(emitido a las 7.48 hs.)

EMILIANO COTELO:
Montes del Planta inauguró ayer en forma oficial su planta de producción de pasta de celulosa, ubicada en la zona de Conchillas, en el departamento de Colonia. El acto convocó a 1.500 personas, entre ellas la plana mayor del Gobierno, encabezada por José Mujica, que en su discurso definió a este emprendimiento como "una maravilla".

Recordemos que este complejo industrial, además de la fábrica de celulosa, incluye una usina de generación de electricidad en base a biomasa y un puerto con dos muelles, uno oceánico, para exportación de la producción, y otro para barcazas a efectos de recibir materia prima. Para este emprendimiento, que es la mayor inversión privada en la historia de nuestro país, se asociaron dos de las principales forestales de mundo: la sueca Stora Enso y la chilena Arauco.

En la práctica, la planta lleva operativa varios meses e incluso concretó  hace poco su primera exportación, con destino al mercado asiático.

¿Cómo han sido estos primeros tiempos? ¿Cuáles son las perspectivas? Vamos a conversar con el gerente general de Montes del Planta, Luis María Rodríguez.

ROMINA ANDRIOLI:
Repasemos algunos números, la construcción total de la planta significó la mayor inversión privada para el país, con 2.500 millones de dólares. ¿Qué otros números destacaría en cuanto a empleo, a salarios, al Producto Bruto Interno (PBI) de Uruguay?

LUIS MARIA RODRIGUEZ:
Esos 2.500 millones que usted mencionaba se reparten así: 2.270 en la planta en sí misma y 230 que se proyectan para la terminación del puerto. En este momento en el puerto está operativo el muelle oceánico y el muelle de barcazas está terminándose, va a estar pronto antes de fin de año.

Respecto a las personas que trabajan en todo el complejo industrial en la etapa de operación, no contando la gente que todavía está culminando la construcción, son algo más de 700 personas. Cuando uno mira el funcionamiento de todo el complejo industrial, con la planta y su puerto, es el eslabón final que conecta a una cadena productiva muy grande que se extiende por todo el país con el mundo, en realidad es mucho más grande en el resto del país. Si consideramos los empleos que se movilizan en toda esa cadena que empieza en la investigación forestal que tiene lugar en Copicuá, Río Negro, que sigue en el vivero con la producción de los plantines, con el proceso de plantar los bosques, cuidarlos, desarrollarlos, cosechar, transportar, etcétera, tenemos repartidos en más de once departamentos del país un grupo de personas que están vinculadas directa e indirectamente a la actividad, e inducen además a otras actividades, de más de 5.000 personas.

Ese movimiento en términos salariales son más de 100 millones de dólares en toda la cadena de valor que se genera.

RA – Y en términos del PBI, el aporte que hace Montes del Plata lo estiman aproximadamente en 1,7%, ¿está bien?

LMR – Exactamente.

RA – ¿Esto es considerando también estos puestos de trabajo indirectos y la actividad asociada?

LMR – La actividad asociada al proceso, que no es solo a la planta sino a toda la cadena que le describía recién.

RA – ¿Cómo viene la producción en estos primeros meses? La planta está habilitada para producir 1.300.000 de toneladas anuales que pueden extenderse a 1.450.000, ¿cuándo piensan llegar a esos máximos de producción?

LMR – La planta tiene una capacidad nominal de 1.300.000 toneladas al año, a su vez las autorizaciones ambientales de operación tienen previsto hasta un máximo de 1.450.000 toneladas. Cuando se pone en marcha un sistema de estas dimensiones hay un proceso de partida a un nivel del 60%, 65% de la capacidad nominal y gradualmente se va subiendo en forma escalonada la producción que se va realizando, asegurando en cada paso que se va dando que las condiciones estén óptimas.

Una buena puesta en marcha lleva normalmente un eje de seis meses para llegar a la capacidad nominal. En nuestro caso nosotros empezamos a mediados de año, lo ubicaríamos sobre fines de año.

A partir de allí la planta está en su capacidad nominal y lo que empieza es otro paso de búsqueda de optimización, de resolución de cuellos de botella, que se van buscando y resolviendo, fundamentalmente con agregado de pequeñas inversiones que no representan la inversión inicial en la planta, sino sumas que hacen que esa capacidad pueda ir expandiéndose hasta llegar al máximo autorizado. Ese ya es un proceso que normalmente lleva un año más. Nuestra meta en este momento está con los ojos puestos en la capacidad nominal, que es el objetivo para el próximo año.

RA – En estos años en los que se llevó a cabo la construcción, que empezó en 2011, se dieron algunos conflictos laborales que demoraron un poco la obra, ¿qué retraso les implicó esto?, ¿fue más de lo esperado?, ¿cuánto incidió en materia de costos, por ejemplo?

LMR – Hubo algunos atrasos, hubo costos, pero creo que lo importante en este momento es haber alcanzado el punto en el que estamos, poder estar operando, y dedicar absolutamente toda la energía y la atención a lograr la mayor eficiencia. Creo que un proyecto de esta magnitud y esta complejidad siempre tiene elementos imprevistos en el camino que se tienen que ir resolviendo. Lo importante es que los inversores, las autoridades y todas las partes tengan presente que en el camino, largo e intenso, de la construcción de un complejo industrial como este se van a ir encontrando y resolviendo los imprevistos.

RA – En su discurso de ayer decía: "como uruguayos esperamos que Montes del Plata sea visto hoy y en el futuro como un ejemplo de que en Uruguay vale la pena invertir". ¿Cómo evalúa el clima de versión actualmente? ¿Qué aspectos destacaría y qué aspectos cree que le falta a Uruguay a partir de lo que ha sido una inversión como la de Montes del Plata?

LMR – Creo que las razones fundamentales que están presentes en la decisión de los socios Stora Enso y Arauco de llevar adelante un emprendimiento como este en Uruguay son válidas y muy importantes. Las condiciones productivas y geográficas que tiene Uruguay, el marco político-institucional estable, una democracia que funciona, y fundamentalmente una seguridad jurídica importante son las cosas que un inversor que mira el largo plazo necesita para poder ir adelante con sus inversiones.

Creo que en ese sentido, y en particular en la industria forestal y la industria derivada de la forestal, como la celulosa, Uruguay ha dado pruebas muy firmes de que tiene un rumbo elegido y que lo mantiene. Eso sin duda es muy valioso.

RA – ¿Qué le parece que queda en el debe, por el otro lado?

LMR – Creo que de la mano del crecimiento, que ha sido muy importante, tiene que haber una mejora de las infraestructuras. En el caso de Montes del Plata la propia inversión en el complejo industrial sumó infraestructura: una carretera nueva para llegar a la planta, infraestructura de transmisión de energía eléctrica, que buena parte se ejecutó y otras están a terminar, también infraestructura en el sentido de transporte, fijese que este proyecto construyó un nuevo puerto. De la mano de la inversión hay que mirar también las necesidades e infraestructura que tienen que acompañar esa inversión. Parte de ella está en el ámbito del inversor que lleva el emprendimiento y parte, naturalmente, del conjunto del país, porque se tiene que imbricar con el resto de la estructura del país. Es fundamental que eso se planifique y se vaya teniendo en cuenta con suficiente anticipación, e ir acompañando a lo largo del tiempo ese proceso de crecimiento.

EC – Justamente pensaba consultarle por el tema de la infraestructura y de las inversiones, porque ayer mientras se desarrollaba el acto de inauguración hubo una protesta de vecinos del lugar por el estado de los caminos de la zona. Cuando le consultaron al intendente de Colonia, Walter Zimmer, él admitió que la infraestructura vial no está preparada para recibir el tránsito pesado que va y viene de la planta. Zimmer dijo que como el estado de las rutas nacionales a veces no es el que se espera, los camiones de Montes del Plata pasan por los caminos departamentales y los rompen, porque no están preparados para este tipo de carga, y que por eso estas personas, que según destacó son básicamente productores, que sacan granos, leche, carne, están preocupadas.

¿Qué dice usted a propósito de esta situación, un efecto indirecto de la instalación de Montes del Plata allí?

LMR – Quería dar un poquito de contexto sobre eso mismo. La operación del complejo industrial tiene previsto el abastecimiento de madera por dos vías: la fluvial y la terrestre. El abastecimiento por camiones está alineado totalmente a lo que originalmente fue el proyecto, no han circulado más camiones que los previstos. De hecho como la planta tuvo su desfasaje en el tiempo uno puede ver que en total la cantidad de camiones que ha circulado hasta el momento es menor a la originalmente prevista porque se ha empezado más tarde.

La circulación de los camiones está controlada por la empresa, y por supuesto con acceso a todas las autoridades, por un sistema de control satelital de 24 horas al día todos los días del año. Este sistema verifica las rutas que cada vehículo está utilizando, que tienen que ser las rutas autorizadas por el Ministerio de Transporte, y que en cada momento el vehículo cumpla con la normativa vigente en ese lugar, como la velocidad, según las condiciones de circulación en cada lugar, si se trata de un centro poblado por ejemplo. Se hace un control permanente, por supuesto, además el conductor está recibiendo desde la central de control, en el GPS que tiene instalado en la unidad, alertas de cualquier situación que no sea la que debe ser.

Ese es un elemento que nos da una gran confianza para poder asegurar el cumplimiento de las condiciones de circulación por las rutas.

También es cierto que la zona tiene una red de rutas nacionales que están muy sobrecargadas. Si uno visualiza el flujo de PBI que atraviesa las rutas 54, 55 y la 12 no se olvide que todo esto está en la zona de influencia que va hacia Nueva Palmira, es una parte importantísima del flujo económico de todo Uruguay. Si uno lo ve con esos ojos puede concluir que es necesario ampliar la inversión sobre estas partes de la red.

Alguna parte ya fue demandada por las autoridades en el momento en que se establecieron las condiciones para la instalación del proyecto acá, que fue la construcción de un tramo nuevo de ruta con una inversión de alrededor de 28 millones de dólares que hizo la empresa y que le donó al Estado.

EC – Esas son las obras en la intersección de la Ruta 21 y la 55, y la propia ruta que lleva desde la 21 hasta la planta de celulosa. ¿Está previsto que también Montes del Plata contribuya con inversiones por ejemplo en caminos departamentales que están siendo afectados?

LMR – No, porque Montes del Plata no circula por los caminos departamentales. Eso lo tiene totalmente excluido de sus posibilidades, no lo está haciendo, hasta donde nosotros tenemos control, que es permanente, eso no ocurre. Si ocurriera sería una infracción de la normativa de quien está conduciendo el camión e inmediatamente se tomaría acción.

EC – ¿Y en las otras rutas del departamento?

LMR – Sentimos la necesidad de sumar esfuerzos, nuestros propios vehículos se afectan si las rutas no están en condiciones. Lo que estamos haciendo es contribuir a lo que está haciendo el Ministerio de Transporte en algunas tareas urgentes que fueron necesarias en la zona de Ombúes de Lavalle y alrededores. De hecho hay dos equipos contratados por Montes del Plata que se han sumado a los equipos del Ministerio de Transporte que están haciendo las tareas de mantenimiento que se necesitaban de forma urgente. Creo que, en alguna medida, han tenido que ver las características del último verano, que fue particularmente lluvioso, lo cual afectó las condiciones en las que estaban algunas rutas y era necesario sumar esfuerzos para rápidamente dejarlas mejor.

Como parte del compromiso asumido con las autoridades también estamos mejorando las condiciones de atravesamiento de localidades que están en los circuitos principales de la Ruta 55, que es recorrida por las unidades de transporte de madera. Estas localidades están teniendo mejoras en iluminación, en sistemas adecuados para manejar los cruces, lomos de burro, mejoras de pavimento, etcétera.

Nos sentimos parte de una comunidad y queremos sumar nuestro apoyo, pero evidentemente no desplazamos al Gobierno central.

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