Pinochet a juicio
Desde Santiago de Chile, corresponsal Horacio Brum. Una declaración de demencia había exonerado de juicio al ex dictador. Pero sus actividades posteriores, en especial el manejo de una cuenta secreta en EEUU, permitieron concluir que está lúcido y en condiciones de enfrentar varios procesos por múltiples causas.
(Emitido a las 08.25)
EMILIANO COTELO:
El general Augusto Pinochet fue despojado ayer de su fuero como ex gobernante y quedó en condiciones de ser juzgado nuevamente por su responsabilidad en violaciones a los derechos humanos durante su régimen militar.
Por nueve votos contra ocho la Corte Suprema (CSJ) desvirtuó los alegatos de la defensa de Pinochet, según la cual no se encuentra en condiciones de enfrentar un proceso por su salud deteriorada. Ahora Pinochet, a quien la CSJ había sobreseído en el año 2002 por demencia moderada, deberá enfrentar por segunda vez al juez Juan Guzmán, que investiga los crímenes cometidos en el marco de la llamada operación Cóndor, el plan que coordinó a las policías secretas de las dictaduras del Cono Sur a partir del año 1975 para reprimir y eliminar opositores.
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Estamos en contacto con nuestro corresponsal en Santiago de Chile, Horacio Brum. ¿Qué importancia tiene esta decisión de la CSJ?
HORACIO BRUM:
De alguna manera es volver a fojas cero todo lo que se había hecho hasta ahora con Pinochet. El hecho de conceder el desafuero de su calidad de ex presidente implica que hay que volver a revisar también aquella decisión de la Corte en la cual se lo había declarado incapacitado mentalmente para un juicio y, por supuesto, abre muchas puertas respecto de toda la investigación de la operación Cóndor, la coordinación de organismos represivos en América Latina.
EC - ¿Existen varios trámites en paralelo entonces?
HB - Exactamente, sí. A partir de ahora esto vuelve a manos del juez Guzmán, que va a tener que decidir si es necesario volver a someter a Pinochet exámenes médicos, algo que recomendaron seis ministros de la CSJ de todas maneras, pese a que el fallo tuvo una mayoría un poco ajustada. O sea que Guzmán eventualmente tendría que volver a pasar por todo este proceso, lo que va a alargar todo el trámite judicial, como sucedió la última vez.
EC - ¿Por qué se revisa ahora esa decisión anterior?
HB - Se revisa porque se había comenzado nuevamente la investigación de la operación Cóndor y la Corte de Apelaciones había decidido a mediados de este año -en mayo- que Pinochet fuera procesado por el tema de la operación Cóndor; por supuesto, la defensa apeló a la CSJ por la alegada incapacidad mental y había que revisar todo lo que tenía que ver con los elementos que se habían manejado en este juicio. Pero básicamente la CSJ viene a confirmar un veredicto de la Corte de Apelaciones de Santiago, según el cual el general debía ser procesado por la operación Cóndor.
Los elementos que contempla para tomar esa decisión son cosas que han ido sucediendo a lo largo del tiempo: el año pasado Pinochet dio una entrevista a un canal de Miami en la cual se lo notó bastante lúcido en algunos aspectos, por ejemplo dijo que no tenía por qué pedir perdón, que tenían que pedirle perdón a él los izquierdistas; en diversas oportunidades se lo ha encontrado comiendo en algún lugar, comprando en otros, se reúne con sus simpatizantes y parece recibirlos con mucha lucidez. Y últimamente se agrega el elemento de las grandes operaciones financieras que realizó con el banco Riggs de Estados Unidos por varios millones de dólares; se considera que una persona que estaba firmando cheques, como había firmado periódicamente, por miles de dólares, indudablemente tiene que estar lúcida. Eso influyó en el veredicto de los magistrados de la CSJ.
EC - De todos modos la defensa se muestra confiada en que nuevamente se va a aplicar el sobreseimiento por razones mentales.
HB - En efecto, el abogado Ambrosio Rodríguez, que es uno de los integrantes del equipo -el gran equipo de abogados de Pinochet-, dijo que nuevamente se va a producir un sobreseimiento porque las condiciones mentales del general no han cambiado.
Hay que mencionar que entre los documentos y las pruebas que presentaron durante los alegatos incluyeron una declaración de la periodista que había hecho la entrevista en Miami diciendo que el general tenía lagunas mentales y se mostraba incoherente por momentos. Pero este canal de Miami responde a la derecha dura cubana anticastrista, por lo tanto ahí hay una relación ideológica también.
EC - ¿Qué pasa con las reacciones a nivel del gobierno de Chile?
HB - El gobierno se mantiene en la posición de que la Justicia tiene que seguir su curso. El ministro Francisco Vidal, que es el vocero del gobierno, reiteró ayer que debe seguir su curso; el ministro del Interior se manifestó en el mismo sentido; de manera que a nivel oficial es una posición muy vieja y que evita todo tipo de roces con los militares. Roces que de alguna manera ya se habían insinuado esta semana.
EC - ¿Qué había pasado?
HB - A comienzos de la semana se cumplió un aniversario de la llegada de Pinochet a la Comandancia en Jefe del Ejército, que se produjo en la época de Salvador Allende; en la época de la dictadura esto se festejaba con pompa y circunstancia. Esta semana en un seminario que hubo en el norte el Ejército recordó esa ocasión y agregó otro factor de irritación a todo lo que estaba sucediendo porque el general Juan Emilio Cheire dijo en esa ocasión que el Ejército no debía mezclarse en política, lo que provocó cierto resentimiento en el gobierno. Esto se sabe extraoficialmente; oficialmente el gobierno dijo que el ejército le había dado garantías de que no había habido homenajes a Pinochet, que no se había producido ningún tipo de actitud por el estilo y ahí quedó el episodio, aunque se supo que esto había sido interpretado como presión. Tanto es así que uno de los abogados querellantes de Pinochet, Eduardo Contreras, dijo ayer que el desafuero es también una derrota para el general Juan Emilio Cheire, a quien acusó de haber querido presionar al Poder Judicial con ese acto que se realizó el lunes, que incluyó una misa por el general Pinochet.
EC - ¿Qué cabe aguardar ahora entonces?
HB - Simplemente hay que esperar las decisiones que va a tomar el juez Guzmán.
EC - ¿Son decisiones rápidas?
HB - El juez Guzmán tiene que tomar decisiones relativamente rápidas, pero el proceso va a ser largo. El juez puede, por ejemplo, decidir realizar nuevos interrogatorios al general Pinochet, pero antes tiene que resolver si se le hacen exámenes médicos. Cuando se produzca esa instancia indudablemente la defensa va a retrotraer todo el proceso al comienzo, a aquel veredicto original de 2002 en el cual se establecía la incapacidad mental. Eso puede dar lugar a una serie de contraexámenes que presentarían los querellantes: ya habían presentado un contraexamen en el alegato en el cual tres psiquiatras que habían estudiado el tape de la entrevista del general Pinochet en Miami demostraban que estaba lúcido. Pero ahora podríamos recomenzar con eso, con la presentación de pruebas y contrapruebas para demostrar que el general está incapacitado o está capacitado, lo cual puede llevar un tiempo más.
EC - ¿Cómo fueron las reacciones de la gente?
HB - A nivel de masas en general, de la opinión pública chilena, el tema Pinochet ocupa un lugar relativamente secundario; los chilenos están preocupados por otros temas, como el desempleo relativamente alto que tenemos en este momento. Pero los familiares de los detenidos desaparecidos y demás siguen interesados: en las afueras de tribunales hubo una manifestación de unas 100 personas en el momento en que la Corte decidía, con banderas y carteles, y dentro del edificio realizaron una pequeña manifestación dando gritos de vivas al veredicto. Hubo algunas declaraciones, por ejemplo de Mireya García, que es la vicepresidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, diciendo que esto marcaba un hito para América Latina por el significado que tiene en el marco de la operación Cóndor.
Habría que decir que la prensa recogió el tema con cierto interés, pero no hubo manifestaciones masivas ni -hay que decirlo-tampoco manifestaciones de apoyo de los partidarios del general Pinochet, como existían hace un año o dos para contrarrestar las manifestaciones de rechazo cuando se trataba el tema en los tribunales.
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Notas relacionadas:
Vuelta de tuerca en el "caso Berríos": narcotráfico con el hijo de Pinochet. Periodista Mónica González: El exhorto para interrogar en Uruguay a militares y policías vinculados al asesinato del químico y agente de la dictadura de Pinochet forma parte de un giro en la investigación de las actividades de la Operación Cóndor: de un aparato de represión política, derivó en una organización gangsteril de traficantes de drogas y armas. Berríos estaba asociado con Marco Antonio Pinochet y Al Kassar. 04.03.03
Interrogaron a todo el clan Pinochet, mientras Riggs investiga a ejecutivos. La Cuarta 05.08.04
Las cuentas de Pinochet. Por Andrés Oppenheimer, La Nación On Line. 25.08.04
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón