Suba salarial "cautelosa" para asegurar mejoras futuras
El ministro de Economía, Danilo Astori, ratificó la meta de 6% de crecimiento para 2005 y que se mantendrá el régimen cambiario. "El programa financiero marcha muy bien y la brecha financiera para 2005 está cerrada", afirmó. Sobre las versiones de inquietud en algunos inversores fue categórico: "no estoy de acuerdo en que el gobierno esté comprometiendo la evolución de la economía".
(Emitido a las 9.12)
EMILIANO COTELO:
Los Consejos de Salarios entran en la recta final, las partes negocian y deben llegar a un acuerdo antes del 1º de julio. Mientras tanto los empresarios reclaman "seguridad jurídica" rechazando, por ejemplo, la derogación del decreto que permitía el desalojo por parte de la Policía de lugares de trabajo ocupados. En medio de todo estuvo la cumbre del Mercosur en Asunción, donde Uruguay asumió la Presidencia Pro Témpore de un proyecto de integración que aparece, por lo menos, deshilachado.
De estos y otros temas vamos a conversar en los próximos minutos con el ministro de Economía y Finanzas, contador Danilo Astori.
***
Contador Astori, yo decía en la introducción que los Consejos de Salarios están llegando a sus horas culminantes, empleadores y trabajadores tienen que ponerse de acuerdo sobre los reajustes a aplicar a partir del 1 de julio.
Una negociación que vino bastante "digitada" desde el gobierno, en la medida que las pautas eran preestablecidas con un grado de detalle bastante alto, tanto para el sector público -como es natural- como para el sector privado. Entonces una primera pregunta es cómo se explican las pautas tan diferentes que se plantearon para el sector público y para el privado.
DANILO ASTORI:
Yo no utilizaría el término "digitada"; yo diría que el sector público y el gobierno en particular asumieron la responsabilidad de hacer propuestas orientadoras y lo hicieron con flexibilidad. Pero además partiendo de la base de que la economía uruguaya tiene muchas restricciones por su elevado endeudamiento; restricciones que al mismo tiempo conducen a recorrer un camino genuino, que es el camino de la inversión y el crecimiento de la producción.
Entonces, conscientes de que los salarios, tanto públicos como privados, pero sobre todo los últimos, sufrieron mucho en los últimos tiempos, cuantitativa y cualitativamente -esto es por la insuficiencia de los puestos de trabajo disponibles, pero además por la mala calidad del trabajo predominante en Uruguay-, las pautas tratan de articular ambas situaciones. Esto es la necesidad de comenzar una recuperación salarial, pero la necesidad que la misma no contradiga, precisamente, esa prioridad fundamental que tiene el país, que es una prioridad -vamos a entendernos- en primer lugar al servicio de los trabajadores. Porque yo no encuentro otra manera de mejorar cantidad y calidad de trabajo con solidez y con sostenibilidad hacia el futuro que no sea la de invertir y crecer.
EC - Para el sector público habrá un aumento de 2,5% apenas.
DA - Esa es la propuesta. Yo no diría "apenas".
EC - Desde COFE se la calificado como "burla" y como "total falta de respeto"; por eso agregaba eso de "apenas", con esa lectura que se ha escuchado.
DA - Sí; por supuesto. No voy a hacer comentarios sobre las opiniones sindicales, que tienen todo su derecho de manifestarse; sí voy a reiterar que no utilizaría la palabra "apenas" porque lo que se está proponiendo es lo que el país puede ofrecer, entre otras cosas, para asegurar mayores aumentos en el futuro.
EC - Es el IPC de los últimos seis meses más una recuperación de sólo 0,6%.
DA - También sacaría la palabra "sólo", porque eso implica ya un juicio de valor que no comparto. Quiero señalar que el concepto que acabo de expresar es el que está guiando esta propuesta, nosotros queremos que realmente en el quinquenio de este gobierno se recupere lo perdido en los últimos años, que ha sido mucho. Y la mejor manera de asegurar que esa recuperación se va a verificar en la práctica es, precisamente, adoptar una conducta cautelosa al comenzar este período. Por eso no califico la propuesta de esa manera, la califico pensando en lo que viene.
De nada serviría que hoy Uruguay prometiera o quisiera poner en práctica aumentos que no está en condiciones de solventar y originar un gran desequilibrio económico que volvería a comprometer a corto plazo las posibilidades de recuperación salarial. Entonces no podemos analizar para el sector público ni para el sector privado las decisiones en materia salarial de hoy con una perspectiva de inmediatez, de corto plazo, porque ésa es la mejor manera de comprometer el futuro, que es lo que no queremos. Queremos que esto sea durable, sostenible, que realmente los trabajadores de este país recuperen lo que perdieron.
EC - Bajo esa misma óptica desde el sector privado se entiende que las pautas, que son bastante distintas de las del sector público, lucen, por lo menos para varios de los grupos, demasiado exigentes. Recordemos que hay que tener en cuenta por un lado un ajuste con base en la inflación de los doce meses cerrados ahora, en junio de 2005, más la inflación estimada para el próximo semestre, que andaría entre el 3 y el 4%, más un coeficiente de recuperación como máximo de 2%. Todo eso da bastante más que el 2,5 que va a terminar habiendo en el sector público, y se entiende que se corre el riesgo de que termine afectando el empleo, es decir que en varias empresas la consecuencia sea "reduzcamos entonces personal".
DA - Ahora parecería ser que la perspectiva es la contraria a la que estábamos comentando recién. O sea, hay una suerte de percepción de aumentos exagerados en el sector privado.
Yo quisiera hacer estos comentarios. En primer lugar hay que recordar que los salarios privados cayeron bastante más que los públicos en los últimos tiempos. En promedio el trabajador uruguayo, en términos de salario real durante el período que acaba de terminar, perdió, deterioró su poder adquisitivo en algo más de 20%, pero lo hizo más el sector privado que el público.
Yo no quisiera hacer comentarios sobre la marcha de los consejos en el sector privado, entre otras cosas para no entorpecer ese desarrollo, pero además porque todavía el proceso sigue y no disponemos de información detallada al respecto. Pero sí quiero hacer referencia a las pautas generales que presentó el Ministerio de Economía (MEF) junto con el Ministerio de Trabajo (MTSS), y refieren flexiblemente a la posibilidad de recuperar entre el primer semestre de este año, el semestre que está terminando en pocos días más, y el primer semestre del próximo año en promedio entre 2 y 4% real. Esa fue la pauta general. Nos parece que esa pauta es flexible, está adecuada a las posibilidades del país, presenta una buena orientación para negociar en los Consejos de Salarios y comienza a recorrer un camino de recuperación que a nuestro juicio es esencial. Reitero, de entre 2 y 4%; manejo promedio, no mediciones punta a punta, porque al trabajador uruguayo -a cualquier trabajador, dicho sea de paso- le importa no sólo cuánto le aumentan sino cuándo le aumentan. Yo puedo aumentarle a un trabajador al final de un período, y obviamente estadísticamente queda registrado así, pero resulta que durante la mayor parte del transcurso del período el trabajador no percibió ese incremento.
EC - Estamos en un contexto de suba del desempleo, eso ha ido ocurriendo en los últimos tres trimestres móviles. ¿Cómo incorpora esa variable a este análisis?
DA - Como un argumento adicional para...
EC - No es un momento de mejora en materia de empleo.
DA - ...poner el acento en la necesidad de aumentar la inversión y crear más y mejores puestos de trabajo que, como decía al principio, es el único camino genuino para desarrollar condiciones que hagan efectiva una recuperación sólida de los puestos de trabajo, y al mismo tiempo la calidad de ese trabajo. Precisamente, ese argumento refuerza la necesidad de poner el acento en este tránsito.
EC - Porque podía pensarse que esa suba del desempleo que han venido mostrando los últimos indicadores pudiera estar vinculada con dudas respecto de la forma en la que el gobierno iba a manejar este espacio de negociación, el de los Consejos de Salarios.
DA - El gran desafío es articular las dos necesidades que tiene Uruguay desde este punto de vista: por un lado la que presentan trabajadores que han sufrido mucho en sus condiciones laborales, y por otro la que presenta el país, cuya prioridad indiscutible, entre otras cosas por esta situación que acaba de ser mencionada, es la inversión y el crecimiento.
***
EC - Este lunes entrevistamos aquí En Perspectiva al senador Isaac Alfie, ex ministro de Economía. Y cuando lo consulté a propósito de la gestión del nuevo gobierno en materia económica, respondió lo siguiente.
(Audio)
"ISAAC ALFIE:
Yo creo que el gobierno como tal tiene dos formas de actuar. Tiene una forma de actuar prudente y moderada, podríamos decir, de la parte de economía como tal. Uno podrá compartir todo, parte o nada, pero de hecho comparto quizás la mayor parte, no todo, claramente, pero es así. Lo que pasa es que la economía no es sólo la macroeconomía ni sólo lo que hacen el MEF o los que manejan la parte económica, sino que hay otra cantidad de aspectos que influyen mucho en la economía, que están en otros ministerios y no se están manejando bien. Eso genera problemas, genera ruidos, y algo de eso se está viendo ya".
(Fin.)
EC - Luego Alfie manejó algunos ejemplos de esas otras decisiones de gobierno que considera erróneas. Decía: uno, la actitud de los negociadores del Ministerio de Trabajo en los Consejos de Salarios que no ve como equilibrada; dos, el decreto que derogó la posibilidad de desalojo policial de los locales de empresas ocupados por trabajadores; tres, en materia de energía, porque "con la compra de centrales de generación el gobierno está jugando una carta al monopolio puro de UTE y no una carta a la apertura del mercado". Según Alfie, con este tipo de decisiones se está generando "un clima de incertidumbre" que llevará a que el nivel de crecimiento de la actividad, por lo menos de este año, sea menor al que debería haber sido. ¿Qué responde usted?
DA - Que no estoy de acuerdo con ese razonamiento. Las indicaciones que tenemos al respecto son que la meta de crecimiento de 6% va a ser lograda este año, y 6% de crecimiento es sin ninguna duda una cifra importante para el país. La inversión fija -no a la variación de existencias, que tiene otros factores de desarrollo tanto hacia el alza como hacia la baja que no dependen de las decisiones de inversión; por ejemplo las variaciones de existencias ganaderas a principio de año estuvieron muy afectadas por la sequía, hoy lo están por las inundaciones, así que me refiero a la inversión fija, a la incorporación de bienes de capital- ha crecido significativamente en lo que va del año, lo que estaría contradiciendo las afirmaciones de que puede haber actitudes o medidas que comprometan las decisiones de inversión.
Las exportaciones continúan su evolución ascendente, creo que las cifras de este segundo semestre mejoran mucho las del primer trimestre. Un primer trimestre donde el crecimiento fue menor al esperado, un trimestre que por otra parte tiene dos meses del anterior gobierno en el que era ministro de Economía precisamente el economista Alfie. El segundo trimestre está dando mucho mejor que el primero.
EC - ¿Ya tiene números?
DA - Sí, son públicos los números.
EC - Ah, sí, perdón.
DA - El crecimiento de las exportaciones del mes de mayo fue notable. Pero además hay indicadores de crecimiento y no sólo públicos medidos por instituciones privadas, del nivel de actividad que son muy alentadores. En todo caso, vuelvo al razonamiento, no estoy de acuerdo en que algunas decisiones del gobierno estén comprometiendo la evolución de la economía.
EC - No es una opinión sólo del senador Alfie. El domingo el diario El Observador publicó un informe que comenzaba diciendo: "La macroeconomía está en orden pero la microeconomía esta revuelta. En muchos sectores se siente que los empresarios han puesto el freno, no gastan, no contratan, esperan a verle las patas a la zota. El discurso de los privados, que (al principio estuvo) lleno de elogios a los enfoques dominantes en el gobierno, comienza a matizarse y el flanco sindical -consejos de salarios y canilla libre a las ocupaciones mediante- y la caída libre del dólar activaron el conservadurismo".
DA - Ahí hay varias afirmaciones que no comparto en absoluto.
EC - Pero por lo visto hay un cierto clima, cierto sentimiento en sectores del empresariado.
DA - Es probable, creo que los climas de confianza se van construyendo, nosotros llevamos alrededor de cuatro meses en el gobierno, cuatro meses es un período que yo calificaría como corto. La inyección de confianza tiene que trascender el período de cuatro meses, porque la confianza se va construyendo, entre otras cosas, con convicción y con permanencia. Es muy probable, y lo acepto, que para algunos empresarios sea necesario todavía observar un poco más cómo se comporta el gobierno, yo no lo niego, pero las cifras de inversión que tenemos no indican eso, son cifras de inversión que, entre otras cosas, en ese primer trimestre que dio un crecimiento menor al esperado, tuvieron una expansión significativa y van a confirmar esa expansión significativa en el segundo semestre del año, apenas se conozcan las cifras. Ya estamos terminando el segundo trimestre.
Las cifras no indican lo que está analizando esa opinión que estuvimos manejando en la pregunta, aunque yo la respeto y, naturalmente, será responsabilidad del equipo económico mantener una línea, que por supuesto habremos de mantener, de eso no tenga ninguna duda, para ir confirmando e incorporando a nuevos sectores a la inversión, incluso a aquellos que hoy pueden estar queriendo, legítimamente, observar un poco más por dónde sigue este camino. Nosotros vamos a mantenerlo y vamos a asegurarle al inversor reglas claras de juego y sobre todo reglas sin sorpresas.
Hace unos minutos estábamos analizando los temas salariales, los Consejos de Salarios. Permítame ahora vincular brevemente los dos temas. Este gobierno no se limitó a proponer pautas salariales para su discusión, este gobierno convocó a empresarios y trabajadores a hacer un compromiso nacional, no para discutir cifras, porcentajes, sino para discutir conceptos, hacia dónde vamos, cuáles son las responsabilidades de cada uno, de empleadores, de empleados, del sector público; cuáles son nuestras convicciones en materia de empleo, pero también de ingresos; qué papel va a jugar cada uno; hacia dónde va el país, cuál es el rumbo. Esto es importante para tener un marco ordenador de nuestro trabajo, pero sobre todo para que los empresarios perciban el rumbo de todo el gobierno -y por eso fue muy importante que el MEF, pero también el MTSS, fueran protagonistas de esta propuestas-, cuál es el rumbo en el cual ubicarse, la estructura en la cual asumir la responsabilidad de cada uno. A mí me parece que eso es muy importante.
EC - Para ir cerrando este tema, en estos días usted habrá notado que desde las gremiales empresariales se ha intensificado la crítica a la derogación del decreto que permitía el desalojo de los lugares ocupados. Ya lo hemos mencionado en algún pasaje de esta propia charla, pero la objeción que se ha escuchado más es que este decreto privilegia el derecho de huelga, con un alcance además excesivo -se sostiene-, en detrimento al derecho al trabajo y el derecho de propiedad. Pero dejando de lado la discusión sobre el fondo del asunto, el presidente de la Cámara de Comercio, José Luis Puig, decía en el día de ayer que no entendía por qué esto había salido sin consulta, sin diálogo previo con las gremiales empresariales.
(Audio)
"JOSÉ LUIS PUIG:
Si estamos armando tantos ámbitos de discusión que reúnen a los distintos actores de la economía, o sea los trabajadores, el gobierno y los empresarios, para discutir ideas y entre todos ir camino hacia el país productivo, que es lo que el gobierno quiere. O sea, la idea parece ser vamos a armar los ámbitos de diálogo, pero después aparecen estas medidas -que lo natural hubiera sido tratarlas en el Consejo Superior de Salarios- se toman sin consultar. O sea que si vamos a tomar las medidas sin utilizar estos mecanismos, ¿para qué estamos armando estas comisiones?"
(Fin.)
EC - ¿Qué dice usted?
DA - Que el decreto es una apuesta al diálogo, precisamente, es una apuesta a la resolución de conflictos por la vía del diálogo y no por la vía de la represión. No debemos temerle al diálogo como forma de resolución de los conflictos. A mí me parece que es una medida que resulta coherente con la convicción que tiene este gobierno, no sólo en el ámbito económico sino en el ámbito de la sociedad en su conjunto, de apostar a conversar entre todos y resolver las diferencias de intereses o de puntos de vista a través del intercambio de opiniones. Es un decreto coherente con esa convicción.
EC - Puig dice: "Pero no se nos consultó".
DA - En definitiva el apostar al diálogo es una manera de que todos los protagonistas puedan opinar al respecto. Quizás podría haber sido interesante conversarlo previamente, no lo niego, pero invito a ver el decreto precisamente desde ese punto de vista, y a no temerles a la discusión franca y a la conversación tolerante como instrumento, como herramienta de resolución de conflictos.
***
EC - Hay varias preguntas desde la audiencia a propósito de pasividades, porque entienden que no hay anuncios para el sector de los pasivos.
DA - Como se sabe, las pasividades se reajustan en función del Índice Medio de Salarios; hay por esa vía, por disposiciones constitucionales, una asociación entre evolución salarial y evolución de las pasividades. No obstante lo cual no descartamos el tema, es más, lo estamos analizando junto con autoridades del MTSS. No hay definiciones al respecto aún, pero es un tema que no sólo no ignoramos sino que estamos analizando, estamos tratando con esa misma perspectiva que yo hoy planteaba para los salarios: ir moviéndonos en el presente para asegurar solidez en el futuro.
EC - Por ejemplo Roberto dice: "Yo esperaba que además del aumento porcentual a los funcionarios públicos, hubiera un aumento por partida fija que indudablemente iba a repercutir de manera importante en aquellos salarios de menor monto". Y después pasa al tema pasividades; dice: "¿Este criterio va a ser el mismo para aumentar las jubilaciones, o van a considerar en algún momento los aumentos por partida fija para los pasivos?".
DA - Reitero la respuesta anterior: los mecanismos de reajuste general de las pasividades están establecidos; estamos analizando el tema, no tenemos definiciones al respecto todavía, pero lo estamos analizando con ese criterio, de asegurar la mejor evolución posible y sólida para el futuro, lo cual exige manejarse con mucha prudencia en un momento en el que el resultado fiscal del país es absolutamente fundamental para recorrer este camino con estabilidad y confianza en el futuro.
EC - Pasemos al otro capítulo: dólar, inflación, incluso algo de tarifas. Pero esta vez no lo voy a meter en la discusión sobre la marcha del tipo de cambio, porque de eso usted ya ha hablado en más de una ocasión, incluso en el Foro Económico que organizó ACDE y que El Espectador trasmitió en directo.
Pero lo cierto es que en alguna medida, como consecuencia de la política monetaria del Banco Central (BCU), la inflación es cada vez menor, los 12 meses a mayo marcan una suba de precios de 4,2%, que ya está por debajo de la meta de inflación para el año, que se fijó entre 5,5 y 7,5. Y eso ocurre incluso pese a la presión que genera, por ejemplo, el alto precio del petróleo, que está por las nubes. O sea, estamos incumpliendo la meta de inflación por debajo, podría decirse que estamos sobrecumpliendo el objetivo de inflación. Entonces, ¿hay margen para flexibilizar un poco más la política monetaria?
EC - Varios comentarios. En primer lugar, la evolución de la inflación hasta ahora no es sólo como consecuencia de la política monetaria del BCU, es producto del funcionamiento de la economía en su conjunto, entre otras cosas con la influencia de un tipo de cambio nominal que ha tenido una evolución muy estable hasta ahora, y eso juega también, por supuesto.
En segundo lugar, por supuesto que hay flexibilidad. Pero yo me atrevería a decir lo siguiente: no nos apresuremos a juzgar la meta de inflación anual por lo que ha ocurrido en este primer semestre, porque seguramente en el segundo semestre del año van a jugar factores que pueden alterar esta marcha, pero siempre dentro de la meta que el BCU se ha trazado. A fin de mes -ya estamos casi a fin de mes, en pocos días más- se va a reunir el Comité de Política Monetaria que funciona en la órbita del BCU y que entre otras cosas monitorea la meta de inflación que, recuerdo para nuestros oyentes, está hoy ubicada entre 5 y 7% para todo el año. El comité reanalizará esta propuesta, la modificará o no, pero al mismo tiempo de esa decisión saldrán pautas para la utilización de diversos instrumentos de política económica. Lo que yo puedo darles a nuestros oyentes y a la sociedad uruguaya en general son dos certezas: en primer lugar: no se va a modificar el régimen de política monetaria, que entendemos es el más adecuado para el país y el camina hacia la definición de metas de inflación y en función de eso actuar; en segundo lugar: la meta de inflación que demos, que por ahora está entre 5 y 7, se va a cumplir.
EC - El problema es ese, puede ocurrir que el BCU pierda credibilidad anunciando una meta de inflación en base a la cual los agentes económicos tomen sus decisiones y después no sea esa, pero no porque se pase para arriba sino porque se pase para abajo.
DA - Precisamente por eso se reúne el Comité de Política Monetaria, para asegurar certeza a las metas que se van a dar a conocer. Y yo puedo garantizar -las autoridades del BCU también- que esa certeza va a funcionar en la práctica, esa meta de inflación es lo que podemos ofrecerles a todos los operadores económicos, a todos los actores económicos, en el sentido de formulación de planes, perspectivas y acción en consecuencia.
EC - Una flexibilización de la política monetaria indirectamente podría generar un empuje al alza de la cotización del dólar, que es algo que está siendo muy reclamado también.
DA - Hay que manejar todos los instrumentos y elegir los momentos en que se utilizan. El ejemplo de lo que va a ocurrir hasta el 30 me parece muy claro, el BCU está comprando cantidades importantes de moneda extranjera en este momento, hasta completar 60 millones de dólares el próximo 30.
EC - Le falta comprar unos 15 millones.
DA - Aproximadamente. ¿Por qué es esto? No porque hayamos cambiado el régimen de política monetaria, sino porque tenemos que cumplir una meta de reservas. Pero la meta de reserva, que consistía en incrementar para el 30 de junio 100 millones de dólares, se puede materializar en diversos momentos; nosotros resolvimos hacerlo ahora porque el tipo de cambio nominal estaba relativamente bajo y porque la decisión de comprar contribuye a estabilizar el tipo de cambio nominal. Ese es el tipo de articulación entre instrumentos que hay que hacer permanentemente y eso requiere un monitoreo permanente.
EC - ¿Va a haber más compras del BCU en los próximos meses?
DA - No lo puedo descartar, en absoluto; tampoco lo puedo pronosticar. Depende de cómo vayan evolucionando, precisamente, el mercado y las metas que tenemos en materia de reservas. No hay que olvidar que está entrando en funcionamiento un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, por tres años, que tiene metas y compromisos en materia de reservas, y la meta y el compromiso en materia de reservas son al alza, hacia el incremento de las reservas, por eso para el 30 de junio teníamos que cumplir esta meta de incremento de 100 millones.
EC - Hablando de estos temas, el senador Isaac Alfie dijo que con la baja que mostró el dólar en los últimos meses él esperaba una rebaja de tarifas públicas. Esto, está claro, no ocurrió. Pero al mismo tiempo alertó sobre posibles subas de tarifas en las próximas semanas en la medida que algunas empresas públicas han aumentado las transferencias a Rentas Generales. ¿Hay, efectivamente, aumentos de tarifas en el horizonte?
DA - No, que yo pueda anunciar ahora no, en absoluto. Tampoco puedo descartar esta herramienta, eso lo iremos graduando; no tenemos pronosticado en el horizonte un incremento de tarifas. Las estamos analizando permanentemente y, por supuesto, analizando, entre otras cosas, su vinculación, su asociación con el programa financiero del gobierno. El programa financiero del gobierno marcha muy bien; es más, la brecha financiera para todo 2005 ya está cerrada con las colocaciones que oportunamente hemos hecho.
EC - Usted habla de las emisiones de títulos que se realizaron en los mercados internacionales.
DA - Exactamente. Incluso no descartamos, como también tuve oportunidad de compartir públicamente, que en función de la evolución de los mercados adelantemos financiamiento para los años que vendrán, que también lo necesitamos.
EC - O sea, realizar más emisiones próximamente.
DA - Por ejemplo, o colocaciones en el mercado local, que tampoco descartamos, también se pueden realizar colocaciones en el mercado local. Estamos analizando permanentemente la evolución de los mercados, tanto el interno, el local, el doméstico, como los internacionales, para en función de eso actuar. Hay que buscar los mejores momentos, en este caso los momentos más convenientes para el interés nacional en términos de plazos y de tasas de interés, que son precisamente los factores que influyen, no descartando la elección de la moneda en la cual se realiza la colocación.
EC - Se lo preguntaba porque un aumento de tarifas no tendría impacto macroeconómico en la medida que la inflación va tan baja; es decir, tendría un impacto reducido.
DA - Impacto siempre tiene.
EC - Tendría un impacto reducido en ese contexto y al mismo tiempo facilitaría la mejora de los números fiscales. Por eso venía la consulta.
DA - Pero las decisiones que se tomaron en materia de tarifas oportunamente a partir del 1 de abril, que fue cuando se dispuso el último incremento, son coherentes con el programa financiero de 2005 concebido en su conjunto. Yo no estoy en condiciones, no hay en el horizonte un pronóstico de incremento de tarifas, pero es una herramienta que está ahí, que no hay que descartar en ningún momento.
***
EC - Para terminar, una pregunta a propósito de su viaje a Asunción, a esta nueva cumbre del Mercosur en la que Uruguay asumió la Presidencia Pro Témpore por estos seis meses.
En una entrevista que usted concedió al diario El País hace un par de semanas dijo que la coordinación macroeconómica del Mercosur está en el punto "más bajo en términos relativos en los 14 años del Tratado de Asunción". Y agregó que si sigue así el Mercosur "se va a caer sólo".
Entonces, después de la cumbre del fin de semana, ¿cambió su visión? ¿Sigue considerando que el Mercosur está tan vacío?
DA - En cuanto al hecho de que vivimos una etapa muy crítica, no, no cambió mi opinión, sigue siendo la misma pero, obviamente, a partir de nuestra vocación mercosureña, que en ningún momento estuvo comprometida. Una cosa es que uno perciba la situación crítica del Mercosur, otra cosa es que abandone su convicción de que es un proyecto importante para el país. Yo jamás abandonaré eso porque me parece que es un proyecto estratégico, estoy absolutamente convencido; luché por él, recuerdo las discusiones de 1991 precisamente en la fuerza política que yo integro; trabajé intensamente para lograr aquel apoyo crítico de la izquierda al Mercosur, y desde ese entonces estoy absolutamente convencido.
EC - En aquellas declaraciones que yo citaba usted dijo: "Hemos retrocedido en zona de libre comercio, el aspecto más elemental de la integración; hemos retrocedido, ni que hablar, en unión aduanera, que parece un queso gruyère por todos los agujeros que tiene; no tenemos coordinación de políticas macroeconómicas; no hay supranacionalidad en el Mercosur casi en absoluto; mecanismos muy débiles de solución de controversias". Un diagnóstico severísimo.
¿Qué hay para hacer desde la Presidencia Pro Témpore que asume ahora Uruguay para mejorar, fortalecer esa integración que para el Encuentro Progresista es tan importante?
DA - Un primer comentario: precisamente, a mi juicio la mejor manera de defender el Mercosur es reconocer los problemas, porque si uno se hace el distraído y no señala lo que acaba de ser mencionado en la pregunta -creo que nadie puede negar que hemos retrocedido en todos esos aspectos, y en algunos no hemos avanzado- mal destino le puede aguardar al proyecto. La mejor manera de defenderlo es reconocer que hay problemas y proponerse corregirlos; ésa es la gran responsabilidad de Uruguay en la presidencia pro témpore. Entonces yo contesto que, como dijo el presidente Lula dirigiéndose a Tabaré Vázquez el lunes de mañana: "Vamos a hacer, Tabaré, una lista de todos estos problemas -que también reconocen que existen en el gobierno de Brasil- y vamos a proponernos corregirlos".
Yo puedo señalar, por ejemplo, que desde el punto de vista de la coordinación de políticas económicas Uruguay hizo una propuesta, que fue acogida positivamente, el día lunes, y que nos proponemos poner en práctica. Como ministro de Economía pienso convocar a los ministros de Economía de los Estados parte, de los países miembro del Mercosur, para empezar a retomar el camino del intercambio de información, la coordinación de políticas económicas. Sólo para poner un ejemplo.
EC - De todos modos es un paso lento, es el comienzo de un proceso.
DA - Es un paso lento, pero el problema es que en este momento no estamos haciendo nada, desde hace un tiempo no estamos haciendo nada en la materia, así que retomémoslo. La puesta en práctica de los fondos estructurales, que comenzaremos también durante este semestre de Presidencia Pro Témpore, es una experiencia colectiva que puede fortalecer los lazos que hoy nos están faltando.
EC - Que también arranca muy de abajo con 50 millones de dólares este año, a distribuir entre los cuatro países.
DA - 50 millones de dólares el primer año, 75 o 100 el segundo -en función de cómo vayan las cosas- y 100 el tercero. Pero no es para distribuir entre los cuatro países, el 80% es para Paraguay y Uruguay, entonces es una experiencia colectiva de corrección de asimetrías o de intento de atención de asimetrías que puede contribuir, va a contribuir, a que esto funcione un poco mejor, más que por los 100 millones de dólares, más que por favorecer a las economías más débiles, por tener una experiencia colectiva, que también tiene una especie de espíritu supranacional que hoy nos está faltando. Son ejemplos -y voy a agregar un tercero que me parece muy importante- que van a ayudar a empezar a recorrer otro camino.
El tercer ejemplo que quiero mencionar es el impulso que Uruguay propone y que asumirá como responsabilidad a los acuerdos entre Mercosur y la Unión Europea, negociación detenida desde octubre del año pasado que es a todas luces fundamental para jerarquizar al Mercosur, ubicarlo de una manera más positiva en el mundo.
EC - Por último, en ese mismo plano de las negociaciones hacia afuera: ¿en qué medida el tratado de protección de inversiones con Estados Unidos va a pasar, en su aprobación por Uruguay, por consultas o aprobación de los socios del Mercosur, en particular de los socios más grandes y sobre todo de Brasil?
DA - No, no tiene que pasar por la aprobación de los socios más grandes, en la misma medida que los tratados que han hecho ellos no pasaron por consultas ni a Uruguay ni al Mercosur en su conjunto. Pero además porque no hay ninguna disposición del Mercosur que obligue a Uruguay a consultar.
EC - ¿Pero ustedes han tenido opiniones de los gobiernos, sobre todo de Argentina y de Brasil, sobre qué deberían hacer o qué piensan que habría que hacer con ese tratado?
DA - No, absolutamente no; el tema ni siquiera fue tratado en conversaciones privadas en el Mercosur.
EC - Se habló mucho de esa posibilidad.
DA - Se anunció mucho esa posibilidad, pero esa posibilidad no existió. Por otra parte, como señaló el presidente de la República, doctor Tabaré Vázquez -lo hizo en oportunidad de la visita que nos hizo una delegación del Partido Nacional para intercambiar opiniones sobre este tema-, Uruguay tomará su posición, cualquiera sea, en función del interés nacional. Será Uruguay, sus autoridades, sus instituciones -en este caso el Parlamento, que tiene a su cargo el análisis de la ratificación o no del tratado-, el que definirá la posición del país al respecto.
EC - ¿Y se aprueba o no se aprueba?
DA - Veremos, dejemos trabajar al Parlamento, no nos apresuremos, vayamos analizando el tema con calma, con argumentos, con razones -que las hay-; sin ansiedades pero con convicción de que es un tema importante. Repito: dejemos trabajar al Parlamento para que resuelva.
---------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Alexandra Hahn