Crisis griega

Grecia se sumerge en el caos financiero y ordena un "corralito"

Grecia impondrá finalmente a partir de este lunes un control de capitales tras la decisión del Banco Central Europeo de no elevar los préstamos de emergencia a los bancos, hecho que llevó al primer ministro, Alexis Tsipras, a urgir nuevamente a sus socios a prorrogar el rescate.

El Gobierno griego informó este domingo de que los bancos permanecerán cerrados durante seis días y el límite de retirada de efectivo será de 60 euros diarios, después que el primer ministro, Alexis Tsipras, haya anunciado la aplicación de un control de capitales a partir del lunes.

Según el decreto oficial, publicado tras una reunión maratoniana del consejo de ministros, las entidades bancarias griegas cerrarán hasta el 6 de julio, aunque este periodo podría acortarse o extenderse por decisión del Ministerio de Finanzas. 

En un mensaje televisado, Tsipras acusó al Eurogrupo de haber precipitado esta situación al haber negado a Grecia una prórroga del rescate para que "un pueblo soberano ejerza su derecho soberano de votar democráticamente", un decisión que calificó de "chantaje".

Tsipras había pedido prolongar la vigencia del rescate, que expira el próximo martes, tras anunciar la convocatoria de un referéndum en el que la ciudadanía deberá decidir sobre la propuesta de acuerdo de las instituciones (Banco Central Europeo, Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional), rechazada por el Gobierno.

El primer ministro había pedido "unos días" para dar a la población de ejercer su voto "sin presiones".

"La negativa de la prórroga conduce a (la aplicación de) medidas de restricciones bancarias en la retirada de depósitos", afirmó escuetamente Tsipras, quien pidió a la población "calma" y "sobriedad" en los próximos días.

El primer ministro aseguró que los depósitos de los griegos no corren riesgo y el pago de salarios y pensiones están garantizados.

Según Tsipras, la negativa de los ministros de la eurozona de conceder esta prórroga fue la que llevó al BCE a no elevar este domingo el límite de créditos que pueden pedir prestados los bancos griegos.

El techo de estos préstamos se encuentra actualmente en unos 90.000 millones de euros, un monto que, según los medios, prácticamente se ha alcanzado.

Desde que pasada la medianoche del viernes Tsipras anunciara la convocatoria de un referéndum se empezaron a formar colas delante de los bancos, aunque sin alcanzar las longitudes vividas en Chipre.

Mucha gente reaccionaba así a la inseguridad de poder tener efectivo para los gastos más inmediatos, como la compra de la semana o el pago de facturas.

Por ahora, en cambio, no se han vivido escenas de tensión o violencia. EFE