Análisis Económico

En setiembre la producción de la industria manufacturera mostró un pobre desempeño

Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.


(emitido a las 8:30 Hs.)

EMILIANO COTELO:
De acuerdo a los datos divulgados por el INE, la actividad de la industria manufacturera en setiembre fue 14% superior a la del mismo mes de 2011. Sin embargo, en ese incremento tuvo un rol decisivo la producción de la refinería de La Teja, que en setiembre de 2011 estaba cerrada para obras de mantenimiento. De hecho, la industria sin refinería creció menos de 0,1% en la comparación con setiembre de 2011. En ese marco, en el día en que se conmemoró el Día de la Industria, el presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay, Washington Burghi, advirtió acerca del estancamiento de la producción industrial.

¿A qué obedeció el freno en la producción manufacturera en setiembre? ¿Cómo fue la evolución a nivel de ramas? ¿Cuáles son las perspectivas para adelante? En seguida lo conversaremos con la economista Florencia Carriquiry de la consultora Deloitte.

Desde la Cámara de Industrias se destacaba con preocupación el estancamiento de la producción manufacturera en setiembre ¿cómo evaluaron ustedes este dato de actividad industrial que divulgó el INE el lunes?

FLORENCIA CARRIQUIRY:  
Es claro que el dato de setiembre fue desde varias perspectivas peor que el de meses previos.

Cuando se analizan con más detalle las cifras hay algunos elementos que debemos tener presente. En particular, así como la refinería de ANCAP tuvo una incidencia muy positiva en el registro del mes, la planta de UPM tuvo una contribución muy negativa, porque la producción de pulpa cayó 20% frente a setiembre de 2011. Si además de excluir a la refinería, excluimos también a la producción de pulpa, la producción industrial sin refinería y sin pulpa creció 1,7% en setiembre (siempre en la comparación interanual).

EC- Entonces, ¿se puede hablar de un estancamiento de la industria manufacturera?

FC- Es claro que el registro de setiembre muestra un crecimiento notoriamente menor que el de meses anteriores. En julio y agosto la producción industrial sin refinería y sin pulpa crecía a tasas de entre 4% y 6%, claramente mayores que este 1,7% de crecimiento de setiembre que mencionaba recién. Pero resulta al menos prematuro hablar de un estancamiento de la producción industrial, por ahora es un mes solamente, que parece señalizar sí un incipiente enfriamiento de la actividad manufacturera, pero que viene luego de meses que habían sido muy buenos. Nuestra extracción de la serie ciclo-tendencia, que procura depurar a los datos del INE de factores estacionales y de otros factores irregulares que le ponen "ruido" a la serie, sigue marcando por el momento una tendencia de suba de la producción industrial (siempre sin refinería y sin pulpa). Desde esa perspectiva, este dato de setiembre es por el momento una primera señal de desaceleración, pero que habrá que ver si se confirma en meses próximos.

EC- ¿Y qué sucede al interior de la industria? ¿Cómo fue el comportamiento a nivel de las distintas ramas?

FC- Al analizar el comportamiento por rama surge un segundo punto que nos parece que vale la pena destacar en el dato de setiembre, que en alguna medida refuerza la preocupación en torno al dato del mes y nos hace interpretarlo como una posible señal de desaceleración.

A diferencia de lo visto en los meses anteriores, en setiembre la mayoría de las ramas relevadas por el INE mostró una caída en la medición interanual. En algunos casos se trata de ramas que vienen cayendo fuerte desde hace un buen tiempo (como los textiles, la vestimenta, la industria automotriz o la industria pesquera), pero son varias las ramas que no estaban cayendo hasta agosto y mostraron caídas (aunque moderadas) en setiembre. Además, al mismo tiempo, entre las que siguen creciendo, son muchas menos las que muestran subas fuertes, de dos dígitos, y eso también tiende a señalizar una desaceleración.

ROMINA ANDRIOLI:
El lunes, cuando analizamos con Pablo las cifras del mercado de trabajo, él nos señalaba que el aumento del desempleo en setiembre podía estar reflejando (incluso tardíamente) el deterioro de la competitividad. ¿Esta desaceleración de la industria manufacturera tiene que ver con eso? ¿Cómo está evolucionando el sector exportador?

FC- Cuando se habla del sector exportador hay que diferenciar distintos casos. Por un lado, están las ramas que conforman el corazón agroexportador de nuestro país. Allí están la industria frigorífica, la industria láctea, la industria arrocera, o las mismas curtiembres. En estas ramas, en general, tiende a prevalecer un contexto de crecimiento, favorecido por precios de exportación que están en niveles muy elevados y que permiten absorber los costos altos que hay hoy en Uruguay. Incluso, aún en este sub-grupo hay casos, como el de las curtiembres, en que los precios no están en niveles tan altos y la presión de costos presiona sobre los márgenes de forma muy clara. En la industria curtidora, de hecho, estamos viendo una recuperación en los últimos meses pero desde niveles que habían sido muy bajos en 2011.

Más allá del sector agroexportador, hay varias ramas industriales que exportan también, pero que exportan sobre todo a la región (tienen menos ventajas competitivas para exportar a mercados más lejanos) y allí la situación tiende a ser más complicada.

RA- ¿A qué ramas te estás refiriendo por ejemplo?

FC- Típicamente es el caso de sectores como la industria automotriz, algunas ramas de la industria química, de la industria metalúrgica, de los plásticos o del papel, por ejemplo. En estas ramas, en general, los precios de venta no registraron en los últimos años subas tan fuertes como las que se vieron a nivel de los alimentos o de otros commodities y, por lo tanto, el aumento de los costos internos las afecta de forma importante. Por eso, en estas ramas industriales, la pérdida de competitividad con un mercado clave como es Brasil, junto con las dificultes comerciales que estamos viendo en Argentina, impactan de forma muy clara.

Si bien en muchos de estos casos que recién mencionaba, el mercado interno también es relevante y opera como soporte de la actividad hasta el momento (al menos parcialmente), es claro que el panorama para los próximos meses no es auspicioso, si tenemos presente además el deterioro adicional de competitividad que sufrimos en octubre, con la baja marcada que sufrió el dólar el mes pasado.

RA- Con todos estos elementos sobre la mesa, ¿qué perspectivas manejan para los próximos meses?

FC-  A nuestro juicio la industria en términos generales  tendería a enfriarse en los próximos meses. Más allá de que la demanda interna sigue relativamente firme, hay que tener en cuenta que la pérdida de competitividad impacta en las ramas exportadoras pero también en otras ramas que enfrentan una competencia cada vez más relevante de productos importados.

Además, incluso dentro de las ramas agroexportadoras (que recién decíamos que presentan un panorama más alentador), hay restricciones de oferta que otras veces mencionamos (como la falta de ganado en el caso de la industria cárnica) que le imponen igualmente un pobre dinamismo.

De todas maneras, cuando miramos las proyecciones concretas para la industria manufacturera en su conjunto, hay factores puntuales que determinan que probablemente veamos subas importantes de la actividad industrial total tanto este año  como el próximo.

RA- ¿A qué te estás refiriendo con eso?

FC- A dos elementos fundamentalmente. En 2012, como ya señalábamos al inicio, la reapertura de la refinería tiene una incidencia clave cuando comparamos con las cifras de 2011 (porque en 2011 la refinería estuvo cerrada desde agosto). Y, en 2013, vamos a ver la apertura de la planta de celulosa de Montes del Plata (que a priori está planificada para el segundo trimestre del año) y que le va a poner un impulso muy importante a la producción manufacturera el año que viene.

Por eso, pese a prever un enfriamiento de la actividad industrial en términos generales, nuestras proyecciones apuntan a crecimientos de más de 4% este año y de más de 5% el año que viene.

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