Alfie: el gobierno tiene dos formas de actuar
El senador colorado Isaac Alfie opinó que el equipo de Astori actúa de forma "prudente y moderada". Sin embargo, "hay otra cantidad de aspectos que influyen mucho en la economía y no se están manejando bien". Entre ellos enumeró la derogación del decreto que permitía desalojar empresas ocupadas y las posturas del gobierno en los consejos de salario. Para él, "es claro" que se está "generando un clima de incertidumbre".
(Emitido a las 9.09)
EMILIANO COTELO:
A casi cuatro meses de la instalación del gobierno del Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA) en la agenda económica hay varios temas: el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), que se mantiene en buenos niveles aunque con un matiz menor en los datos del primer trimestre; el valor tan bajo del dólar y la política monetaria que se está siguiendo; los consejos de salarios y los aumentos que se impulsa para el sector privado; la marcha de las cuentas fiscales; el tratado de inversiones con Estados Unidos; en fin, la lista podría continuar.
Para saber cómo se está viendo desde la oposición la marcha de la economía, vamos a dialogar con el senador de la Lista 15 y ex ministro de economía, Isaac Alfie.
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Economista Alfie, cuesta trasmitir eso de "senador".
ISAAC ALFIE:
Sí... y cuesta escucharlo también.
EC - Antes que nada una pregunta más bien personal. ¿Cómo le está yendo en esto de ser político "full time"? Se lo planteo porque usted entró a la política por una puerta lateral, con un perfil 100 por ciento técnico, siendo director de la Asesoría Macroeconómica del Ministerio de Economía (MEF). ¿Cuántos años hace de ese ingreso en el MEF?
IA - Yo trabajé en el ministerio desde marzo de 1991 y entré como ministro en agosto de 2003, o sea que todo ese tiempo estuve como técnico. Obviamente el de ministro es un cargo político. Yo creo que es una casualidad absoluta que esté donde estoy, pero bueno.
EC - Usted está ocupando el lugar que le correspondía al doctor Jorge Batlle, que decidió no ser senador.
IA - Exacto. Para mí es una casualidad estar donde estoy, una responsabilidad muy grande realmente y por lo tanto trato de dedicarme a las cosas lo mejor que puedo. Lo que pasa es que la tarea del Senado no está siendo full-time, es la pura verdad, porque la actividad no es lo intensa que uno hubiera esperado que fuera, por lo menos para el primer año de gobierno.
EC - ¿Eso lo sorprende positiva o negativamente?
IA - Diría que me sorprende; en realidad los primeros años de un gobierno son normalmente de mucha actividad, sobre todo los primeros meses, y no está pasando eso, por lo tanto no es una tarea abrumadora ni nada que se le parezca.
EC - De todos modos se lo ha visto participar en actividades en las que su presencia no era quizás algo obvio. Me refiero, por citar un caso, a lo que ocurrió el jueves pasado cuando se inauguró el monumento a Wilson Ferreira Aldunate en la Explanada de la Intendencia. ¿Cómo se siente jugando ese tipo de papeles?
IA - No lo hago pensando en política, sino básicamente por algún sentimiento. Yo era un muchacho y cuando murió Wilson fui al entierro y no tenía nada que ver. O sea que son cosas diferentes. Es claro que nunca voté a Wilson Ferreira Aldunate ni nada que se le parezca, pero ya en aquel momento había advertido la grandeza de ese hombre que otorga gobernabilidad a un gobierno que si bien tenía un fuerte apoyo popular precisaba esa gobernabilidad, mayorías sólidas, para salir de un período muy complicado, quizás el más complicado de todos desde el punto de vista institucional, y también económico. No olvidemos que cuando asumió el doctor Sanguinetti el 50 por ciento de la gente estaba debajo de la línea de pobreza. No era un momento fácil y había que salir de la cárcel, había que haber pasado lo que él pasó, exilio y demás, y asumir esa actitud.
EC - En definitiva, ¿qué papel cree que va a jugar como uno de los apenas tres senadores del Partido Colorado (PC) durante este período de gobierno? ¿Se va a concentrar fundamentalmente en los asuntos económicos, por ejemplo?
IA - Supuestamente ahí tengo alguna ventaja comparativa. Yo trato de leer todo y de estudiar todos los temas. Es evidente que domino algunos temas mucho mejor que otros y algunos directamente no los domino y por más que estudie me doy cuenta de que no llego, entonces directamente, o busco asesoramiento de otros legisladores o directamente les pregunto a los asesores qué opinan para poder opinar, pero no me siento muy cómodo haciendo opiniones en determinados aspectos, por lo tanto trato de evitarlas. Evidentemente hay bastantes temas, cuando uno trabajó tanto en el MEF tiene un amplio rango de temas que conoce, conoce bastante bien y puede opinar, pero sobre algunos temas claramente no.
EC - Vayamos a lo estrictamente económico entonces, aterricemos ahí. En las oportunidades en que se lo ha consultado a propósito del desempeño del equipo que lidera el contador Danilo Astori, usted ha tendido a ser elogioso, moderadamente elogioso con la forma como venía actuando. Pero ahora ya han pasado 100 días holgadamente, entonces, ¿puede dar una respuesta más completa, ya con más información? ¿Cuál es su impresión, cómo cataloga lo que ha venido haciendo el equipo económico en estos meses?
IA - Yo creo que el gobierno como tal tiene dos formas de actuar. Tiene una forma de actuar prudente y moderada, podríamos decir, de la parte de economía como tal. Uno podrá compartir todo, parte o nada, pero de hecho comparto quizás la mayor parte, no todo, claramente, pero es así. Lo que pasa es que la economía no es sólo la macroeconomía ni sólo lo que hacen el MEF o los que manejan la parte económica, sino que hay otra cantidad de aspectos que influyen mucho en la economía, que están en otros ministerios y no se están manejando bien. Eso genera problemas, genera ruidos, y algo de eso se está viendo ya.
EC - ¿Por ejemplo? ¿A cuáles se refiere?
IA - Hay muchísimos ejemplos, pero el tema de la desocupación sí o la desocupación no no es un tema menor, y no es un problema de represión ni de conculcación de derechos.
EC - Ah, está hablando de desocupación de locales, de cuando un local es ocupado por trabajadores en el marco de un conflicto con la patronal. Está refiriéndose al hecho de que se derogó el decreto que permitía proceder al desalojo por la fuerza policial.
IA - Correcto. Ese decreto estaba desde hacía mucho tiempo, nunca había habido escenas de fuerza, de violencia ni de nada. Usted tiene el derecho de huelga, pero tiene el derecho de propiedad y el derecho al trabajo. En dos de los últimos casos ni siquiera son los trabajadores de las empresas los que ocupan, son trabajadores de otras empresas que brindan servicios a las que están ocupando. Eso genera un ambiente poco propicio para las inversiones y cuando hablamos de inversiones no hablamos de otra cosa que no sea el empleo y el salario, y a la larga de las pasividades y el desarrollo.
También en los consejos de salarios, si bien las pautas no fueron claras creo que siguen sin estar muy claras, quizás a propósito, no sé hay una actitud a veces poco proclive al equilibrio por parte del sector público.
EC - ¿Por qué? ¿Puede ser más claro en esto?
IA - Digo lo que han contado, han contado que el Ministerio de Trabajo interviene y trata de forzar determinadas cosas; cosas que pueden estar bien o mal o, mejor dicho, pueden ser factibles de ser otorgadas o no, porque no es un problema de maldad o bondad, es un problema de posibilidades. Y por lo que me han contado hay cosas que quedaron bastante fuera de línea.
En el tema de la energía claramente el gobierno está jugando una carta al monopolio puro de UTE, y no una carta a la apertura del mercado.
EC - ¿Por qué ve esa carta al monopolio puro de UTE?
IA - Por la forma como se está dilucidando el tema de la inversión en energía, comprar centrales térmicas de ciclo abierto, no de ciclo combinado, a un costo realmente elevadísimo, y no hacer una conexión con Brasil donde tenemos un respaldo bastante fuerte, una interconexión bastante fuerte. Con eso se evita que entre un privado claramente. De hecho la decisión, más allá de que se precise o no yo creo que sí, que se precisa respaldo, el respaldo puede venir por otro lado y usted debería dejar que los privados generen. Porque además cuando les compramos a Argentina y Brasil les compramos a privados, no le compramos al Estado.
Y así como éstas hay bastantes más, le estoy diciendo las más notorias, las más grandes y las que afectan más el desarrollo de largo plazo.
EC - Cuando usted dice que afectan el desarrollo de largo plazo, está partiendo de la base de que afectan la inversión, usted coincide con estas versiones de prensa que han estado circulando y con algunos comentarios que han venido de las gremiales empresariales en cuanto a la inquietud por factores como los que acaba de mencionar. El problema es la inversión.
IA - El problema es la inversión, entonces el problema es el empleo de los uruguayos y el salario de los ciudadanos de este país. Ese es el problema de fondo, no es otro. No sólo las gremiales; uno tiene la suerte de estar bastante conectado con bastante gente, también con gente del exterior que tenía planificado invertir en Uruguay que ha dejado todo ahí, por lo menos en un impasse, en los últimos meses. Eso no es bueno, realmente no es bueno.
EC - Usted mencionó como uno de los factores los consejos de salarios. ¿Los consejos de salarios en sí mismos son para usted un problema?
IA - No, no, el consejo de salarios en sí mismo no es el problema, la negociación salarial en sí misma es un proceso normal y no hay ningún problema. El tema es la actitud que se pueda llegar a tomar por parte de las autoridades frente a eso. Claramente la negociación salarial existe y debe existir, nadie está opuesto a eso, creo que es una buena cosa tener negociación salarial y negociación general dentro de las empresas, pero a nivel de empresas o de cosas más bien reducidas donde la gente que esté hablando sepa bien qué está pasando de los dos lados del mostrador. Porque usted sabe que si los trabajadores muchas veces como el dueño y a veces mejor conocen qué es lo que pasa realmente en la empresa, hasta dónde se puede obtener mejoras y hasta dónde está corriendo riesgo su empleo. En el fondo incluso la opinión pública, las encuestas lo marcan la gente prefiere el empleo antes que una suba de salarios, porque por lo menos hay algo y no es cero.
EC - Es un punto de equilibrio delicado, porque también es cierto que durante el período de gobierno anterior se produjo una caída muy importante en el salario del sector privado, quizás de las más grandes que se han dado en la historia, y es un desafío lógico procurar, cuando se encara una etapa nueva, y sobre todo teniendo en cuenta que la economía está teniendo una recuperación sensible, ir en busca de la captación de una parte de ese dinero que el trabajador perdió. ¿Cuál es para usted el punto de ese debate?
IA - Eso es claramente correcto, es así. Pero la caída de salarios es más o menos la caída del ingreso nacional disponible, o sea, pese a todo, en esto siempre hay alguno que gana, eso es bien claro, pero en general el ingreso promedio de los hogares, contando intereses, contando los demás beneficios, rentas y demás, tuvo una caída muy parecida a la del salario. O sea que no es una cosa sesgada, o tan sesgada por ese lado, lo cual es cierto que hay que recuperar en la medida que la economía se recupere. Le voy a dar un dato: el salario real está creciendo al 5 por ciento anual, entre 5 y 6 por ciento anual básicamente desde octubre, noviembre del año pasado, esa es la tasa que se vino consolidando. Es un poquito menos que el crecimiento del PBI, pero no mucho menos.
En la medida que eso pase, que se acompase ese aumento de los ingresos nacionales, los salarios y demás ingresos, es lo que se puede. Más allá de eso capaz que se puede un poco a medida que las cosas evolucionen. Usted sabe que hay un punto en que se cubren los costos y por encima del cual las utilidades crecen bastante. Si se empieza a pasar mucho es evidente que los salarios pueden crecer más rápidamente, el tema es si se está o no se está. El país empezó a restañar sus heridas de guerra, las heridas quizás estén restañadas pero de ahí a decir que hemos solucionado todos los temas... No es así, claramente no es así.
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EC - Usted decía que ve en esta materia dos tipos de señales, las que vienen estrictamente del equipo económico, que en general comparte prácticamente todas, dijo al pasar, y otras señales que surgen de otros ámbitos del gobierno que para usted están actuando en particular como frenos a la inversión, y por eso preocupan, por sus efectos a mediano y largo plazo. ¿Qué quiere decir? ¿Usted llega a hablar de un clima de incertidumbre? ¿Cómo lo llama?
IA - Sí, creo que se está generando un clima de incertidumbre en el que claramente el nivel de crecimiento de la actividad, por lo menos este año, va a ser menor al que debería haber sido. Eso es bastante claro.
EC - ¿Qué relaciones pueden tener esas impresiones que usted manejaba recién con los datos que se conocieron de la evolución del PBI en el primer trimestre? Allí se vio que la economía se mantuvo estancada si se la compara en términos desestacionalizados con el último trimestre del año pasado. Pero en ese primer trimestre el gobierno no había asumido, o acababa de asumir, llevaba las primeras semanas de gestión, y varias de las señales que usted mencionó todavía no estaban en la agenda. ¿O sí?
IA - Algunas sí estaban. Quiero señalar una cosa: normalmente en los números del primer trimestre lo dije enseguida de que salieron las cifras el Banco Central (BCU) tiene un problema de medición, usualmente tiene un problema en el relevamiento que corrige en el segundo trimestre del año. Tiene un problema con las variaciones de existencias, en especial del sector agropecuario, muy claro, y si usted analiza las cifras va a ver que ahí está el punto clave de este prácticamente estancamiento en términos desestacionalizados. Yo espero que esto se corrija y el segundo trimestre muestre un crecimiento importante, pero hay que tomar el semestre completo. Pasa siempre y este año debe haber pasado más aun porque veníamos de varios años, de dos o tres años seguidos en que la semana de Turismo caía en abril y ahora cayó en marzo, lo que evidentemente influye.
Por más que los paquetes estadísticos desestacionalicen, tomen en cuenta esos días y demás, es realmente muy difícil hacer un ajuste perfecto porque no son sólo esos días, sobre todo la industria y la construcción que también es una industria dan sus vacaciones en la semana de Turismo y toman alguna antes o alguna después. Eso debe haber influido también en el número del primer trimestre. Creo que en el segundo vamos a tener un crecimiento razonable, y si no lo tuviéramos yo diría, ahí sí, que se están encendiendo luces anaranjadas. No lo espero realmente, espero un buen desempeño en el segundo semestre, con algunos datos de avance que se tienen.
EC - Si tenemos en cuenta por un lado lo que mostró la evolución del producto en el primer semestre, con todas estas salvedades que usted hace y le agregamos todos esos factores que usted mencionaba antes, que han surgido desde el gobierno y que para usted desalientan la inversión para usted y para dirigentes de gremiales empresariales, ¿qué va a pasar con la evolución del producto en el conjunto del año? ¿Es factible pensar que se mantenga la estimación de 6 por ciento de crecimiento?
IA - Yo empecé el año con una estimación pública de crecimiento de 7 y para mí de cerca de 8, 8,5; mirando esto no se olvide que esto tiene retrasos, no es un fenómeno que se da de un momento para otro, la economía tiene retrasos, dos trimestres, tres trimestres, depende creo que ya se está por debajo de 6 o cerca de 6 en la tasa de crecimiento, o sea que ya se nota una desaceleración en los guarismos de crecimiento. La verdad es que no sé, habría que ver un poquito más adelante, si las cosas siguen así y se desaceleran las inversiones... Quizás hoy tengamos datos de importaciones totales, en especial de bienes de capital, de mayo y veremos qué pasó allí, va a ser un indicador importante de cómo se ve el futuro.
EC - Me llama la atención que entre los factores que pueden estar generando incertidumbre no haya citado la evolución del tipo de cambio, porque cuando hablan los dirigentes de la Cámara de Industrias o de gremiales agropecuarias aparece a los 30 segundos.
IA - No creo que sea un factor de incertidumbre, para ellos es un factor de preocupación constante. Los privados tienen que tratar de resolver ellos mismos rápidamente la incertidumbre del mercado cambiario con contratos a futuro. No es tan difícil formar un mercado. Todo el mundo piensa que el dólar va a subir y cuando hace arbitrajes por tasas de interés, con tasas tan bajas, le da un dólar de acá a seis meses con un valor muy parecido al actual, entonces asume ese riesgo pensando que cualquier pequeña variación del tipo de cambio va a compensar eso.
El problema del tipo de cambio es otro tema, es un tema de preocupación. Pero básicamente, de vuelta, es un tema de preocupación si empieza a afectar las exportaciones y por ende la inversión y el empleo.
EC - El mes pasado usted había dicho en declaraciones a la prensa que el dólar ya había bajado demasiado. Sin embargo desde entonces mucha novedad no hubo en ese frente, el dólar no se recuperó, está planchado, con oscilaciones pero planchado. ¿Qué opina hoy? ¿El dólar está en un nivel peligroso para el país?
IA - Yo como profesional tengo mi opinión, pero prefiero no darla públicamente porque todavía estoy demasiado cerca de haber salido del cargo y no quiero dar opiniones al respecto que puedan ser malinterpretadas.
Estamos en un mercado libre donde hay que mirar determinadas variables. El mercado uruguayo es muy chico y por lo tanto poca cosa influye bastante en el precio, las cantidades son pocas, un pequeño movimiento de moneda o de sentimiento influyen mucho en el precio. De vuelta, hay que mirar el tema de las exportaciones, cómo vienen, porque la exportación es trabajo. El año pasado por mayor exportación de bienes y servicios entraron 1.000 millones de dólares más que en el año 2003 a Uruguay, y eso fue lo que le permitió al país crecer 12,5 por ciento. Además esa es la base, a partir de eso está la inversión que sabe que tiene un mercado externo, cuya composición hemos marcado fuertemente, yéndonos a mercados mucho más estables. Ahí tiene una inversión mucho más sólida, empleo mucho más seguros y mejores salarios, que es en última instancia lo que hay que cuidar, el resto son variables instrumentales que se pueden dar en el corto plazo.
También hay que tener claro que el tipo de cambio real como tal es muy difícil de controlar por largo tiempo por el gobierno, no es factible.
EC - ¿De algún modo puede pensarse que el gobierno que usted integró lo mantuvo relativamente alto? Pienso, por ejemplo, en las compras que se hicieron a fines del año pasado, usted mismo lo ha mencionado en más de una ocasión, desde noviembre se hicieron compras de dólares para cancelar bonos Brady. ¿Esa no fue una manera "artificial" de mantener un valor más alto del dólar, que después se perdió?
IA - No es artificial, tratamos de aprovechar determinada oportunidad y determinado exceso de oferta de dólares en la plaza contra emisión básicamente. El BCU aumentó bastante la tasa de expansión monetaria que venía haciendo. Después de largas conversaciones llegamos a la conclusión y al convencimiento mutuo con los demás integrantes del equipo económico -o sea el director de Planeamiento, el subsecretario de Economía y el presidente del BCU- de que podíamos hacer eso, podíamos expandir la cantidad de dinero gratis y con eso comprar dólares para cancelar deuda. Aprovechamos la circunstancia y lo hicimos. Después el gobierno nuevo, si quería seguir haciéndolo o no era su problema, no era un problema nuestro.
EC - Pero teóricamente, ¿puede seguir haciéndolo? ¿Cuáles son sus cálculos? ¿Hay algo para hacer desde el gobierno de manera de levantar el valor del tipo de cambio?
IA - Siempre hay algo para influir en las expectativas de corto plazo, o de mediano plazo en el mejor de los casos, pero con una política consistente de largo plazo, no haciendo y deshaciendo. No se puede decir que compro tanto, que después no voy a comprar más y después voy a ver; o se hace o no se hace. También se puede hacer algo si uno entiende que hay movimientos especulativos o ingresos de capitales de demasiado corto plazo del exterior para aprovechar diferenciales de tasa de interés. No parece ser el caso de Uruguay que estén aprovechando diferenciales de tasa de interés, las tasas de interés en pesos están bastante bajas, no hay una tasa de interés en pesos como hay en Brasil, de 30 y pico, 40 por ciento en reales con un dólar bajando, y tasas de 4, 5 por ciento. En Uruguay las tasas están en 6, 7 por ciento, no creo que haya nadie que se quiera arriesgar a hacer un movimiento especulativo por un diferencial de 3 puntos. O sea que las cosas no son siempre iguales, hay que analizar cuál es la circunstancia de mercado.
EC - Pero la política monetaria, ¿debe seguir como la mantiene el gobierno? ¿Hay margen para otro tipo de incidencia en el mercado de cambio?
IA - No quisiera opinar sobre eso, eso depende del gobierno, de si entiende que hay margen, de si el BCU entiende que hay margen. El BCU a partir de la segunda quincena de mayo aumentó la tasa de expansión de la cantidad de dinero, eso parece bastante claro, aumentó unos cuantos puntos porcentuales, según los números que sigo a diario. Se ve que el BCU está tratando de hacer algo al respecto, la compra de dólares no totalmente esterilizados naturalmente después los pesos que se largan a la plaza no recuperados y ahí está parte del aumento de la tasa de expansión de la cantidad de dinero es una señal de ello. Creo que son señales de que el gobierno entiende que en el corto plazo tiene que tratar de manejar las expectativas para que se deteriore fuertemente el valor del dólar.
EC - ¿Cuándo se lauda esa discusión a propósito de si la evolución del tipo de cambio está afectando o no de manera seria la competitividad de la producción nacional? ¿Hasta qué fecha va a haber que esperar? El debate está todos los días arriba de la mesa, no hay mayores cambios con la cotización del dólar, y mientras tanto sigue pasando el tiempo.
IA - Tener una fecha es bastante difícil. Las exportaciones en mayo estuvieron bastante bien, lo que se sabe de junio es que vienen bastante aceptablemente bien; hay que ver la composición, porque en mayo estuvieron bastante bien pero influenciadas básicamente sólo por carne y productos lácteos. Hay que ver si las tasas de crecimiento de las exportaciones tienen índice de difusión, o sea qué cantidad de ítems están creciendo frente al total; amplios o no, cuando esos índices de difusión se empiezan a quedar usted debe decir: acá podemos llegar a tener algún problema. En la región como tal el dólar está quedado, en Chile, que está bastante lejos, se ha quedado bastante, en Brasil realmente está a un precio... El valor equivalente del dólar hoy si uno lo compara sólo contra el real sería de 18 pesos, para tener alguna idea, estamos como en 1998, más o menos, en el tipo de cambio real con Brasil. Con otros países tendría que ser más alto, entonces ahí hay un promedio. Y Argentina ha logrado mantener un dólar relativamente alto, si bien incurriendo en algo de inflación, sin un gran registro inflacionario.
O sea que contestando directamente su pregunta de cuándo se dilucida: el tiempo exacto no se puede saber pero no puede ser de acá a más de seis u ocho meses, claramente, porque el mercado algo va a decir, sea en materia de exportaciones, sea en materia de importaciones, de temporada turística o de alguna cosa.
EC - Usted habla de seis a ocho meses todavía para que este panorama se aclare. Es mucho tiempo, estoy seguro de que del otro lado del receptor operadores, empresarios, deben manejar plazos bastante más apretados.
IA - Sí. Yo no veo en los hechos reales y en los mercados financieros nada en el horizonte próximo que pueda cambiar sustancialmente este panorama. Lo que puede pasar es algún humor alterado de algún momento o que los episodios de Brasil tengan otro desenlace, en ese caso puede pasar cualquier cosa de un momento para el otro. Pero eso es absolutamente imprevisible, el que diga una fecha exacta está mintiendo. Yo le digo en términos normales si todo se mantiene como está.
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EC - Ayer en ocasión de los actos por el natalicio del general Artigas quien hizo uso de la palabra en nombre del Poder Ejecutivo fue el ministro de Educación y Cultura, Jorge Brovetto, quien entre otras cosas dijo que "la situación económica, fuertemente comprometida, dificulta de manera seria las políticas y las acciones del gobierno". Señaló que existen dificultades para asegurar las funciones del Estado, "en virtud de la precariedad del erario". ¿Qué dice usted que fue quien dejó las cuentas como están? ¿Cómo responde?
IA - (Se ríe.) Hasta me causa gracia, porque uno escucha al ministro de Economía y le voy a decir una cosa, no sólo en público, también en privado lo ha dicho, lo cual habla muy bien de él diciendo que realmente está recogiendo lo que se sembró a partir de la crisis, diciendo que hay que mantener el ritmo de inversiones, que venía muy bien, defendiendo las inversiones grandes que el gobierno pasado trajo, defendiendo la playa de contenedores, que fue objetada por Brovetto en especial, defendiendo la tercerización del aeropuerto de Carrasco, etcétera, etcétera.
Yo me atengo a los números fríos: el superávit primario, o sea el superávit del gobierno antes del pago de intereses, a febrero era de 4,4 por ciento del PBI, algo así como 17.000 y pico de millones de pesos, cuando nosotros nos fuimos. Uno puede hablar de precariedad con base en la expectativa o la ilusión que tenía de gastar o demás, pero todos los gobiernos quieren brindar mejores servicios, mejores salarios, quieren tener mejores inversiones públicas, y para eso precisan gastar. Si los gobiernos anteriores, en especial el último, no pudieron hacerlo y tuvieron que ir a esa situación no fue un problema de capricho, de ideología ni de maldad, es un problema de pragmatismo: el país precisaba eso, justamente, para después poder cosechar en confianza y en inversiones para el futuro, había sembrado y había que cosechar, y en algún momento va a venir una cosecha. Por lo tanto es una forma de exculparse.
EC - ¿Usted no ha hecho hasta ahora una evaluación crítica de la reducción de impuestos que se resolvió el año pasado? Porque está claro que en el año 2004, año electoral, esta vez no hubo, a diferencia de otros finales de períodos de gobierno, lo que suele llamarse carnaval electoral, no hubo exceso de gastos; al revés, los gastos estuvieron muy controlados. Pero al mismo tiempo se bajaron impuestos, por ejemplo el IRP, por citar un caso. A esta altura del partido, ¿cree que fue una decisión acertada?
IA - Lo voy a magnificar: acertadísima. Y le voy a explicar por qué: cuando se empezó a bajar el IRP el superávit primario del gobierno era de 3,2 por ciento del PBI, en mayo de 2004; bajamos el IRP y el superávit primario siguió creciendo; terminamos de eliminar el IRP y lo pusimos menos de lo que había sido históricamente no olvidemos que se eliminó el IRP hasta seis salarios mínimos para las jubilaciones y hasta tres salarios mínimos para los activos, cosa que nunca había pasado; obviamente se eliminó el impuesto especial sobre agua, luz y teléfono, se eliminó el impuesto especial sobre las llamadas internacionales, etcétera. Eso se terminó en julio, cuando el superávit primario era de algo así como 3,7 o 3,8 por ciento, y llegamos a 4,4. Quiere decir que aun con la baja de impuestos nuestro cálculo estaba bien hecho y se podía seguir aumentando el superávit primario.
Por tanto usted no puede decir que impuestos puestos en circunstancias absolutamente extraordinarias, e impuestos malos, porque a nadie le gusta ponerlos pero, si además de considerar que son malos tiene que recurrir a ellos bajo circunstancias extraordinarias, desde el momento en que usted tiene esa solidez, ve eso en perspectiva y los hechos posteriores le dan la razón, no lo haga, porque ahí sí sería un acto de maldad. ¿Cómo no le va a devolver a la gente el dinero que le tomó prestado para que lo gaste en lo que quiera, pero que no quede en el gobierno para gastarlo en lo que se le ocurra y como se le ocurra? Repito: la solidez está demostrada porque usted tenía un superávit menor, eliminó los impuestos y el superávit siguió creciendo. Ése es el punto, como siguió creciendo el superávit, estuvo bien hecho, usted apretó los gastos como corresponde y ahí están los resultados. Por lo tanto para nada, lo hicimos con plena conciencia, con pleno chequeo de las cifras, absoluto chequeo de las cifras; lo hicimos bajo circunstancias que creíamos que eran las mejores, y en el medio de alguna turbulencia también porque claramente en año electoral al gobierno le tiraban de todo de todos lados y sin embargo lo pudimos hacer.
Documento asociado:
Intervención del senador Alfie en el Senado defendiendo el Tratado de Protección Recíproca de Inversiones con Estados Unidos (7.06.05)
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Alexandra Hahn