Entrevistas

Analizan yacimiento de gas que cambiaría la matriz energética uruguaya

La plataforma marina uruguaya podría albergar un sistema petrolero activo. Un estudio confirmó la existencia de hidratos de gas a 100 millas de la costa que, por su intensidad, indicarían que debajo hay gas libre, indicó el ingeniero Nelson Ucha de Petro-Uruguay. "En nuestra plataforma continental parecería existir un sistema petrolero activo que está generando gas -en caso de que haya gas libre– y muy probablemente también petróleo", agregó.

(Emitido a las 9.13)

EMILIANO COTELO:

¿Una buena noticia o sólo una posibilidad interesante?

Las tapas de los diarios el sábado pasado coincidían en destacar un anuncio hecho el día anterior por el presidente de la República, Tabaré Vázquez. "Descubrieron yacimiento de gas frente a Cabo Polonio", decía El Observador, que agregaba: "El tamaño del reservorio es 13,2 veces mayor que la superficie de Montevideo". El País, por su lado, también hacía de éste su tema principal, y lo planteaba en estos términos: "Detectan posible reservorio de gas en mar territorial. Vázquez lo anunció cuando se encontraba pescando en el Este. Ancap se apresta a licitar estudios". La República lo colocaba como título secundario, decía: "El presidente confirmó existencia de un inmenso reservorio de gas en la plataforma marítima uruguaya".

 

En realidad, la posibilidad de la existencia de estos yacimientos surgió durante el relevamiento del fondo del mar realizado por la Armada Nacional, como parte de los preparativos para solicitar la extensión, de 200 a 350 millas, de los derechos del país sobre la plataforma continental.

Estos trabajos, realizados desde fines de la década del 90 por el buque científico Oyarvide, condujeron a la conveniencia de contratar un estudio geofísico especializado, que finalmente llevó adelante el barco Alexander Karpinsky, de bandera rusa.

Aparentemente, la concreción de esta segunda investigación no fue algo sencillo.

Según contó ayer al diario El País el ex ministro de Defensa, Yamandú Fau, su cartera informó al ex presidente Jorge Batlle sobre la posible existencia de gas en la plataforma continental.  Batlle estaba "muy entusiasmado" con la idea del segundo estudio, aunque en su momento resultó duro conseguir el dinero, "ya que había reparos del Ministerio de Economía", relataron a El País fuentes políticas.

 

Finalmente, el gobierno liberó U$S 100 mil a estos efectos.

Por su parte, el comandante en jefe de la Armada, Tabaré Daners, explicó a El País que el Instituto Geofísico de Alemania recomendó el buque ruso, que en ese momento se encontraba en la zona, porque estaba realizando trabajos para Argentina.

Según Daners, los trabajos se desarrollaron entre noviembre y diciembre del año pasado.  Luego los resultados se remitieron a Alemania, donde fueron analizados y se elaboró el informe preliminar que se conoció en estos días.

 

 

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Obviamente, estas conclusiones primarias, de confirmarse, pueden cambiar, y mucho, la matriz energética uruguaya y la economía misma del país.

Por eso nos interesa hoy profundizar en esta noticia, y para ello vamos a dialogar con el ingeniero Nelson Ucha, que fue gerente de Planificación y Desarrollo de Ancap y hoy se desempeña como asesor de Petro-Uruguay en geología y geofísica.

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Ingeniero Ucha, ¿qué es Petro-Uruguay?

NELSON UCHA:
Petro-Uruguay es una empresa argentina, una sociedad anónima que tiene como objeto la prospección y la explotación de hidrocarburos. Ancap y la Corporación Nacional para el Desarrollo con los propietarios de todo el capital de Petro-Uruguay.

EC - ¿En cuántos emprendimientos de este tipo ha participado hasta ahora?

NU - En Argentina en este momento tiene cinco áreas, dos de ellas en estudio y las demás en explotación; produce gas y produce petróleo.

EC - A propósito de la posibilidad de que existan reservorios de gas natural en esa zona que recién mencionábamos de la plataforma marítima uruguaya hace tiempo que hay sospechas, versiones y especulaciones. Incluso se ha llegado a hablar de la posibilidad de la existencia de petróleo.

NU - Sí. En lo que tiene que ver con esta situación, el Instituto Federal de Geociencia y de Recursos Naturales de Alemania, conocido como VGR, realizó un trabajo para la Armada con el objetivo de definir cuál es la posibilidad de extender nuestro límite; como hay que determinar un espesor de sedimentos, se utilizó sísmica de reflexión. Para eso hicieron varios perfiles y esos perfiles detectaron en algunas zonas la presencia de un reflector que está normalmente asociado a la existencia de hidratos de gas. Este informe ha confirmado datos preliminares de que se disponía, porque ya los relevamientos de 1974 de Exxon y de 2002 de SGG mostraban esa evidencia.

EC - Para hacer una precisión inicial: el trabajo desarrollado por la Armada no apuntaba a buscar estos eventuales reservorios.

NU - No, en absoluto, pero se utiliza la misma herramienta, que es la sísmica de reflexión. Con esa sísmica los técnicos de VGR estuvieron analizando los perfiles y confirmaron la presencia de ese reflector, que es muy destacado y que por un lado muestra la presencia de hidratos de gas, que son de por sí una fuente de gas, y sobre todo, por su intensidad, estaría indicando que debajo de eso hay gas libre que está llenando los poros de las rocas.

EC - Al día de hoy, y más allá del entusiasmo que esta noticia obviamente genera, ¿qué es lo concreto, qué es lo que se ha podido verificar con los estudios que se han hecho?

NU - Yo no diría verificar, yo diría que se está confirmando la existencia de hidratos de gas que potencialmente serían muy importantes por la superficie en que está apareciendo ese reflector, que se está dando en el orden de unos 7.000 kilómetros cuadrados. En realidad los hidratos de gas en sí mismos todavía no han tenido una explotación; si bien son el recurso combustible más importante a nivel mundial, todavía no hay una tecnología disponible para su utilización en forma inmediata. Pero si debajo del hidrato de gas, que en ese caso estaría actuando como una roca impermeable, como una capa sello, hay una acumulación de gas, se podría explotar porque ya hay antecedentes en otros lados del mundo, como un reservorio convencional de gas. En ese caso sería un gas termogénico generado en las profundidades que podría estar asociado no sólo a metano sino que también podría tener algún tipo de otros hidrocarburos un poco más pesados.

EC - En caso de confirmarse la existencia de este yacimiento, ¿está claro que sería propiedad uruguaya?

NU - Sí, sí, está dentro de las aguas territoriales uruguayas, en el orden de los 500 a los 1.500 metros de profundidad. Esta anomalía sísmica, que es lo concreto, se extiende también hacia la cuenca de Pelotas en la parte de Brasil, no hacia el sur.

EC - Está a unas 100 millas de la costa, aparentemente.

NU - Sí, entre 100 y 150 kilómetros de la costa.

EC - O sea que está dentro de las 200 millas que es son el límite actual de la soberanía uruguaya. Con estos trabajos que había desarrollado la Armada se estaba procurando documentación para solicitar en Naciones Unidas la ampliación de la jurisdicción nacional, llevándola hasta las 300 millas. Pero este yacimiento del que ahora se obtiene más información está dentro de lo que hoy es jurisdicción nacional.

NU - Exactamente.

EC - Entonces, en caso de confirmarse su existencia es propiedad uruguaya, de eso no hay dudas.

NU - No hay dudas. Claro, para confirmar la existencia de un yacimiento es necesario perforar, falta todavía mucho trabajo para llegar a una etapa así.

EC - Justamente, a eso iba con la pregunta siguiente: ¿qué estudios se requieren de ahora en adelante?

NU - Trabajar en esas profundidades primero significa tener una tecnología adecuada para poder desarrollar un yacimiento. Eso exigirá algún tipo de acuerdo, asociación o contrato de servicio con empresas que tengan esa capacidad porque Uruguay no dispone de esa tecnología. Implicaría sísmica complementaria, tal vez sísmica de detalle, sísmica 3D, y después la prueba de perforar.

EC - ¿Cuánto tiempo insumen esos estudios y cuánto cuestan?

NU - Son caros, por las perforaciones. No tanto la sísmica, que de la parte de exploración es de los costos menores, pero sería del orden de algunas decenas de millones de dólares en caso de que se haga sísmica 3D, y en cuanto a las perforaciones, a esas profundidades cada una debe andar entre 15 y 20.000.000 de dólares, porque los objetivos son bastante someros, estarían a más o menos 600 metros del fondo del mar como consecuencia de este eventual entrampamiento por los hidratos de gas.

EC - Usted ha sumado varios rubros en el orden de decenas de millones de dólares.

NU - Eso en lo que tiene que ver con sísmica, cada una de las perforaciones debe andar entre los 15 y los 20.000.000 de dólares.

EC - O sea que estamos hablando de estudios que en total andarían entre los 50 y los 100 millones de dólares.

NU - Sí, es probable. Pero para el desarrollo de un yacimiento en esa zona los costos son muchísimo más elevados, estamos hablando del orden de algún millar de millones de dólares. Una plataforma de producción para esas profundidades está en el orden de los 300 a los 500 millones de dólares fácilmente.

EC - Eso ya en la etapa de explotación, digamos.

NU - Exactamente, en la parte de explotación. Habría primero una etapa de sísmica complementaria, después habría que definir las zonas de mayor interés, las perforaciones, en caso de ser exitosas habría que hacer alguna para delimitar el tamaño de la zona que se va a desarrollar, y después vendría la etapa de desarrollo que, aparte de las plataformas de tratamiento de los hidrocarburos, exigiría, en caso de ser gas, la construcción de algún gasoducto hasta la costa.

EC - Así que en la etapa de estudios estamos hablando de 50 a 100 millones de dólares.

NU - En caso de hacer sísmica 3D sobre la superficie sí.

EC - Y después, en la etapa de la explotación, ¿inversiones de qué orden?

NU - De más de un millar de millones de dólares.

EC - En cuanto a tiempos, ¿cuántos años insumen los estudios?

NU - Suponiendo que se empezase en este momento, un relevamiento sísmico de esa magnitud lleva aproximadamente un año, su interpretación unos seis meses, las perforaciones, disponiendo de los equipos, del orden de los dos o tres meses y el desarrollo de un yacimiento convencional de hidrocarburos entre tres y cinco años. O sea que estamos en siete u ocho años, seis o siete años.

EC - Hay que esperar, en el mejor de los casos, entre seis y siete años antes de que el yacimiento pueda explotarse.

NU - Antes de que esté en desarrollo, sí, de que esté explotándose.

EC - ¿Cómo se procede habitualmente ante una situación como la que hoy tenemos planteada? ¿Qué se supone que hace Ancap? ¿Una licitación para adjudicar los trabajos de prospección?

NU - Sería una alternativa; existen otras; no sé cuál es la que finalmente se va a adoptar. Otra posibilidad sería algún acuerdo con alguna empresa que tenga la tecnología, estos acuerdos con Pedevesa y Petrobras podrían ser de interés con respecto a eso, pero no sé qué se va a decidir.

EC - ¿Pero con respecto a los estudios en sí, la primera parte?

NU - Eso iría englobado en un contexto total, porque quien haga todos los estudios y haga las inversiones –que no sé si los va a hacer el país o si tratará de conseguirlos mediante riesgo de las empresas– estaría haciendo la primera etapa; después, en caso de éxito, vendría la parte de desarrollo.

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EC - Usted recién hacía la precisión de que lo que se ha detectado hasta ahora con estos estudios preliminares en la plataforma marítima uruguaya han sido hidratos de gas, debajo de los cuales se sospecha que hay gas libre, que puede haber gas libre. En caso de que todo esto se confirme, ¿qué propiedades tiene ese combustible, qué utilización posible tiene?

NU - Los hidratos de gas son una manera de almacenamiento del gas. Cuando uno logra destruir el hidrato de gas logra por un lado agua y por el otro gas metano, que se utiliza en la forma normal. En cuanto a la posibilidad de que debajo de ese reflector exista gas libre, eso es consecuencia de que se presenta un contraste de impedancias acústicas muy importante, la parte de arriba tendría una mayor velocidad para el desplazamiento del sonido, lo que estaría asociado a la parte de hidratos de gas, y debajo ese reflector tendría una velocidad menor que estaría asociada a una roca impregnada en gas libre. En ese caso, si uno tiene la suerte de que haya una roca reservorio, hace una perforación y lo explota como un yacimiento convencional de gas.

EC - Si entiendo bien, pueden explotarse las dos cosas.

NU - El hidrato de gas se puede explotar, pero todavía no hay una tecnología convencionalmente desarrollada como para poder sacar de ahí el gas. Los hidratos de gas son muy buenos acumuladores de gas.

EC - En todo caso es una reserva potencial a la espera de que aparezca esa tecnología.

NU - Exactamente. En este momento están trabajando en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, Japón, India, Chile, haciendo esfuerzos muy importantes tendientes a desarrollar una tecnología que permita la explotación de esas importantes reservas de gas.

EC - ¿Y con respecto al gas libre?

NU - El gas libre sería explotado como un yacimiento convencional. En este caso el hidrato de gas actuaría únicamente como una capa sello creando las condiciones para la acumulación de gas. Pero debajo de esa capa, para poder explotar con las tecnologías convencionales, se requiere que haya una roca que tenga una porosidad y una permeabilidad que permitan que sea un reservorio, del cual mediante una perforación se pueda extraer el gas.

EC - ¿Para qué se usa ese gas?

NU - Es el gas de cañería convencional.

EC - Es el gas natural.

NU - El que recibimos de Argentina.

EC - El gas natural común y corriente al que nos hemos ido acostumbrando en los últimos años.

NU - Exactamente, que tiene un alto porcentaje de metano.

EC - Y disponer de ese combustible en un reservorio propio de las dimensiones que se han estado mencionando, ¿cambiaría la matriz energética uruguaya?

NU - Seguramente, porque, de confirmarse, las reservas serían muy importantes y posibilitarían transformar a gas prácticamente todo el consumo energético. Incluso, como existe la posibilidad de que ese gas libre no sea sólo metano, de que tenga asociados algunos condensables, se podría lograr por un lado gas y por otro, simultáneamente, en la explotación del yacimiento, importantes cantidades de líquido.

EC - El hecho de que sea un yacimiento submarino evidentemente incrementa los costos de explotación en comparación con los de un yacimiento subterráneo. ¿De qué orden es ese aumento de los costos? ¿Es rentable la explotación?

NU - Que sea rentable o no va a depender de las reservas y de la productividad por pozo, eso hay que probarlo. En primera instancia el tamaño de la acumulación hace pensar que sería rentable, pero habrá que analizarlo cuando se tengan datos concretos en cuanto a la existencia y en cuanto a la productividad por pozo para poder llegar a una ecuación económica razonable.

EC - ¿Es una de las formas de explotación? ¿Se suele extraer gas natural del subsuelo marítimo?

NU - Sí, sí, hay muchos yacimientos en explotación.

EC - Entonces, en el estado actual de la información, ¿qué actitud conviene tener con respecto a esta noticia? ¿Hay que ser cautos? ¿Se puede ya asumir algún grado de entusiasmo? ¿Cuál es su consejo?

NU - Yo entiendo que es un indicio muy importante en cuanto está mostrando que en nuestra plataforma continental parecería existir un sistema petrolero activo que está generando gas –en caso de que haya gas libre– y muy probablemente también petróleo. Es un aliciente para seguir estudiando e incentivar el interés de las eventuales compañías que tengan la tecnología y quieran participar en esta zona.

EC - De todos modos estamos hablando de que hay que tener paciencia.

NU - Sí, a cortísimo no es, es algo que va a requerir un desarrollo de unos cuantos años. Como en cualquier yacimiento, uno encuentra un yacimiento y no lo tiene desarrollado al otro día.

EC - No, pero hasta ahora Uruguay había estado afuera de estas posibilidades.

NU - Todavía no estábamos en la largada. Ahora estaríamos bastante más cerca de la posibilidad, en caso de concretarse algún acuerdo con alguna empresa que disponga de la tecnología, de empezar a buscarlo.

EC - Hasta ahora estábamos resignados a que no teníamos petróleo ni gas, salvo esas versiones que desde hacía un tiempo circulaban y que no había habido forma de comprobar. El escenario cambia desde el momento en que ahora existe esa posibilidad.

NU - Es un indicio más a favor de esa posibilidad.

EC - Un indicio más a favor de esa posibilidad.

NU - Hay otros indicios que colaboran a pensar que hay un sistema petrolero. No es de las zonas más fáciles, pero hay, todo el mundo considera a esta zona como zona de frontera. Esa definición cambia en el momento en que uno hace un pozo y logra una producción de petróleo, ahí ya cambió, pero hasta el momento la información, que es muy escasa, sobre unas áreas muy importantes, muestra una de las grandes carencias en los pozos, que es porcentajes importantes de roca generadora. El hecho de que haya una acumulación importante de gas libre, como la que parecerían mostrar estos indicios, está cambiando el concepto general, en algún lado hay una generación que está permitiendo una acumulación de este tipo.

EC - O sea que existe no sólo la posibilidad de este reservorio de gas libre, sino además la posibilidad de que también haya petróleo disponible.

NU - Exactamente, si existe un sistema petrolero funcionando, hay que encontrar dónde se puede haber acumulado por un lado el gas y por otro el petróleo, o los dos juntos en un mismo reservorio.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe