Los problemas internos sacuden la revista Charlie Hebdo
La revista Charlie Hebdo, atacada mortalmente por yihadistas el pasado enero, se encuentra sumida en una crisis interna que ha enfrentado a parte de su plantilla con la dirección, después de que la cabecera haya recaudado 30 millones de euros tras el atentado islamista en el que murieron 12 personas.
"La vida en 'Charlie Hebdo' nunca ha sido un camino de rosas", declaró esta semana al diario "Le Monde" el actual responsable de la cabecera, el dibujante Riss, que sale al paso de los problemas del semanario satírico que han ido goteando en los medios de comunicación.
El último percance es la carta que recibió la semana pasada la socióloga y periodista franco-marroquí Zineb El Rhazoui, en la que se la convocaba para una reunión de despido por falta grave.
El Rhazoui, amenazada de muerte por los islamistas, aireó en los medios su delicada situación laboral, que los responsables de la publicación atribuyen a una indisciplina constante que dicen que se remonta a antes de los atentados y se traduce en ausencias en las reuniones de redacción y retrasos al entregar sus artículos.
"Mi marido ha perdido su empleo porque los yihadistas han desvelado dónde trabaja, ha tenido que abandonar Marruecos. Yo estoy amenazada, vivo entre habitaciones de casas de amigos y hoteles y la dirección me quiere despedir... Bravo, 'Charlie'", ironizaba la periodista en recientes declaraciones a "Le Monde".
Pero la patente tensión entre El Rhazoui y sus jefes no es el problema más grave que atraviesa Charlie Hebdo, un semanario de tradición libertaria y con perennes problemas de dinero que se descubre ahora nadando en una opulencia financiera.
Las ventas excepcionales del llamado "número de los supervivientes", con una tirada récord de más de 7 millones de ejemplares, sumado a las donaciones y las suscripciones que ha recibido la revista, le han hecho embolsarse cerca de 30 millones de euros.
La opaca gestión del dinero, destinado a reflotar el diario y a ayudar a las familias de las víctimas, es uno de los asuntos que irritan a los dibujantes y periodistas de Charlie Hebdo, que acusan a la revistade falta de transparencia.
La dirección, que aún no ha detallado oficialmente cómo repartirá los ingresos, estudia fórmulas para compensar a los allegados de las víctimas y reinvertir el resto en la publicación, según Riss, propietario del 40 % del diario.
Otro 40 % pertenece a la familia de Charb, director y accionista asesinado el pasado 7 de enero, mientras que el 20 % restante recae sobre el director financiero, Eric Portheault.
En cualquier caso, será un comité formado por "personalidades independientes" el que se encargue de distribuir las sumas recaudadas gracias a la solidaridad con una publicación que se convirtió en el símbolo de los valores y libertades de Francia tras el ataque.
La dirección insiste en que "ese dinero es una garantía" para la supervivencia de Charlie Hebdo, cuyo objetivo es vivir de sus propios ingresos de explotación.