Entrevistas

Exportadores le responden al Fondo Monetario

Exportadores le responden al Fondo Monetario

El director del FMI para Occidente, Anoop Singh, dijo que el gobierno uruguayo no debería ocuparse del reclamo de los exportadores por el bajo tipo de cambio. "Es normal" que lo hagan, dijo, y afirmó que la flexibilidad cambiaria le ha servido a Uruguay. El tesorero de la Unión de Exportadores, Edmundo Macchi, respondió que no sería "el primer caso en que el FMI se equivocara en sus apreciaciones".

(Emitido a las 9.13)

EMILIANO COTELO:
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno del doctor Tabaré Vázquez no debe preocuparse por los reclamos de los exportadores respecto de la marcha del tipo de cambio. Por lo menos así lo dijo el viernes pasado Anoop Singh, director del organismo para asuntos del Hemisferio Occidental.

(Audio Anoop Singh) (Lea las declaraciones de Singh)

EC – "Es casi normal que los exportadores se quejen del tipo de cambio cuando el tipo de cambio baja, pero los hechos son en cierto sentido lo contrario".

Singh indicó que en muchos países de la región, entre ellos Uruguay, hubo hace unos años "una gran depreciación" en el tipo de cambio, principalmente con el propósito de servir de amortiguación de las crisis. "Lo que hemos observado en otras crisis es una especie de patrón", dijo.

Explicó que las tasas de cambio "típicamente se disparan al inicio de una crisis" y, al asentarse la recuperación y la confianza "como ha ocurrido en Uruguay, es normal que el tipo de cambio entre en reversa".

"Pero lo importante es, también, no confundir la caída en el tipo de cambio con una pérdida de competitividad, porque en casi todos los países, incluido Uruguay, el tipo de cambio está todavía mucho más alto de lo que estuvo hace tres años", dijo.

Agregó que los países se han alejado de un régimen de un tipo de cambio fijo "precisamente porque el tipo de cambio necesita moverse". "Entonces yo diría que la flexibilidad ha servido bien a Uruguay", dijo Singh.

Con este posicionamiento queda configurado un escenario –por decirlo de alguna forma– extraño: los empresarios reclaman que un gobierno de izquierda no asuma una política económica tan ortodoxa, a propósito de la cual ese gobierno recibe las felicitaciones del FMI.

¿Cómo se observa esta situación desde el gremio exportador? Vamos a conversarlo con Edmundo Macchi, tesorero de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU).

***

Señor Macchi, esta discusión sobre la evolución del tipo de cambio no es nueva...

EDMUNDO MACCHI:
No, ya lleva mucho tiempo, efectivamente. Ya lleva mucho más de 10 años, comenzó allá en los primeros cinco años de la década de los noventa, ahí fue cuando empezamos a notar esa situación que se venía dando, que de una forma bastante importante contribuía a crear problemas a los exportadores. Esa situación se fue extendiendo hasta junio de 2002, cuando se dio término a lo que nosotros entendíamos que era un atraso cambiario o una inflación exagerada en dólares. A partir de ese momento es de público conocimiento que las exportaciones retomaron aquel crecimiento que habían tenido con anterioridad, que en este momento se mantiene pero se están sufriendo consecuencias por esa baja en el tipo de cambio.

EC - Veíamos al nuevo gobierno muy firme en su postura, que podía resumirse, palabras más palabras menos, en lo siguiente: "Hay inflación en dólares pero no pérdida de competitividad". ¿Cómo recibieron ahora estas declaraciones nada menos que de Anoop Singh?

EM – Sin ninguna duda son conceptos a tener en cuenta, por supuesto que sí. En última instancia se alinean con lo que ha sido la política de las distintas administraciones, tanto las de las anteriores como la de la actual. Nosotros entendemos que no es lo mismo, por supuesto, la inflación en dólares que el atraso cambiario, en el atraso cambiario están jugando elementos que son ajenos al país, mientras que la inflación en dólares se remite a la simple comparación entre la evolución del tipo de cambio y el IPC. Pero las consecuencias –que es lo que preocupa– son dañinas para la exportación.

EC - ¿Qué opina, entonces, de lo dicho por Anoop Singh?

EM – Probablemente aceptemos o podamos aceptar que no hay atraso cambiario, pero hay una inflación en dólares cada vez mayor y que en cierto modo estaría respaldada por los datos que surgen del presupuesto, que establecen un tipo de cambio muy bajo para el fin de esta administración, en 2009.

EC – Enseguida voy a preguntarle sobre eso, pero antes: se supone que al FMI no le conviene equivocarse en esta materia, necesita que haya un buen comportamiento de las exportaciones uruguayas que de algún modo garantice que nuestro país pueda cumplir el programa asumido por el gobierno y, en última instancia, con el pago de los intereses y las amortizaciones de la deuda. Si el razonamiento de Anoop Singh puede ser equivocado, como ustedes dicen, ¿cómo hay que entender esta tranquilidad del FMI?

EM – No sería la primera oportunidad o el primer caso en que el FMI se equivocara en sus apreciaciones y en las políticas a aplicar. De modo que yo no tomaría como un hecho cierto que las apreciaciones que está realizando en este momento Anoop Singh sean efectivamente las reales. De cualquier manera es un elemento a considerar, una opinión sin ninguna duda muy valiosa, ya que es una persona de mucha experiencia. Pero no olvidemos que está enmarcado en un criterio, en una política del FMI que también ha traído consecuencias bastante negativas para Uruguay concretamente y para los países de la región.

EC - ¿Cómo convencen ustedes a la sociedad en general de que el reclamo que hacen de modificaciones en la política cambiaria es genuino y no una presión corporativa desmedida?

EM – Fíjese usted que en definitiva este tipo de situaciones, el tipo de cambio contenido, sostenido, mantenido, en última instancia está afectando no solamente el área de los exportadores, está afectando las distintas áreas. En este momento hay una inquietud muy grande por parte del sector turístico con respecto a lo que va a pasar en la próxima temporada en función, precisamente, de esta situación de la que estamos hablando. Leía ayer en la prensa que el área de plantación de arroz va a bajar aproximadamente un 10, 11 por ciento respecto del año pasado, de 180.000 hectáreas plantadas el año pasado baja a 160.000, teniendo en cuenta que en años anteriores se llegó a arriba de las 200.000, 210.000 hectáreas. Si bien tengo que reconocer, tengo que ser leal y sincero en el sentido de que no es el único elemento que juega, hay otros elementos que están jugando, como el crédito, que es otro elemento que permanentemente estamos insistiendo en que debe abrirse.

EC – Usted se refiere a la falta de crédito.

EM – Exactamente, la no presencia de crédito en la economía. Sin duda que el tema del tipo de cambio también está influyendo.

EC – Yo tengo aquí los últimos números disponibles, que no sé si son los últimos que tienen ustedes. El último dato oficial aportado por el Banco Central (BCU) es el de solicitudes de exportación correspondiente a agosto.

EM – Yo lo tengo también.

EC - Este reporte señala un aumento de las exportaciones de 17 por ciento...

EM – De 17,24, para ser más precisos.

EC - ...en los primeros ocho meses del año en comparación con igual período del año pasado.

EM – Es real, es así, efectivamente, son cifras que nosotros obtenemos directamente del BCU. Pero no olvidemos que hay un contexto regional y sobre todo internacional que nos está ayudando mucho en este momento. Si ese contexto, por la razón que fuere, llegara a cambiar en algo, no tenga usted dudas de que la situación del tipo de cambio va a tener influencia y eventualmente podrían bajar las exportaciones. Lo que hacemos con todo esto es prender una luz amarilla advirtiendo que esta situación puede darse, porque ya se dio.

EC – Hablando de luces, a mediados de agosto una delegación de la UEU se reunió con el presidente de la República, el ministro de Economía y el presidente del BCU. Después de esa reunión aquí En Perspectiva conversamos con el contador Daniel Soloducho, que es el presidente de la UEU, y él insistía en algo que ya les ha dicho –contaba– a otros ministros de Economía y Finanzas en el pasado. Lo relataba de esta manera.

(Audio)

"EC - ¿Qué puertas abiertas quedaron para encontrar alternativas?

DS – Lo más importante, quedamos en que vamos a seguir monitoreando la realidad y los números; una de las discusiones que teníamos era, justamente, la que yo le comentaba, que con ministros anteriores, sobre todo con Bensión, con Alfie y también con Mosca, las respuesta era ‘los números dan bien porque las exportaciones siguen creciendo’, hasta que dejan de crecer y ya es tarde. Y yo le decía que los exportadores estamos vendiendo con entrega en noviembre, y los números que (ellos) están mirando son de junio, julio".

(Fin del audio)

EC – O sea que ustedes tienen información más adelantada que la que maneja el gobierno.

DS – Claro, entonces le decíamos que hay una señal de alerta, sobre todo para lo que lleva mayor valor agregado".

(Fin.)

EC – Entonces, Macchi, hablando con usted un mes después de aquellos comentarios de Soloducho, ustedes, cuando miran solicitudes de exportación más adelante, cuando miran negocios que están programando para noviembre o un poco más adelante, ¿mantienen esta señal amarilla?

EM – Sin duda que sí; en la medida que se mantenga esta situación en cuanto al valor del dólar hay que tener esa señal amarilla prendiendo y apagando en forma intermitente.

EC – Pero habiendo pasado un mes desde aquel comentario, ¿no hubo ningún cambio en esto?

EM – No, por lo menos no lo hemos notado, porque no hemos tenido ninguna respuesta respecto del tema tipo de cambio ni de algunas medidas sustitutivas que pudieran ayudar a mejorar esta situación.

EC – Una precisión: cuando ustedes hablan de luz amarilla, de una señal de alerta, sobre todo, como decía Soloducho, en los productos que llevan más valor agregado...

EM – Que son los que sufren más.

EC - ...¿de qué están hablando? ¿Qué quiere decir ese alerta? ¿Qué es lo que ustedes avizoran?

EM – Estamos avizorando que en la medida que exista una pequeña modificación en los términos de intercambio en el mercado internacional –no olvide que nosotros somos exportadores prácticamente de materias primas, de commodities, que en última instancia tienen variaciones profundas en muy poco tiempo– vamos a tener problemas y nuestras exportaciones pueden caer. Lo que queremos es que se tomen previsiones a los efectos de que esa situación, llegado el momento, pueda paliarse sin consecuencias como las que ya tuvo para el país y para los exportadores en períodos anteriores.

EC - ¿Cuáles son las previsiones que habría que tomar?

EM – Por ejemplo, que se habilitaran más créditos a la exportación; que se estableciera un régimen de prefinanciaciones en condiciones favorables; la modificación de los plazos en los cuales se están recibiendo las devoluciones de los impuestos indirectos. Este tema se ha conversado mucho, los exportadores lo cobraban a los 30 días y en este momento se está cobrando a los 12 meses, al año, de manera que eso también está ayudando. En la reforma tributaria que va a salir el año que viene se podrían tener en cuenta algunos elementos que pudieran favorecer las exportaciones. En fin, hay una serie de elementos que pueden ayudar. Ojo, nosotros siempre decimos: no sustituyen 100 por ciento el retraso cambiario o la inflación en dólares pero pueden ayudar en algo.

EC – Ustedes habían quedado con un buen vínculo, con un buen diálogo con el gobierno en torno a esta posibilidad. ¿Qué ocurrió? ¿Han vuelto a reunirse y les han contestado "no, no vamos a tomar medidas como esas"?

EM – No, al contrario, en la reunión que usted mencionaba quedamos en primer lugar, como dijo Soloducho, en monitorear la situación y, si en octubre o noviembre veíamos que había alguna situación que lo ameritara, tener una nueva reunión con el presidente, el ministro y el presidente del BCU. Con el ministro hemos estado en contacto en varias oportunidades, se le han hecho estos planteos, tenemos esa discrepancia en cuanto a afectar la competitividad, pero ha sido receptivo hacia los otros planteos paralelos que yo le comentaba. De manera que esperamos que cuando venga la reforma tributaria se tengan en cuenta esos elementos y la posibilidad de alguna modificación por fuera de esta situación.

***

EC – Para ir cerrando esta conversación quiero retomar un punto que usted deslizó al pasar: el presupuesto. Según lo que se desprende del proyecto de presupuesto que el Poder Ejecutivo envió al Parlamento, desde el gobierno se sigue confiando en la capacidad del sector exportador para ser la locomotora del crecimiento del país en los próximos cinco años. Entonces, dejando de lado estas preguntas que hacíamos hace un rato que iban más al corto o el mediano plazo, si miramos todo este período de gobierno, ¿ustedes creen factible que las exportaciones jueguen ese papel tan importante teniendo en cuenta al mismo tiempo las proyecciones de evolución del tipo de cambio que están implícitas en el mismo programa financiero sobre el cual se construyó el presupuesto?

EM – Si este país quiere recibir inversiones, si quiere aumentar la capacidad de ofrecer empleos, necesita aumentar las exportaciones porque un mercado de 3,3, 3,2 millones de consumidores –de los cuales una buena parte lamentablemente no consume lo que debería–, necesariamente tiene que encauzarse por ese lado. Sabemos que después de la crisis que se dio a la salida del atraso cambiario que llegó hasta el año 2002 muchas empresas exportadoras quedaron por el camino, muchos sectores de la economía. Por ejemplo, un caso paradigmático es el de las fábricas de calzado, que eran 16 o 18 de las cuales hoy día prácticamente no queda ninguna; y las textiles, que eran más de 20 y hoy quedan cuatro o cinco. En fin, hay una serie de áreas de la economía que fueron muy afectadas y en buena parte desaparecieron.

Que las empresas que en este momento están trabajando se consoliden, puedan continuar y a su vez recibir inversiones del exterior es algo que necesariamente tiene que venir por el lado de las exportaciones. No hay otra posibilidad por la pequeñez del mercado local.

EC – Claro, pero en función de lo que el propio programa prevé en cuanto a la evolución del tipo de cambio, a partir de esos datos, ¿es factible lo que usted venía señalando?

EM – No es fácil. Se pide, por ejemplo, que haya una mayor productividad por parte de los exportadores y de la industria en general de Uruguay, y yo le diría que la mayor productividad de las industrias exportadoras fue lo que permitió que las empresas que quedaron después de la crisis continuaran adelante. No es fácil.

EC – Se lo preguntaba porque desde la oposición en estos días se ha advertido a propósito de una cierta incompatibilidad entre lo que se necesita de las exportaciones y el tipo de cambio que se prevé para el final del período de gobierno según los números que están implícitos en el presupuesto. ¿De qué orden es ese tipo de cambio?

EM – De 26,40. Sin duda es muy bajo.

EC – Cuando se discutía este tema la semana pasada en una mesa redonda que hicimos aquí En Perspectiva el senador Alfie, del Partido Colorado, hacía esta advertencia, y el diputado Alfredo Asti, del Encuentro Progresista, hacía la siguiente defensa de los números que manejaba Alfie.

(Audio)

"ALFREDO ASTI:
Cuando realmente empiece a aplicarse este presupuesto –el presupuesto del gobierno progresista–, a partir del 1 de enero de 2006, si tomamos enero de 2006-enero de 2009, la inflación en dólares solamente será del 3,5 por ciento promedio, terminando con un 2,5 por ciento, que es prácticamente la inflación internacional."

(Fin.)

EC - Asti defiende su posición diciendo que desde el año que viene en Uruguay no habrá más inflación en dólares que la inflación internacional. ¿Entonces?

EM – Si así fuera, bienvenido sea.

EC - O sea que entonces los exportadores van a tener que manejarse todo el quinquenio con el nivel de competitividad de hoy.

EM – Claro, ése es el problema. Si logramos superar esta situación y el año que viene efectivamente la inflación en dólares es la internacional, estaremos en igualdad de condiciones. El tema es superar esta situación, que podamos sobrevivirla, que podamos superarla, y en definitiva entrar a una economía en la cual la inflación local en dólares sea igual a la internacional; en ese caso estaremos parejos.

EC – Esto lo trae a usted, de nuevo, a esas medidas compensatorias de las que hablaba hace unos minutos. Habría que implementarlas ahora, en los próximos meses.

EM – Exactamente, cerramos el círculo por ese lado.

EC – Si entiendo bien, lo que ustedes buscan con ese tipo de instrumentos es mejorar en algo la competitividad actual, que ustedes entienden que ya está en un límite peligroso, para que después pueda ser efectivamente la competitividad con la que se muevan en los próximos cinco años.

EM – Siempre y cuando esa inflación en dólares local se corresponda y sea la misma que la inflación internacional. En ese caso estaríamos en igualdad de condiciones, como le decía antes.

EC – Otra posibilidad de incrementar las exportaciones en los próximos cinco años, más allá de estas medidas que ustedes reclaman, es intensificar, volver más eficiente la gestión comercial de nuestro país en el exterior, la búsqueda de nuevos mercados. ¿Cómo se está trabajando en ese sentido? ¿Ha cambiado algo con la nueva administración?

EM – Este tema que usted plantea se ha venido dando desde administraciones anteriores, o sea que hay un encaminarse hacia un objetivo que es comerciar con todo el mundo: "independientemente de la situación ideológica de los distintos países vamos a entrar a los distintos mercados que nos están ofreciendo posibilidades". Hay mercados que prácticamente no tocamos o a los que llegamos con muy poco y que tienen una potencialidad brutal, como el asiático, por ejemplo; allí tenemos a China y Japón, mercados a los que es difícil entrar, pero que en la medida que logremos acercarnos, por supuesto que va a ser muy indicado hacerlo.

Por otro lado, en este momento estamos reunidos con el futuro embajador uruguayo en Holanda, conversando con él sobre las posibilidades de ampliar ese mercado. Y estamos instalando lo que llamamos escritorios en el exterior, que son dependencias en las que vamos a trabajar en forma conjunta con el Ministerio de Relaciones Exteriores –con el cual hemos hecho este convenio–, que permiten establecer en forma paralela a las embajadas instituciones o empresas que van a colaborar con los exportadores uruguayos. Estos escritorios están especialmente dedicados a la pequeña y mediana empresa, aquella pequeña y mediana empresa que no tiene posibilidad de llegar a los mercados exteriores en función de que no tiene capacidad económica para eso. Es decir, hay una acción conjunta del gobierno y la UEU en ese sentido, estamos trabajando a full y muy fuerte para tratar de que eso se haga realidad.

------------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe