Juan Fernández Trigo: La Unión Europea y el Mercosur pueden llegar finalmente a un acuerdo comercial en 2015
Cada 9 de mayo se conmemora el inicio de lo que hoy conocemos como la Unión Europea (UE). Es el "DÃa de Europa" y se recuerda la propuesta del ministro de Asuntos Exteriores de Francia de crear una comunidad supranacional con una autoridad común. Más allá de la crisis, la UE es una de las comunidades económicas más importantes, y el Mercosur ha intentado (con mayor o menor éxito) llegar a un acuerdo de intercambio comercial que beneficie a ambas partes. Según declaró el jefe de la delegación de la UE en Uruguay, Juan Fernández Trigo, "hay expectativas bastante favorables de que se le dé un impulso final a la negociación" y que para fin de año o el 2015 efectivamente se concrete. En cuanto a la crisis económica que se vive actualmente en Europa, Fernández Trigo trató de mantenerse optimista: "no debemos ser negativos por el hecho de que no hayamos conseguido perfeccionar todos los instrumentos, porque lo logrado hasta ahora es bastante" reflexionó.
(emitido a las 8.50 hs.)
EMILIANO COTELO:
El año pasado, la negociación entre la Unión Europea y Ucrania para un acuerdo de asociación y libre comercio desató una crisis que, desde noviembre, tensó las relaciones entre Occidente y Rusia.
¿Cómo ha impactado este conflicto en la Unión Europea?
Vamos a analizarlo aprovechando que hoy, 9 de mayo, es el DÃa de Europa. Pero vamos a revisar también otros temas. Entre ellos, la relación entre el Mercosur y la Unión Europea. El presidente Mujica ha dicho que se está "muy cerca" de alcanzar un acuerdo, y en Europa hay más optimismo que nunca en cuanto al acercamiento las partes. ¿Podrá concretarse finalmente este año?
De esos y otros puntos vamos a charlar con el jefe de la delegación de la Unión Europea en Uruguay, Juan Fernández Trigo, a quien entrevistamos por primera vez hace exactamente un año.
¿Está totalmente aclimatado ya?
JUAN FERNÁNDEZ TRIGO:
SÃ, llevo más de un año aquà ya, y estoy muy contento. Me gusta el paÃs, el trabajo no es difÃcil, este es un paÃs donde todo lo europeo es bienvenido, por lo tanto uno no puede más que felicitarse de esta situación.
EC - ¿Cómo resume el ambiente con el cual se está celebrando hoy este DÃa de Europa?
JFT - Si se me permite la autocomplacencia, estoy muy satisfecho, hemos tratado de celebrar esta fecha del 9 de mayo con una serie de actos culturales, un festival de cine, que lleva una semana en marcha, que concluyó y que ha sido todo un éxito, con la sociedad Life y el cine Alfabeta. Y en la noche de hoy vamos a concluir también con una obra de teatro de autor europeo, británico, que es el broche para todo lo que hemos estado haciendo.
Esta semana también me ha permitido acceder de una forma un poco más intensa a los medios de comunicación. Agradezco a Radio El Espectador que me permita esta mañana hacer llegar a los oyentes las posiciones europeas en distintas cuestiones. Por otro lado, hay expectativas bastante favorables de que se le dé un impulso final a la negociación del acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur.
EC - Ya que lo mencionó y ya que empezamos hablando de la relación entre las dos partes, ¿cuál es su apreciación a propósito de la marcha de estas negociaciones, que ya llevan 20 años?
JFT - Son 15; que no es poco, es mucho.
EC - ¿Estamos ante una posibilidad cierta? ¿Se puede pensar en que este sea el año de la firma?
JFT - Creo que sÃ. Nunca se puede aventurar una fecha, pero los temas están muy trillados, el articulado está prácticamente finalizado, lo que queda es el intercambio de ofertas en cuanto a productos. Por resumir, se trata de que ese comercio que tenemos entre las dos partes, que alcanza a unos 100.000 millones de euros en bienes y otros 25.000 millones en servicios, quede sensiblemente reducido en lo que se refiere a materia arancelaria, el 90% de ese comercio debe quedar sin aranceles, con arancel cero. Esto tiene la ventaja de que permite a los consumidores ahorrar y al mismo tiempo acceder a productos de mayor calidad, aparte de incrementar un poco la oferta en el mercado.
En lÃneas generales, creo que tenemos la oportunidad de incrementar también las inversiones en uno y otro lado. En estos momentos las inversiones de la Unión Europea en el Mercosur alcanzan 286.000 millones de euros. La liberalización de servicios en temas como el turismo, el transporte, tiene unas ventajas claras. Asà que se trata de trabajar para hacer la vida de los consumidores más fácil y más satisfactoria. Porque a veces estos acuerdos solo se ven desde la perspectiva de los productores, yo produzco algo y temo que me vayan a quitar el mercado otros. Pero también hay que pensar –por supuesto, siempre dentro del equilibrio– en los consumidores, los consumidores también tienen derecho a que se les rebajen los precios y a acceder a productos de mayor calidad.
EC - Claro, pero esos mismos consumidores son por otro lado trabajadores, y en algunos casos temen que determinadas corrientes comerciales que puedan facilitarse los dejen sin su empleo. Por ahà vienen las susceptibilidades, por ahà vienen los temores de una negociación que, como usted mismo dijo en algún momento, ha sido de las más difÃciles que ha observado. ¿Qué pasó últimamente? ¿Cómo se logra ahora ser más optimistas? HabÃa puntos muy sensibles, del lado de los paÃses del Mercosur la industria, del lado de Europa la agricultura, ¿entonces?
JFT - En estos 15 años han pasado muchas cosas. Del lado de la Unión Europea la protección de la agricultura se ha reducido sensiblemente, por distintas razones. Primero porque se ha reformado la polÃtica agrÃcola común, por poner un ejemplo, hace 25 o 30 años, el 70% del presupuesto de la Unión Europea se destinaba a la agricultura, hoy en dÃa eso no pasa de un 40%. Por otro lado, hoy en dÃa ya no se subvencionan los precios, sino que se dan ayudas a los agricultores por el factor medioambiental, para evitar que abandonen el campo. Asà pues, la agricultura europea está mucho menos protegida, está dentro de los parámetros de lo que la Organización Mundial del Comercio (OMC) tolera, por lo tanto esa resistencia es mucho menor.
También hay que decir que por el lado del Mercosur la propia industria, que hasta ahora habÃa sido la industria de Brasil y de Argentina, que son industrias que siempre han protegido su factor nacionalista o la industria naciente, ha entendido, y asà lo ha expresado varias veces la comunidad empresarial de San Pablo, que es absolutamente imprescindible subirse a este carro, incrementar el comercio y de esta forma beneficiar a la población.
Hay cambios en uno y otro lado, y esa nueva perspectiva hace que sea mucho más posible el acuerdo de lo que fue hace años. Aunque hemos tenido también nuestros altibajos. Hemos tenido la crisis de Paraguay, que paralizó durante mucho tiempo, -prácticamente todo el 2013- toda posibilidad negociadora; hemos tenido las dudas argentinas, que parece que en estos momentos están despejadas. Por todo ello, estamos en un buen momento para dar el arranque final.
EC - En unas declaraciones, el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, Mauro Borges, ha dicho que el Mercosur "va a terminar de afinar su oferta para un acuerdo comercial con la Unión Europea la semana próxima. La última reunión técnica sobre el asunto se celebrará el próximo lunes y el martes en Caracas". Y garantizó que abarcará cerca del 90% del universo comercial.
JFT - SÃ, esa es la idea. Cuando uno firma un acuerdo para crear una zona de libre cambio, la idea, tal como lo define la OMC, es que se reduzcan los aranceles tanto como en el 90% del comercio, o sea que prácticamente no existan aranceles en nada y exista una libre circulación de bienes. Hay que reconocer que Brasil ha tenido un papel importantÃsimo.
EC - Brasil llegó a manejar la posibilidad de que el acuerdo se firmara sin Argentina, ¿no?
JFT - Eso es lo que se decÃa entre rumores. Nunca llegamos a tener un planteamiento tan evidente en forma oficial, pero sabemos que se ha estado manejando. Pero afortunadamente –porque no es bueno que aquà quede nadie fuera– se ha impuesto el pragmatismo, y hay que reconocer que el Gobierno argentino está tomando decisiones que van en la lÃnea de ir aproximándose a lo que piensan los socios del Mercosur, de la Navidad a aquà han ido despejándose las dudas.
EC - Si tenemos que manejar plazos, ¿cuál se anima a mencionar?
JFT - No creo que se pueda firmar antes de fin de año. SerÃa muy optimista, cuando tenemos un acuerdo que ha llevado 15 años, decir que en seis meses nos sentamos. Es difÃcil, tampoco va a ser una cosa fácil, no va a ser una negociación de dos minutos, pero desde el momento en que se intercambien las ofertas, y sobre todo conociéndonos como nos conocemos los dos bloques, todo el mundo sabe que la única forma de no crear problemas es sentarse definitivamente y negociar.
EC - Este año, difÃcil, pero el año que viene, ¿sin duda?
JFT - Sin duda, creo que sÃ.
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EC - Estamos hablando de la relación entre Mercosur y Unión Europea, e implÃcitamente de la relación entre Uruguay y la Unión Europea. El presidente Mujica y una delegación del Gobierno viajan este fin de semana a Estados Unidos. Mujica se va a reunir el lunes con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca.
Esta semana en el programa Claves PolÃticas de Nuevo Siglo, el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, hablando sobre la agenda de Mujica en Estados Unidos, decÃa esto que tiene que ver con la Unión Europea:
(Audio Diego Cánepa.)
"Están los temas comerciales, están los temas económicos y están los temas polÃticos de vinculación con Estados Unidos, que es la visión del presidente de que nosotros impulsamos fuertemente, en el Mercosur, el acuerdo con la Unión Europea. Estados Unidos está sentado en una mesa para un acuerdo con la Unión Europea, y nosotros creemos que tiene que haber una mesa Unión Europea-América Latina-Estados Unidos, porque creemos que el Atlántico norte se tiene que transformar en el Atlántico. Un paso trascendental desde el punto de vista geopolÃtico es que empecemos a hablar del Atlántico como un eje que genere un equilibrio frente a un eje que es el eje del siglo XXI en términos comerciales, como es el eje del PacÃfico, fruto del siglo XX y del ascenso de China como primera potencia económica mundial en los próximos años".
(Fin.)
EC - ¿Es posible lograr un acuerdo de este tipo: Unión Europea-Estados Unidos-América Latina?
JFT - En estos momentos se tiende a pensar que el acuerdo entre la Unión Europea y Estados Unidos va a excluir al resto del mundo, cuando en realidad los estudios que manejamos, que se están haciendo en la Unión Europea, indican todo lo contrario. Un acuerdo entre la Unión Europea y Estados Unidos está claramente orientado a generar en el resto del mundo una ganancia para paÃses terceros que se calcula de unos 100.000 millones de euros. Porque se va a entrar en un proceso de cadenas de especialización, porque como consecuencia de la mejora de las expectativas en uno y otro lado se va a producir un incremento de la demanda de materias primas a paÃses terceros. O sea que eso, aunque no sea formalmente asÃ, de facto es lo que va a ocurrir, una mayor integración de la que pensamos.
En el caso de América Latina, su proximidad a Estados Unidos en muchos casos y sobre todo a Europa, porque la Unión Europea tiene acuerdos con todos, con el único que falta es con Mercosur, tenemos acuerdos con México, con Canadá, con los paÃses de América Central, con Chile, con Colombia, con Perú…
EC -… más temprano dábamos la noticia del avance en las negociaciones Ecuador-Unión Europea.
JFT - Por supuesto. Hay toda una panoplia de acuerdos que van a quedar prácticamente afectados. Y luego también hay que tener en cuenta que lo que se produce en el acuerdo entre la Unión Europea –que tampoco es inminente– y los Estados Unidos es sobre todo un aligeramiento de las barreras no arancelarias, todos esos procesos de especificaciones, que harán que muchas empresas que quieren exportar no tengan que producir doblemente, una cosa para el mercado europeo, otra para el mercado norteamericano, el proceso de homologación hará más fácil la producción para exportar a cualquiera de los dos bloques. Asà que esto tiene más ventajas de lo que puede parecer, y evidentemente vamos a una integración y a una globalización cada dÃa mayor de los bloques.
EC - El doctor Cánepa sugerÃa que se negocie a partir del Atlántico. Del mismo modo que hay todo un polo de desarrollo, de comercio y de inversiones en torno al PacÃfico, que se genere esta otra alternativa.
JFT - Pienso que en eso estamos. De hecho, no tenemos acuerdo con China. Es importante no solamente por los productos y por el comercio, sino por el modelo de sociedad al que aspiramos. Es muy fácil decir que hay que ir por la vÃa de abaratar costes, pero si el abaratar costes supone que la gente no tenga vacaciones, ni tenga salarios dignos, ni tenga seguridad social, sino que tenga que trabajar por "dos mangos", como se dice aquÃ, pues tampoco es un modelo de sociedad a imitar. También por eso tenemos que reforzar esa visión atlántica, que es un poco la visión del Estado social de derecho, donde los que tienen más de alguna forma contribuyen a los que tienen menos. Si no, es volver a lo que en el siglo XIX estaba implantado en el mundo económico, que era la ley de la jungla. Asà que ya no solamente por el hecho de integrar procesos productivos, sino porque el modelo de sociedad me parece digno de ser preservado.
EC - Enseguida hablamos de Europa en sà misma, cómo está, cómo llega a su dÃa, cuando está además por encarar elecciones para la renovación del Parlamento, por mencionar nada más que uno de los tantos mojones por delante.
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EC - Retomamos la entrevista en En Perspectiva con Juan Fernández Trigo, jefe de la delegación de la Unión Europea en Uruguay.
Con él estamos charlando hoy, 9 de mayo, porque se celebra el DÃa de Europa, una fecha que conmemora la semilla de lo que hoy conocemos como Unión Europea. Recuerda el 9 de mayo de 1950, cuando el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Robert Schuman, propuso la creación de una comunidad supranacional para administrar el carbón y el acero de Francia y Alemania bajo una autoridad común con otros paÃses del continente.
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EC - Yo recordaba el origen de esta fecha. Aquella semilla que se plantó en una Europa divida y arrasada por la segunda guerra mundial fue germinando y con el correr de las décadas dio paso a lo que hoy es la Unión Europea, un espacio de paz, un espacio de libre circulación de mercaderÃas y personas. ¿Cómo está hoy esa Unión Europea? ¿Cuán cerca o cuán lejos está de los objetivos que se trazaron?
JFT - Si tenemos en cuenta que Europa se ha pasado 20 siglos guerreando, ya de por sà el haber conseguido un espacio de paz no es poco. Es que nos hemos acostumbrado al hecho de que la guerra ya no es un instrumento de relación entre los pueblos, cuando en realidad en la historia de la humanidad ha sido la constante. Yo soy español y España en el siglo XIX tuvo tres guerras civiles, en el siglo XX tuvo otra. Y si nos ponemos a pensar lo que fue la segunda guerra mundial, en la que murieron 50 millones de personas –como si un paÃs como Francia o Italia hubieran desaparecido–, se ha logrado crear un espacio en donde todas las diferencias quedan resueltas mediante la negociación, y cuando la negociación no es posible se recurre a unos tribunales serios, rápidos, en Luxemburgo, que muchas veces le dan la razón al pequeño, cosa que también hay que valorar.
Evidentemente nos gustarÃa haber llegado más lejos. Pero también es verdad que la soberanÃa, el nacionalismo a veces son rasgos que tenemos muy metidos en el ADN. Lo estamos viendo ahora en Europa, en la parte no comunitaria, donde todavÃa hay tics como el afán de tener áreas de influencia, etcétera.
Asà que no debemos ser negativos ni pesimistas por el hecho de que haya habido una crisis económica, por el hecho de que no hayamos conseguido perfeccionar todos los instrumentos, porque lo logrado hasta ahora es bastante.
EC - En estos dÃas José Manuel Durao Barroso, presidente saliente de la Comisión Europea, ha publicado un artÃculo en la prensa europea que en un momento dice: "Las consecuencias de la crisis económica han sido sobre todo negativas. Han repuntado las tensiones entre el centro y la periferia, entre los estados miembros más ricos y los más pobres, entre acreedores y deudores y entre el norte y el sur. Hay un sentimiento de pérdida de justicia y equidad, se ha producido un drástico aumento del desempleo y nuestro modelo social afronta enormes dificultades".
Ya con esto es suficiente para ver que la visión que tiene es muy autocrÃtica, muy cruda en el análisis. Y yo agregarÃa otros puntos: avance de los movimientos euroescépticos, despegue de los grupos nacionalistas y xenófobos… ¿Cómo manejan todo este cóctel?
JFT - La crisis ha ahondado diferencias, evidentemente. Pero mi pregunta es: ¿si no hubiera existido Unión Europea las cosas habrÃan sido diferentes? Pues no lo creo, probablemente se habrÃa abandonado a su suerte a aquellos paÃses a los que no habÃa modo de que nadie les prestase. Entre otras cosas, los paÃses que han sido sometidos a un rescate eran aquellos con respecto a los cuales las dudas de los prestamistas internacionales eran tales que no habrÃan conseguido finalmente recibir dinero para poder atender sus necesidades. Y justamente, se ha acudido al rescate de esos paÃses para prestarles aquello que los mercados no iban a querer prestarles. Asà que también ha habido instrumentos de solidaridad.
EC - Pero esos instrumentos a su vez son muy polémicos. Se ha hablado de que han primado los criterios más frÃos, más pautados simplemente por el ajuste, cuyas consecuencias no parecen haber sido las que se esperaban, han tenido costos sociales muy serios.
JFT - SÃ. Hay que reconocer que en un primer momento el ajuste quizás se llevó con excesivo rigor, pero en estos momentos existe una modulación de todo eso, y aunque lo cierto es que siguen existiendo en todo el mercado europeo alrededor de 26 millones de parados (desempleados), me da la impresión de que no estamos en la misma situación de hace poco.
Es verdad que ha habido dudas, que ha habido diferencias en cuanto a la forma de atacar esta crisis, pero en estos momentos estamos quizás en una fase de reflujo en cuanto a que muchos son los que piensan que la dureza del ajuste ha sido excesiva y que conviene relajar un poco las demandas.
También es cierto que sin ajuste habrÃa sido imposible enderezar la situación. Sin ajuste probablemente habrÃa estallado el euro, y si hubiera estallado el euro el empobrecimiento de los paÃses que se vieran fuera de él serÃa grande, esos paÃses tendrÃan que continuar con unas deudas aumentadas en su propia moneda local, el caos habrÃa sido mucho mayor. También es verdad que habrÃa sido deseable haber alcanzado antes de la crisis un nivel de profundidad que hubiera permitido atacar de una forma más general.
EC - Ese es uno de los tantos puntos de análisis: la crisis sorprendió a la Unión Europea todavÃa incompleta. O quizás en un proceso en el que se habÃan apurado; por ejemplo con la introducción del euro sin que al mismo tiempo estuvieran en funcionamiento determinadas instituciones y acuerdos que respaldaran a esa moneda común. ¿Qué se ha hecho en esa materia (después de la crisis)? ¿Cómo se ha venido corrigiendo y avanzando?
JFT - En estos momentos hay acuerdo para alcanzar la unión bancaria en la próxima década. Es cierto que en el tema de la solidaridad de las deudas todavÃa no hay un acuerdo, pero ha habido un saneamiento del sistema financiero. Porque tampoco hay que olvidar que esto no es una crisis europea, esto nace en los Estados Unidos, donde una burbuja inmobiliaria provoca, como consecuencia de una polÃtica crediticia extraordinariamente laxa, una serie de crisis que se extienden a Europa y en algunos paÃses donde esas burbujas inmobiliarias también estaban vigentes, como en el caso español o el irlandés, provocan una crisis mayor.
Pero en estos momentos las cosas están más o menos enderezadas. Ahora hay que conseguir que lo que puede ser el frenazo en cuanto a la caÃda se extienda también a la sociedad. Hace falta que se expanda el crédito, hace falta que la gente consiga trabajo, porque está muy bien que den los números, pero si la gente no tiene trabajo y las empresas no tienen créditos, la economÃa no está funcionando bien.
Ayer se hablaba de la necesidad de que el Banco Central bajara todavÃa más los tipos de interés para que haya una polÃtica más expansiva. Se está hablando de que quizás dentro de unos meses se adopte esa polÃtica que ha seguido la Reserva Federal americana de comprar activos para hacer que la economÃa también se expanda. Pero somos 28 y hay que poner a todo el mundo de acuerdo sobre esa senda.
En fin, sin ser optimistas, creemos que se ha evitado que el frenazo siga. En estos momentos tenemos un crecimiento muy tÃmido que hay que impulsar en los próximos años.
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EC - ¿Cómo está pegando en Europa la crisis de Ucrania? ¿Cuánto tiene que ver Europa, a su vez, con el hecho de que esa crisis se haya desatado? Vamos a conversarlo en el final de la entrevista.
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EC - Las negociaciones entre Unión Europea y Ucrania para firmar un acuerdo de asociación y libre comercio fueron el detonante de la crisis que se desató en ese paÃs y que terminó, en febrero, con la caÃda del Gobierno de VÃktor Yanukóvich, un hombre cercano a Rusia. Esto a su vez provocó la reacción de molestia del presidente Vladimir Putin, el desplazamiento de las fuerzas militares rusas a la frontera con Ucrania, el estallido de los movimientos separatistas prorrusos.
Vino, primero, la escisión de Crimea. Pero ahà no terminó la agitación. Por ejemplo, para este domingo próximo está convocado un referéndum separatista en las regiones de Donetsk y Lugansk, que pretenden crear un nuevo Estado que se llamarÃa Novorossia (Nueva Rusia). La consulta va a concretarse pese a que el miércoles Putin pidió que se postergara a la espera del resultado de las elecciones que tendrán lugar en Ucrania el 25 de este mes; sorpresivamente, les abrió una carta de crédito. En fin, podrÃan agregarse más elementos a este cuadro, pero ¿cómo está impactando toda la crisis de Ucrania en la Unión Europea?
JFT - En primer lugar, me gustarÃa matizar una de las afirmaciones. La crisis no la provoca la negociación del acuerdo, de hecho el acuerdo venÃa negociándose desde hacÃa mucho tiempo entre la Unión Europea y el Gobierno de Yanukóvich. Creo que el detonante real es que en un momento determinado aparece alguna indicación –por no decir alguna orden, alguna instrucción– que dice "esto no lo podéis seguir negociando".
EC - ¿Esa orden, dice usted, vino de Rusia?
JFT - Probablemente. Y ya a partir de ese momento se produce una revuelta popular. Hay que entender que es difÃcil decirle a un Gobierno soberano lo que puede y lo que no puede hacer desde fuera. Dicho esto, no tengo ningún interés en hacer una escalada de acusaciones, porque en estos momentos lo que tenemos que hacer entre todos es tratar de buscar la desescalada y que las aguas vuelvan a su cauce.
EC - Estaba leyendo unas declaraciones de George Friedman, presidente del Instituto Stratfor de Estados Unidos. Se trata de un hombre y una institución de pensamientos conservadores y muy provocadores, pero los menciono para conocer su comentario. Friedman dice, por ejemplo: "Ucrania es ante todo una crisis europea: apuntar a Estados Unidos o Rusia desvÃa el foco. Es la debilidad institucional, militar y económica de Europa, sumada a los intentos de atraer Ucrania hacia las instituciones comunitarias, lo que ha provocado y envalentonado a la Rusia del presidente Putin". O sea: Coloca la responsabilidad en Europa.
JFT - No, no estoy de acuerdo con eso, entre otras cosas porque nunca se ha hablado de la incorporación de Ucrania a la Unión Europea. Un acuerdo de estas caracterÃsticas lo único que hace es aproximar comercial y polÃticamente a los paÃses, pero la Unión Europea nunca ha tenido la intencionalidad de convertir ese acuerdo en un paso previo a una futura incorporación de Ucrania.
EC - De todos modos, estaba claro que Ucrania jugaba como un Estado colchón entre Europa y Rusia y allà habÃa un tironeo. La Unión Europea protagonizó su lado, su parte del tironeo.
JFT - Creo que se atribuÃa a la Unión Europea mucha más capacidad de acción de la que en realidad tiene. Fue un movimiento mucho más espontáneo de una población que sentÃa que se le estaba vetando una determinada lÃnea de actuación. Dicho esto, no creo tampoco que, como dice el señor Friedman, nuestra cuestión de capacidad militar, polÃtica sea la responsable de esta situación. Las cosas son más sencillas: se produce una revuelta popular porque hay un descontento con la forma en que un determinado presidente está actuando, ese presidente abandona el poder –y lo hace sin que nadie haya metido tanques en ninguna parte–, y como consecuencia de esa situación, al producirse un vacÃo de poder, llega un Gobierno provisional, por cierto por vÃas constitucionales, pero que inmediatamente convoca a unas elecciones, que deberán celebrarse el 25 de mayo.
A raÃz de todo eso empieza a hacerse patente que hay que reaccionar ante esa situación, y las consecuencias son invadir Crimea y buscar inmediatamente una legitimación por la vÃa de un referéndum contrario a la legislación internacional. Por lo tanto, echarle la culpa a la Unión Europea o atribuirle cierta responsabilidad a la Unión Europea de lo que ha ido sucediendo me parece un tanto injusto.
EC - Hay quienes sostienen que representantes diplomáticos europeos tuvieron mucha relación, incluso apoyando a los movimientos que pretendÃan la caÃda del Gobierno de Yanukóvich. En fin, la discusión podrÃa ser muy larga... Mi pregunta sobre todo apunta a saber cuáles son hoy, ante los hechos consumados, los caminos a seguir ... porque mencionábamos los objetivos de la creación de la Unión Europea, uno de ellos era la paz, y ahora están teniendo la violencia y el riesgo de guerra y de enfrentamientos en la frontera misma.
JFT - Asà es, pero no hemos sido nosotros los que hemos azuzado esa violencia. Nosotros no estamos más que defendiendo el que haya unas elecciones que clarifiquen el panorama y que hagan que las actuales autoridades de Ucrania no tengan la menor sombra de duda respecto a su legitimidad. Por lo tanto en estos momentos no podemos ir más allá de recomendar que se calmen los ánimos, que se trate de respetar la legalidad de los paÃses, que se respeten las fronteras acordadas en el seno de la OCDE.
Además todo esto tiene un efecto muy preocupante: desde el momento en que alguien puede tener la tentación de invadir y de buscar, con el argumento de que tiene que defender determinadas poblaciones, un control de facto del territorio, entramos en lo que hasta ahora hemos tratado de evitar, que es que el territorio y la expansión o las áreas de influencia sean lo que debe primar. Creemos que Ucrania es soberana, lamentamos lo que ha ocurrido con Crimea y no nos gustarÃa que las cosas sigan adelante en esta escalada de la tensión como para que el sur y el este de Ucrania vayan en esa lÃnea de convertirse en campos de batalla.
Al contrario, hay que tratar de que se calmen los ánimos, y por supuesto dar seguridades a las minorÃas de que sus derechos van a respetados. Pero en estos momentos hay que recomendar la tranquilidad y el respeto a la legalidad internacional, que es lo que está un poco en cuestión.
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EC - El tema de Ucrania da para una entrevista aparte.... En cualquier momento volvemos a hablar para seguir de cerca la evolución de esa crisis, la relación Unión Europea-Rusia, cómo se encauza o no, si estamos ante una nueva guerra frÃa...
JFT - Espero que no, que las cosas se calmen, que las elecciones del domingo 25 de mayo den toda la legitimidad al Gobierno de Ucrania, que se reconsidere este referéndum que algunos sectores quieren convocar el próximo domingo y tratar de no echar más leña al fuego. En todo caso, lo deseable es que las aguas vuelvan a su cauce.
Me parece que no es tan importante el lugar donde uno nace, todos tendrÃamos que tener la intención de echarle un poquito de agua de vez en cuando al nacionalismo; me parece que el andar siempre presumiendo del lugar donde uno nace es la semilla de muchos conflictos posteriores. Esa es la idea del proyecto europeo: quitar soberanÃa, quitar tanta fuerza y trasladarla a una instancia superior que vele por los intereses de todos.
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Transcripción: MarÃa Lila Ltaif