posicionado ya con la nueva tecnología y haya salido saludablemente al mercado de manera agresiva a colocar su nueva tecnología, tiene en total, entre la tecnología vieja y la nueva, alrededor de 350 mil usuarios, y Movicom tiene aproximadamente 170 mil.
EC - Sí, la proporción es de dos a uno.
MB - Pero eso quiere decir que la nueva empresa ya entra al mercado corriendo de atrás en ese sentido, está 150 a 200 mil usuarios abajo, lo que hace pensar que un despliegue de red y una inversión de la magnitud que significa esto implican que la empresa tiene que tomar estrategias de penetración rápida en el mercado para tener rápidamente 200 mil abonados. Eso no significa que se deba nutrir necesariamente de los abonados que hoy tienen Ancel y Movicom, porque los estudios que hemos visto, los que las propias empresas hacen y un comparativo de indicadores internacionales dan la pauta de que hay en Uruguay un muy importante margen de expansión del número de abonados, del número de líneas celulares.
EC - Sí, veía declaraciones de Daniel Arias, director de posicionamiento estratégico del grupo Telefónica, quien dijo que en Uruguay puede llegar a haber dos millones de celulares, o sea que puede llegar a cuadruplicarse la cifra actual.
MB - Ese parece un escenario deseable y optimista. Pero siendo mucho más cautos que le señor Arias, uno puede decir que claramente en un plazo relativamente corto el número de celulares podría duplicarse. Eso va a operar en la medida en que los precios bajen...
EC - ¿En un plazo de cuánto: de un año, dos años?
MB - Por lo que hemos visto en cuanto a los proyectos presentados y algunas pautas de planes de negocios, sabemos que por ejemplo hay una idea de que en pocos meses haya un incremento del número de usuarios en esta magnitud de algún ciento de mil, es decir que probablemente haya un incremento del mercado en los próximos meses, desde que empiece a operar la nueva empresa y se termine de posicionar y tomar el control de Movicom Telefónica, que eso se va a dar en los próximos meses; en pocos meses más va a haber seguramente un incremento de usuarios que seguramente se va a contar por cientos de miles.
EC - ¿Cómo se relaciona eso con el factor precio?
MB - Es que en la medida que el precio del servicio se reduzca sensiblemente cualquier persona allegada a la economía le va a decir que la demanda por ese servicio necesariamente va a crecer. O sea que, en la medida en que los precios van a bajar seguramente en una magnitud sensible, la demanda por ese servicio va a crecer. Tengamos claro que los precios ya empezaron a bajar y que los planes promocionales que ahora tienen Ancel y Movicom implican ya un primer escalón de rebaja de precios, por lo menos para las nuevas líneas digitales en GSM.
EC - ¿Qué cabe aguardar en cuanto a generación de empleo en este mercado?
MB - Hoy por hoy tenemos una situación que consiste en el empleo asociado al sector público por el lado de Antel y Ancel; ahí no hay, como en general en el sector público, riesgos de que haya pérdida de fuentes de trabajo, o sea que en ese sentido es previsible que se mantenga el nivel de empleo en el sector público.
En el sector privado cualquier estimación previsible es de crecimiento sensible del empleo en los siguientes términos: una empresa, que es Movicom, que va a pasar a ser controlada por Telefónica en los próximos meses, implica necesariamente una expansión porque tiene que posicionarse ahora de manera más agresiva en todo el país; si hoy Movicom tiene un entorno de 300 empleados, es previsible que esa magnitud se incremente de repente en unos 200 empleados más. Tenemos que tener una pauta de cuánto es lo que necesita una empresa privada para operar en este mercado; las estimaciones que hemos visto hablan de un entorno de 500 a 700 personas cada una. Eso implica que la nueva empresa va a generar un mínimo de 500 puestos de trabajo y Movicom, que ya existía, va a ampliar sus puestos de trabajo para poder posicionarse en todo el país. Aquí no solamente hablamos de un empleo calificado, técnico, asociado al tema estricto de las telecomunicaciones, sino que debemos sumar empleos indirectos vinculados a puntos de venta en todo el país, a otras actividades que se despliegan a partir del hecho de que ese mercado se profundiza y se genera. Y permítame un detalle más de empleo: buena parte de la inversión en los próximos meses va a ser en nuevas redes; en el caso concreto de América Móvil implica empezar de cero una red, allí no solamente hay inversiones de equipamiento, sino también en obra civil, en poner cientos de radiobases en todo el país, implica que también va a haber cientos de empleos en el sector de la construcción derivados de la necesidad de desplegar redes de telefonía móvil.
EC - América Móvil maneja un plazo de dos años para terminar cubriendo todo el territorio nacional, empezando por la costa y luego el litoral.
MB - Así es; es un plan razonable. Pero partimos de la base de que América Móvil va a hacer el grueso de su inversión de aquí a fin de año, ellos estiman que van a estar invirtiendo unos 50 millones de dólares de aquí a fin de año que se reparten más o menos, grosso modo, mitad en equipamiento y software y otra mitad en obra civil, por lo tanto está en el interés de la propia empresa desplegar su red cuanto antes para poder tener una mayor cobertura y por lo tanto poder ganar más abonados.
EC - La última pregunta tiene que ver con la eventual incertidumbre. Usted sabe que el Encuentro Progresista - Frente Amplio (EP-FA) ha cuestionado esta subasta de ayer, considerándola ilegal, se ha llegado a interponer acción de amparo que no tuvo éxito, por lo menos en primera instancia aunque queda todavía la posibilidad de que el senador Gargano aporte documentación adicional, pero de todos modos varios dirigentes de la izquierda insisten en que en caso de llegar al gobierno revisarán estas adjudicaciones. Usted, que personalmente adhiere al FA (no está allí en la Ursec como representante del FA pero es frenteamplista), ¿cómo ve este factor en el futuro?
MB - En primer lugar me gustaría distinguir lo que ha trascendido como el posicionamiento de la Mesa Política del FA, que es oponerse a todo proceso que vaya en contra del pronunciamiento ciudadano de 1992 y del marco legal emergente de la derogación de los artículos 612 y 613 de la ley de presupuesto. En ese sentido creo que es un pronunciamiento lógico: no puede considerarse válidas cosas que vayan contra lo que se decide en un referéndum o que sean antijurídicas o ilegales.
No dice explícitamente la Mesa Política del FA que esta subasta en particular sea ilegal; eso es algo que dicen algunos dirigentes, con el senador Gargano presentando un recurso de amparo ante la Justicia, que especifica su visión de que esta subasta cumpliría esas condiciones y sería por lo tanto ilegal.
EC - De todos modos, aunque el texto de la declaración de la Mesa Política no lo decía, el implícito era ese, que se estaba refiriendo a esta subasta en particular.
MB - Así como usted menciona a dirigentes que insisten en esa tesitura, también he escuchado a otros dirigentes del FA que plantean las cosas en términos relativamente diferentes y centran su cuestionamiento en temas más bien de oportunidad, de momento político, y no en la legalidad o la inconstitucionalidad, elemento que parecería estar dirimido con la acción de la Justicia. Creo que vale la pena pautar esa diferencia, porque si no uno podría quedar con la idea de que hay una posición sólida y monolítica en relación a la situación que usted planteaba, y me da la impresión de que no es así.
EC - Eso en cuanto a la posición del FA, ¿y en cuanto al marco jurídico en el que estas inversiones se realizan?
MB - Desde la Ursec hemos analizado esto no ahora sino desde hace ya tres años y estamos absolutamente convencidos de que todo el proceso que se dio de manera abierta, con participación de Antel y otros interesados, en procesos de consulta pública, con los pliegos que pasaron por el Tribunal de Cuentas, etcétera, se ha hecho absolutamente dentro del marco legal vigente y por lo tanto no tiene absolutamente ningún problema de legalidad.
EC - ¿En las empresas participantes tampoco había dudas en ese sentido?
MB - Creo que no sería razonable para esas empresas poner la plata que ya han puesto, ayer de los 30 millones una empresa puso 18 millones de dólares y la otra pone 12 millones de dólares, y comprometan inversiones entre las dos por montos que se van a acercar a los 100 millones de dólares en un plazo de un año, un año y medio; no parecería sensato pensar, por más rico que uno sea, que va a estar poniendo esas magnitudes de dinero si tiene dudas acerca de la legalidad del asunto y sobre todo con la clara advertencia de una fuerza que puede ser el próximo gobierno que esto se va a mirar con el detalle y la lupa necesarios.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón